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Polémica tras documental en Rusia: "En la URSS todos teníamos suficiente sol y pan"

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URSS, el naufragioPor el periódico "Sovietskaia Rossia"

A propósito de la emisión en la TV rusa del documental "URSS, el naufragio"

En la segunda quincena de diciembre en un canal de televisión ruso transmitieron un documental, un proyecto de Dmitri Kiselev llamado "URSS, el naufragio". En los años 90 el nuevo gobierno nos prometía la abundancia. La recibimos en su totalidad. Me gustaría dar las gracias al autor de la película, por recordarnos que una vez fuimos personas que vivían en un país grande, donde nadie se señalaba con el dedo, tú eres ruso, pero tú no eres ruso. Todos teníamos suficiente sol y pan, todos éramos soviéticos.

La nostalgia por la Unión Soviética no la sienten aquellos, a quienes les dio tiempo robar en la llamada perestroika y se bronceaban en las Islas Canarias y en Courchevel, e incluso es probable que no vivan en paz. Hoy en día están en las Islas Canarias, y en el futuro tal vez en la litera. Nos íbamos tranquilos a la cama y tranquilamente nos despertábamos por la mañana, sabiendo que el día de mañana habrá trabajo, que el día 10 del mes recibiremos la paga y el 25, un anticipo.

No tuve que pagar por la escuela y la universidad, pero recibíamos una buena educación, con la cual podríamos encontrar fácilmente trabajo en el extranjero. Nos curaban de forma gratuita. En julio de 2010, murió de cáncer, mi prima. Era pensionista, no pudo encontrar 30.000 rublos para una operación, y ni siquiera daban garantía alguna. Estuvo acostada varios meses. Las dolorosas inyecciones también las tuvo que pagar. ¡He aquí los encantos del rico capitalismo!

Antes de la caída de la URSS no nos asustaban con historias terribles en la radio y la televisión. Nosotros con alegría escuchábamos noticias de que en algún lugar introdujeron una nueva fábrica, alguien voló al espacio de nuevo. Hoy en día la crónica del día es: en algún lugar una casa incendiada para la tercera edad, en otro lugar un edificio se derrumbó, en otro un investigador fue asesinado, en otro un diputado... Vivimos detrás de puertas de hierro, temiendo a los vecinos. La moral se hundió por los suelos. El robo y el fraude se han convertido en un negocio. Los ladrones están en el poder. El asesinato ya no sorprende a nadie, se ha convertido en la norma de la vida.

En los años 90 el nuevo gobierno nos prometía abundancia, criticando al gobierno soviético por las estanterías vacías. Recibimos abundancia en totalidad. La salchicha costaba en los años 80, 1 rublo con 40 céntimos, eran de té y carne; ahora la salchicha es de pudín de soya y papel higiénico y cuesta 200 rublos por kg. y está en las estanterías no porque ahora se hayan convertido en abundantes, sino debido a que muchos no tienen con qué comprarla. Los centavos ganados en el trabajo tampoco los dan a tiempo. Los retrasos en el salario de varios meses también se han convertido en norma.

En los años 80 todos los trabajadores podían permitirse unas vacaciones para descansar en un viaje por la Unión, y, a veces completamente gratis. Ahora muy pocas personas van de viaje de vacaciones. El valor de la película reside también en que una vez más, vimos los rostros de aquellos que sin límite de sus propios intereses egoístas y por ambiciones, traicionaron nuestro país. Los vieron aquellos que nacieron en los años 90, y no los conocían.

Fue triste y doloroso ver cómo la bandera soviética, la bandera, que era el emblema de los constructores, de aquellos que cultivaban el grano, era la de los creadores. Dolorosamente grabado en el alma de las palabras del presentador Kiseliov. Pero en sus palabras el acrónimo de la URSS suena como el desafío soviético, inspira optimismo y esperanza. Tarde o temprano, la Unión Soviética volverá de nuevo. La historia a veces regresa nuevamente. En Francia, después de la victoria de la revolución burguesa fue la restauración de los Borbones. Pero fue sólo temporal. El actual régimen depredador en Rusia no durará mucho tiempo, caerá de todas las maneras. Un sistema justo debe regresar.

(Traducido por A. Morada, de Aporrea.  Tomado del periódico "Sovietskaia Rossia" № 4 -13657-, 19 de enero de 2012)

un ruso nostálgico

Se han publicado 207 comentarios



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  • silvestre dijo:

    ES MUY DURO VER COMO ESTAN VIVIENDO PUEBLOS QUE DURANTE MUCHOS AÑOS ESTUBIERON UNIDOS Y EN PAZ INDEPENDIENTEMENTE DE TODOS LOS ERRORES COMETIDOS Y QUE POR ESOS MISMOS ERRORES PERDIERON EL SISTEMA QUE PUEDE SER EL MAS JUSTO PARA LAS MAYORIAS SI ES CONSTRUIDO, EDIFICADO JUNTO AL PUEBLO Y POR EL PUEBLO. PERO LO MAS LAMENTABLE DE TODO ESTO ES QUE EXISTAN PERSONAS QUE AUN CONSIDEREN QUE EL MEJOR SISTEMA ES EL CAPITALISTA, CLARO ES EL MEJOR PARA LOS GRANDES CAPITALISTAS QUE CADA DIA TIENEN MAS MILLONES EN SUS BANCOS AUNQUE PARA ELLO TENGAN QUE DESTRUIR POBLACINES ENTERAS, EL DON NICOLAS ME IMAGINO NO SEA UN MILLONARIO DE ESTOS, PERO DE LO QUE SI ESTOY SEGURO ES QUE LE GUSTARIA SER UNO DE ELLOS. NICOLAS QUE CRITIQUES LAS FALLAS DEL SOCIALISMO ES ENTENDIBLE LA GRAN MAYORIA QUEREMOS PERFECCIONARLO PORQUE QUIERALO TU O NO ES EL FUTURO DE LA UMANIDAD PERO QUE TRATES DE COMPARAR A NUESTRO LIDER, AL COMANDANTE EN JEFE DE NUESTRA REVOLUCION, AL SER HUMANO APLAUDIDO Y ADMIRADO POR LA GRAN MAYORIA DE LOS PUEBLOS AUNQUE LOS MEDIOS DE COMUNICACION QUE TU DEFIENDES HAN TRATADO DE OCULTARLO, DE SATANIZARLO (COMO PRETENDES TU PEQUEÑO APRENDIS DE CAPITALISTA)CON EL ENGAÑABOBOS DE OBAMA Y DE OTROS DE SU CALAÑA ES UNA GRAN FALTA DE RESPETO A LA INTELIGENCIA DE LOS HOMBRES. LEE UN POCO MAS DE HISTORIA Y AL MISMO TIEMPO VIRA LA MIRADA PARA DONDE ESTAN TUS AMIGOS CAPITALISTA PARA QUE VEAS LO QUE ESTA SUCEDIENDO EN SUS CALLES Y PLAZAS. DIGO SI ES QUE ESO TE IMPORTA UN POCO QUE LO DUDO MUCHO

  • silvestre dijo:

    NICOLAS DISCULPA QUE ME COMI LA H PERO TU TE COMISTES LA PALABRA COMPLETA

  • Mónica Cuevas dijo:

    La Unión Soviética ha sido un gran ejemplo de que el socialismo es aplicable y representa una política y economía más estables para el mundo.

    Es triste saber que gran parte de los soviéticos no gozan de los servicios que les otogaba el gobierno soviético...y más aún, el orgullo que representaba para el pueblo pertenecer a la gran potencia que representaba.

    Rusia no es el único caso de las desgracias de la desintegración de la URSS....Ucrania sufre de la enfermedad...desfiles que recuerdan a los antiguos heróes soviétos que aún portan con orgullo sus medallas...recuerdo de una gran nación desintegrada....pero jamás olvidada...y por siempre temida.....lástima para el capitalismo, pero volverá.

    "Un fantasma recorre el mundo, es el fanasma del comunismo"

  • Andrey Semyachko dijo:

    Laura, Cubadebate no deja pasar la referencia a la película. Puedo mandar a su buzón electrónico.

  • davidson dijo:

    Polémica tras documental en Rusia: “En la URSS todos teníamos suficiente sol y pan” por el periódico “Sovietskaia Rossia” a propósito de la emisión en la TV rusa del documental “URSS, el naufragio”.

