Cubadebate

La Jornada
Las acciones de resistencia a las reformas impulsadas por el gobierno de Evo Morales -ante la perspectiva de ver aprobada una Constitución de corte popular-, por parte de sectores empresariales "fascistas" y por la satanización de los medios de comunicación, "se van a resolver cuando éstos entiendan que todos los bolivianos tienen los mismos derechos", afirmó ayer en conferencia de prensa el presidente de ese país, Evo Morales.

De los poco más de 50 jefes de Estado y de gobierno que asisten a la cumbre de los No Alineados, el mandatario boliviano, que en su país enfrenta una seria crisis política, fue el primero en atender a la prensa, ante la que expuso lo que a su juicio es "el meollo" de los enfrentamientos en curso en varios departamentos y ciudades de su país: el hecho de que el movimiento popular tiene mayoría en la constituyente en siete de los nueve departamentos. Y que además de tener la mayoría necesaria, tendría también el aval en caso de requerirse un referendo.

En su opinión, el paro patronal impulsado por los empresarios que representan "el colonialismo interno" ya fue frenado por nuevos levantamientos populares, del mismo modo que recientemente fracasó la iniciativa de declarar anticonstitucional la Asamblea Constituyente.

Por otra parte, Morales anunció que próximamente se reunirá con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, a quien le pedirá que Naciones Unidas elimine la hoja de coca de la lista de sustancias y estupefacientes considerados drogas prohibidas.

"Le diré que la coca no puede seguir secuestrada en su propia tierra." Explicó con detalle su política antinarcóticos, que ha logrado triplicar la incautación de cocaína, precursores químicos y mariguana. "Hoy el movimiento campesino cocalero tiene gran conciencia de cómo encontrar un equilibrio: ni cero coca ni liberalizar totalmente el cultivo, sino reducir la siembra de manera concertada y regulada; control del secreto bancario, prohibir la industrialización de precursores químicos para elaboración de cocaína, hacer corresponsables a los países desarrollados".

El presidente de Bolivia, país sin litoral oceánico, asistió escoltado por un oficial de la fuerza naval, la cual custodia el lago Titicaca, símbolo del papel que esa nación juega en el grupo de países sin acceso al mar. Y ante los periodistas detalló lo que dijo estar convencido de que es una "nueva estrategia" para resolver un contencioso histórico con Chile, en el que los dos países en conflicto buscarán negociar una solución "a mediano plazo y en el marco de complementaridad".

Por otra parte, Morales reaccionó a las quejas de la paraestatal brasileña Petrobras por una iniciativa de nacionalización del comercio de hidrocarburos y sus derivados que afectaría a esa empresa, y que por el momento está "congelada". Se trató de "una decisión soberana en ejercicio de nuestro derecho a la autodeterminación para facilitar negociaciones técnico-políticas" entre Petrobras y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. Ante amenazas brasileñas de retirar las inversiones de su empresa, expresó que "no podría entender" una decisión de este tipo. Y refrendó: "Nosotros sí necesitamos socios, pero no patrones".