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La solidaridad Cuba-Perú en momentos históricos

Por: Gabriela Ávila Gómez
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Perú está colmado esta semana de delegaciones de todas partes del continente que participan en eventos relacionados con la VIII Cumbre de las Américas, y en la Cumbre de los Pueblos, que sesiona paralela a la cita.

Entre esa multitud se destacan los cubanos, que llegaron hasta Lima para poner en alto el nombre de Cuba y defender el espíritu integracionista de América Latina y el Caribe. Su presencia se siente en los jóvenes, parlamentarios, empresarios y la sociedad civil, que se reúnen previo a la cita hemisférica, que comienza hoy viernes.

Es por ello que Granma presenta varios momentos históricos donde la solidaridad entre los pueblos y gobiernos de Cuba y Perú han sido un ejemplo para el resto del mundo.

La Nación Andina y la República en Armas

La causa por la independencia cubana no pasó desapercibida. Desde varios rincones del mundo la ayuda solidaria llegó a la Mayor de las Antillas, así fuere en armas, medicinas, luchadores internacionalistas o el reconocimiento de la beligerancia.

Perú fue una de esas naciones donde con más fuerza se manifestó el sentimiento solidario, la nación andina fue una de las primeras en reconocer la beligerancia de la República en Armas gracias al apoyo popular.

Uno de los hechos que más se destaca es la asamblea popular realizada el 30 de mayo por iniciativa estudiantil, donde se aprobó «que la causa de la independencia de Cuba es causa nacional y que todos los peruanos están obligados a prestarle su apoyo del mismo modo que si se tratara de la independencia del Perú».

Durante esa época se dictó un decreto otorgando protección diplomática a los emigrados peruanos, se aprobó una ley (1874) convocando a un Congreso Americano donde se coordinara la ayuda a la Mayor de las Antillas, y dos años después se le invitó al gobierno de la Isla al Congreso Americano de Juristas, en igualdad de condiciones que los países ya independientes.

Dos luchadores peruanos participaron en las gestas independentistas, se trata de los hermanos Grocio y Leoncio Prado; el primero de ellos peleó bajo las órdenes de Máximo Gómez, quien dijo que era uno de los hombres dispuestos a acompañarlo a donde fuera.

El otro, Leoncio, también abrazó la causa cubana y se destacó en la recolecta de fondos, en el acopio de armas y en la realización de acciones de propaganda. Junto a unos 20 jóvenes cubanos captura el buque español Moctezuma, al que cambia de nombre por Céspedes, el objetivo de ello era hostigar a las fuerzas navales españolas, sin embargo, una serie de factores lo llevaron a incendiar el buque en las costas de Nicaragua.

Aunque su acción por la Isla se vio interrumpida por la guerra chileno-peruana, Leoncio ratificó en su carta de despedida, fechada el 2 de julio de 1879, que «una vez terminada la actual contienda del Perú, volveré, sin tardanza, a dedicarme al servicio de Cuba, con la misma sinceridad y constancia que hasta hoy».

El Canciller peruano que incumplió órdenes

En agosto del año 1960, la Organización de Estados Americanos (OEA) convocaba, a petición de Perú, a su séptima reunión de cancilleres en San José (Costa Rica). Esta convocatoria del gobierno de la nación andina en realidad respondía a la servil postura del entonces presidente Manuel Prado, ante las presiones ejercidas por la administración estadounidense de Dwight Eisen­hower.

El objetivo de esa cita era tratar de aislar a Cuba, maniobra que había desenmascarado Fidel previamente.

En la reunión de San José hubo discursos memorables, uno de ellos fue el del canciller peruano Raúl Porras Barrenechea, quien presidió la comitiva de su país y expresó una opinión contraria a la de casi todos los presentes, y contraria también a la de la posición de Perú.

«Yo no concibo ni puedo imaginar que el pueblo cubano, el pueblo de Martí, de Heredia y de Casal, y de José Enrique Varona, en cuyos tiempos la isla tenía más maestros que soldados, pueda aceptar ajenas tutelas espirituales para convertirse en satélite de ninguna potencia. Debemos confiar en el pueblo de Cuba y debemos procurar que manteniendo la inspiración que brota de la realidad económica latinoamericana mantenga su íntima coherencia con nuestros pueblos a los que le unen lazos irrenunciables de sangre y de espíritu, para hallar juntos medios de conciliación amistosa como los que se obtuvieron entre México y los Estados Unidos que reafirmaron la unidad americana», dijo Porras Barrenechea.

A los pocos días de su discurso, el canciller presentó su renuncia y unos meses después un infarto acabó con su vida; el Gobierno cubano envió una ofrenda floral a sus honras fúnebres, recordando siempre lo que hizo en San José.

La mano amiga de Fidel y el pueblo cubano

El domingo 31 de mayo de 1970, en Perú, «descomunales fuerzas telúricas sacudieron durante casi un minuto la corteza terrestre, resquebrajándola, desplomando edificios y sepultando bajo los escombros a millares y millares de sus sorprendidos moradores».

Así reportaba Granma el fatídico terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que afectó la región de Ancash, dejando a su paso más de 70 000 víctimas, numerosos heridos y desaparecidos, y decenas de comunidades arrasadas.

A pesar de no tener en ese entonces relaciones diplomáticas, Cuba fue el primer país en prestar ayuda, pues para el Comandante en Jefe Fidel Castro esta no era solamente «la tragedia del Perú, sino de toda la humanidad».

