Caravaggio y sus seguidores en Museo cubano (+ Dibujo y Video)
Caravaggio, el pintor italiano que dio carta de identidad al barroco, entrará en Cuba cinco siglos después con Narciso, una recreación pictórica del joven enamorado de su propia belleza, castigado por la diosa Némesis.
Un mito que el artista trasladó al lienzo en brazos de su genio para convertirlo en una de las pinturas más bellas de la historia del arte pictórico en Italia, espléndido óleo del final de su segunda etapa, pintado entre 1599-1600
Narciso prendado de su propia imagen, víctima de ella, legando al idioma una palabra incorporada al habla cotidiana: narcisismo.
Para los cubanos será una oportunidad única, una experiencia visual y sensorial de extraordinaria riqueza esta obra que el Museo Nacional de Bellas Artes exhibirá desde el próximo 24 de septiembre hasta el mes de noviembre.
Un acercamiento directo a este maestro del claroscuro, de las luces y sombras reveladoras, de los dioses pintados como seres comunes.
La muestra, diseñada especialmente para Cuba, fue propiciada por el Ministerio para los Bienes y Actividades Culturales de Italia, la Sobreintendencia Especial para el Patrimonio Histórico Artístico y Étnico Antropológico y para el Polo Museal de la Ciudad de Roma.
Caravaggio llegará escoltado, además, por 12 cuadros de la primera y segunda generación de sus seguidores, corporizados en un movimiento heterogéneo marcado por las experiencias individuales y la formación de cada uno de ellos.
Las piezas, de un valor inestimable, pertenecen a los fondos de la Galería Nacional de Arte Antiguo del Palacio Garberini y el Convento de San Silvestre en Roma.
(Con información de Prensa Latina)
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Esto lo tomé del libro que casualmente estaba leyendo antes de mirar este artículo. El libro es "El Alquiimista" de Pablo Coelho y tiene una curiosa historia sobre Narciso:
"Narciso, un hermoso joven que todos los días iba a contemplar su propia belleza en un lago. Estaba tan fascinado consigo mismo que un día se cayó dentro del lago y se murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor, a la que llamaron narciso.
Pero no era así como Oscar Wilde acababa la historia.
Él decía que, cuando Narciso murió, llegaron las Oréades -diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce que era, en un cántaro de lágrimas saladas.
-¿Por qué lloras? -le preguntaron las Oréades.
-Lloro por Narciso -repuso el lago.
-¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! -prosiguieron ellas-. Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
-¿Pero Narciso era bello? -preguntó el lago.
-¿Quién si no tú podría saberlo? -respondieron, sorprendidas, las Oréades-. En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.
El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente dijo:
-Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello. Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza."
Algo de esta envergadura es muy emocionante y fantástico, poder ver estas obras que solo hemos visto en libros y documentales, fiesta para la vista y el alma, muchas gracias, no me la pierdo y de seguro iré más de una vez.
Esos cuadros me ignotisaron por completo, no imaginé nunca que mis ojos acariciasen semejantes obras, que jamás pensé ver, cuando fui al museo, fue mágico
solo me queda desir guuuuao estan hermosas estas pinturas