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Cuidar en tiempo de coronavirus

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Las cubanas suman más del 70 por ciento de las personas empleadas en el sector de la salud: laboran en los centros de aislamiento, realizan pruebas para el diagnóstico específico de la COVID-19 o integran algunos de los contingentes médicos cubanos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

“¡Lávate las manos, que acabas de llegar de la calle!”. “Déjame ponerle el termómetro a mami, que tiene gripe y el horno no está para pasteles”. “Quítate esa ropa sucia antes de tirarte en la cama”. “¿Y adónde te crees que vas con esos patines? Casa quiere decir casa”.

A ráfagas, más claras o casi inteligibles, las frases entran por mis ventanas y muestran un pedacito de la realidad de estos días. Son tiempos de coronavirus y el maldito bicharraco se cuela en las conversaciones, acapara las noticias y se convierte en protagonista de los diálogos de las casas vecinas. Aunque no lo mencionen directamente. Pero una coincidencia machacona me perturba esta tarde, mientras cavilo el próximo teclazo para las letras de jueves: todas esas voces que escucho ordenando, vigilando, cuidando, son de mujeres.

Aunque el nuevo coronavirus no tiene preferencias de sexo, una vez más, las mujeres reciben impactos diferenciados frente a la pandemia. Para ellas, por ejemplo, recluirse en casa con la familia representa, no solo aislamiento, también mucho más trabajo. Si en tiempos normales sobre sus hombros suelen recaer tareas como la limpieza, la gestión de alimentos o la cocina, ¿Qué esperar en tiempos de crisis?

Para colmo, el confinamiento casi obligatorio aumenta la carga del cuidado de la gente menuda de casa y también de abuelas y abuelos, que son población de alto riesgo. Obviamente, las colecciones de libros, los conciertos on line, o esas recomendaciones de disfrutar el ocio, no son para las “dueñas de casa”.

Se trata de una realidad heredera de una práctica legitimada desde la tradición. Por solo poner un ejemplo, cerca del 57 por ciento de la población cubana mayor de 50 prefiere, en caso de necesitar cuidados, que estos sean ofrecidos por mujeres. Solo poco más del 5 por ciento elegiría a un hombre como cuidador, según la Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población, realizada en 2017 por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

No es mito. Las crisis de salud, como la generada por la COVID-19, afectan a hombres y mujeres de distintas formas y a menudo exacerban las diferencias de género. Lo reconoció el pasado 21 de marzo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. El funcionario llamó a prestar especial atención a las necesidades y el liderazgo de las mujeres frente a la pandemia, pues ellas son “cruciales para la respuesta al brote de este nuevo coronavirus”.

También de este lado del mundo sucede así. Además de ser mayoritariamente quiénes reciben el impacto de las cargas domésticas o de las colas para comprar productos deficitarios; las cubanas suman más del 70 por ciento de las personas empleadas en el sector de la salud, lo que las ubica justo en la diana del impacto de la enfermedad. No son pocas, incluso, las que laboran en los centros de aislamiento donde ingresan pacientes bajo sospecha, realizan pruebas para el diagnóstico específico de la COVID-19 en los laboratorios designados para ello o integran algunos de los contingentes médicos cubanos que han salido a Jamaica, Surinam, Italia, Granada, Nicaragua y otros países, para auxiliarles frente a la pandemia.

Por otro lado, los impactos para ellas también pueden ser económicos. “Respecto a la autonomía económica de las mujeres, no puede pasarse por alto el regreso a los hogares de una buena parte de las trabajadoras por cuenta propia, incluidas emprendedoras que garantizan su sustento diario y aquellas que, empleadas en puestos de mayor remuneración, quedan disponibles hasta que los negocios puedan activarse nuevamente”, alertaba hace pocos días la psicóloga Yohanka Valdés, del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR).

Las recientes medidas anunciadas por el gobierno cubano protegen, con la integridad de su salario durante un mes, a aquellas cubanas que deban quedarse en casa cuidando a hijas e hijos en edad escolar. Dejar los círculos abiertos, sin dudas es un acierto para quienes no tienen otra opción y deben seguir trabajando. Pero, ¿qué pasará con esas otras que trabajan en el sector no estatal? ¿No sería bueno potenciar que, en las familias donde sea más factible, los padres también puedan quedarse en casa cuidando a los suyos sin ver su salario afectado? ¿O usar las redes sociales para, además, pedir a las familias que ayuden a redistribuir las cargas?       

