Cubadebate

Sobre la caída del Imperio bárbaro En la crisis catastrófica del "capitalismo del siglo XXI": pueblos y gobiernos contra el "Nuevo siglo norteamericano"(1); por Antonio Maira

En la crisis catastrófica del capitalismo del siglo XXI: Pueblos y gobiernos contra el "Gran siglo norteamericano"

Antonio Maira
inSurGente

Para la lucha de las ideas sobre el "Gran Garrote" y el "Patio trasero"

La determinación de los gobiernos de Cuba, Venezuela y otros países latinoamericanos, de garantizar sus fronteras contra una intervención armada -directa o indirecta-, de los Estados Unidos ya está enunciada con toda claridad.

Como la "praxis revolucionaria real" (con lenguaje más claro: la acción estratégica revolucionaria) acompaña siempre a la lucha política, hace tiempo que el estado mayor revolucionario ha establecido las alianzas internacionales y ha creado el aparato militar capaz de garantizar la defensa de la revolución que se expande por América Latina.

Honores debidos. Hay que recordar inmediatamente que "la lucha de todo el pueblo" -de concepción y experiencia en lucha de origen cubano-; ha sido asumida plenamente por Venezuela y,  según parece evidente ahora-, por Bolivia.
Ecuador y Nicaragua deben marchar en estos momentos, aceleradamente, por el mismo camino. No son ya palabras: son puños.

Evidentemente:  para no frustrar el propósito firme de defender las revoluciones populares bolivarianas, la estrategia defensiva -que empezaba por el aseguramiento de las propias fuerzas armadas-; se desarrolló al mismo paso que la lucha política, y el establecimiento de alianzas internacionales basadas en la defensa del "multilateralismo" y la lucha contra la expansión militar agresiva del Imperio.

El proceso resultó -y así continua siendo- crítico y sumamente arriesgado, como ocurre en todos los procesos realmente revolucionarios.

Lo fue aún en países de ejércitos profesionales definidos en una parte de sus oficiales y de los cuadros intermedios (como en la tropa) por un intenso mestizaje común a toda la población excepto a la oligarquía; y de fuerte tradición bolivariana y guerrillera -como Venezuela.

Se hizo bajo la constante vigilancia, amenaza y operaciones de fuerza -golpes de todo tipo-, de los sectores oligárquicos apoyados -financiamiento, guerra informativa, diseño táctico, apoyo militar y de inteligencia-, por los EEUU.

Por supuesto, las actividades estratégicas del presidente venezolano eran perfectamente conocidas y vigiladas por Washington. De ahí esa grandiosa fase de la revolución en la que una "revolución permanente" se va creando en el enfrentamiento contra una "contrarrevolución también permanente". De todo eso, Fidel sabía más que nadie por su amor revolucionario y por su experiencia de lucha y resistencia. Ahora Chávez es un excelente alumno con plena capacidad creativa. También ha acumulado experiencia en lucha que es la base de la teoría revolucionaria en marcha y de la acción política revolucionaria

Sin lugar a dudas, Hugo Chávez es un excelente estratega revolucionario.
Sería infantil no asumir que la defensa de América frente al imperio criminal del Norte fue dirigida por un "estado mayor cubano-venezolano", ampliado posteriormente a otros países que han iniciado la revolución bolivariana (y también marxista y martiana), y que han estado bajo permanente amenaza de Washington y de su apropiación de América -ahora del mundo- como "patio trasero".

Los orígenes: Cuba, su "solidaridad sin límites" y su resistencia

La primera voluntad de creación de un "estado pueblo" -lo que implica necesariamente el mantenimiento de la soberanía popular y de un sistema económico y político socialista-, germinó en la permanente lucha cubana por la identidad y la resistencia al intercambio colonial y neocolonial entre España y los EEUU(2).

La Cuba socialista -que no el bíblico David- lanzaba piedras contra el Goliat de nuestro tiempo y no permitía el asalto del gigante.

Sobre esa resistencia germinal cubana -que se concretó como soberanía y como socialismo en 1959 (3)-; Venezuela y Cuba han redefinido el proyecto social y político, radicalizando sus elementos fundamentales y planteándolo como único sistema continental posible.

Cuba lo aportó todo a la "posibilidad" de una nueva oleada revolucionaria. Fundamentalmente: resistencia -económica, sicológica y moral- de todo el pueblo; y solidaridad internacionalista sin más límites que la capacidad de su población sometida a un bloqueo criminal durante casi cincuenta años.