A la tierra andina llegaron 100 000 bolsas de sangre donadas de manera masiva por más de 300 000 cubanos, incluido Fidel, quien fue el primer donante. Además, decenas de médicos de la Isla partieron con todos los equipos necesarios para instalar cinco hospitales.

Años después, en el 2007, el «ejército de batas blancas» estuvo nuevamente en Perú, luego de otro terrible sismo.

En esa ocasión los médicos cubanos laboraron en 11 regiones del país, atendieron a 200 000 afectados –de ellos 57 000 en casas de campaña– y realizaron 500 intervenciones quirúrgicas.

El pasado año, una brigada del Contingente Henry Reeve llegó hasta la región peruana de Catacaos, en el Bajo Piura, con el objetivo de socorrer a las víctimas de intensas lluvias ocurridas en el país sudamericano.

Los cubanos acudieron en masa a donar sangre para los damnificados por el sismo en Perú, en 1970. Foto: Archivo/ Granma.

En el 2017 una brigada del Contingente Henry Reeve llegó hasta la región peruana de Catacaos para socorrer a las víctimas de las intensas lluvias. Foto: Archivo/ Granma.

El Che, Alberto Granados, la motocicleta y Perú

En 1952, y con poco más de 20 años de edad, Ernesto Che Guevara emprendió con su amigo de la juventud, Alberto Granados, un viaje por Sudamérica en «La Poderosa II», una motocicleta Norton de 500 centímetros cúbicos de cilindrada.

El viaje, que cambió la vida del estudiante de Medicina, los llevó por varios países de América del Sur y en notas del Che bajo el nombre de Diarios de motocicleta, quedaron registradas las miradas del argentino sobre la región.

El paso del Che por Machu Picchu quedó inmortalizado en esta foto. Foto: Archivo/ Granma.

Una de sus paradas fue Perú, allí visitaron diversas regiones, entre ellas la ciudad de Machu Picchu y el lago Titicaca, sobre este dijo: «como puntitos diseminados en la inmensa superficie gris, emergían una serie de islas en lontananza; el guía nos contó la vida de los pescadores que allí habitan, algunos de los cuales apenas han visto un blanco en su vida y viven apegados a sus costumbres ancestrales, comiendo los mismos artículos, recogiendo la misma pesca en la misma forma que hace 500 años, y manteniendo inmaculados sus trajes, ritos y tradiciones».

La visita de Raúl y Vilma

En su visita a la nación andina, Raúl y Vilma estuvieron en Machu Picchu. Foto: Archivo/ Granma.

Durante varios días, entre los meses de julio y agosto de 1974, el entonces Primer Viceministro y Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Castro, encabezó la delegación militar cubana que viajó a Perú con motivo de participar en las actividades por el aniversario 153 de la independencia de esa nación sudamericana. Junto a él también viajó Vilma Espín, presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Durante su estancia, Raúl y la comitiva cubana viajaron a diversos sitios de interés histórico y cultural en las regiones de Lima, Cuzco e Iquitos. Además realizaron visitas a la Escuela de la Armada Peruana en el puerto del Callao, y el Centro de Instrucción Militar del país.

El hoy Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, afirmó durante su recorrido por Machu Picchu: «el día en que se integren los países de América Latina en una sola nación debe firmarse aquí, en Machu Picchu, el documento de la integración, porque fue donde primero comenzó a forjarse la unidad del continente».
En varios de sus recorridos por tierras peruanas, Raúl estuvo acompañado por el primer ministro Edgardo Mercado Jarrín, quien abogó por terminar el aislamiento a Cuba. «Es inadmisible seguir sosteniendo una posición que ya históricamente ha quedado atrás en América Latina y que la historia ha demostrado como errónea», afirmó.

En la historia

1869

Perú fue el primer país latinoamericano que reconoció a la República antillana.

1902

Ambos países establecen relaciones diplomáticas.

30 de diciembre de 1960

Días después de cerrar la agencia cubana Prensa Latina, el gobierno de Manuel Prado anuncia que el Perú rompe relaciones diplomáticas con Cuba, en medio de los intentos de aislar a la Mayor de las Antillas.

4 de diciembre de 1971

Fidel Castro realizó una breve parada en Perú para encontrarse con el entonces presidente, General Juan Velasco Alvarado, una esperanza progresista en una América Latina tomada por la derecha.

8 de julio de 1972

Velasco Alvarado restableció las relaciones diplomáticas con Cuba.

(Tomado de Granma)

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  • Monsermin Yacila dijo:

    IMPRESIONANTE: ESA ES LA VERDADERA SOLIDARIDAD DE DOS PUEBLOS HERMANOS. FALTA EN ESTA CRÓNICA, LA INTERVENCIÓN DE LOS GUERRILLEROS PERUANOS JUNTO AL CHE EN BOLIVIA, EN DONDE ENTREGARON SU VIDA POR AMÉRICA LIBERADA. EUSTAQUIO, EL NEGRO Y EL CHINO CHANG, VIVIRÁN EN LOS CORAZONES DE LOS PERUANOS Y CUBANOS.

  • César Maita dijo:

    Muy importante recordar los lazos que unen a Perú y Cuba. Me parece faltó recordar un cubano que luchó conntra los invasores chilenos el 1879. Su nombre lo menciona Jorge Basadre en su obra Historia de la República del Perú.

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Gabriela Ávila Gómez

Periodista del periódico Granma.

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