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“Queremos mandar un claro mensaje a Estados Unidos: Cuba no está sola”

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  Atilio Borón   Especial para Cubadebate y Juventud Rebelde

Atilio Borón, sociólogo argentino y secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), ya está en Cuba para la XXV Asamblea de esta institución, que tendrá lugar a partir del lunes en el Palacio de las Convenciones de la capital cubana. Algunas de las más importantes personalidades del mundo académico internacional, impartirán conferencias y participarán en paneles y talleres, en torno al cual se dirimirán los problemas más agudos del mundo contemporáneo.

Pero ahora no hay mucho tiempo. Atilio debe reunirse con los miembros de su Consejo, que ya están en La Habana, y solo tenemos unos minutos en el jardincito del Hotel Palco. Lo primero, una definición de qué es el CLACSO, que él adelanta antes de pasar a las preguntas:

"Es una red de centros de investigación y docencia en Ciencias Sociales, a nivel de grado y posgrado. En este momento nuclea a 144 centros de investigación y enseñanza de América Latina y el Caribe. Espera la aprobación de la solicitud de ingreso de unas 10 instituciones más. A partir de la Asamblea de La Habana tendremos unos 155 centros en su membresía, de 20 países de la región. Es la institución más representativa de las Ciencias Sociales de América Latina, y la más antigua a nivel regional. Fue creada en 1967.Tenemos 36 años de existencia ininterrumpida, por encima de golpes de Estado, cuartelazos y problemas de todo tipo. Cada dos años CLACSO hace reuniones donde se juntan los directores de las instituciones adheridas".

-¿Por qué esta reunión en Cuba?

- Es en Cuba por razones históricas y otras que tienen que ver con el bloqueo y las dificultades que tienen nuestros colegas cubanos para viajar a América Latina -no te olvides que hasta hace un tiempo relativamente corto era muy difícil para los científicos cubanos viajar a nuestros países, que respondían a directivas norteamericanas de aislamiento-. En cierto modo los tiempos han cambiado y es importante tener la reunión aquí, como una demostración de confianza hacia Cuba de toda la comunidad de científicos, por la calidad de sus trabajos y el nivel de lo que se está produciendo aquí. Esta es la razón fundamental.

-Según el programa, vienen a esta reunión algunas de los científicos más renombrados a nivel mundial. Algunos, como Noam Chomsky, Robert Dahl, Perry Anderson y Samir Amin, que logran arrastrar nubes de periodistas sin ser astros de cine.

-Queríamos poner a disposición en Cuba -para todos los estudiosos, dirigentes y el público general cubano- lo mejor del pensamiento crítico de América Latina. Y en cierto sentido, lo mejor del pensamiento crítico universal. Por eso hemos organizado una serie de conferencias magistrales, en las que estarán junto a algunos latinoamericanos, como Francisco de Oliveira, uno de los más grandes economistas brasileños, o Don Armando Hart, de Cuba; otras personalidades como Samir Amín -a quien, si hubiera justicia en este mundo, hace rato le hubieran dado el Premio Nobel de Economía-. Y Noam Chomsky, que para muchos ha sido el científico más grande del Siglo XX, y así se reconoció en una encuesta que se hizo en Estados Unidos a finales del siglo pasado. Él revolucionó la Lingüística. Esta Ciencia es una antes y otra, después de Chomsky, un hombre, además, profundamente comprometido con las luchas antiimperialistas en todo el mundo. Un hombre que ha puesto su vida al servicio de la emancipación social, política y humana de nuestros pueblos, por lo que para nosotros era un compromiso de honor invitarlo a Cuba. Algo que él aceptó maravillosamente bien.

-Y no han tenido problemas para llegarse hasta aquí...

-No sabes tú la cantidad de obstáculos que ellos han tenido que sortear para venir a la Isla. Si te cuento todos los detalles sería esta una entrevista interminable ...

-Pero cuénteme, por ejemplo, qué ha pasado con Noam Chomsky...