    Hace pero que mucha falta que la Televisión cubana (TVC) trasmita ese documental, incluso lo retramitan, si es posible hasta en la Mesa Redonda para que las nuevas generaciones conozcan la URSS y para que las viejas generaciones lo recuerden, pues parece que muchos lo han olvidado, máxime hoy cuando los asalariados del imperio y la gusanera de Miami están recrudeciendo las amenazas contra nuestra Revolución.

  • KUKO dijo:

    Ojala que transmitan ese documental por la TV cubana.La URSS desaparecio por un conjunto de factores,empezando por la forma que uso Stalin para construir el socialismo hasta los grandes jefes corruptos que fueron los que destruyeron ese gran pais, los conocidos(Gorvachov,Yeltsin,etc)y los desconocidos que al final todos son millonarios que se aprovecharon de las circunstancias para hacer lo suyo y manejar a los jovenes y a quienes le creyeran sus mentiras , no los hombres y mujeres que como el de la foto lloran la grandeza perdida.Ademas, el Gorvachov fue un sumitrachi del borracho Yeltsin y todo culmina con un intento de golpe de estado que mas bien fue un paripe para acelerar la caida de la URSS.De Putin por muy nacionalista que sea no confio en el, fue el sucesor de Yeltsin y cometio una serie de errores como cerrar la base de radares de Lourdes y lo del Kursk y otros en su territorio que demuestran que no se puede confiar en el, ademas, si el es millonario como va a querer que exista de nuevo la URSS???!!! El Che desde que visito la URSS se dio cuenta que esos jefes no eran comunistas ni revolucionarios y que ese modelo de socialismo real no era compatible con nosotros y que no tenia futuro,que vision la del Che.Ademas,los paises de Europa del campo socialista que no eran la URSS, en si no lo eran, no surgieron de un proceso revolucionario(excepto Yugoslavia con Tito al mando luchando por la derrota y expulsion de los nazis )sino que le impusieron ese modelo cuando el Ejercito Rojo los libero de los nazis,busquen que paso con Hungria y Checoslovaquia y si en esos paises colapso el socialismo fue porque Gorvachov dijo que no iba a apoyar a los comunistas de esos paises y que el Ejercito Rojo no iba a intervenir; no es como la misma URSS,Cuba,VietNam,China,Corea de Norte que son socialismos surgidos de procesos revolucionarios y liberadores.Ojala la humanidad tenga algun dia la garantia que fue la URSS y si esta existe algun dia nuevamente, que no cometa antiguos errores ni nuevos.

    En cuanto a Nicolas, no se en que parte difamo de nuestro Comandante en Jefe,pero si vi el disparate que puso del capitalismo.Señores, no gasten palabras en ese tolete que tiene el mismo nombre del animal que es presidente de Francia y el mismo nombre del ultimo Zar de Rusia, el mismo que masacro al pueblo ruso en 1905 y que fue el responsabe de la muerte de miles o millones de soldados rusos que nada tenian que hacer en la I Guerra Mundial y de mantener millones de rusos en el hambre y la miseria y en la escalvitud a otros millones que sus republicas formaban parte del Imperio Ruso,luego de la URSS y los que se apresuraron en salir de la Union Sovietica como Republicas independientes.Ese Zar que hoy los MEDIOS DE DESINFORMACION lo ponen como "victima" de la "violencia de los comunistas" por haberlo fusilado a el y a la Zarina con bastantes motivos(OJO no estoy de acuerdo que fusilaran a sus hijos).En fin, no le hagan caso a los bobos de la yuca como Nicolas que escriben sandeces.

  • @lin@ dijo:

    No perdamos las ESPERANZAS; el SOCIALISMO renacerá con mas impetu, seguro de sus beneficios sobre el Capitalismo(que por cierto agoniza y es egoista desde sus entrañas).
    Se perdio la Unión de Republicas Sovieticas,la dividio, la penetro el IMPERIO que se sabe terminado,aunque hayan muchos que lo nieguen,el imperio patalea, solo hace guerras, construye tecnologia para destruir! y de paso va a parar a manos locas;que horror!.
    El SOCIALISMO viene para las futuras generaciones,los pueblos de la antigua y desintegrada Unión Sovietica tendrá la oportunidad de reconquistar el SISTEMA SOCIALISTA o continuar como estan.Los pueblos sabe decidir en su momento.
    Por el momento AMERICA LATINA SE LEVANTA!.
    Convencida el SOCIALISMO es un sistema mas justo.Amén!.

  • anibal dijo:

    Soy chileno,viví en Cuba muchos años. me eduque gratis,trabaje durante 17 años sin estar jamas cesante,me perfeccione mediante diferentes cursos de pos grado,mi sueldo era de 295 pesos,con ello me case y tengo dos hijos.se educaron gratis,tuvimos atención médica gratis,nunca estuve cesante,y, mis vacaciones lo hacia visitando las playas de la región y fui dos veces a Varadero,pagado por mi centro de trabajo.Hoy estoy en mi país muchas veces cesante,con estrés,corriendo por las deudas,playa ni me acuerdo,vacaciones menos.
    Cuento esto para que los cubanos cuiden lo que tienen,y estén dispuesto a defenderlo,y perfeccionarlo,no traicionarlo,OJO que el imperio siempre tiene sus lacayos.

  • Srećko Vojvodić dijo:

    Interesante la pregunta de David Powel: “¿por qué, en su inmensa mayoría, el pueblo ruso NO VOTA por el Partido Comunista?”

    La pregunta tiene casi tanto sentido como si yo le preguntaría a David ¿por qué el tiene solamente dos ruedas, mientras tiene tres alas?

    Puede ser que el pueblo de Rusia no vota mucho, ni muy seriamente, al ver como se ignoran sus votaciones.

    Bajo el actual sistema de democracia burguesa, quien es muy inferior, en cada aspecto, a la socialista democracia cubana.

    En el comienzo de la destrucción de la URSS, en el marzo de 1991, celebraron el referéndum sobre el destino de la Unión, y 76,4% de l@s votantes (incluid@s l@s en las repúblicas en las que no se convocó el referéndum, como Armenia, Georgia, etc.) votaron por la conservación y continuación. Mientras 21,4% votaron en contra. Y ¿qué ocurrió? Los resultados fueron meramente ignorados.

    Cinco años después, en 1996, la lista del Partido Comunista de la Federación Rusiana (KPRF), encabezada por Gennadiy Ziuganov, gano las elecciones parlamentarias, para la Duma Estatal—y les robaron los votos, a la luz del día. ¿Lo denunciaron, protestaron los centros del poder imperialista: Washington, Londres, Paris, Berlín? No.

    Lo que me recuerda a las elecciones en mi patria Yugoslavia, mientras la destruyeron, durante toda la última década del siglo XX. Unas elecciones tras otras, bajo la inspección aguda de los numerosos observadores domésticos e internacionales, ganaba el entonces reinante Partido Socialista, heredero de la Liga de Comunistas y la Unión Socialista del Pueblo Trabajador, fusionadas. Las ganaba sólo y en coaliciones, frente de todos los resurgidos partidos burgueses y de los colaboradores con fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Solamente cuando estos últimos ganaron, en 2000, el poder imperial declaró las elecciones “democráticas”.

    Recientemente tuvo lugar el referéndum en Croacia, sobre su adhesión al segundo bloque imperialista, es decir: la tambaleante Unión Europea. 53% de l@s votantes se abstuvieron, mientras que el 67% de los que votaron lo hicieron en favor y 33% en contra; las restantes papeletas fueron declaradas inválidas. Resultado: ¡aprobado!

    Bueno, en Grecia ni l@s permitieron votar. El primer ministro Georgios Papandreu pagó con su puesto su idea ingenua de practicar la democracia en referéndum…

  • Gilberto Arias dijo:

    Es cierto que los errores estratégicos cometidos en la URSS llevaron a su desintegración, cosa que no pudo lograr Hitler con sus 190 divisiones y 5 millones de hombres sobre las armas, pero no hay que olvidar que también influyó, y mucho, la labor de zapa llevada a cabo durante largos años por el imperialismo norteamericano quien finalmente alcanzó su objetivo sin disparar un solo tiro.
    De aquellos errores, pero sobre todo de los nuestros, debemos aprender para no destruir la obra que tanta sangre y sudor ha costado a muchas generaciones de cubanos, perfeccionar nuestro Socialismo es la única opción que tenemos para desarrollar nuestra Patria, no olvidarse Cubanos que, de lo contrario, el capitalismo que nos tocaría no sería el de los yanquis.
    Coincido con los compañeros en que sería muy interesante conocer ese material.