El aporte cubano a la salud, la alfabetización, la educación, las luchas por la independencia, la emancipación de los pueblos de los yugos coloniales y racistas, no tiene parangón alguno en la historia de la humanidad.

Un guijarro teórico-práctico de "baja intensidad" para que los lectores que lanzan piedras continúen haciéndolo

Sin entrar en "debates teóricos sobre el campo de batalla", puede decirse ya -en términos muy generales pero también muy concretos- que el nuevo proyecto revolucionario se define fundamentalmente como antiimperialista y, por eso mismo, como socialista.

No podía ser de otra manera: es la antítesis del "Nuevo Siglo Norteamericano" que es la expresión brutal de otro proyecto también concretísimo y de implantación vertiginosa; el "capitalismo del siglo XXI".

No en vano, el imperialismo es el "modo de relación" -económica y política- del capitalismo neoliberal con su periferia, es decir, de los países centrales con el resto del mundo.

El capitalismo globalizado es el imperialismo llevado a su última expresión.

Los representantes económicos y políticos de la oligarquía capitalista -y sus bufones ideológicos, iracundos y militarizados como periodistas empotrados en Falsimedia- le llaman globalización al establecimiento de un mercado único al servicio de los grandes fondos financieros transnacionales, y de las gigantescas transnacionales especulativas: energéticas, farmacéuticas, alimentarias, petroleras, narcotraficantes y "fármaco-traficantes", armamentistas, de sanidad basura, de alimentación basura, entre otras entidades (que diría con precisión poético-marxista y experiencia en fascismos varios el gran Pablo Neruda).

"Fundamentalmente antiimperialista" -dicho esto es sentido pleno-; soberanía y socialismo, o proclamado como lema de combate contra la barbarie: "socialismo o muerte".

Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, lo están convirtiendo en un proyecto continental a caballo de la pasión revolucionaria que mitifican, contagian, y ejercen Bolivar, Martí y Fidel -condiciones subjetivas-; y de la necesidad de sobrevivir como pueblos (soberanía) y como sociedades (contra el hambre y la miseria) -condiciones objetivas. El proyecto se fue configurando a ritmo lento, a trompicones, pero hoy es vertiginoso.

La globalización económica, el capitalismo, el imperialismo y el Imperio

Mientras los pueblos revientan de rabia y mueren de hambre, las organizaciones populares para la lucha política y económica de la izquierda han desaparecido; y las instituciones de todo tipo son monopolizadas por la derecha que lleva más de setenta años aprendiendo conceptos estratégicos muy bien armados y absolutamente desvergonzados como "revolución naranja", "respuesta escalonada", "guerra económica", "terrorismo internacional", "libertad duradera", "democracia occidental", "guerra preventiva", "libertad de prensa", "occidente cuna de los derechos humanos", "libertad de empresa y de comercio".

La "izquierda clásica" -a cuya versión actual "europea occidental" o "española" podríamos llamar anaranjada o castiza- ha perdido sus organizaciones políticas y sindicales y, en consecuencia, ha desaparecido de los escenarios en los que se lucha por el poder político y puede plantearse un cambio social real que necesariamente tiene que revolucionario.

La izquierda sectaria, la izquierda filosófica y la izquierda de pergamino viven en otro mundo.

La izquierda sectaria (cuyas expresiones extremas serían la "izquierda de manual" y la "izquierda de  pergamino") es la que no acumula y actualiza las distintas experiencias revolucionarias, sino que las enfrenta las unas con las otras. Es la que analiza las opciones estratégicas y políticas como continuación de los "debates en lucha" de los grandes pensadores del marxismo desde mediados del siglo XIX hasta finales del siglo XX.

La realidad que vivió y revolucionó Marx -y analizó magistralmente-, se parece tan poco a la que observaron y revolucionaron sucesivamente Lenin, Troski, Stalin, Mao o el joven Fidel que es absolutamente inútil ponerlos a debatir furiosamente.

La izquierda sectaria vive con "emoción revolucionaria contemporánea" debates extemporáneos o que nunca existieron.  Una parte de ella dogmatiza y sentencia sobre los intensísimos conflictos que conllevan las decisiones a vida o muerte de los procesos revolucionarios reales, que siempre de desarrollan en el estrechísimo y larguísimo filo entre la victoria y la derrota. En el mejor de los supuestos mantiene el espíritu de "todos los momentos de las grandes victorias revolucionarias"; pero los condensa y los acumula reclamando -en debates feroces-, una victoria rápida.

