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Día mundial contra la trata de personas: La política de Cuba es de tolerancia cero

Por: Ariadna Vallellano Rodríguez y Yusleidy Pérez Ramos
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La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 30 de julio como Día Mundial contra la trata de personas, con el objetivo de concientizar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano, promocionar y proteger sus derechos.

La trata de personas es un delito internacional de lesa humanidad, que viola los derechos humanos, atentando contra la libertad y la dignidad de las víctimas. Explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos que incluyen el trabajo forzoso, explotación sexual, servidumbre doméstica mendicidad infantil o extracción de órganos.

Afecta prácticamente a todos los países, ya sea como punto de origen, tránsito o destino. Es denominada la esclavitud del siglo XXI. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el Informe sobre la Trata de Personas: Comercio Ilegal de Seres Humanos (2019), más de 12,3 millones de personas sufren situaciones laborales similares a la esclavitud, cuatro millones son víctimas de la trata cada año, entre el 10 y el 30% son menores de edad y mujeres. En América Latina y el Caribe, alrededor de 2 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de explotación sexual, comercial o laboral.

En la contemporaneidad se encuentra entre los delitos más lucrativos después del tráfico de armas y drogas. Con el fin de comprometer a los países en la lucha por erradicar este mal, en 2003 entró en vigor el Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, el cual hasta 2020 ha sido ratificado por 176 Estados, entre ellos Cuba.

Nuestro país así lo refrendó en el artículo 66 de la Constitución en el que: “Se prohíbe el trabajo de las niñas, los niños y los adolescentes”. La Isla muestra logros en materia de protección social y seguridad ciudadanas, igualdad de oportunidades para las personas, programas para el empoderamiento de la mujer, el acceso gratuito a los servicios de salud, la educación, la cultura, el deporte y la recreación. Estas acciones permiten fortalecer la percepción de riesgo en la población e influir en algunas conductas nocivas.

En el país existen otras leyes, resoluciones y decretos que amparan la seguridad de los ciudadanos. Todas las instituciones que garantizan la prevención y protección ante este delito, tienen conformados los planes y normas jurídicas para llevar adelante la labor preventiva. Además, se hace especial énfasis en la capacitación de este personal, así como en la divulgación de los planes de acción para aumentar la percepción de riesgo de toda la población.

Para ello, bajo la política de “tolerancia cero” se elaboró el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento de la Trata de Personas en Cuba y la Protección a las Víctimas (2017-2020) —en lo adelante Plan— y se divulgó en la Gaceta Oficial de la República No. 33 Extraordinaria de 2 de agosto de 2017. Esta es una herramienta fundamental en la actuación combinada entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil cubana para el abordaje de este grave delito.

En su preparación se tuvo en cuenta los avances alcanzados en esa materia, los problemas no resueltos, los nuevos desafíos, la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, el “Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos” y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

No son pocos los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abordan el problema de la violencia y la explotación de personas migrantes, incluyendo la trata de personas. Se resaltan los ODS y las metas siguientes:

 

 

  • Meta 5.1: “poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo”.
  • Meta 5.2: “eliminar todas las forman de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”.
  • Meta 8.7: pretende “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
  • Meta 16.2: “poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños”.

Además, el Plan se apoya en otros planes, políticas, programas y acciones de los órganos estatales, los organismos de la Administración Central del Estado, las entidades nacionales y las organizaciones de la sociedad civil. En consecuencia, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) como parte del Grupo Nacional apoya la implementación del Plan aprobado por el Consejo de Estado. Asimismo, cuenta con su Plan de Acción para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas, en el cual se involucra a todas las representaciones territoriales de la ONEI.

Sus acciones van encaminadas a visibilizar desde el enfoque de género esta realidad; aumentar la percepción de riesgo en la población e incrementar la participación en el sistema de alerta y denuncia; garantizar la activa contribución nacional en las respuestas coordinadas y sistemática en los planos bilaterales y multilaterales, teniendo en cuenta las mejores prácticas reconocidas en las Naciones Unidas.

Los elementos antes expuestos y teniendo en cuenta los tres pilares centrales del Plan (prevención, enfrentamiento y protección) se elaboró por el Grupo Nacional, el Informe de Cuba sobre la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas del 2019. Durante el pasado año se juzgaron 15 casos por delitos típicos de trata de personas, y se mantuvo baja la incidencia debido principalmente al impacto de las acciones preventivas y de enfrentamiento. De ellos, 12 casos corresponden a la modalidad de trata con fines de explotación sexual,  dos de trata por mendicidad forzada y uno de trata con fines de esclavitud. En total fueron afectadas 25 víctimas: 10 mujeres, 8 niñas, 1 niño y 6 hombres. Igualmente, en este informe, se aborda la prohibición del trabajo infantil y se defiende la igualdad en el disfrute y el ejercicio de los derechos de las personas.

Hoy más que nunca se ratifica la postura de nuestro país con relación a esta temática. Cuba rechaza la inclusión en el informe anual de los Estados Unidos acerca de países vinculados con la trata de personas. Las brigadas médicas cubanas han sido objeto de fuertes críticas y campañas en contra de su desempeño virtuoso en su actuación por las diferentes trincheras, calificadas por Washington como un ejemplo de “trabajo forzado”. Nuestro país jamás aceptará que se cuestionen o denigren los valores de la solidaridad de nuestros médicos que con voluntad y amor cumplen con esta tarea maravillosa que es salvar vidas.

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