  • Darío119 dijo:

    ...creo que la NOSTALGIA está nublando el recuerdo. Sabemos que la memoria es selectiva y la gente guarda apenas los recuerdos 'agradables'.

    Una URSS 'gloriosa, magnificente y poderosa', evidentemente, es un recuerdo más grato que una URSS corrupta, desigual y con periódicas crisis económicas/sociales en las que si no faltaba el detergente, no había papel sanitario y si no era el papel, eran entonces las alfombras o la ropa interior femenina y así por delante...

    País en que había un sistema 'paralelo' de ventas (diplotiendas) para extranjeros o público 'selecto'.

    País, que si 'no estaba preso' lo andaban buscando, como decimos en Cuba, pues SIEMPRE HABÍA ALGÚN PROBLEMA A RETORTERO.

    Si no era la mala cosecha del trigo, era porque NO HABÍA CAMIONES suficientes para recogerlo (ej.: año 89, si no me equivoco). ¿Les es familiar?

    Dirán: eso es lo más NORMAL del universo. Todos los países tienen dificultades.

    Pero la INEFICIENCIA NOTORIA y las CRISIS SISTÉMICAS - frase muy en voga en nuestros medios últimamente - fueron lo que HUNDIERON, POR SU PROPIO PESO, ese país que sin dudas logró mucho en lo geopolítico... en lo militar, en lo científico ¿pero a qué costos?

    Y no hablo de la sangre derramada más que por el 'socialismo' por la PATRIA (aunque el socialismo iba comboyado, porque en nuestros sistemas se suele identificar patria con sistema... y se nos acusa de antipatrióticos, si no comulgamos con la visión política imperante).

    Hablo del costo 'social'. Todos los errores que ahora nos apunta nuestra dirigencia (y de los que 'aparentemente' nos desayunamos N años después) estaban presentes en la vida cotidiana soviética. ¿Será mera coincidencia... como rezan las películas al final?

    Allá también todos 'eran iguales'. Allá todos vivían en la 'plenitud de la consciencia de que el sacrificio era por un futuro mejor' ¿y al final QUÉ?

    ¿NO SE CAYÓ?

    ¿Y 'RAZVITÓY SOTSIALIZM? (el 'socialismo desarrollado', que una 'fase superior' de socialismo y que servía de escalón previo al COMUNISMO, que según cálculos nada conservadores de la época de Brezhniev, se alcanzaría para el año 2000).

    No es menos cierto que gracias a los subsidios o lo que fuere en la URSS todo era 'baratísimo' (los productos básicos oscilaban entre 1 kopek = 1 ctvo. hasta un rublo). Algo que costara 5-10-15, ya era CARO.

    En mi recuerdo - PORQUE YO SÍ VIVÍ LA URSS EN VIVO Y EN DIRECTO - aún vive el pan suave que costaba 1 kopek y el agua gaseada, en las calles de Moscú, si tenía sabor costaba 3 (1 sin). También los pastelitos (pirozhkí) que podían valer los insignificantes 3 ctvos.

    Consecuentemente, los salarios eran BAJÍSIMOS. 90 rublos se consideraba un salario bueno y en TEORÍA (COMO TODO), se podía vivir con eso ¿pero se podría vivir con una pensión de 18? ¡Qué SÍ las llegaron a pagar en los koljoces a los campesinos jubilados que vivieron TODA UNA VIDA labrando la tierra en pro de la sociedad!

    Como ellos habían una amplia gama de sectores que estaba en el 'olvido', a pesar de su fundamental rol.

    Esa aparente 'armonía social y étnica' no pasaba de una pantalla (me da gracia quien dice que allá todo era paz y concordia, cuando toda una vida hubo un prejuicio inusitado contra los gitanos, que serían como los negros aquí, culpables de todos lo que fuera delincuencia y marginalidad, en el imaginario colectivo; también el antisemitismo que sobrevivió los 70 años de socialismo; los conflictos [acallados] entre las repúblicas autónomas; la rusificación forzosa de todas las nacionalidades; la supresión de algunas... por criterios administrativos - vamos a unir a estos y a los otros porque se parecen... para no pensar en cosas más atroceses).

    ¿POR QUÉ EN RUSIA AÚN ES TAN VIGENTE EL ASUNTO DE LA NACIONALIDAD? Si eso estaba superado, según nuestros románticos lectores que oyeron campanas sin saber dónde, no tiene sentido que resurja y con más fuerza...

    Homosexuales, prostitutas (QUE LAS HABÍA), 'alternativos', todos eran marginados, porque la URSS tenía un ESPECTRO 'MORAL' MONOLÍTICO. Esa moral socialista 'ideal' que roza con los más rancios cánones eclesiásticos.

    Y no creo que los 'órganos de inteligencia' tuvieran que hacer mucho esfuerzo para 'corromper' lo que ya estaba corrupto, pues donde el campo no es fértil, nada florece.

    La URSS no era Cuba, que nunca, ni en los años más 'ideológicamente puros' se dejó de transmisión programación americana (por sólo citar un ejemplo). Lo que el viento se llevó, fue excibida apenas en los años 60. Por sólo citar un ejemplo. Y no es que sea LA gran obra... pero... es apenas un ejemplo de esa gran burbuja en que se vivía allá.

    Aún así, ver un noticiero Vremia (Tiempo, el estelar de la TV Soviética) de hace 20-30 añols y un NTV nuestro actual, es casi lo mismo... Las mismas técnicas, los mismos estilos... los mismos silencios. ¿Y no los criticamos ahora nosotros también?

    Pocos quizás se han puesto a pensar que mientras en Cuba - en un ataquito de repugnancia con el dulce - muchos se daban el lujo de despreciar los televisores, refrigeradores, lavadoras y otros electrodomésticos (ETERNOS, sin duda alguna, pues no había allá, 'gracias a Dios', pactos para producir con obsolescencia programada), en la propia URSS, NO TODOS TENÍAN ESOS 'LUJOS'.

    Que allá un apartamento 'normal' era de 2 cuartos: entiéndase 1 sala y 1 dormitorio (nada de 2 como lo mínimo que nosotros entendemos con 'digno' por los estándares que, quizás, heredamos del capitalismo que está a años luz en lo que a confort y 'calidad de vida' se refiere, pues parecería que en el socialismo soviético y todas sus 'adaptaciones', era un PECADO MAYÚSCULO que el PUEBLO viviera bien de verdad ¿o no fue tras la llegada soviética que se dejaron de hacer los VERDADEROS EDIFICIOS DE PASTORITA? y se sustituyeron por 'cajones', cada vez más 'austeros').

    Es cierto que satisfacer las necesidades de 10 millones de personas es más fácil que de 250, pero eso da qué pensar y niega de cara, esa presunta estabilidad económica y abundancia que algunos apuntan no sé con qué base... Moscú - como tampoco lo es La Habana - NO es la cara de un país de dimenciones continentales. Bueno era ir a los campos, donde en 50 años de poder soviético, el estado no se había encargado de hacer un acueducto y había que sacar el agua de los pozos.

    Claro, que comparado con nosotros... TODO parece ser más abundante (lo digo por aquel que no entendía la queja).

    De la educación, no puedo decir nada, pues era ESPECTACULAR. Ahora, de la 'medicina' (otra de las joyas de la corona en la propaganda)... mejor ni comentario. Sí, universal y gratuita... ¿pero en qué estado? ¿Con qué técnicas? ¿Alguien aquí sabe lo que son las 'banqui'? (pomos de cristal calentados que se le ponían a los pacientes en las espaldas para poder combatir las pulmonías, por ejemplo...).

    Dirán 'medicina tradicional', ok, pero mucha gente que se quedaba a 'medias' con las 'curas de caballos' de los especialistas que además de no tener todos los recursos, tampoco estaban en el último grito de la ciencia médica y vivían esa desidia TAN TÍPICA que abate a los funcionarios públicos del mundo... (más de ESE mundo).

    Me parece que tan exaltados están los comentarios, como el artículo en sí. Seguramente, quien lo escribió - fíjense en el nombre del periódico Rusia Soviética - era de los 'privilegiados' y que ahora tiene que sudar la gota gorda, mientras que antes vivía 'del cuento' (como viven muchos en nuestro sistema, el único, en que, aparente y contradictoriamente con su postulado básico, se puede vivir sin trabajar).