-A Chomsky le dijeron: ‘muy bien, usted puede ir a Cuba porque ha recibido una invitación de una Academia. Pero, dígame, de dónde es'. ‘De CLACSO', contestó. Tuvo que presentar una enjundiosa documentación, demostrando que CLACSO no es una especie de pantalla del gobierno cubano, o una organización cubana en el exterior creada para invitar norteamericanos, ilegalmente, a La Habana. Él dijo que no, que estaba registrada... Entonces, tuvo que presentar el registro original de CLACSO, y un informe de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, certificando que CLACSO es una organización que existe, y está inscrita jurídicamente.

No bastó con eso. Después le dijeron: ‘Bien, pero usted no puede pagar un centavo en Cuba'. Por tanto, tuvo que presentar, además, una declaración jurada. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos le envió un formulario. Una vez que devolvió el documento e iba ya a comprar el boleto, la Agencia de viajes le dijo: ‘mire, señor, este no es el verdadero formulario. Necesita otro, y apúrese, porque le queda muy poco tiempo'. Llamó a Washigton y pedió un nuevo formulario, donde tuvo que certificar que no va a desembolsar ni un céntimo en esta isla: no puede pagar, ni siquiera, una propina. Después que estaba todo aparentemente listo, le preguntaron: ‘¿Y su señora?', ‘Sí, ella viaja conmigo'. ‘Ah, pues para ella tiene que empezar otra vez con los mismos trámites'.

Después, para que el Departamento de Estado emitiera la visa, Chomsky tuvo que demostrar que sigue ligado a una institución académica en Estados Unidos, es decir, que es profesor del Massachusetts Institute of Technology. Imagínate. Tuvo que probar que él es profesor de una Universidad.

-Esto es Kafka ...

-Sí, fíjate...  La pobre mujer de Chomsky tuvo que estar tres semanas dedicada, exclusivamente, a resolver estos temas. Ni su secretaria, ni Chomsky hubieran podido hacerlo. La esposa tuvo que dedicarse ocho horas diarias para resolver todos estos absurdos trámites burocráticos. Y la cosa no terminó ahí: cuando finalmente le dijeron que le iban a dar la autorización para que le vendieran el boleto, un funcionario del gobierno norteamericano me envió un correo electrónico para advertirme que Noam Chomsky no podía viajar a nombre de una institución, porque ‘si surge algún problema tenemos que saber quién está detrás, quién es el responsable'. Pregunté qué quería decir con ‘responsable'. Me contestaron: ‘aquel que paga, y no puede ser Cuba'. ‘Bien, dije, pago yo'. Tuve que mandarles todos mis datos, el número de mi tarjeta de crédito, un fax, y que cargaran todos los gastos a mi cuenta... Exactamente lo mismo ocurrió con el otro norteamericano, Robert Dahl. Increíble.

-Hablando de Chomsky, el programa dice que dará una conferencia el martes en la noche, pero hay mucha expectativa de qué hará después. ¿Poremos verlo en otros escenarios?

-Sí, por supuesto. Te puedo anticipar que Chomsky no va a venir aquí de paseo. Es contrario a su estilo y a su deseo. Vendrá a hablar con mucha gente. Para empezar, con los 300 delegados de América Latina, más los 300 cubanos que se reunirán en el Palacio de las Convenciones a partir del lunes. Es un hombre muy accesible. Lo has visto en Porto Alegre. Él se da con todo el mundo, no se mide, pone su salud en juego. Va a tener alguna otra aparición pública en Cuba. Estamos en este momento definiendo dónde va a ser, y seguramente, habrá también una conferencia de prensa.

- A raíz de las declaraciones de George Bush el 10 de octubre, el propio Chomsky ha dicho: "Temo por Cuba". El CLACSO se va a producir en el contexto de una tácita declaración de guerra a la Isla...

