Cubadebate

Por: Javier Montenegro Naranjo, estudiante de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana

El fútbol está lleno de sorpresas. A cada rato nos asombramos con las derrotas de grandes equipos frente a rivales inferiores. Podemos atribuir estas victorias a malos momentos de un club, a errores puntuales, a bajones físicos de determinados futbolistas, pero pocas veces se da el mérito a estos matagigantes. No hablo solo de equipos de primeras divisiones que plantan cara a los grandes. Eso es lo normal, un campeonato donde cualquiera pueda vencer y no se establezcan hegemonías. Aun así ocurre.

Una de las semifinales de la Copa de Su Majestad el Rey nos trae un gran encuentro: Barcelona y Valencia. Podemos especular, establecer posibles duelos, pero nadie discutirá que es un partido parejo. Pero en la otra semifinal tenemos al Athletic de Bilbao y al Mirandés. Sí, el Mirandés, un equipo de Segunda B y que jamás ha jugado en Segunda División del fútbol español. ¿Cómo es posible? No es lo mismo un campeonato de regularidad que los partidos de ida y vuelta. En los primeros tres encuentros sacó de competición a los conjuntos Amorebieta, Linense y Logroñés, dos de Segunda B y uno de Tercera. Son resultados lógicos, más si se tiene en cuenta el buen momento que atraviesan los rojillos.

Pero en dieciseisavos dejó fuera al Villareal. Están en un pésimo momento los del submarino amarillo, eso es indiscutible, pero su calidad está probada. Sería injusto atribuir la victoria a este gran bajón. Y el Mirandés se cuela a octavos de final. Le toca al Racing de Santander, otro viejo miembro de la Primera División de la Liga española. ¡Apeado de la competición! Cuartos de final: Espanyol. Aquí la historia es más dramática; cayeron derrotados en la ida 3-2 y remontaron en la vuelta. 2-1 vencieron al equipo catalán y por los goles anotados en campo rival avanzaron a la siguiente ronda.

¿Qué ocurrirá en semifinales? Cualquier persona con dos dedos de frente da como favoritos a los vizcaínos. Un equipo con gran tradición copera y que ha mejorado mucho esta temporada de la mano de Marcelo Bielsa, pero ¿acaso alguien dio de favorito al Mirandés en los tres partidos anteriores? La última palabra la tendrá el terreno. En una eliminatoria de ida y vuelta pueden ocurrir muchas cosas.

Pero esto no es un fenómeno aislado. En Inglaterra, una de las semifinales de la Copa de la Liga Inglesa la protagonizaron el Crystal Palace y el Cardiff, dos clubs de segunda categoría (Football League Championship). El primero, uno de los tantos clubs londinenses, eliminó al Manchester United en cuartos de final, y el segundo, de la capital de Gales, al Blackburn Rovers. En semifinales tuvieron que llegar a la tanda de penaltis tras empatar 1-1 en el global; el guardameta del Cardiff se vistió de héroe al atajar los dos primeros lanzamientos. El equipo galés intentará levantar este título por segunda vez en su historia, tras lograrlo en la temporada 1926/1927. El Liverpool será su rival en la final al eliminar al Manchester City en las semis.

¿Qué pasa con los millones? ¿O con los jugadores de primera categoría? Lo normal es la presencia de los conjuntos favoritos en las últimas rondas de las diferentes copas. No es por menospreciar el esfuerzo y todo el mérito de llegar  tan lejos, pero cómo se las arreglan para avanzar tanto. Quizás el sorteo influya, pero seis rondas venciendo, en el caso del Mirandés, en la que según la IFHHS es la mejor liga del mundo, deja muchas dudas sobre el tapete. Sería oportunista hablar del ejemplo que dan estos equipos a aquellos que crean su base alrededor de los petrodólares o los millonarios que en su tiempo libre juegan a ser presidentes de un club; pero lo repito, deja muchas dudas.

Quizás la aventura copera termine en semifinales, o quizás no. Quién sabe si el Mirandés se lleva la Copa del Rey a casa. O si el Cardiff vence al Liverpool. A estas alturas no podemos asombrarnos. Han llegado a donde nadie esperaba, y cuando salgan al terreno de juego serán un gran peligro. Nada tienen que perder, su actual posición ya es un sueño, solo les queda mejorarla; suena a conformismo, pero es la realidad. Esperemos al 31 de enero, cuando se enfrenten Mirandés y Athletic de Bilbao.

Es seguro que no veremos al Mirandés a menos que clasifique para la final; y si el Cardiff gana, dudo también que transmitan el partido. A todos nos gusta ver lo conocido, lo que sabemos que será bueno, no nos gustan las sorpresas. La Eurocopa de Portugal ya dejó más de un infartado con aquellos griegos. ¿Se imaginan al Barça o al equipo ché derrotados en la final por un modesto club de Segunda B? La debacle.