    He conocido a muchas personas de ese tipo en los últimos tiempos y que lloran y añoran por la URSS, por cuando ellos, vivían como Carmelina (y seguro que se quejaban como ahora) y luego les pregunto:

    ¿Y con qué dinero vino a Cuba? (de los viajes turísticos más caros y que AÚN ASÍ, superaron los 78 mil rusos en el año 2011) ¿con qué dinero paga el rooming del celular que le permite estar hablando trivialidades con la familia en Rusia? ¿Cree que en la URSS Ud. podría tener un celular? (no porque estuviera prohibido OJO, sino por la imposibilidad fáctica, como mismo no todos tenían un televisor, un refrigerador o una lavadora, como apunté antes... ninguno de ellos, obviamente, estaba prohibido, pero no todos los tenían).

    Infelizmente, no tengo capacidad, para poder sintetizar todos los 'contra' (disculpen que no haga hincapié en los pro, pues justamente respondo a todos esos entusiasmos exacerbados de quien, por una añoranza desmedida - 'todo tiempo pasado será mejor' - ahora quieren hacernos ver que aquello era un dechado de virtudes y que si se cayó, por la acción DOLOSA de 'alguien'... de un 'traidor').

    Lo que es FIRME, no se derrumba con la intención de una persona. Que los dirigentes posteriores - Yeltsin particularmente - haya llevado a Rusia a la bancarrota definitiva, es una CONSECUENCIA DIRECTA de lo que lo precedió.

    No olvidar jamás, que Yeltsin, fue fruto de la 'partidocracia' y ascendió gracias a los 'efectivos' mecanismos y las 'políticas de cuadros' que promovían a los individuos por sus 'méritos políticos', no por sus capacidades intelectuales o de mando.

    Todos los males que de alguna forma u otra imperan en la Rusia de hoy, son HERENCIA de la URSS, CORREGIDOS, AUMENTADOS Y EMPEORADOS, si se quiere...

    Aunque no todo está TAN mal. ¿O es que alguno de los que estudiaron allá y ahora a ojo de buen cubero - pues en buena técnica de la era post-soviética nuestros medios bien poco que hablan - critican, han tenido la posibilidad de IR y VER?

    Me parece que en todo caso, más que lamentarse por la desaparición de la Unión Soviética, deberíamos asumir una postura dialéctica y comprender que:

    1) si se cayó, fue a consecuencia de la maduración de condiciones que así lo propiciaron;

    2) que cumplió su rol histórico en el momento que le tocó vivir y, quizás, como ya estaba obsoleta - como formación artificial que era, aún y cuando se construyera sobre las ruinas del Imperio Ruso, que tenía más o menos las mismas fronteras e integrantes - sencillamente desapareció como todo lo caduco.

    Yo también tengo AÑORANZA y con mayúsculas, pero la pasión NO me ciega.

    PS. 1 ¿Quién dijo que el veterano está llorando por la caída soviética? ¿No será de emoción...? por ejemplo.

    PS. 2 Buen punto del lector que pregunta ¿por qué si el Partido Comunista de Rusia tiene la posibilidad de presentarse a elecciones - cosa imposible en la época previa - no tiene los votos necesarios para vencer?

    PS. 3 ¿Será problema de la traducción o qué? pero no veo conexión entre el enunciado del documental que no se explica (si hablaba bien, si hablaba mal, si exaltaba el retorno de la URSS o si criticaba todo lo que era criticable).

    ¿Cuál es la postura de Kisiliov, al final... o es apenas un leit motiv? (yo dudo que Kisiliov hable demasiado bien la Unión Soviética, porque hoy el vive mucho mejor que jamás viviría en aquel sistema... aunque OJO, muchos de los que mejor viven hoy, vivían ESPLÉNDIDAMENTE en el 'otro gobierno', algo para pensar ¿o no fueron los actuales diputados y políticos capitalistas en su día miembros del PCUS?, por ejemplo).

    PS. 4 (y pienso que final) Se vivía más 'fácil', eso sí... Con aparente 'seguridad', pero ¿vivir es lo mismo que existir?

  • Dario119 dijo:

    ...pena que sólo se acepten comentarios nostálgicos y de personas SIN NOCIÓN sobre la URSS y la actual situación en Rusia. Personas SIN LEGITIMIDAD PARA OPINAR, PUES NI LES VA, NI LES VIENE.

    PS. Este ni se molesten en publicarlo, no tendría sentido.

  • Andrey Semyachko dijo:

    Respetado Darío119, la pensión media en la URSS era en 1985 - 72 rublos, en 1990 de 89 rublos. Mi abuelo, el coronel del ejército Soviético, recibía el salario de 500 rublos. La casa de cinco pisos "cajón" de los paneles de hormigón por los tiempos de Khrushchev montaban en una semana. Después de la guerra destructiva esto era justificado.

  • manuel dijo:

    qe falta qe nos hace la union sovietica ojala algun dia buelva a flamiar esa bandera qe inspiro a muchos revolucionarios la union sovietica volvera muy pronto jamas pierdan las esperansas ella bolvera y nos apadrinara y ya nadie pordra tocarnos aguante la unasur y la union sovietica mas fuertes qe nunca mas firmes qe nunca muera el imperio yankeee asesinos de haombre y mujeres y niños la gran bandera roja bolvera a flamiar pero no estara sola flamiara junto a nuestra bandera la roja de la unasur aguante la raza latinaaa

  • EL LORY dijo:

    Dario 119.? Entonces la RUSIA de ahora para ti,es mas Justa que aquella?

    ? En la actualidad se eliminaron estos problemas?
    ? Los acuadalados de ahora,eran en esa epoca sublimes trabajadores?
    ? No estas Justificando los errores de ahora achacandoselos a la URSS,no es simplista tu argumento?
    ?Existe un Sistema Perfecto que haya resulto todos los problemas Sociales?

  • EL COCO VERDE dijo:

    La Historia se repetira - LAS CONTRADICCIONES Y CONDICIONES QUE PROPICIARON LA REVOLUCION DE OCTUBRE ESTAN PRESENTES HOY MAS QUE NUNCA PRONTO HABRA OCTUBRE ROJO OTRA VEZ

  • Yoandy Mesa Brito dijo:

    Me siento consternado, dolido y muy triste como dicen algunos de los comoentarios, igual que ese señor dolido hasta el alma porque me siento revolucionario CUBANO Y LATINOAMERICANO...eso nos ensaña cubanos que los yankis no perdonan y que el sueño de barios carros y de que tendremos un televisor del tamaño de una pared cuesttan caro...cuestan nuestra dignidad...el capitalismo no es lo que se cuenta, cuantas páginas de valor se fueron a pique, cuantas prsonas dieron su vidas por esa bandera que fue pisoteada por los vende patria...aun guardo un libro que me regaló mi abuelo ¨Así se temoplo el acero¨...que grande es sacrificarse por la patria..Me gustaría terminar con dos farases una de Martí ¨Nuestro vino por amargo que sea es nuestro y otra de nustro Comandante¨Patria o Muerte venceremos....y no duden ya Bolivar esta andando de nuevo por las grandes alamedas....

  • Jorge dijo:

    Nicolas, no concluíste la frase: "el capitalismo... es el mejor sistema de distribución que tenemos" de pobreza (olvidaste agregar).

    María, quizás olvidaste mencionar entre los logros europeos los "palos" de la policía a los estudiantes y la baja tasa de empleo entre los jóvenes; y entre los "avances" del capitalismo la pobreza en muchos países de Asia y Africa, así como las agresiones a todo país que le int$r$s$ o moleste. Tal pareciera que viviste en la exURSS cuando opinas que vivían sin trabajar. A mi que viví más de 5 años (1984-1990) no me consta, todo lo contrario: tengo la experiencia de haber trabajado en una fábrica de relojes y en una de materiales de construcción en dos momentos diferentes durante mis vacaciones de estudiante. Por supuesto que se cometieron errores, pero el mayor error fue el de creer en los "cantos de sirena" del capitalismo, que hasta ahora (no obstante sus logros de todo tipo) ha colocado al mundo en medio de una gran crisis ambiental, económica,....

