Cubadebate

Foto: Tomada de www.rtve.es

Según han trascendido hoy, el análisis de las cajas negras del avión ruso que se estrelló en el monte Sinaí, en cuyas grabaciones se escucha una explosión, junto a otros indicios recogidos por los investigadores, apunta a que la causa del siniestro fue un atentado.

El ruido de una explosión se escucha claramente en las cajas negras, según indicó al canal de televisión público francés France 2 un investigador con acceso a la grabación, que recalca que la explosión no tuvo lugar tras una avería del motor.

Se añade que las cajas negras confirman el carácter "brutal, repentino" del siniestro, lo que, junto a los datos recogidos por los expertos en el propio lugar de la tragedia, permiten "privilegiar con fuerza" la hipótesis de un atentado como causa.

La revisión de las grabaciones de las cajas negras, tanto la que registra los datos del vuelo, como la que registra las comunicaciones de cabina, indican que "todo era normal" hasta que el avión llevaba 24 minutos en el aire.

En ese momento, ambas cajas negras dejaron de funcionar abruptamente, un comportamiento sintomático de una "descompresión explosiva muy repentina", explica la misma fuente, bajo cobertura de anonimato.

"Los investigadores, que han revisado los indicios de las cajas negras pero también las constataciones realizadas en el lugar del accidente y sus propias experiencias, privilegian con fuerza la tesis de un atentado", ha añadido.

Además, esta misma fuente señala que la posibilidad de un fallo técnico es remota: "La hipótesis de una explosión con origen en un fallo técnico, un incendio o algo similar aparece como altamente improbable, porque las grabaciones seguramente habrían indicado alguna cosa antes de la ruptura y/o los pilotos se habrían manifestado".

"Teóricamente, la hipótesis de una explosión accidental tan brutal es posible, pero dados los hechos, es poco probable", admite, antes de añadir: "Un avión no para de esa forma de transmitir datos en pleno vuelo si no hay una brutal explosión".

La hipótesis según la cual una bomba colocada en el interior del avión fue la causante del estallido de la tragedia del Sinaí, descartada en un primer momento por los investigadores egipcios, ha ido ganando enteros en los últimos días.

Reino Unido suspendió los vuelos al aeropuerto de Sharm el Sheij, ante la sospecha de que la causa del siniestro podía ser un atentado terrorista. Esa medida dejó a unos 20.000 británicos varados en la región, que solo este viernes han comenzado a ser repatriados en vuelos fletados con condiciones especiales de seguridad, como la prohibición de facturar maletas.

Los servicios secretos británicos creen que alguien introdujo una bomba en la bodega del avión ruso siniestrado.

Además, la suspensión de los vuelos generó malestar en el Gobierno egipcio por el daño que podía causar a su industria turística, algo que el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, trasladó en persona al primer ministro británico, David Cameron, en una reunión mantenida este jueves el Londres.

De hecho, el presidente ruso, Vladímir Putin, le reprochó a Cameron, en una conversación telefónica, que no se atuviera a la investigación oficial al hablar de una bomba como explicación "probable", una posibilidad que también contemplan los servicios de inteligencia de Estados Unidos.

Sin embargo, solo un día después, también Putin decidió suspender todos los vuelos a Egipto y repatriar a los turistas rusos que se encuentren en el país africano, siguiendo las recomendaciones de los servicios de inteligencia. Otros países, como Francia y España, desaconsejan a sus ciudadanos viajar a Egipto, al menos hasta que se diluciden las causas de la tragedia del Sinaí.

(Con información de las agencias)