En donde todavía no hay una fuerte lucha social organizada -como en España-, la izquierda sectaria se sitúa a años luz de la lucha real que apenas trasciende del sufrimiento individual resignado, de la servidumbre ideológica, de la carencia de una cultura revolucionaria, y de la apatía.
Cuando empieza -poco a poco y paso a paso-, la lucha social; la izquierda sectaria se coloca en una "vanguardia de marxismo troceado en sectas" con la que no se identifica el pueblo hambriento, humillado y aterrorizado que se subleva a golpes de sufrimiento, con ira pero sin proyecto, y que avanza a trompicones.

En asuntos internacionales de colosal importancia como el proceso y el proyecto revolucionario que vive América latina, la tal izquierda se convierte -dentro de la "izquierda revolucionaria"- en enemiga acérrima y constante de procesos como los que realizan la Venezuela bolivariana o la Cuba revolucionaria. No encajan con los párrafos del manualito, los textos del pergamino, o los debates históricos de tiempos que ya no son.

La izquierda filosófica es la que no sale del pensamiento puro. Vive en una urna de cristal.
Conoce perfectamente el genial cuadro conceptual de Marx, Lenin, Troski, Rosa Luxemburgo, Mao,  y es capaz de hacer un enorme manual que condense el pensamiento de todos ellos con independencia de los tiempos históricos en los que "filosofaron en lucha". La realidad vertiginosa de ahora mismo no la conmueve ni la saca de su permanente abstracción.

El Capitalismo del Siglo XXI no les dice nada en absoluto. Tampoco sus conceptos muy elaborados de dominación económica, militar, política, ideológica y "cultural". (4)

Una amenaza en dos versiones interrelacionadas: la IV Flota y los estados y organizaciones mercenarias: la Colombia de Uribe

Comencé estas notas afirmando que la voluntad y la preparación para resistir una intervención armada -directa y preventiva, o mediante intermediarios como Colombia- de los EEUU en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba, están determinadas y en fase muy avanzada de organización. Estoy hablando de una voluntad compartida y una organización coordinada; es decir, de una defensa común y popular.

La conciencia viene de las largas luchas de los pueblos del continente y de la larguísima crisis que "justificó" las décadas genocidas que comenzaron precisamente el 11 de septiembre de 1973.

La "oportunidad" y la "necesidad" llegan ahora con la revolución bolivariana y con la crisis catastrófica del capitalismo global y neoliberal. La larga crisis que ha aplastado a los pueblos del tercer mundo ya no permite las manipulaciones ideológicas de la oligarquía vinculada por "entrega total" a los EEUU, ni las intervenciones militares autónomas.

La recesión que ha estallado en el núcleo del capitalismo armado -el Primer Mundo- imposibilita cualquier intervención militar directa a no ser que el "occidente civilizado" opte por la utilización de las armas que siempre ha monopolizado en la investigación, el diseño, el desarrollo, la fabricación y el uso: las armas de destrucción masiva.

La amenaza

La amenaza es evidente en dos versiones interrelacionadas. La primera se llama IV Flota.

Nunca se ha visto nada parecido porque se trata de una gigantesca base militar -en gran parte invisible, móvil y ultrarrápida-, de asentamiento concentrado o disperso, en todos los mares oceánicos y continentales de América Latina. Aguas internacionales, juridiccionales y fluviales (las llamadas aguas dulces).

La IV Flota tiene la mayor potencia de fuego táctico o estratégico que jamás se haya visto.

La que se está definiendo como la mayor flota permanente de batalla de todos los tiempos sirve también de plataforma de organización y control de combate, transporte y aprovisionamiento para todo el poder militar asentado en el territorio propio de los Estados Unidos.

También tiene capacidad para dirigir y coordinar las operaciones de las pequeñas bases de control, inteligencia y dirección de combate especializado de pequeñas unidades móviles, distribuidas por diversas colonias y estados subordinados en el Caribe y América Latina. La operación de ataque al campamento negociador de la FARC en Ecuador fue un ejemplo de estas operaciones, realizado desde Colombia

La IV Flota tiene un terrible poder de amenaza, de coacción y de "represalía genocida".

La segunda versión de esa amenaza imperial es la "intervención militar mercenaria" llevada a cabo por el ejército colombiano, sus paramilitares, y las "compañías de servicios militares" -los contratistas civiles que encubre Falsimedia- reclutadas por el Pentágono.

