El enigma de "los nadies"
¿Dónde está el secreto de la resistencia de una Isla que a prueba de bloqueos y agravios, prosigue su marcha con la cabeza erguida, respirando el aire sano de la libertad? ¿Cuál es el escudo que la protege? ¿De qué fibra está compuesto el sortilegio que la ampara? Las respuestas, sin muchos laberintos, conducen al pueblo. Es este, con sus esencias más profundas y sus antecedentes de batalla y victoria, el verdadero revelador del misterio. Si Cuba ha permanecido de pie, en medio de tormentas económicas y amenazas de todo tipo durante casi 60 años es porque está afincada en la obra de un lenguaje colectivo, sostenida por hombres y mujeres que, junto a sus líderes, han sabido amarla, defenderla, salvarla…
Bajo el dominio de la seudorrepública, los oligarcas de la burguesía aliada al capital transnacional trataban al pueblo como la masa amorfa, nada irredenta, incapaz de sostener criterio propio, una amalgama de sujetos manipulables al antojo de la conveniencia de sus mezquinos intereses. Tergiversaron tanto el concepto que eran ellos los que dictaminaban quién entraba en esta definición y quién no. Por supuesto, en sus postulados las grandes mayorías quedaban al margen, en ese espacio donde habitan «los nadies, los ninguneados», según Galeano.
Fue Fidel, en su alegato de defensa La Historia me Absolverá, quien lanzó a los cuatros vientos una idea que resonó en los tímpanos de los señores magistrados. Cuando hablamos de pueblo, dijo entonces, no entendemos por tal los sectores más acomodados y retrógrados de la población, a los que viene bien cualquier régimen de opresión, cualquier dictadura, cualquier despotismo, postrándose ante los amos de turno hasta romperse la frente con el suelo. «Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha— expresó—, la gran masa irredenta, a la que todos ofrecen y a la que todos engañan y traicionan».
Guiada por ese lúcido pensamiento, la Revolución triunfante abrió las esperanzas a los humildes y colocó los términos en su verdadero diccionario. Se comenzó a hablar en el lenguaje de la gente común y a acentuar la narrativa de la identidad nacional, contra los estrafalarios adornos burgueses.
Resulta inconcebible imaginar la Campaña de Alfabetización, la victoria contra el imperialismo en Girón o las grandes tareas fundacionales emprendidas desde el propio triunfo sin el apoyo consciente de millones de ciudadanos. A la vez que daban su aporte a la colectividad cada uno de ellos sentía gratificación a lo interno. Ocurría así, con la reivindicación de sus derechos, la emancipación de los eternamente marginados, la conquista de la autoestima de los nadies, que empezaron a dejar de ser lo que siempre fueron en la fraseología y actuación de los portentosos.
Con el poder en las manos, llegó la posibilidad de elegir y ser elegidos, sin necesidad de postularse a través de partidos políticos sino, como un acto más democrático, desde el mérito y la capacidad que todos reconozcan y señalen. Por eso, cada acto de nominación de candidatos a delegados del Poder Popular en Cuba, como los que ocurrirán a partir del 4 de septiembre, ha llevado el sello de la participación y confianza de los vecinos, donde el pueblo, el soberano, es el que decide, en un hecho único en el mundo.
Participar en este proceso de modo activo, no meramente formal, contribuye a profundizar las esencias patrias y los valores que nos definen como nación. «El pueblo lo es todo. Sin el pueblo no somos nada», nos recordaba Fidel cuando en las anteriores elecciones de 2015 ejercía su derecho al voto.
Hay quienes todavía, desde sus sillas imperiales, extraen de viejos diccionarios palabras infelices y cuestionan con sumo desprecio la gramática popular de la Revolución. Sienten tiránica rabia porque no pueden imponerle a la Isla representantes sumisos a sus designios. Intentan, mas fracasan. Y aunque no nos den pena los burgueses vencidos —como dijera Guillén—, a ellos sí debemos recordarles que hace mucho tiempo ya «los nadies» en Cuba descubrieron el enigma: derrocaron el término.
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El protagonista de esta obra como bien lo expresa usted es el pueblo, pero el enigma, el secreto de este milagro hecho por el pueblo, es del arquitecto, Fidel. Su capacidad de unir y reclutar, que aun después de su partida física nos mantiene unidos, es el verdadero secreto, el pueblo cree y creyó ciegamente en él, Raúl heredo esa suerte de plena confianza, un don que muy pocos políticos y líderes en el mundo han logrado con su pueblo.
Un día en medio de nuestras carencias alimentarias nos pidió donar una libra de azúcar de la que recibíamos para poder ayudar a otro pueblo hermano y nadie pensó en sus carencias, todos motivados lo apoyamos, muchos en aquel entonces no creían en el Marxismo y el socialismo, pero en Fidel si creían ciegamente, y si Fidel cree en el Marxismo entonces ellos también creen. Somos un pueblo Fidelista, construimos un obra de justicia social porque el arquitecto lo diseño, en ese proyecto muchas generaciones estamos marcada de por vida por él, y si nos agredieran, la mayoría como en los días cercano a Girón no escribirían con sangre otra palabra, volverían a escribir Fidel.
Bravo, este si dio en el blanco, pues además ¿existe otra explicación.?
¿Otras explicaciones? lee los comentarios sobre las perspectivas económicas para 2017.
Algo en relaciòn con nuestra maravillosa historia:
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/08/23/las-siete-maravillas-de-cuba-por-victor-angel-fernandez/
Agua por todas partes.
Para mí, el comentario de HÉCTOR Y EL HERMANO sintetizan el argumento, felicidades por el Artículo y el criterio de HÉCTOR Y EL HERMANO.
Agradezco leer este artículo lleno de energía que trasmiten fuerzas y más cuando parten de una nueva generación, recuerdo a Yoerky Sánchez Cuéllar cuando lo conocimos en las tribunas luchando por el regreso de Elián, es un soldado de esta Revolución cultivado en el periodo especial, y está en la trinchera de ideas dando vida a esta obra, adelante que la patria lo necesita.
No podemos olvidar este mensaje que nos recuerda que la obra de Fidel es el proyecto de Martí, la magia está en mantener la unidad y la fe en la victoria, que como opine en otro momento, comparaba a la obra de las abejas o las colonias de Hormigas que se unen formando una valsa que les permite unidas superar furiosas corriente en las crecidas de los ríos, eso es este mundo, una tormenta en la que solo un pueblo unido puede superar.
Sí, existe otra FIDEL Y MAS FIDEL, REVOLUCION SOCIALISTA Y MAS REVOLUCION SOCIALISTA
El pueblo de Cuba, a pesar de no vivir en una sociedad perfecta, conoce la diferencia entre pasado y presente. Espero que nunca perdamos la fuerza de condenar lo mal hecho y que luchemos codo con codo para preservar los logros de la revolución.
Excelente artículo. sintetiza lo que representa Cuba para los latinoamericano: el crisol de un espíritu colectivo con su Historia en la que están las personalidades eternas Fidel, Martí