la noche estrellada III
El Dr Carlos Mendoza, un talentoso neuro-oftalmólogo cubano, me contó que Vincent van Gogh tomaba estrofantina, un antiguo medicamento para el corazón que posiblemente alterara su percepción de los colores (entre ellos el amarillo, lo que podría explicar su obsesión con ese color, sobre todo en sus ultimas pinturas). Carlos está estudiando la incidencia de ciertas enfermedades en algunos pintores. Sobre Claude Monet me comentó que, en la última etapa de su vida, fue emborronando trazos en la medida en que fue perdiendo la visión y que, después de operarse de cataratas, volvió a pintar algunos cuadros con la intención de "autocorregirse".
- Novela del arbitraje: ¿Capítulo final?
- Díaz-Canel: “Nada más político y a la vez cultural. Eso es Casa de las Américas”
- Pequeños grandes problemas de nuestra economía
- El ALBA es la alianza del Milagro que hizo realidad proyectos aparentemente imposibles
- El periodista José Martí: Cultivador del humor y la ironía
- ir aOpinión »
- Desde Cuba: “Casa de Las Américas y el patrimonio artístico y cultural de nuestro continente” (+ Video)
- Exhibirán la partitura original de la Novena Sinfonía de Beethoven a 200 años de su estreno
- Romerías de mayo: Ideas Multimedios junto a la Agencia Cubana de Noticias ofrecerán cobertura especial del Festival Mundial de Juventudes Artísticas en Holguín
- Díaz-Canel: “Nada más político y a la vez cultural. Eso es Casa de las Américas”
- Ballet Nacional de Cuba: En Murcia una vez más
- ir aCultura »
Silvio:
Tiene usted alguna canción dedicada a Vincent van Gogh o sobre alguno de sus cuadros ?
S2, Fernando
cambiemos de tema Silvio
Por favor tú no lo hagas. Mira que vas muy bien. La adultez te viene como anillo al dedo.
Qué curioso, Silvio: el doctor Fidalgo, también talentoso neurólogo cubano fue, hasta hace poco, jefe del grupo de epilepsia del Hospital Neurológico. Él comentó conmigo, y me mostró, un estudio que estaba haciendo sobre la enfermedad de Van Gogh, en el que sostenía la teoría de que este pintor no padecía de demencia, sino que era epiléptico. En el momento en que me mostró su trabajo, había avanzado mucho y estaba empeñado en buscar el original en francés de las cartas de Van Gogh a su hermano Theo, pues quería encontrar una frase específica, que para él era fundamental para confirmar su hipótesis y que, me dijo, no estaba fielmente traducida en las versiones en español que había revisado. Traté de ayudarlo en eso, pero no pude hallar las Cartas en francés.
El doctor Fidalgo, según supe recientemente, ya se retiró, e imagino que habrá podido terminar su tesis.
Me resulta interesante que nuestros médicos se dediquen a investigar sobre la vida -y la salud- de este controvertido artista.