  • Sandor Ramos dijo:

    Esto fue lo que dije el día 29 de Febrero de 2012 después de haber leído el artículo de lo que dijo Putin:
    Sandor Ramos Hernandez dijo:
    Tenía 13 años cuando eso sucedió y aún era muy joven para entender ciertos aspectos de la política internacional, pero no podía entender que el país de los soviets, que hizo y consolidó su revolución ofrendando la sangre de sus mejores hijos en la contienda y luego resistió a las hordas bárbaras del fascismo durante los años de la 2da guerra mundial al precio de millones de soldados y civiles soviéticos que sufriendo todo tipo de privaciones y escaceses se consagraron a la defensa de su patria, ofrendando su sangre, se desintegrara de la noche a la mañana, pero es que la desintegración de la URSS no se puede ver como un hecho fortuito o aislado de la historia conmtemporánea, sino hay que verlo como un fenómeno que tiene sus raíces alrededor de la mitad de los 60 o algo mas atrás quizás y esto lo comprendo hoy después de analizar la dinámica del mundo actual, leer los clásicos de la historia y haber aprendido además a pensar objetivamente por mi mismo luego de haber estudiado una situación. Pienso que Gorbachov independientemente de que haya o no traicionado no es el único responsable de la desintegración de la URSS, no era el único alto dirigente en ese entonces, no era un sistema político, pero a la corta fue el impulsor de un proyecto fallido de cambios económicos de inicio incierto y triste final, aún recuerdo los titulares y noticias en el Sputnik y en la revista Unión Soviética que por entonces circulaban regularmente en nuestro país. Gorbachov fue sólo un dirigente al que su propio pueblo le confió un mandato que no supo honrar, ¿qué traicionó a su patria? ¿por cuánto? Pienso que si es cierto y algún día se sabe no aportará nada a lo que ya hoy todo el mundo cree saber. Lo que si es triste e inmoral de su parte es que esté haciendo el papel de marioneta de los enemigos del país que lo vió nacer y sobre el cual muchos han deseado clavar sus garras pero no han podido, esa si es su total responsabilidad. Por otra parte el pueblo ruso también es responsable por lo que sucedió, pues tenían sin ánimo de juzgarlos voz y voto, pues habiendo llegado al nivel de desarrollo social, científico y cultural alcanzado, jamás debió permitirse perder esas conquistas. No soy quien para juzgar a un pueblo ni para emitir juicio o criterio alguno sobre sus dirigentes, eso es asunto del propio pueblo ruso y la propia historia será quien le pasará la factura. Aplaudo con todo mi corazón que quieran rectificar y volver a convertir a la Federación Rusa en el próspero y pujante país que una vez fue, capacidad, recursos y talento le sobran. Soy admirador de todo lo ruso, de su historia, de su pueblo, su cultura, sus costumbres, pero admiro mas a aquellos hombres valientes que se convirtieron en héroes impidiendo con la fuerza de sus armas que la bota de Hitler cayera sobre el mundo. Gloria eterna a ellos hombres y mujeres ejemplos para las generaciones de hoy que no deben olvidar o ignorar la historia pasada.
    El tiempo es quien juzgará si las palabras de Putin son sinceras y sus intenciones transparentes, o si solo está jugando una estrategia política frente al innegable avance del Partido Comunista para sacar ventaja propia para si y para su partido. Si sus intenciones son justas y sinceras lo apoyo con todas mis fuerzas y mi intelecto como haría cualquier ciudadano honesto y justo del mundo, sino lo desprecio porque sería una vez más comprometer el destino de su patria que está por encima de todo. Pero sea como sea lo admiro y respeto porque ha tenido el coraje suficiente para pararse y reconocer sus propios errores y querer volver a hacer de RUSIA una potencia, al menos esa fue la impresión que recibí al escuchar en días pasados su discurso en el NTV. Aplaudo el veto de su gobierno en la ONU a la resolución contra Siria y su postura a favor de una solución negociada entorno al conflicto nuclear iraní.
    Todos los proyectos sociales han cometido errores ¿o acaso estamos ajenos a los nuestros? Mas bien tenemos que tener presentes que rectificarlos es de sabios y de prudentes. La crítica cuando es en función constructiva ayuda, de lo contrario se vuelve destructiva.

    Hoy después de ler el artículo "Veinte años sin la URSS" confirmo que lo que dije ese día tiene total y absoluta razón y cito el artículo completo para que a nadie le quepa duda que la risa de ayer de muchos es el llanto de hoy de millones que se dejaron quitar impunemente lo que era suyo. Es una pena el anciano llorando, yo estoy seguro que fue uno de los que luchó y no precisamente por lo que tienen hoy, he aquí ahora el artículo:

    Veinte años sin la URSS
    19 Enero 2012 19 Comentarios
    Por Higinio Polo

    La desaparición de la Unión Soviética es una de las tres cuestiones clave que explican nuestra realidad en el siglo XXI. Las otras dos son el fortalecimiento chino y el inicio de la decadencia norteamericana. La disolución de la URSS se precipitó en el clima de crisis y enfrentamientos que se apoderaron de la vida soviética en los últimos años del gobierno de Gorbachov, quien aunque encabezó un inaplazable proceso de renovación (en su inicio, reclamando el retorno al leninismo), impulsó una desastrosa gestión de gobierno y una torpe acción política que agravó la crisis y facilitó la acción de los opositores al sistema socialista.

    Las disputas entre Yeltsin y Gorbachov, el premeditado y precipitado desmantelamiento de las estructuras soviéticas y de la organización del Partido Comunista fueron acompañadas de reivindicaciones nacionalistas, que se iniciaron en Armenia y se extendieron como una mancha de aceite por otras repúblicas de la Unión, mientras la crisis económica se agravaba, los abastecimientos escaseaban y los lazos económicos entre las diferentes partes de la Unión empezaban a resentirse.

    Los problemas a los que se enfrentaba Gorbachov eran muchos, y su gestión los empeoró: la aspiración a una mayor libertad, frente al autoritarismo soviético, y un explosivo cóctel de malas cosechas, inflación desbocada, caída de la producción industrial, desabastecimiento de alimentos y medicinas, escasez de materias primas, una reforma monetaria impulsada por el incompetente Valentín Pávlov en enero de 1991, junto con las ambiciones personales de muchos dirigentes políticos, además de los desajustes de la economía socialista y del encaje de la nueva economía privada, aumentaron el malestar de la población.

    En mayo de 1990, Yeltsin se había convertido en presidente del parlamento (Sóviet supremo) de la Federación Rusa anunciando el propósito de declarar la soberanía de la república rusa, contribuyendo así al aumento de la tensión y de las presiones rupturistas que ya enarbolaban los dirigentes de las repúblicas bálticas. Poco después, en junio de 1990, el congreso de diputados ruso aprobó una “declaración de soberanía”, que proclamaba la supremacía de las leyes rusas sobre las soviéticas.

    Era un torpedo en la línea de flotación del gran buque soviético. Sorprendentemente, la declaración fue aprobada por 907 diputados a favor y sólo 13 votaron en contra. El 16 de junio, el parlamento ruso, a propuesta de Yeltsin, anuló la función dirigente del Partido Comunista. Egor Ligachov, uno de los dirigentes contrarios a Yeltsin y a la deriva de Gorbachov, declaraba que el proceso que se estaba siguiendo era muy peligroso y llevaba al “desmoronamiento de la URSS”. Eran palabras proféticas. Yeltsin, ya liquidada la Unión, convirtió en 1992 esa fecha en fiesta nacional rusa, mientras que, con justicia, los comunistas la consideran hoy un “día negro” para el país.

    Las tensiones nacionalistas jugaron un importante papel en la destrucción de la URSS; a veces, con oscuras operaciones que la historiografía aún no ha abordado con rigor. Un ejemplo puede bastar: el 13 de enero de 1991 hubo una matanza ante la torre de la televisión en Vilna, la capital lituana.

    Trece civiles y un militar del KGB resultaron muertos, y la prensa internacional tildó lo ocurrido de “brutal represión soviética”, como titularon muchos periódicos. El presidente norteamericano, George Bush, criticó la actuación de Moscú, y Francia y Alemania, así como la OTAN, pronunciaron duras palabras de condena: el mundo quedó horrorizado por la violencia extrema del gobierno soviético, enfrentado al gobierno nacionalista lituano que controlaba en ese momento el Sajudis, dirigido por Vytautas Landsbergis. Siete días después, el 20 de enero, una masiva manifestación en Moscú exigía la dimisión de Gorbachov, mientras Yeltsin le acusaba de incitar los odios nacionalistas, acusación a todas luces falsa. Una oleada de protestas contra Gorbachov y el PCUS, y en solidaridad con los gobiernos nacionalistas del Báltico, sacudió muchas ciudades de la Unión Soviética.

