Habana, quererte no es una opción
Habana, quién se atreviera a definirte si encierras tanto.
Habana de atardeceres. De los que se ven entre los edificios. Fachadas desgastadas que se alumbran con los rayos del sol. De los que ves desde el Malecón, con la trova de Silvio compitiendo en guitarras con bocinas de reguetón.
Habana de balcones. Balcones desde donde todo se ve y todo se oye. El balcón como la oda al barrio, al trueque, al chisme, a la alegría y el choteo.
Habana de portales, donde todo se vende y todo se habla.
Habana de a pie. De recorrerte por placer y necesidad.
Desde la ventana de una guagua saturada, el asiento de un bicitaxi mañanero, un botero alcanzado en el último minuto, de los que tienen aire o de los que aún huelen a viejo.
Habana, quererte no es una opción, es así y ya.
Hermoso artículo de modo general y maravillosas fotografías, me gustó mucho lo de "quererte no es una opción ". Pues creo que La Habana está orgullosa de todos nosotros, La Habana donde las tardes te invitan a fotografiarla, La Habana que es como mi abuelo que no pierdo un instante,junto a él se desborda historia y deseo de escuchar que tiene de nuevo para hoy
Bella forma de expresar amor y belleza por lo que uno siente suyo.
Hermosas palabras... la belleza de lo cotidiano, de lo que nos hace únicos. Excelentes imágenes.