Hoy no hay ippones: Murió Ronaldo Veitía
La noche del 5 de diciembre trajo la noticia. Ronaldo Veitía murió. Y el duro titular es cierto, aunque muchos siempre albergaron la esperanza que su retorno a La Habana en octubre pasado, tras un largo período hospitalario en España, le devolvería más vida y salud para ver llegar el 2023.
Pero su cuerpo no resistió. Para quienes lo conocimos sabemos que la pérdida de su esposa Mercedes un año atrás le afectó sobremanera. Al final, con 75 años cumplidos, Veitía encumbró una historia cargada de luces, de ippones, y también de lógicas sombras que todos los seres humanos cargan cuando están tantos años al frente de una tarea.
Él dirigió a mujeres judocas por más de 30 años. Saboreó el placer de darle a Cuba cinco campeonas olímpicas y 10 platas e igual cantidad de bronces en las citas de los cinco aros. Incluso tuvo el privilegio de dirigir la victoria por países en Sydney 2000 cuando nadie pensaba que una nación de América, pobre y subdesarrollada, podía hacerlo ante japonesas, chinas, francesas y compañía.
También a nivel de campeonatos mundiales sembró una estela de podios que llegaron a 16 oros, 15 platas y 27 de bronce. No detallo los títulos panamericanos y centroamericanos porque desde 1987 hasta su retiro en el 2015 siempre regresó con sus muchachas en la cima. Trabajaba como un consagrado y por eso mereció esas preseas y el Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Cada uno podrá tener miles de anécdotas buenas, malas y regulares que contar de Veitía. Sin embargo, en momento de dolor y tristeza sincera bastaría una de las tantas que viví en más de 20 años de periodismo. Sucedió cuando me pidió escribir el prólogo de uno de sus últimos libros. Me contó cosas de sus padres Oscar y Zenaida, de quienes nunca acostumbraba a hablar con soltura.
“De mi papá aprendí que nada es más importante en la vida que tener disciplina. De mi mamá que nunca sería disciplinado si no trabajaba con fe. Por eso traté de inculcarle a cada equipo disciplina y trabajo. Me equivoqué muchas veces y viví momentos grandiosos, pero en una ocasión ellos me regalaron la mejor enseñanza de la vida.
“Les dije que quería dejar el judo y concentrarme en ayudarlos en la casa a trabajar, a ganar dinero. Oscar se levantó y me dijo “el entrenamiento no tiene fraude”. Zenaida se levantó de la mesa y me regaló otra frase: “el campeón se distingue hasta en el caminar”. Las dos ideas las asumí desde ese momento hasta el último día que me toque estar en la tierra”.
Con ellos dos en su pensamiento. Y con toda la familia del judo cubano, Veitía se despidió. Hoy es un día sin ippones.
- Mario R. Menéndez Rodríguez, baluarte de la dignidad del periodismo latinoamericano
- ¿Por qué no sabemos de forma concluyente quién mató al Dr. Martin Luther King Jr.?
- Solidarias compañías: crónica de una botella en La Habana
- ¿Estados Unidos dividido en dos?: La probabilidad que presenta Chatham House
- La inadvertida muerte de migrantes en el desierto del Sahara
- ir aOpinión »
- Equipos cubanos por mantener la corona en el Campeonato del Caribe de Tenis de Mesa
- Raidel Martínez rebasó los 300 ponches en béisbol japonés
- Punto Deportivo: ¿Cómo ha sido la progresión de Raidel Martínez en el béisbol japonés?(+Video)
- Granma vence a Industriales en emocionante remontada
- Elisbet Gámez anuncia una pausa temporal en la natación
- ir aDeportes »
Es una perdida muy sensible
Lamentable perdida. El profe Veitia era el tipo de entrenador que triunfaba x su carisma y x su entrega. A el le dolía las derrotas de sus pupilas, muchas veces se le vio con lágrimas en los ojos, x ejemplo en las derrotas de Daima en Atenas o la de Yalennis en Beijing. Que descanse en paz y que guie al judo cubano al buen puerto que necesita
Me gustaba verlo en las competiciones . Le daba mas emocionenes .
Grande profesor Veitia siempre sera recordado . QPD
EPD esta Gloria del Deporte. Y excelente escrito con muchas enseñanzas para el ámbito deportivo y la vida en general
QEPD MAESTRO Y CAMPEON OLIMPICO Y DEL MUNDO!!
Decir Ronaldo Veitia era decir judo competitivo, consagracion y disciplina a un deporte complicado como el Judo, era un creador nato, quienes lo conocimos en lo personal en la gran familia del Judo en Cuba, le pedias un consejo y te lo daba sin traba, era un hombre sincero y te decia lo que pensaba sin tapujos, creo y pienso que sus libretas de apuntes de sus entrenamientos deberian ser convertidos en libros de consulta, ahi estaban sus secretos de sus entrenamientos base de sus triunfos a escala mundial. Que descanse Paz el mejor entrenador de Judo en Cuba.
En mi criterio, junto a Alcides Sagarra y Eugenio Geroge, uno de los tres más grandes entrenadores cubanos de nuestros tiempos.
El pueblo de Cuba, en especial los hijos del deporte lamenta tan sensible pérdida. Fue un maestro que se mantuvo en pie abrazado a nuestra bandera hasta el último aliento. Llegué a sus familiares y compañeros del INDER nuestras sentidas condolencias, EPD
Se nos fue otro grande. Coincido en que Sagarra, Eugenio George y él son los más grandes entrenadores que ha dado este país. hombre carismático como pocos, apasionado de su deporte, casi telúrico a veces, llevo al judo femenino cubano a la cúspide. Como toda persona podría cometer errores, pero los agradecidos miramos a la luz, él dio glorias a la Patria, fue un cubano leal y sabio, por eso solo le decimos: Gracias Maestro.
No se va completamente quien deja tanto como él nos dio