    Sin embargo, ahora sabemos que, por ejemplo, Audrius Butkevičius, miembro del Sajudis y responsable de seguridad en el gobierno nacionalista lituano, y después ministro de Defensa, se ha pavoneado ante la prensa de su papel en la preparación de esos acontecimientos, forzados con el objetivo de desprestigiar al Ejército soviético y al KGB: ha llegado a reconocer que sabía que se producirían víctimas ese día ante la torre de la televisión, y sabemos también ahora que los muertos fueron alcanzados por francotiradores apostados en los tejados de los edificios y que no recibieron disparos desde una trayectoria horizontal, como correspondería si hubieran sido atacados por las tropas soviéticas que estaban ante la entrada de la torre de televisión.

    Butkevičius reconoció años después de los hechos que miembros del DPT (Departamento de Protección del Territorio, el embrión del ejército creado por el gobierno nacionalista) apostados en la torre de la televisión, dispararon a la calle. No se trata de desarrollar una teoría conspiratoria de la caída de la URSS, pero las provocaciones y los planes desestabilizadores existieron. También las tensiones nacionalistas, por lo que esas provocaciones actuaron sobre un terreno abonado, excitando la pasión y los enfrentamientos.

    En marzo de 1991 tuvo lugar el referéndum sobre la conservación de la URSS, en ese clima de pasiones nacionalistas. Los gobiernos de seis repúblicas se negaron a organizar la consulta (las tres bálticas, que ya habían declarado su independencia, aunque no era efectiva; y Armenia, Georgia y Moldavia), pese a lo cual el ochenta por ciento de los votantes soviéticos participaron, y los resultados dieron unos porcentajes del 76′4 de partidarios de la conservación y del 21′4 que votaron negativamente, cifras que incluyen las repúblicas donde el referéndum no se convocó. El aplastante resultado favorable al mantenimiento de la URSS fue ignorado por las fuerzas que trabajaban por la ruptura: por los nacionalistas y por los “reformadores”, que ya controlaban buena parte de las estructuras de poder, como las instituciones rusas. Yeltsin, como presidente del parlamento ruso, desarrollaba un doble juego: no se oponía públicamente al mantenimiento de la Unión, pero conspiraba activamente con otras repúblicas para destruirla.

    De hecho, una de las razones, si no la más importante, de la convocatoria del referéndum de marzo de 1991 fue el intento del gobierno central de Gorbachov de limitar la voracidad de los círculos de poder de algunas repúblicas y, sobre todo, de frenar la alocada carrera de Yeltsin hacia el fortalecimiento de su propio poder, para lo que necesitaba la destrucción del poder central representado por Gorbachov y el gobierno soviético. Sin olvidar que, en el clima de confusión y descontento, la demagogia de Yeltsin consiguió muchos seguidores.

    Así, antes del intento de golpe de Estado del verano de 1991, Yeltsin reconoció en julio la independencia de Lituania, en una clara provocación al gobierno soviético que Gorbachov fue incapaz de responder. Los dirigentes de las repúblicas querían consolidar su poder, sin tener que dar cuentas al centro federal, y para eso necesitaban la ruptura de la Unión Soviética. Un sector de los partidarios del mantenimiento de la URSS facilitó con su torpeza el avance de las posiciones de la tácita coalición entre nacionalistas y “reformadores” liberales, que recibían, además, el apoyo de los partidarios del sector de economía privada que prosperó bajo Gorbachov, e incluso del mundo de la delincuencia, que olfateaba la posibilidad de conseguir magníficos negocios, por no hablar de los dirigentes del PCUS, como Alexander Yakovlev, que trabajaban activamente para destruir el partido. La víspera del día fijado para la firma del nuevo tratado de la Unión, los golpistas irrumpieron con un denominado Comité estatal para la situación de emergencia en la URSS. El comité contaba con el vicepresidente Guennadi Yanáev, el primer ministro Pávlov; el ministro de Defensa, Yázov; el presidente del KGB, Kriuchkov, el ministro del Interior, Boris Pugo, y otros dirigentes, como Baklánov, y Tiziakov. El fracaso del golpe de agosto de 1991, impulsado por sectores del PCUS contrarios a la política de Gorbachov, sirvió de detonante para la contrarrevolución y alentó a las fuerzas que propugnaban, sin formularlo todavía, la disolución de la URSS.

    La improvisación de los golpistas, pese a contar con el responsable del KGB y del ministro de Defensa, llegó al extremo de anunciar el golpe ¡antes de poner en movimiento las tropas que supuestamente les apoyaban!; ni siquiera cerraron los aeropuertos ni tomaron los medios de comunicación, ni detuvieron a Yeltsin y otros dirigentes reformistas, y la prensa internacional pudo moverse a su antojo. Los servicios secretos norteamericanos confirmaron la increíble improvisación del golpe, y la ausencia de importantes movimientos de tropas que pudiesen apoyarlo. De hecho, la desaforada torpeza de los golpistas se convirtió en la principal baza de los sectores anticomunistas que acabaron con la URSS: aunque pretendiesen lo contrario, su acción, como la de Gorbachov, facilitó el camino a los partidarios de la restauración capitalista.

    Tras el fracaso del golpe, Yeltsin volvió a adelantarse: el 24 de agosto reconocía la independencia de Estonia y Letonia. Y no fue sólo Yeltsin quien inició los pasos para la prohibición del comunismo: también Gorbachov, incapaz de hacer frente a las presiones de la derecha. El 24 de agosto de 1991, Gorbachov anunciaba su dimisión como secretario general del PCUS, la disolución del comité central del partido, y la prohibición de la actividad de las células comunistas en el ejército, en el KGB, en el ministerio del interior, así como la confiscación de todas sus propiedades. El PCUS quedaba sin organización ni recursos. No había frenos para la revancha anticomunista. Yeltsin ya había prohibido todos los periódicos y publicaciones comunistas. La debilidad de Gorbachov era ya evidente, hasta el punto de que Yeltsin, presidente de la república rusa, era capaz de imponer ministros de su confianza al propio presidente soviético en los ministerios de Defensa e Interior, claves en la crítica situación del momento. Yeltsin ya había prohibido al PCUS en Rusia e incautado sus archivos (de hecho, esos archivos eran los centrales del partido comunista), y otras repúblicas lo imitaron (Moldavia, Estonia, Letonia y Lituania se apresuraron a prohibir el partido comunista y pedir a Estados Unidos apoyo para su independencia), mientras el “reformista” alcalde de Moscú incautaba y sellaba los edificios comunistas en la capital. Por su parte, Kravchuk anunciaba el 24 de agosto su abandono de sus cargos en el PCUS y en el Partido Comunista de Ucrania. Yeltsin, que contaba con un importante apoyo social, se abstenía cuidadosamente de revelar su propósito de restaurar el capitalismo.

    La desenfrenada carrera hacia el desastre siguió durante los meses finales de 1991. El referéndum celebrado en Ucrania el 1 de diciembre de 1991, contaba con el control del aparato de Kravchuk, el hasta hacía unos meses secretario comunista de la república, reconvertido en nacionalista, adalid de la independencia ucraniana. Tras el resultado, al día siguiente, Kravchuk anunció su negativa a firmar el Tratado de la Unión con el resto de repúblicas soviéticas. Kravchuk era el prototipo del perfecto oportunista, presto a adoptar cualquier ideología para conservar su papel: en agosto de 1991, con el intento de golpe contra Gorbachov, no dejó clara su posición, ni apoyó a Yeltsin ni a Gorbachov, pero tras el fracaso adoptó una posición nacionalista, abandonó el partido comunista, y se lanzó a reclamar la independencia de Ucrania. Era un profesional del poder, que intuyó los acontecimientos, y, si había sido elegido presidente del parlamento ucraniano en 1990 por los diputados comunistas, tras el fracaso del golpe, abandonó las filas comunistas. Así, todo se precipitaba. Si unos meses antes, el 17 de marzo de 1991, la población ucraniana había respaldado mayoritariamente la conservación de la URSS (un 83 % votó a favor, y apenas un 16 % en contra) la masiva campaña del poder controlado por Kravchuk consiguió el milagro de que, ocho meses después, la población ucraniana respaldase la declaración de independencia del parlamento por un 90 %, con una participación del 84 %.

