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Equinoccio de otoño

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Estoy en La Habana después de largas semanas de ausencias, en verdad tres meses.  Cumplo tareas periodísticas tanto para la revista Areítodigital como para Radio Miami.

Comparto absolutamente el sentimiento de indignación y angustia de la inmensa mayoría de los cubanos que vivimos en los Estados Unidos ante las prohibiciones de viajes a Cuba que nos impiden poder visitar y compartir con nuestras familias y con nuestros amigos de manera normal como nos corresponde por derecho.

Es inconcebible que un gobierno, en este caso la Administración Bush, se haya decidido a implantar medidas semejantes.  ¿Con qué derecho puede un gobierno decidir prohibirle a toda una población, una minoría nacional, la cual está establecida legalmente en su territorio, que pueda visitar y ayudar a sus familiares en su país de origen?  Y decidirlo, como en este caso, para satisfacer compromisos y deudas políticas con el sector más ultrareaccionario de la contrarrevolución cubana en Miami quienes profundamente odian al pueblo cubano y sólo quieren lo peor para él, inclusive su exterminio a través de la guerra.

Por eso y más se requiere que asumamos la responsabilidad que tenemos con los nuestros y con las opciones más justas y mantenernos haciendo todo lo posible para obtener la derrota electoral del presidente Bush y sus aliados políticos en un poco más de seis semanas, el martes 2 de noviembre.

He encontrado a Cuba serena, envuelta en los trajines del vivir cotidiano.  La preocupación mayor, la que permea toda conversación, al igual que allá en Miami, es la de los ciclones.  Sobre todo la amenaza de destrucción que fue el temible huracán Iván, que aunque no llegó a tocar tierra cubana, ha causado honda impresión en la psiquis nacional.  Opacando, al menos aquí en La Habana, al otro gran ciclón, Charley, que sí cruzó a la Isla por el territorio de la provincia de La Habana.

Ayer estuve por Güira de Melena y un poco más al sur, en El Junco, y por allá sí se notaban los estragos del ciclón Charley.  En toda la zona, desde un poco más al sur de El Junco, en la costa, por la playa de El Cajío, en dirección Noroeste hasta la costa norte, entre Jaimanitas y Baracoa, el ciclón hizo una ancha trocha de destrucción que aún es patente.  A pesar de los grandes esfuerzos que se han hecho para devolver a los campos y a los pueblos a la normalidad, los árboles caídos, las viviendas afectadas, sin sus techos casas y edificios de establecimientos agropecuarios, atestiguan la fuerza de los vientos del huracán.

Entre antes de ayer y ayer día 23 de septiembre ocurre anualmente el Equinoccio de Otoño.  Durante la época de los equinoccios, que son dos, el de primavera, que ocurre del 20 al 21 de marzo, y éste, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días son iguales en duración a las noches en toda la Tierra.  En Cuba anuncia el próximo final del tiempo más caluroso y lluvioso y el comienzo, en noviembre, de un tiempo más seco aunque más fresco.

El actual ciclo climático ha causado serios problemas de sequía en toda la Isla, siendo grave la escasez de agua en el Camagüey y en las provincias orientales, especialmente en Las Tunas y Holguín.  Hasta hoy ninguna tormenta o ciclón ha ayudado a aliviar con sus lluvias esa crítica situación, y la cuestión se agravaría si pasa el mes de octubre y no lloviera antes que entrara la temporada de la seca.

Aquí en La Habana hay apagones en abundancia y nadie sabe a ciencia cierta el por qué.  El calor es fuerte, aunque durante la mayoría de las noches refresca, sin embargo no son frescas las noches si a uno le tocara el apagón de madrugada.

Esperemos que este equinoccio, con la nueva temporada climática que comienza en noviembre, sea augurio de un mejor porvenir en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.  Ya es hora que cese la política de agresión que tanto daño humano ha causado.  Todos nosotros la hemos sufrido en carne propia.

Depende de nosotros, no del azar, el que eso sea posible.  A movilizarnos y a votar en noviembre en contra de Bush y a favor de un futuro más justo y mejor.Fin

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Andrés Gómez

Andrés Gómez

Periodista cubano residente en Miami. Fundador de la Brigada Antonio Maceo, integrada por cubanos que viven en los Estados Unidos. Es el director de la Revista Areito.