-Desde que surgió la idea de hacer el CLACSO acá teníamos en mente esta posibilidad, y decidimos hacerlo en La Habana también para mandar un claro mensaje al gobierno norteamericano: "Cuba no está sola", y que si se meten con la Isla, habrá problemas muy graves en toda la región, porque el gobierno cubano no está aislado, sino todo lo contrario. Cuba goza hoy de mayor predicamento que el gobierno norteamericano, y que si atacan o agreden a la Isla habrá una reacción unánime en América Latina. Reacción que tendrá el respaldo de algunas de las más importantes personalidades mundiales.

-Por ejemplo, Robert Dahl...

-Es el padre de la teoría política norteamericana. Es un hombre de una integridad extraordinaria, con una evolución política muy importante, de un liberalismo clásico, a lo que podríamos llamar un "socialismo moderado". No te olvides que muchos han evolucionado al revés: han involucionado.

Tenemos también a Perry Anderson, editor de la revista New Left Review, de Londres, que es una de las personalidades que ha producido la teoría social y política marxista de la segunda mitad del Siglo XX. Esperemos que esté con nosotros Tariq Alí, de origen pakistaní radicado en Londres, que es un viejo dirigente de las revueltas del 68, y que ha escrito un libro trascendental, El origen de los fundamentalismos. Allí establece un paralelo entre el fundamentalismo de esta derecha musulmana, y el fundamentalismo cristiano de Bush, que es un libro iluminador.

-¿Evo Morales viene por fin?

-Sí, viene, y también Pablo González Casanova, Víctor Flores Olea, Francois Houtart, Eric Toussaint... Una selección de lo más importante del pensamiento universal, del marximo, y también, otros intelectuales que están en diálogo permanente con el marxismo. Me parece que es una oportunidad extraordinaria para reavivar una discusión que acá ya tuvo un antecedente -la reunión de mayo dedicada a Marx-, y que prueba que el mundo se ha "marxistizado". El mundo de hoy es mucho más marxista que 30 años atrás.

-Algo que usted ya escribió...

-...en mi libro Tras el búho de Minerva, que será publicado en Cuba. Este abre con un capítulo introductorio donde hago una nueva lectura del Manifiesto Comunista. Me pregunto si Marx se equivocó o no. La verdad es que hoy este mundo es más semejante a lo que él dijo, que cuando leí por primera vez ese manifiesto extraordinario.

-Dentro del mundo, probablemente sea América Latina la que esté dando pasos más sólidos en esa dirección...

-América Latina está asistiendo a la agonía final de un modelo cruel, salvaje e inhumano, el neoliberalismo, que es la expresión actual del capitalismo. Ha habido avances muy importantes.  El gobierno de Hugo Chávez en Venezuela; la elección de Lula, el primer presidente obrero en la historia del Brasil, que comenzó con un gobierno asediado de mil maneras, pero que tengo la impresión de que lentamente está encontrando su rumbo. Personalmente estaba muy escéptico los primeros seis o siete meses del gobierno de Lula, porque lo veía un poco desorientado...

-Cuando se produjo aquella declaración de que él no era un hombre de izquierda...

-Sí, hubo varias declaraciones muy poco felices, pero en este momento parece que hay una tentativa de corrección del rumbo, y por otra parte, hemos palpado la sorpresa argentina de Néstor Kirchner. Él era un hombre que perteneció al peronismo en su juventud, y sobre quien pesaban todas las contradicciones de la izquierda peronista. Pero, evidentemente, está en él un fondo libertario, emancipador y progresista muy sólido. Le exigieron mucho: primero, no restablecer relaciones con Cuba; segundo, no enviar su Canciller a la Isla; tercero, no recibir a Fidel en la Argentina -o darle un trato como si fuera cualquiera de los presidentillos que tenemos en el resto de la región-; cuarto, que asistiera a la Conferencia organizada por el Miami Herald..., y no fue. No lograron doblegarlo.  Es decir, ha dado una gratísima sorpresa...

-Pero las presiones han sido terribles...

