Cubadebate

Por Julita Osendi Díaz

Llegar a Moscú es cumplir un viejo anhelo de los que como yo peinamos o teñimos canas. Moscú, su Plaza Roja; Moscú, su impresionante Kremlin, Moscú sus Juegos Olímpicos y su María Caridad Colón, Teófilo Stevenson, Daniel Núñez. Moscú era, quizás, mi más viejo sueño y también mi última oportunidad de ver la gran capital rusa y mi último Mundial de Atletismo, el deporte que más me apasiona.

Por ello, a pesar del accidente sufrido hacia apenas cuatro semanas, me lancé con un par de muletas a la aventura y en pleno vuelo de Aeroflot, comencé a vivir ésta, mi última cruzada atlética con los últimos muchachos que venían de Cuba, encabezados por la experimentada triplista Mabel Gay, plata en Berlín, pero fundamentalmente jóvenes en busca de la experiencia que se obtiene en estos grandes eventos, así como los integrantes del relevo.

Después del lógico ajetreo del aeropuerto y distribuidos cada cual en su hotel, llegué al otro día al Cosmos, donde el piso doce fue tomado por asalto por los 24 integrantes de la delegación cubana... Mientras conversaba de su pequeño Abdel, el pequeñín de Yipsi Moreno; la discóbola Yarelis Barrios, su compañera de cuarto soñaba con el que muy pronto saldrá a buscar. Ambas comentaban de sus reales posibilidades y de las pruebas del doping en sangre que realizaban ese día a todos los participantes de los países que se encontraban en ese hotel.

!Qué bueno! decían la Furia de Agramonte y la Efigie de Ébano, '"porque nosotras siempre estamos limpias, nuestros resultados son puros, que hay otrosssssssssssss"', decía guiñando un ojo la carismática Yipsi. Más adelante , Leonel Suárez y su inseparable Gabino Arzola, pasaban por el pasillo y entraron a saludar. Estamos convencidos que aunque sin haber competido este año por su lesión en la rodilla que le afecta , fundamentalmente, el salto de altura, Leonel viene a por todas al igual que en sus últimas justas mundiales y olímpicas, ocupando un puesto en el podio “afirmó el entrenador lo que corroboraba el medallista olímpica y mundial.

Muy seria, yo diría que concentrada, estaba Yarisley Silva con su maestro Alexander Navas. Las cuatro mejores garrochistas del planeta entre ella la sin par multirecordista mundial, la rusa Yelena Isinbayeva, quien afirma se retiraba en su Patria con el oro".

“Yarita” sólo callaba, no dando pronósticos hablados pero con un imperativo gesto de que ella también venía a esta ciudad por su metal dorado.

Contentos y cantando (menos mal que son corredores) estaban los jóvenes del relevo largo, encabezados por Raicel Acea, quienes añoran a su preparadora Eloína Kerr, pero lo de Londres no se repetiría. Como recordaremos en la capital británica una lesión impidió quizás hasta una medalla ya en las finales. Esta vez, pienso, no va a ser igual. Ellos mismos reconocen el nivel parejo de más de 10 estafetas participantes, descontando a las líderes indiscutibles del orbe con sus impresionantes registros.

Llegar a la final para ellos, sin apenas competir, sería un alegrón. Al igual que Yarelis, debutan en la primera jornada, las también discóbolas, Yaimé Pérez, "la rusa" y Denia Caballero. El ya avezado preparador Raúl Calderón confía en que estas muchachas seguirán el ejemplo de la multimedallista cubana, aunque refiere el alto nivel competitivo de la justa.

Volvió a salir a flote el doping como flagelo y muchas veces causante de una marca falsa, aparentemente de otra galaxia. Y así nos encontramos, yo caminando lentamente y queriendo volar a uno que sorprendió y que no viene de la pirámide del alto rendimiento. Se trata del triplista Pedro Pichardo, quien al decir de Ricardo Ponce, es un joven que ha avanzado mucho, aunque le falta mejorar su primer brinco, pues es rápido en la carrera de impulso y es muy competitivo. Ya le ha ganado a grandes y por qué no repetirlo aunque sea difícil".

Otras dos jóvenes figuras me impresionan en este Mundial y que pueden ir ascendiendo con seguridad de llegar a la élite: la ochocentista, ya finalista olímpica, Rose Mary Almaza, y la heptalonista Yorgelis Rodríguez. Ambas venían del entrenamiento junto al jabalinista Guillermo Martínez, quien conoció del fallecimiento de su papá estando ya en Moscú, y optó por competir, hecho que lo engrandece.

La otra es la balista Yaniubis López, una muchacha que merece ser reconocida pues aunque trae una marca B discreta, ha sufrido por dos años de leucemia, hospitalizada en el Naval y el CIMED, a cuyos médicos y demás personal le debe su vida.Y cuando todo parecía perdido para esta santiaguera de sólo 27 años, ahí la tenemos, en un Mundial y cumpliendo con lo exigido por la IAAF. Bien por ella.

Podríamos hablar de las diabluras de Lazarito Borges, quien quiere volver a planos estelares, de la propia Mabel que ella misma reconoce andar distante de sus mejores registros, del forzudo Jorge Fernández en el disco, talento y fuerza tiene para avanzar o del joven martillista Roberto Janet, sobrino de quien fuera nuestro primer gran jabalinista, Aurelio Janet, o también de los vallistas, un muy delgado Orlando Ortega, al que ojalá no le pese mucho su ausencia de la gira estival, hace unas semanas, su compañero de especialidad Ignacio Morales y el ya hecho Omar Cisneros, éste en los 400 vallas, listo para la final.

Alegría y combatividad sobran, ahora bien a este nivel con eso no basta. Podemos soñar con Yarisley, Yarelis, Yipsi, Pichardo, Leonel, Guillermo y !qué bien cualquier sorpresa! que siempre las hay, pero esta es la realidad. A enfrentar el Mundial, muchachos, ya apenas quedan horas.