Una pregunta, repetida muchas veces por otra psicóloga cubana, Beatriz Torres, presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES), cobra un nuevo significado en los tiempos que corren. Ellas cuidan, pero ¿quién las cuida a ellas? Retomarla en cada hogar, comunidad o centro de trabajo que se mantiene funcionando puede hacer la diferencia.

Esta maldita epidemia, que obliga a modificar los flujos y ritmos del andar cotidiano, podría servir para poner una mirada crítica en ese orden secular que suele duplicar y triplicar las cargas sobre los hombros femeninos.

Se han publicado 15 comentarios



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  • maya dijo:

    Pasará, con estragos, pero sabemos que pasará, buen artículo, solo a mi entender falto algo, !Mamiiii, estás paranóica, tienes mucho miedo!!! son las palabras que oigo de mis hijas y esposo, los niños no, increíble, son más receptivos y hacen más casos, y esto es solo porque cuando llego y entro en el hogar, allí donde no usamos nasobucos, y el lavado de manos es menos frecuentes, allí no puede entrar el virus, por eso desde que entro, mis llaves, la puerta, el candado de la reja, el ziper de la cartera y el monedero, todo y mucho más, pasan por lo que le toca, el agua clorada, y es que somos Mujer, pero también madre, abuela, hermana, tía, y otras más, pero también las madres de nuestros esposo, por eso le digo a mi pareja que si él no ayuda a protegerse y protegerme, las medidas que tomamos en cada hogar son sin resultados, hace poco leí que los hombres tienen un porciento más elevado de contagiarse que las mujeres, imagino que eso es debido a que ellos se meten las manos en la boca, comen sin lavarse las manos, en fin, ahora tendrán que extremar las medidas, buen día tengan todos, !Yo me cuido!, Y tú?

  • Yanelis dijo:

    comparto con USD sobre esta situación soy médico madre de tres niños y normalmente se me hacía difícil llevar todo junto ahora no tengo vida,ya q además de lo cotidiano ahora se suma la limpieza constante de los convivientes,de la casa y lidiar con los ánimos estancados en casa de los niños.A veces quisiera gritar pero pienso q muchas hay como yo y nadie dice nada.Gracias a personas como USD q defiende nuestro género para sentirnos un poco más escuchadas y comprendidas.

  • Amaya dijo:

    Asi me siento yo,..descuidada, cuido a mi madre, abuela y esposo, pero cuando yo me siento mal, no le digo a nadie, solo me tomo algo y si puedo me tiro un rato. Asi me tengo que ir para el trabajo, ya que en el mismo no se ha implementado ni se implementara el trabajo a distancia , segun los jefes; "todos somos imprescindibles" y sigo cogiendo guaguas con aglomeraciones de personas y poniendome en riesgo de contagiarme, solo porque no tengo hijos. No tengo hijos,pero si una abuela de 93 años encamada, que depende de mi. Entonces sigo matandome en casa y en el trabajo, pues por lo que veo las medidas son solo para un cierto grupos de personas que tienen jefes humanos....

  • Cubano26 dijo:

    Soy hombre y creo que es verdad la familia es la quien debe tomar la decisión de quien cuide a los niños en el hogar porque muchas veces el salario o la complejidad hace imprescindible que trabaje la mujer y en ese caso se puede quedar papá en la casa .No digan que sólo se protege sólo el salario de madres con niños en primarias estas de una forma discriminando por sexo.

    • Leandro dijo:

      Coincido en que se trata de una medida discriminatoria. El niño debe ser cuidado por la medre o el padre según decida la familia y uno u otro deben tener igual tratamiento salarial. Pudiera incluso darse el caso que se decida que lo cuide un abuelo que trabaja, que ante la actual situación resulta más factible que se quede en casa. En cualquier caso el tratamiento salarial debe ser el mismo.

  • Tania Rodríguez García dijo:

    Cuando el cuidado de un ser querido y otra persona en nuestras casas aunque nos agotemos debemos hacerlo con amor,nuestros padres lo hicieron con nosotros y en peores circunstancias,yo tengo 51años y cuando niña fui la más feliz del mundo porque los tenis a los dos,ahora mi padre no está y mi madre vive en el exterior y si tuviera que cuidarlo lo haría con todo el amor del mundo,#Hay que ser valientes,#Pensemos con optimismo.Hay ancianos que viven solo ,otros enfermos sin familias que están más desvalidos y esos si hay que cuidarlos #cuidemos nuestros adultos mayores,ellos lo hicieron con nosotros,#Devolvamoles amor a cambio de habernos traído a este mundo con la mejor intención,

  • idalmis mena dijo:

    Es cierto que a las mujeres siempre nos toca la peor parte en las casas, pero amigas, ojala que de todo nuestro esfuerzo dependa minimizar un poco esta propagación. Yo creo que somos más preocupada porque siempre desarrollamos ese paternalismo en la familia. A veces aunque se trate de igualdad, nosostros mismas rectoreamos esas actividades y hoy estamos muy activas: haciendo nasobucos para toda la familia, vecinos y compañeros de trabajo, aplicando iniciativas en las medidas de higiene y de control. Hoy tambien sabremos ser MARIANAS.