-Te digo más: la derecha argentina es salvaje. Está hablando de "los marxistas al poder", y nadie se había dado cuenta, salvo ellos. Los marxistas no nos habíamos dado cuenta. Y todo eso se une lo que se ha producido en Bolivia, que revela los frutos que el capitalismo ha producido en América Latina. Por eso la sensación que se siente es que queremos otra cosa.

Claro, no todos asocian esto con el capitalismo. De ahí que sea tan importante para nosotros dar esta batalla de ideas. Nos ganaron en la gran batalla de ideas. Por eso uso siempre esa frase de Martí, que me parece maravillosa: "De pensamiento es la batalla mayor que se nos hace; ganémosla a pensamiento". Esa fórmula martiana nos parece fundamental para que la gente entienda que no solo ha fracasado el neoliberalismo, sino el capitalismo también.

-¿Y no le parece demasiado ambicioso el tema central que discutirá este CLACSO, "La nueva hegemonía mundial. Alternativas de cambio y movimientos sociales"?

-Sí, lo es, pero es el asunto esencial de la época. Es muy importante este tema porque hay muchos pensadores, como Tony Negri y Michael Hardt, que han caído en una confusión ideológica tremenda. Han inventado un nuevo nombre para el imperialismo -"imperio"-, que oculta las características permanentes y agravadas que el imperialismo ha tenido durante todo el Siglo XX. Se trata de gente que se declara comunista. Y atención: se declara comunista sinceramente. Conozco a Negri. No es alguien que escribe "soy comunista, y estoy orgulloso de serlo". Lo es. Y hay que tener valentía para serlo en Europa o en Estados Unidos, como Hardt, pero están profundamente equivocados.

-Usted escribió todo un libro de riposta a Negri y Hardt, Imperio o Imperialismo...

-Quería que Negri viniera al CLACSO, pero se enojó mucho con mi libro que, por cierto, va a salir también en Cuba...

-Es que usted lo lleva muy recio...

-Pero se le pasará el enojo. No quiso saber nada de CLACSO en La Habana. A pesar de que le dije, ven y habla lo que quieras; yo ni siquiera voy a estar en el presidium. Solo prepárate para que los demás te discutan, y no aceptó. Pero creo que el año que viene lo vamos a traer a otra reunión...

-Sin embargo, lo que él describe sobre las influencia de la Internet y las redes alternativas en la era global y en la lucha contra el poder hegemónico me parece  brillante. Algo que merece tener toda la atención...

- En ese punto de vista, sí. Para sintetizar -porque me harías hablar tres horas más-: en el libro hay algunas pinceladas de gran agudeza y de gran profundidad, para descubrir algunos aspectos, pero falla en lo esencial. Cuando el libro plantea que se acabó el imperialismo y vivimos en la edad del Imperio, nos deja a todos nosotros -y a ustedes, cubanos- totalmente desprotegidos. Estamos desarmados ideológicamente. Por eso yo he salido frontalmente a criticar este libro.

Como tú dices, hay capítulos muy interesantes. Negri es un hombre inteligentísimo, pero solo un hombre tan inteligente puede cometer un error como este. Otro no hubiera podido escribir algo así. Con solo venir a Cuba un minuto se puede saber qué cosa es el imperialismo.

-Es decir, que este CLACSO va a tratar de demostrar, a pesar de todo lo que se dice en la derecha y en la izquierda, que el imperialismo no se acabó, sino todo lo contrario...

-Sí, todo lo contrario. Y lo veremos.

 

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Rosa Miriam Elizalde

Rosa Miriam Elizalde

Periodista cubana. Vicepresidenta Primera de la UPEC y Vicepresidenta de la FELAP. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y autora o coautora de los libros "Antes de que se me olvide", "Jineteros en La Habana" y "Chávez Nuestro", entre otros. Ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Periodismo "Juan Gualberto Gómez" y el Premio Nacional "José Martí", por la obra de la vida. Fundadora de Cubadebate y su Editora jefa hasta enero 2017. Es columnista de La Jornada, de México.