    Yeltsin anunció, como pretexto, que si Ucrania no firmaba el nuevo tratado de la Unión, tampoco lo haría Rusia: era la voladura descontrolada de la URSS. Detrás, había un activo trabajo occidental: dos días después del referéndum ucraniano del día 1 de diciembre, Kravchuk hablaba con Bush sobre el reconocimiento norteamericano de la independencia: aunque Washington mantenía la cautela oficial para no enturbiar las relaciones con Moscú, su diplomacia y sus servicios secretos trabajaban esforzadamente apoyando a las fuerzas rupturistas.

    También Hungría y Polonia, convertidos ya en países satélites de Washington, reconocieron a Ucrania. Yeltsin hizo lo propio, lanzado ya a la destrucción de la URSS. De inmediato, se puso en marcha el plan para disolver la Unión Soviética, en una operación protagonizada por Yeltsin, Kravchuk y el bielorruso Shushkévich el 8 de diciembre de 1991, que se reunieron en la residencia de Viskulí, en la reserva natural de Belovézhskaya Puscha, de Bielorrusia, donde proclamaron la disolución de la URSS y se apresuraron a informar a George Bush para obtener su aprobación.

    Faltan muchos aspectos por investigar de esa operación, aunque los protagonistas que viven, como Shushkévich, insisten en que no estaba preparada de antemano la disolución de la URSS y que fue decidida sobre la marcha. El presidente bielorruso fue el encargado de informar del acuerdo a un Gorbachov impotente y superado por los acontecimientos, que sabía que iba a celebrarse la reunión de Viskulí, y le hizo partícipe, además, de que a George Bush le había gustado la decisión.

    La rápida sucesión de acontecimientos, con la firma en Alma-Ata, el 21 de diciembre, por parte de once repúblicas soviéticas del acta de creación de la CEI y la dimisión de Gorbachov cuatro días después, con la simbólica retirada de la bandera roja soviética del Kremlin, marcaron el final de la Unión Soviética.

    En una disparatada carrera de reclamaciones nacionalistas, muchas fuerzas políticas que habían crecido al amparo de la perestroika reclamaban soberanía e independencia, argumentando que su república iniciaría un nuevo camino de prosperidad y progreso, sin las supuestas hipotecas que comportaba la pertenencia a la Unión Soviética. Desde el Cáucaso hasta las repúblicas bálticas, pasando por Ucrania, Bielorrusia y Moldavia, con la excepción de las repúblicas centroasiáticas, la mayoría de los protagonistas del momento se apresuraron a romper los lazos soviéticos… para apoderarse del poder en sus repúblicas. Una alianza tácita entre sectores nacionalistas y liberales (que supuestamente iban a alumbrar la libertad y la prosperidad), viejos disidentes, altos funcionarios del Estado y directores de fábricas y combinados industriales, oportunistas del PCUS, dirigentes comunistas reconvertidos a toda prisa para mantener su estatus (Yeltsin ya lo había hecho, y le siguieron Yakovlev, Kravchuk, Shushkévich, Nazarbáyev, Aliev, Shevardnadze, Karimov, etc), sectores comunistas desorientados, y ambiciosos jefes militares dispuestos a todo, incluso a traicionar sus juramentos, para mantenerse en el escalafón o para dirigir los ejércitos de cada república, confluyeron en el esfuerzo de demolición de la URSS.

    Con todo el poder en sus manos, y con el partido comunista desarticulado y prohibido, Yeltsin y los dirigentes de las repúblicas se lanzaron al cobro del botín, a la privatización salvaje, al robo de la propiedad pública. No hubo freno. Después, para aplastar la resistencia por la deriva capitalista, llegaría el golpe de Estado de Yeltsin en 1993, inaugurando la vía militar al capitalismo, la sangrienta matanza en las calles de Moscú, el bombardeo del Parlamento (algo inaudito en la Europa posterior a 1945, que horrorizó al mundo pero que fue apoyado por los gobiernos de Washington, París, Berlín y Londres), y, finalmente, la manipulación y el robo de las elecciones de 1996 en Rusia, que fueron ganadas por el candidato del Partido Comunista, Guennadi Ziuganov.

    La destrucción de la URSS convirtió a millones de personas en pobres, destruyó la industria soviética, desarticuló por completo la compleja red científica del país, arrasó la sanidad y la educación públicas, y llevó al estallido de guerras civiles en distintas repúblicas, muchas de las cuales cayeron en manos de sátrapas y dictadores. Es cierto que existía una evidente insatisfacción entre una parte importante de la población soviética, que hundía sus raíces en los años de la represión stalinista y que se agudizó por el obsesivo control de la población, y, aún más, por la desorganización progresiva y la falta de alimentos y suministros que caracterizó los últimos años bajo Gorbachov, pero la disolución empeoró todos los males. Esa parte de la población estaba predispuesta a creer incluso las mentiras que recorrían la URSS, recogidas a veces de los medios de comunicación occidentales.

    En los análisis y en la historiografía que se ha ido construyendo en estos veinte años, ha sido un lugar común interrogarse sobre las razones de la falta de respuesta del pueblo soviético ante la disolución de la URSS. Veinte años después, la visión de conjunto es más clara: la agudización de la crisis paralizó buena parte de las energías del país, las disputas nacionalistas situaron el debate en las supuestas ventajas de la disolución de la Unión (¡todas las repúblicas, incluso la rusa, o, al menos sus dirigentes, proclamaban que el resto se aprovechaba de sus recursos, fuesen los que fuesen, agrícolas o mineros, industriales o de servicios, y que la separación supondría la superación de la crisis y el inicio de una nueva prosperidad!), y la ambición política de muchos dirigentes (nuevos o viejos) pasaba por la creación de nuevos centros de poder, nuevas repúblicas. Además, nadie podía organizar la resistencia porque los principales dirigentes del Estado encabezaban la operación de desmantelamiento, por activa, como Yeltsin, o por pasiva, como Gorbachov, y el partido comunista había sido prohibido y sus organizaciones desmanteladas. El PCUS se había confundido durante años con la estructura del Estado, y esa condición le daba fuerza, pero también debilidad: cuando fue prohibido, sus millones de militantes quedaron huérfanos, sin iniciativa, muchos de ellos expectantes e impotentes ante los rápidos cambios que se sucedían.

    En el pasado, esos dirigentes oportunistas (como Yeltsin, Aliev, Nazarbáyev, presidente de Kazajastán desde la desaparición de la URSS, cuya dictadura acaba de prohibir la actividad del nuevo Partido Comunista Kazajo) tenían que actuar en un marco de partido único en la URSS y bajo unas leyes y una constitución que les forzaban a desarrollar una política favorable a los intereses populares. El colapso de la Unión mostró su verdadero carácter, convirtiéndose en los protagonistas del saqueo de la propiedad pública, y configurando regímenes represivos, dictatoriales y populistas… que recibieron la inmediata comprensión de los países capitalistas occidentales.

    En una siniestra ironía, los dirigentes que protagonizaron el mayor robo de la historia eran presentados por la prensa rusa y occidental como “progresistas” y “renovadores”, mientras que quienes pretendían salvar la URSS y mantener las conquistas sociales de la población eran presentados como “conservadores” e “inmovilistas” Esos progresistas se lanzarían después a una desenfrenada rapiña de la propiedad pública, robando a manos llenas, porque los “libertadores” y “progresistas” iban a pilotar la mayor estafa de la historia y una matanza de dimensiones aterradoras, no sólo por el bombardeo del Parlamento, sino porque esa operación de ingeniería social, la privatización salvaje, ha causado la muerte de millones de personas.

