Cubadebate

Parece cosa de las películas sobre el crimen organizado de los años treinta al cincuenta del pasado siglo, en Chicago o en Sicilia.

Con listados de los enemigos a matar para abrirse paso al desempeño de un dominio imperial absoluto sobre la comunidad mundial por su condición de superpotencia planetaria única, el gobierno de los Estados Unidos nos recuerda los métodos de los capos y las familias hegemónicas de la mafia que tanto ha divulgado el cine.

Hay listados de peligrosos enemigos estratégicos, raramente publicitados, que apenas se manejan a nivel de tanques pensantes. Se supone que estén encabezadas en estos momentos por China, con Rusia, la India y Europa, vigilados de cerca.

El Presidente de los Estados Unidos ha citado un listado de sesenta y tantos "oscuros rincones del mundo" susceptibles de ser corregidos preventivamente por el imperio. Esos son los "malos".

Pero la lista negra que se maneja con mayor insistencia, como para aterrorizar a los pueblos de las naciones incluidas, es la de los "peores", que según el más reciente anuncio de la Casa Blanca tiene solo cinco execrables "patrocinadores del terrorismo": Irán, Siria, Cuba, Corea del Norte y Sudán, en ese orden.

Hace algún tiempo que Irak fue excluido de esta lista, luego que Estados Unidos castigó a su gobierno exterminándole varios cientos de miles de sus pobladores, incluyendo a su Presidente, y aún resiste una ocupación genocida que no cesa de provocar muerte y destrucción en esa cuna de la civilización.

Según Bruce Hoffman, profesor de estudios de seguridad en la Universidad de Georgetown, citado por la agencia norteamericana Associated Press, esta lista de países que patrocinan el terrorismo es claramente política y no tiene que ver sólo con el terrorismo. "Se ha vuelto una herramienta diplomática para arrancarle concesiones a los adversarios estadounidenses ávidos de acabar con el estigma y las sanciones que acompañan la designación. La lista no suele ser utilizada contra países estratégicamente importantes para Estados Unidos, aun cuando parezca que tengan bien definidos sus lazos con el terrorismo".

Los países incluidos en esta lista "enfrentan restricciones para recibir ayuda extranjera, prohibición de adquirir suministros para la defensa y otras sanciones que les impiden importar tecnología estadounidense o hacer negocios con instituciones financieras estadounidenses -señaló Hoffman.

"Los castigos pueden ir más allá de las fronteras de EEUU, que usa su peso en las Naciones Unidas y organizaciones financieras mundiales para intentar bloquear ayuda a los países listados. La designación también puede desalentar a países aliados de Estados Unidos y a corporaciones multinacionales de tener tratos con las naciones designadas -consideró el académico.

"En contraste, salir de la lista supone una señal de retorno a la comunidad global y este es exactamente el propósito: ofrecerle zanahorias y amenazar con palos a los estados para usar esto como medio para persuadirlos a desistir de actividades que creemos que son dañinas para Estados Unidos", dijo Hoffman.

Las motivaciones para la inclusión en la lista de "los peores" fueron dadas a conocer a fines de abril último por, el coordinador de la Oficina Antiterrorista del Departamento de Estado, Dell Daley.

En el caso de Cuba, la razón aducida es que ''aporta refugio a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ETA y el Ejército de Liberación Nacional (ELN)", informó Daley.

Según el reporte periodístico "aunque no se han registrado actividades terroristas procedentes de la isla desde hace años, al hablar de brindar refugio, el Departamento de Estado parece referirse a casos en que miembros de alguna organización terrorista han vivido en Cuba a petición del gobierno español, tanto con los socialistas como con los populares en la Moncloa, o en virtud de conversaciones de paz que se han celebrado en La Habana entre miembros del ELN y el gobierno colombiano, hasta el momento sin resultado visible".

"Catalogar este tipo de actividades como terroristas es usar un pretexto traído por los pelos para justificar un calificativo político (…) para congraciarse con el sector más radical del exilio de Miami, y asegurarse los votos a favor del Partido Republicano, según criterio prácticamente unánime de los observadores.

Es insólito que el gobierno estadounidense persista en calificar a Cuba como país patrocinador del terrorismo cuando es notoria su negativa a adoptar medidas para juzgar al terrorista Luis Posada Carriles, responsable de la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo, entre otras actividades criminales probadas.

Inaudito también es que mantenga encarcelados hace casi diez años, en dispersas cárceles de los Estados Unidos, a 5 luchadores antiterroristas cubanos cuya heroica acción sirvió para evitar actos delictivos organizados por bandas terroristas de Miami que habrían costado muchas vidas, tanto cubanas como de otros países, incluyendo norteamericanas.

La argumentación oficial de Washington para mantener a Cuba en su lista de los "peores" sirve de medida para suponer cuales serán los motivos de la superpotencia para los demás incluidos.

Cual matones de la peor calaña, el gobierno estadounidense maneja su listado de adversarios a liquidar que, simultáneamente, son demonizados por medio de corruptoras campañas mediáticas globales que, afortunadamente, son también portadoras de elementos de inmunización.