  • RG dijo:

    muy buen artículo, más que bueno

  • Arleen dijo:

    Este párrafo lo escribí yo (es una broma, claro, pero nada se parece más a lo que pienso): "Obviamente, las colecciones de libros, los conciertos on line, o esas recomendaciones de disfrutar el ocio, no son para las “dueñas de casa”.

  • tatiana tamayo sabatela dijo:

    Otra vez nos toca a las madres el gran peso de nuestra familia, cuidar a todos, pequenos, adolescentes y ancianos y así sera siempre con el gran placer de que todo salga bien

  • Marisela dijo:

    Dicen que somos el sexo debil, yo diria que no, que somos el sexo fuerte, pués trabajamos doble o triple, nos preocupamos por todo y todos, atendemos nuestro trabajo, cuando llegamos a casa a los hijos, a nuestros padres y también a los amigos y hasta los vecinos, le encontramos solución a todo, como decia una compañera anteriormente nos enfermamos y tenemos que seguir atendiendo a los que de una forma u otra dependen de nosotras, muchas veces nos convertimos en magas, en estos momentos aunque no todas las feminas lo hacen, nos preocupamos y ocupamos por que la familia y los vecinos cumplan con las medidas para detener esta HORRIBLE pandemia. Esperemos que todo salga bien, pero me preocupa que personas que han regresado del extranjero y deben estar en sus casas en cuarentena no tienen persepción del riesgo y esto nos puede complicar.

  • orlysman dijo:

    Me consta que son heroínas nuestras mujeres. Yo apoyo en todo lo que puedo. La sustituyo constantemente en la cocina, la organización. El fin de semana pasado lavé toda la ropa de la casa por primera vez apoyado por la niña de 9 años que optó por limpiar la casa solo para que su mami pudiera descansar porque el agobio y el cansancio eran visibles. Me sentí bien y desde entonces la ayudo más. Estoy fregando los platos todas las noches y así. Trabajo, hago las colas, entro a la casa con los productos que encuentro y cuando llego me bastan sus sonrisas para entender cuanto las quiero. El día que he necesitado que me alcancen un ladrillo o un cubo de agua para batir mezcla ellas lo han hecho. Pelean si creo desorden y me enseñan aunque yo no aprendo. En fin que el Covid- 19 nos ha unido más. Por si eso no bastara ya no soy el último que me acuesto. Están ahí vigilandome para ver si he dejado las chancletas en su puesto.

  • Yulieska solano dijo:

    Estoy totalmente de acuerdo,en estos momentos las mujeres somos las más sobrecargadas,los hombres apenas se enteran,hay k trabajar mucho para cambiar esta desigualdad de género en nuestro país,pues el hombre no asume prácticamente nada de la carga hogareña,pero hay k empezar a trabajar en ello desde la infancia,y las mujeres k llevamos la mayor responsabilidad educativa somos las más responsables,y debemos empezar con nuestros hijos varones y cambiar los esquemas machistas y discriminatorios desde casa

  • Damian Diaz dijo:

    Si no se cumple el aislamiento social todo estará perdido #Quedate En Casa

  • Tamara dijo:

    Gracias por esta refelxión que nos refleja a las mujeres cubanas y de muchas otras latitudes. Lamentablemente cuando se habló en la Mesa redonda sobre la protección salarial para el cuidado de hijos e hijas por la coyuntura, se volvió a reforzar la idea de que las madres recibirían esa protección. Sabemos que el padre o adulto a cargo de un menos es beneficiario de una medida así pero "lo normal" sigue siendo que las cuidadoras de todos los miembros de la familia e incluso, de la casa, sean las mujeres. Que el covid nos ayude a pensar la rutina de otro modo y a poner en equilibrio la cotidianidad de nuestros hogares.

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Dixie Edith

Dixie Edith

Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana.
En Twitter @Dixiedith

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