Rinden primer homenaje a Francisco Formell Madariaga
Por: Gabriela Menéndez, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana
La conferencia La obra creativa de Francisco Formell Madariaga, ofrecida en la tarde de ayer martes por la musicóloga Nadia Reyes en el Museo Nacional de la Música, constituye el primer homenaje dedicado al compositor y arreglista, padre de Juan Formell, este último fundador de una de las orquestas cubanas más populares de todos los tiempos.
Después de casi medio siglo de su muerte, la producción de Formell Madariaga que incluye marchas, villancicos, himnos, canciones, un ballet y un poema sinfónico, permanece hoy en las sombras del desconocimiento.
El rescate y sistematización de las piezas fue iniciativa de María Elena Marqués, nuera del músico por quien sentía "gran respeto y cariño".
"Cuando me jubilé me di a la tarea de organizar su obra para darla a conocer y honrar así su legado", expresó Marqués emocionada.
Nacido en Santiago de Cuba en 1904, Formell Madariaga estudió flauta, piano, armonía y contrapunto, para luego en La Habana formar parte del Grupo de Renovación Musical junto a José Ardévol, Harold Gramatges y Argeliers León, figuras insignes de la creación artística durante el siglo XX.
Recibió varios premios y menciones en importantes concursos que sesionaron en los años 40 y 50. Tal es el caso de Y... bajaron las Estrellas, guajira con la que obtuvo el Primer Premio en el concurso Día de la Canción Cubana (1952) y El Apóstol, catalogada como la mejor obra musical de carácter sinfónico en el concurso convocado con motivo del Centenario de José Martí en 1953.
"Nos encontramos ante un hombre que hizo grandes aportes a la música popular cubana. Los elementos más significativos de nuestra identidad están presentes en sus guajiras, canciones y montunos, que debieran ser considerados como patrimonio", insistió Nadia Reyes, quien ha dedicado varios años a la investigación musicológica en torno a este autor.
Por su parte, Juan Formell propuso al Museo y a las autoridades encargadas de la enseñanza que se aprovechara el trabajo pedagógico de su padre, así como el repertorio de marchas para banda, en pos de "darle un merecido reconocimiento".
Además de su constante labor como compositor y director de bandas de concierto, el autor de Yo le canto a la tierra, desarrolló una importante producción periodística en publicaciones especializadas de la época, entre las que sobresalen el Boletín Musical de Novedades y El Artista, donde abogó intensamente a favor de los derechos de los músicos.
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Merecidísimo homenaje a este compositor cubano tan desconocido e ignorado hasta nuestros días.
Muchas gracias Gaby por tu dedicación al trabajo y tu amor a la familia.
¡AlABADO SEA EL SEÑOR!
Todavía tengo esperanza.
Su son montuno "Paratropico" lo grabó el conjunto Niagara en los años 40's.
Pero sus obras estan perdida con el tiempo , seria interesante rescatarlas.
Fue mi orquesta ídolo, mi primera juventud. Nunca me perdí sus actuaciones en Santiago de Cuba (carretera del morro). Que nostalgia. Viva esa maravillosa orquesta. Se te extraña Formell. Sabía tenías sangre santiaguera.