Sin embargo, las guerras de finales del siglo pasado y principios de éste -finalizadas, en curso o planeadas- de Yugoslavia, Iraq, Palestina, Líbano, Irán- han servido de enseñanza para todos. También para los resistentes empezando -honor obliga- por Cuba.

Lo nuevo de la barbarie desatada por el capitalismo es que se ha convertido en auténtica locura.

Por eso ha creado una poderosísima necesidad de lucha contra el dictado imperial de Washington. Y eso es -en una lucha necesaria aunque terrible contra la barbarie- totalmente invencible.

Los EEUU han empezado a perder su gran guerra del siglo XXI.

(Finalizado el 30 de septiembre de 2008)

Dedicatoria especial

Se lo dedico a Jofa cuando son uno;
a Jose y Fany cuando son dos;
a los mismos dos -o una u el otro- cuando hacen "Cultura para la insurgencia";
aunque en ese momento: dos o uno(a) son cientos;
Jose y Fany -o viceversa- cuando se mencionan como dos dicen "nosotras", pues sobre todo son "personas".
Jofa está recuperando la cultura de combate contra el fascismo. Nada menos.

Notas:

(1) Comencé a escribir este artículo días antes de que Hugo Chávez lanzase su proclama que considero como un "Segunda Declaración de Caracas",  similar en su contenido y en su dimensión continental a la "Segunda Declaración de la Habana".
En nuestro tiempo los mensajes se van componiendo continuamente y se hacen públicos de manera inmediata.
Una breve proclama puede resumir y condensar distintos discursos y declaraciones en los que se ha ido definiendo la voluntad de independencia, de liberación del yugo neocolonial y de construccdión del socialismo.

(2) Nos lo ha explicado magistralmente, hace pocos días, Ricardo Alarcón de Quesada.

(3) La revolución cubana también -como todas- fue un proceso largo que se fue definiendo en lucha. Lucha de clases, naturalmente, pero no con la estructura de clases cristalizada que algunos teóricos marxistas congelan en las obras de Carlos Marx o en las de los demás grandes teóricos y luchadores por el comunismo.

(4). Hay, desde luego, grandes filósofos de combate. Alba Rico es uno de ellos; Carlo Frabetti, otro; Fernandez Liria, otro; María Toledano; otra. También hay grandes narradores que pelean con el relato, la novela o los guiones cinematográficos, para acercar la realidad colectiva y la lucha social a la novela más leída -histórica o de intriga, con frecuencia- o al cine. Andrés Sorel y Belén Gopegui representan dos esfuerzos distintos, igualmente ejemplares.
Las menciones denotan un conocimiento elemental -casi rayano en la ignorancia- de esos terrenos de lucha que tangentean con el mío en inSurGente. Lanzan piedras desde otra trincheras.
Los filósofos están haciendo el gigantesco trabajo de recuperar el lenguaje del pueblo.

Noticia relacionada

Aporrea /Agencias. (8 de septiembre de 2008).- Rusia estacionará temporalmente en Venezuela aviones de ataque contra submarinos, afirmó este lunes el portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Andrei Nesterenko.

"Antes de fin de año, como parte de una expedición de larga distancia, hemos planificado la visita de una flotilla rusa a Venezuela (...) y estacionar temporalmente aviones antisubmarinos de la Marina Rusa en un aeropuerto en Venezuela", afirmó Nesterenko.

La flotilla rusa incluye el crucero a propulsión nuclear "Pedro el Grande" y el "Almirante Shabanenko", barco de ataque contra submarinos, precisó el portavoz.

El presidente venezolano Hugo Chávez había anunciado el domingo la llegada de embarcaciones de la armada rusa a su país en los próximos meses, pero estimó que será difícil realizar maniobras conjuntas antes de diciembre.

El viernes, la marina venezolana había anunciado que cuatro barcos de la armada rusa con un millar de hombres a bordo participarían en maniobras conjuntas del 10 al 14 de noviembre en las aguas territoriales venezolanas.

El envío de las naves rusas está planificada desde hace tiempo "y no tiene ninguna conexión con la situación actual en el Cáucaso", aseguró Nesterenko, al referirse al conflicto bélico protagonizado el mes pasado entre Rusia y Georgia.

Además, "no está dirigido contra ningún otro país", añadió.

Resumen de Agencias reproducido textualmente de www.aporrea.or

12 septiembre 2008

Nota de redacción de inSurGente

"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información".

Rodolfo Walsh, ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina), 1976

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