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Iraq, una guerra olvidada

En este artículo: Estados Unidos, Iraq, Juan Gelman
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Un estudio publicado por la revista PLOS Medicine indica que esa cifra habría que multiplicarla por 50. Preparado por 12 investigadores de EE.UU., Canadá e Irak, indica que perdieron la vida 460.800 civiles iraquíes entre 2003 y 2011.

Un estudio publicado por la revista PLOS Medicine indica que la cifra de muertos civiles en los últimos años habría que multiplicarla por 50. Preparado por 12 investigadores de EE.UU., Canadá e Irak, el estudio indica que perdieron la vida 460.800 civiles iraquíes entre 2003 y 2011.

Terminó –por así decirlo– hace menos de dos años y pareciera que la de Iraq entró en perfecto olvido. Tal vez porque finalizó tres veces: la primera, cuando W. Bush anunció en mayo del 2003, menos de dos meses después de invadirlo y a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln, “misión cumplida”. La segunda bajo Obama, cuando tropas estadounidenses cruzaron la frontera con Kuwait como si se estuvieran retirando, un hecho proclamado como “el fin de la guerra de Iraq”. La tercera, cuando el Parlamento iraquí se negó a acordar inmunidad a los invasores, quienes proclamaron oficialmente el cese del conflicto el 11 de diciembre del 2011. Pero la muerte sigue campante su paseo por Iraq.

Estos otros asesinatos, provocados por enfrentamientos sectarios y sobre todo por atentados terroristas, no despiertan mayor interés en los medios a pesar de su estruendo. Una breve relación indica que el 10 de octubre que pasó hubo 42 ejecutados, 39 muertos y 22 heridos en distintas partes del país; el 11 de octubre, 23 muertos y 36 heridos; el 12 de octubre, 47 asesinados y 50 heridos; el 13 de octubre, 61 muertos y 171 heridos; el 14 de octubre, 13 asesinados y 12 heridos; el 15 de octubre, 24 muertos y 34 heridos; el 16 de octubre, 14 muertos y 20 heridos; el 17 de octubre 76 muertos y 229 heridos. Según estimaciones del Centro Palestino, más de 6000 civiles iraquíes perdieron la vida sólo en lo que va del año. ¿Daños colaterales de la democracia y la libertad que EE.UU. y sus socios de la OTAN legaron a Iraq?

Es notorio que se contradicen las evaluaciones en torno del número de muertos civiles durante los ocho años de guerra propiamente dicha. Es un tema espinoso. Los mandos de las tropas ocupantes decidieron no dar cuenta del número de esas bajas. En no pocas ocasiones las incluyeron en el rubro de “fuerzas insurgentes” o “terroristas”. Salee, una niña de 9 años que difícilmente perteneciera a las unas o a los otros, estaba jugando a la rayuela con sus amigos cuando aviones de EE.UU. dispararon tres misiles causando la muerte de su hermano y de su mejor amigo, la pérdida del pie derecho de su hermana Rusul y la de sus dos piernas desde las rodillas. Un caso entre tantos otros.

El presidente Obama calificó a EE.UU. de “país excepcional” y uno de los factores de esa calidad es la ignorancia o la no admisión de las matanzas del gobierno por parte de un sector de la opinión pública. En el 2011, una encuesta de la Universidad de Maryland reveló que un 38 por ciento de los estadounidenses estaba perfectamente convencido de que EE.UU. había hallado pruebas irrefutables de que Saddam Hussein mantenía estrechas relaciones con Al Qaida. Se ignora si muchos de los interrogados creyeron y todavía creen que el número de civiles iraquíes muertos ascendió a unos diez mil, según encuestas realizadas en EE.UU. y Gran Bretaña en junio de 2013.

Un estudio publicado por la revista PLOS Medicine indica que esa cifra habría que multiplicarla por 50. Preparado por 12 investigadores de EE.UU., Canadá e Iraq, indica que perdieron la vida 460.800 civiles iraquíes entre 2003 y 2011, un 60 por ciento de muerte violenta y el resto por el colapso de la infraestructura hospitalaria motivado por la guerra y causas anexas.

Los autores del informe, pertenecientes a las universidades de Washington, John Hopkins, Simon Fraser y Mustansiriya explican su metodología, tal vez la más rigurosa empleada hasta ahora: visitaron dos mil hogares seleccionados en 18 provincias de Iraq entre mayo y julio del 2011 y averiguaron el número de fallecidos en cada familia, así como las consecuencias médicas de las sanciones impuesta a Iraq por la ONU desde el 2001. Encontraron que la tasa de quienes perecieron era del 4,55 por cada mil personas, más del 50 por ciento superior a la anterior a la invasión. Señala el informe que el exceso de muertes atribuibles a la guerra fue de 405.000 hasta mediados del 2011.

