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CRÓNICAS DESDE UN MUNDO MEJOR (IV): “Todos para uno, para que no quede ninguno”

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Esto que pudiera parecer el comienzo de la conocida frase de los personajes de la obra de Alejandro Dumas, o quizás también la arenga de alguna nueva guerra de esas que el imperio prepara contra alguno de los "oscuros rincones del planeta", no es otra cosa que

el llamado a la campaña masiva de erradicación del mosquito transmisor de la Fiebre del Dengue, que durante los meses de verano afectó a la población cubana. Afortunadamente no se trata de la variante más agresiva, introducida en el año 1981 en el marco de la guerra bacteriológica que el gobierno de EEUU hizo contra Cuba, y que costara 132 vidas, aparte de cientos de miles de enfermos, sino de una bastante común en la región.

 

Lo significativo del asunto es la rápida y gigantesca movilización de fuerzas que se hace con tal fin, en primer lugar 24.000 brigadistas especializados,  que coordinados a todos los niveles pero especialmente en el barrio, trabajan de conjunto con los estudiantes voluntarios de la brigadas BELCAA  (Brigadas Estudiantiles de Lucha Contra el Aedes Aegyptii), con grupos de trabajadores y los CDR entre otros factores.

 

Además de la educación a la población por los medios de comunicación, se hace un trabajo puerta a puerta, -donde se enseña a realizar el "autofocal" o examen de las viviendas y patios por cada habitante-, un día a la semana, "la campaña", como se le dice a los especialistas, fumigan las viviendas, las calles, los centro de trabajo y estudio, por tierra y  aire, de modo de reducir al mínimo la incidencia del vector.

En el sector donde vivo, nos toca la fumigación los martes en la mañana; ese día hay que tomar medidas de protección de los alimentos, los equipos electrodomésticos, el agua etc., cerrar las viviendas, de modo que la sustancia pueda actuar y esperar 40 minutos antes de entrar nuevamente a ventilarlas, es toda una disciplina, que requiere absoluta cooperación y participación de la población,  para que sea efectiva.

 

Pero no solo esta movilización a nivel nacional tiene lugar en estas semanas; apenas concluida la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, tuvo lugar la fase final del Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, proceso que comenzó hace varios meses con los debates por la base y la elección de 1457 delegados, representando a más de tres millones de trabajadores y que tuvo por temas centrales un balance crítico del desempeño del trabajo sindical, las formas de adecuarlo a la nueva fase, ya saliendo del desgastador y difícil Período Especial y el cómo forjar una mayor conciencia social que permita avanzar en las nuevas condiciones.

 

Dentro de las nuevas condiciones no se incluye solamente los elementos positivos derivados del crecimiento económico, de la paulatina recuperación de la industria nacional, o aquellos del ámbito político-ideológico de la Batalla de Ideas, donde se incluyen variados programas como el desarrollo de la "Cultura General Integral", sino que también los enormes desafíos  mencionados en el Informe Central como la indisciplina, la corrupción, la ineficiencia y la pasividad;  el hecho que el mercantilismo y el poder del dinero puedan desnaturalizar las conquistas de la Revolución; elementos calificados como "enemigos sutiles", pero no menos peligrosos que la agresión preparada desde exterior.

Cabe decir que el movimiento sindical cubano cuenta hoy, no solo con fortalezas derivadas de su propia trayectoria de lucha y de la experiencia en la construcción del socialismo, sino que con cuenta con elementos cualitativos, como la notable elevación del nivel educacional y cultural de sus miembros, con el aumento del número de jóvenes en sus niveles de dirección, con una activa y creciente participación de la mujer, y con el consenso de la necesidad de elevar la eficiencia de la producción y la gestión en las empresas.

De este modo podríamos decir que el poder de los trabajadores salió fortalecido de uno de los momentos más difíciles en la historia del país y que se apresta con entusiasmo a desarrollar las tareas emanadas del nuevo momento histórico.

 

No solo los trabajadores debaten y proponen, no quisiera terminar esta crónica, sin al menos mencionar  brevemente dos dinámicas, parte del ejercicio tan especial de la democracia cubana; el  IV Congreso Pioneril  y los Barrio- Debate.

El primer evento comenzó junto con el inicio del año escolar  y  se extendió por más de un mes, tiempo en el cual fueron abordando todos los temas que les son propios, además de aquellos que afectan a la niñez en el mundo, reiterando el lema de que "…no puede haber paz sin una infancia feliz". Los Barrio - Debate, tal y como su nombre lo indica, son asambleas de vecinos, que se realizan a lo largo y ancho de la geografía cubana. En esta ocasión se trata el bloqueo del gobierno de los EEUU contra Cuba, su significado, su repercusión en la vida cotidiana  y la presentación del tema que hará Cuba en Naciones Unidas próximamente.

 

Movilización, debate, participación activa..

 

Octubre de 2006

 

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María Rojas

María Rojas

Periodista del diario español Rebelión.