La arrogancia de Bushito no tiene límites
El Diario de Nueva York
Solamente los que todavía dudan que George W. Bush es el hombre más peligroso del planeta se han sorprendido con la orden del mandatario de interceptar llamadas telefónicas sin previa autorización legal.
Como típico dictador en cualquiera de esas repúblicas represivas a las que Bushito y su banda de trogloditas en Washington denuncian, el Vaquero de Texas ofrece otra muestra de que su abuso del poder no tiene límites.
La noticia no es que Bushito esté tergiversando la autorización otorgada por sus cómplices en la Cámara de Representantes y el Senado para el uso de fuerza militar, sino que el Guapetón Global haya admitido lo que hizo.
"He reautorizado este programa más de 30 veces desde los ataques del 11 de septiembre, y tengo la intención de hacerlo siempre que nuestro país enfrente una amenaza continua de Al Qaida y grupos relacionados", fue parte del mensaje del discurso radial que el mandatario emitió en vivo a las 10:06 am del sábado desde The Roosevelt Room de la Casa Blanca.
Las palabras desafiantes de Bushito ante la noticia reportada por dos periodistas del New York Times dan raíz a otra preocupación. ¿A cambio de qué mantuvo silencio durante un año el periódico? ¿Cuántas cosas más sabe el Times de Bush y ha acordado no reportar?
Entiéndase que el mal llamado "prestigioso" periódico se enteró de esto ya hace un año, pero a pedido del gobierno Bushista decidió no publicar la violación de derechos civiles a saber de cuántos de sus con ciudadanos.
Pero más importante aún es el peligro de la aparente libertad de prensa en un país donde su ciudadanía quiere saber todo lo que hace su gobierno.
"Tengamos esto claro: el espionaje ilegal del gobierno a los americanos es una violación de libertades individuales, aún ante condiciones perturbantes. Nadie con un verdadero respeto por la ley y la Constitución debiera tener dificultad en comprender esto", editorializó ayer el Times.
Con amigos como el Times no en balde la arrogancia de Bushito se engrandece.
Bajofuego@eldiariony.com
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