Los investigadores contaron con la asistencia voluntaria de científicos iraquíes y como el estudio se llevó a cabo a mediados del 2011, pudieron recorrer territorio con más seguridad y amplitud que quienes realizaron una labor similar tiempo antes y registraron pérdidas menores. Es el caso de Iraq Body Count, que las cifró en 112.000.

Habrá que darle la razón a Leonardo da Vinci. Escribió: “El mal es nuestro enemigo. ¿Pero no sería peor que fuera nuestro amigo?”. Se ve que sí.

(Tomado de Página12, Argentina)

Se han publicado 5 comentarios



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  • Enrique dijo:

    ¿QUIEN LLEVA A LOS RESPONSABLES AL TRIBUNAL INTERNACIONAL? NO SE PUEDE PORQUE AUN LA FUERZA ES LA QUE MANDA. ¿HASTA CUANDO TIENE EL MUNDO QUE RESISTIR LA ARROGANCIA DEL PAIS EXCEPCIONAL? MIENTRAS ESE PAIS SEA EL MAS PODEROSO HAY QUE AGUANTAR.
    PERO LA HISTORIA ES IMPLACABLE Y LE PASARA LA CUENTA, EL PROPIO PUEBLO NORTEAMERICANO ALGUN DIA ABRIRA LOS OJOS Y POR VERGUENZA RESOLVERA EL PROBLEMA.
    SE RECORDARAN COMO EL MAS CRUEL Y VIL DE TODOS LOS IMPERIOS.

  • Leandro dijo:

    ¿Y Afganistán? ¿Y Libia?

  • Román dijo:

    La guerra que no le importa a la Mass Media!!

  • Hendris Manuel dijo:

    Buenas tardes.

    “No hay por qué temer a las discrepancias en una sociedad como la nuestra, en que por su esencia no existen contradicciones antagónicas… Del intercambio profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones, si es encauzado por propósitos sanos y el criterio se ejerce con responsabilidad… No vamos a dejar de escuchar la opinión honesta de cada cual, que tan útil y necesaria resulta...”

    Comienzo mi escrito con éstas palabras de nuestro Presidente Raúl Castro, precisamente porque mis inquietudes nacen al ver que tan sabias ideas no son tomadas en cuenta por aquellos que poseen bajo su mando la posibilidad de que las personas emitan su criterio. Hablo sobre nuestros sitios digitales. Entiendo (y no mucho) que no tengamos acceso a las redes sociales (Twitter, Facebook…) donde miles de personas plasman sus comentarios e interactúan con otros gracias a la magia de la Internet; pero lo que si no entiendo nadita, es que después de un Congreso de la UPEC, un pleno extraordinario, un Foro sobre el derecho a la información, discursos, llamados a la conciencia pública… algunos sitios como Cubadebate, aun censuren comentarios de muchos cubanos de a pie. Hablo de comentarios agudos pero honestos, donde las personas escriben claramente lo que piensan y cómo creen que se pueden mejorar las cosas, y en cambio, admiten frases vacías, comentarios aduladores y triunfalistas… además de ofensas personales y comentarios vulgares. Censurando realidades no cambiamos nuestro entorno, no entendemos el presente ni aseguramos ningún futuro. No estoy en contra de publicar todo lo bueno que tenemos, es un derecho irrebatible que poseemos, es que sencillamente, de esos asuntos nos encargamos día a día.

    Ya Raúl lo advirtió cuando dijo “En este frente se requiere también dejar atrás, definitivamente, el hábito del triunfalismo, la estridencia y el formalismo al abordar la actualidad nacional y generar materiales escritos y programas de televisión y radio, que por su contenido y estilo capturen la atención y estimulen el debate en la opinión pública, lo que supone elevar la profesionalidad y los conocimientos de nuestros periodistas; si bien es cierto que, a pesar de los acuerdos adoptados por el Partido sobre la política informativa, en la mayoría de las veces ellos no cuentan con el acceso oportuno a la información ni el contacto frecuente con los cuadros y especialistas responsabilizados de las temáticas en cuestión. La suma de estos factores explica la difusión, en no pocas ocasiones, de materiales aburridos, improvisados y superficiales…”

    Quisiera escribir mucho más, pero otros cubanos necesitan de este espacio para plasmar sus inquietudes. Perdonen que mi escrito se salga totalmente del artículo, pero lo creo necesario, de todos modos: perdonen.

    Felicidades para José Alejandro Rodríguez, quién en su columna Acuse de recibo y acompañado por Jesucito, nos invita al diálogo y la reflexión, haciendo gala de un exquisito periodismo de pueblo, socialista y Revolucionario.

    henmanuel@infomed.sld.cu

    • Román dijo:

      Opinión?? opinión?? Qué es eso??

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Juan Gelman

Juan Gelman

Poeta y periodista argentino. Recibió el Premio Cervantes de Literatura, en 2007.

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