    Un aspecto secundario para el asunto que nos ocupa, pero relevante por sus implicaciones para el futuro, es la cuestión de quién ganó con la desaparición de la URSS. Desde luego, no lo hizo la población soviética, que, veinte años después, sigue por debajo de los niveles de vida que había alcanzado con la URSS. Tres ejemplos bastarán: Rusia tenía ciento cincuenta millones de habitantes, y ahora apenas tiene ciento cuarenta y dos; Lituania, que contaba en 1991 con tres millones setecientos mil habitantes, apenas alcanza ahora los dos millones y medio. Ucrania, que alcanzaba los cincuenta millones, hoy apenas tiene cuarenta y cinco. Además de los millones de muertos, la esperanza de vida ha retrocedido en todas las repúblicas. La desaparición de la URSS fue una catástrofe para la población, que cayó en manos de delincuentes, de sátrapas, de ladrones, muchos de ellos reconvertidos ahora en “respetables empresarios y políticos”. Estados Unidos se apresuró a cantar victoria, y todo parecía indicar que había sido así: su principal oponente ideológico y estratégico había dejado de existir. Pero, si Washington ganó entonces, su desastrosa gestión de un mundo unipolar dio inicio a su propia crisis: su decadencia, aunque relativa, es un hecho, y su repliegue militar en el mundo se acentuará, pese a los deseos de sus gobernantes.

    Veinte años después, la Unión Soviética sigue presente en la memoria de los ciudadanos, tanto entre los veteranos como entre las nuevas generaciones. Olga Onóiko, una joven escritora de veintiséis años que ha ganado el prestigioso premio Debut, afirmaba (con una ingenuidad que también revela la conciencia de una gran pérdida) hace unos meses: “la Unión Soviética se aparece en mi mente como un país grande y hermoso, un país soleado y festivo, el país de ensueño de mi infancia, con un claro cielo azul y banderas rojas ondeando”. Por su parte, Irina Antónova, una excepcional mujer de ochenta y nueve años, directora en ejercicio del célebre Museo Pushkin de Moscú, añadía: “La época de Stalin fue un momento duro para la cultura y para el país. Pero también he visto cómo mucho después se perdió un gran país de una manera involuntaria e innecesaria. [...] A veces me digo que sólo quiero irme al otro mundo después de haber vuelto a ver el brote verde de algo nuevo, algo realmente nuevo. Un Picasso que transforme esta realidad desde el arte, desde la belleza y la emoción humana. Pero la cultura de masas ha devorado todo. Ha bajado nuestro nivel. Aunque pasará. Es sólo una mala época. Y sobreviviremos a ella”.

    (tomado de Cubadebate)

    Como pueden ver tengo la razón, un sistema no se desmorona de la noche a la mañana, ni por la acción de un solo hombre. OJO no perdamos la memoria histórica, ni permitamos que lo que sucedió allí se replique aquí o es que acaso nos hacemos los chivos tontos y no vemos nuestros problemas.
    Ojalá y nuestra televisión pueda también poner este documental.
    SRH

  • Jonatan dijo:

    Ustedes por lo menos tuvieron la chance de nacer en el socialismo, en donde vivo todavía hay gran numero de fascistas. Ojala pudiera llegar el socialismo a mi país aunque sea por un día

  • David dijo:

    Dan ganas de llorar al leer estos textos, y no digamos lo que refleja la imagen. No tuve la oportunidad de nacer en un estado donde de verdad exista, una vida digna. Naci precisamente el año en que oficialmente se derrumbo éste sistema tan humano como lo era la URSS. Espero estar en el momento en que nuevamente se levanten estos sistemas, cuando aquellos que hemos sido segados por la garras del capitalismo nos demos cuenta, lo bestias que estos mercenarios capitalistas pueden llegar a ser.

  • Dmitri dijo:

    Y nosotros lo veremos hermanos.

    Y nosotros veremos el resurgir de la Hoz y el Martillo.

    El mundo ama a la URSS. Viva la URSS. Por los camaradas.

  • gonzalo bravo dijo:

    VIVA

  • David González dijo:

    Después de poco más de 20 años de la implosión de la URSS, no deja de llamar la atención el hecho de que ahora su propio pueblo puede comparar entre que era lo mejor y lo que no en carne propia. El espejismo que se les vendía sobre las "maravillas" del capitalismo ha caído, ahora les queda una dura realidad y a la vez una esperanza: Fue la primer nación en el mundo en mostrarnos que una revolución hecha por todos es posible, ya lo hicieron una vez, lo pueden volver a hacer. En la revista Proceso, en México, hay un número especial en donde se analiza la caída del Muro de Berlín 20 años después, no se necesita ser muy inteligente para saber lo que ahora piensan aquellos que les ha tocado vivir en ambos sistemas y por cual optarian.

  • Armando León Bazán dijo:

    CUANDO SE JODE EL MUNDO: cuando Gorbachov influenciado por Ronald Reagan desmantela la Unión Soviética para mal de la humanidad, ya que se acabó el contrapeso que significaba la Unión Soviética en la política mundial. De allí en adelante, EE.UU. se sintió el amo y señor de la humanidad, con las consecuencias de abuso y falsas justificaciones para agredir a los países que consideraban contestarios y por tanto terroristas; política que aplican los politicastros de los países subdesarrollados para silenciar los pedidos de igualdad y justicia ante la corrupción generalizada. Supongo que ahora en su vejez le pesará haber cometido tremenda estupidez.-

  • pompina dijo:

    Me da mucha pena ver en lo que se ha convertido la URSS, creo que se ha convertido en un pais arrasado por el neoliberalismo, es una lastima, pero eso fueron grandes errores de la dirigencia de la epoca que no tuvo en cuenta la operacion constante del imperialismo sobre la subjetividad de la poblacion, dieron por echo que el socialismo estaba arraigado y no se dieron cuenta de que la subjetividad es la conciencia, sobre la cual hay que trabajar incansablemente, sin descanso, eso me han enseñado los cubanos, ellos estan al tanto de ello, aprendieron de los errores, que lo que se ha conqueistado no es un derecho adquirido sino un derecho conqueitado al poder, a la burgeusia! Pero la rebelion vive en cada desposeido, en cada marginado y volvera otra vez la campana de los excluidos a sonar!!

  • pompina dijo:

    esta bueno

  • pompina dijo:

    esta bueno el sitio

  • german dijo:

    el derrumbe de la URSS no es obra de Gorvachov como ingenuamente creen algunas personas, es simplemente la consecuencia lógica de que el revisionismo haya tomado el poder en 1953 tras la muerte de Stalin, Kruschev inicio el camino hacia la restauración del capitalismo y desde entonces lo que hemos visto es el desmantelamiento continuo, engañoso e incesante del socialismo, a través de cada uno de los sucesores del revisionista kruschev, uno tras otro vendiendo el cuento de que la libertad como lo entienden los capitalistas, es la única libertad que existe. pero el pueblo ruso, como pocos, conoce la diferencia entre los 2 sistemas y hoy cada vez mas se da cuenta que el socialismo es una etapa superior en todos los aspectos y que deben luchar nuevamente por que este sistema vuelva imponerse sobre el capitalismo.

  • Nico dijo:

    Hola compañero Cubano, te escribo desde Uruguay y realmente me causo mucha curiosidad leer el libro MI VERDAD al que haces referencia. Se podrá conseguir fuera de CUBA? Aunque sea una edición digital, porque la verdad que 21 años han pasado desde el derrumbe de la URSS y todos los países que la conformaban estan mucho peor que antes, y leer este articulo lo hace pensar a uno, me gustaría leer ese libro para escuchar la opinión de su autor.

    Tengo 33 años y apenas era un niño en 1991 cuando Gorvachov tiro abajo el trabajo de 70 años del pueblo sovietico, pero creo feacentemente que en algun momento, como URSS o con otro nombre, renacerá aquel bloque que nos hacía estar tranquilos que si un día se le ocurría a los yankis invadir nuestra tierra, alguien iba a estar del otro lado para impedirlo (como ustedes lo vivieron con la crisis de los misiles).

    Pregunto, acaso la comunidad economica europea, no es una URSS con modelo capitalista? No se están cayendo a pedazos acaso? el modelo capitalista no sirve, es deshumanizante y por donde se lo mire, y solo los sovieticos con su espíritu que nunca morirá podría hacer algo que contrareste esta desgraciada realidad, y si le toca vivir alguna crisis o algun mal momento, pues la historia hará valorar a sus habitantes lo que tienen, descartando lo que les ofrecen como mejor.

    Aquí en Uruguay estamos con el debate contra el consumismo que nuestro presidente dio en la ONU (intrínsecamente contra el capitalismo claro está), pero todos piensan que consumiendo desenfrenadamente se es mas feliz, que triste en lo que ha decaído la especie humana.

    SALUD PUEBLO CUBANO!

Se han publicado 207 comentarios



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