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Elon Musk. Foto: Getty Images

El director ejecutivo de SpaceX y de Tesla, Elon Musk, se involucra cada vez más en cuestiones geopolíticas, generando preocupaciones en Washington. Con sus publicaciones acerca de los escenarios de resolución pacífica de los conflictos entre Ucrania y Rusia y entre Taiwán y China, y con sus afirmaciones sobre el corte de financiamiento de las terminales Starlink en Ucrania, el multimillonario provocó irritación e inquietud entre los legisladores estadounidenses, informa The Washington Post.

Musk, que actualmente es la persona más rica del mundo, realiza demostraciones continuas de su creciente poder.

El medio señala que la alianza de dos décadas entre el magnate y el Gobierno permitió a EE.UU. establecer el dominio global en el espacio, apostar por la introducción de los coches eléctricos y ganar terreno en el mundo de la tecnología.

Sin embargo, actualmente en Washington le están agradecidos a Musk por el avance que propició en áreas de seguridad nacional, pero también tachan al empresario de “demasiado poderoso e imprudente”.

A raíz de ciertas afirmaciones de Musk dirigidas a figuras públicas estadounidenses, incluido Joe Biden, muchos funcionarios de la Casa Blanca se pronunciaron acerca de la personalidad del multimillonario, describiéndolo, en su mayoría, como un hombre errático y arrogante pero a la vez brillante.

“Él cree que es un regalo tan grande para la humanidad que no necesita barreras protectoras, que él sabe qué es mejor”, dijo un funcionario que habló bajo condición de anonimato.

“Se ve a sí mismo por encima de la presidencia”, sostuvo, por su parte, Jill Lepore, una historiadora de Harvard que presentó varios pódcast sobre el empresario.

“La conclusión es que la gente se aferra a cada una de sus palabras porque las ha dicho muchas veces”, declaró el senador de Illinois Richard J. Durbin. “Espero que muestre algo de respeto por esa responsabilidad”, agregó.

Mientras tanto, el propio Musk se limitó a afirmar en alguna ocasión que el objetivo de sus comentarios es “mejorar el futuro de la humanidad”.

Pero, lo cierto es que la relación de Musk con Washington comenzó en 2008, tras la firma de un importante contrato con la NASA en un momento en que el empresario estaba muy endeudado. Posteriormente, Washington invirtió miles de millones de dólares en SpaceX y, a cambio, Musk reconstruyó el programa espacial de EE.UU.

Sin embargo, actualmente el empresario es cada vez más crítico con el Gobierno federal y a la vez establece más vínculos con la política extranjera. Asimismo, Musk mantiene lazos comerciales con Corea del Sur, Turquía, Alemania y China, además de poseer y controlar  más satélites que cualquier país: más de 3 000 unidades.

A medida que pasa el tiempo, Musk necesita menos a Washington, mientras que la cúpula de EE.UU. sigue dependiendo de él.

“El Ejército estadounidense utiliza sus cohetes y servicios de comunicaciones por satélite para sus drones, barcos y aeronaves. Actualmente la NASA no tiene forma de llevar a los astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional sin su cápsula espacial. Y, en un momento en que el cambio climático es una de las principales prioridades de la Casa Blanca, tiene más autos eléctricos en las carreteras de EE.UU. que cualquier otro fabricante”, dice el artículo.

En este contexto, surgieron reportes acerca de los esfuerzos de Washington por disminuir su dependencia de Musk mediante la interacción con otras compañías.

Sin embargo, pocos buscan una confrontación directa con el magnate.

Biden ya cometió este error al no invitar a Musk a una conferencia de la Casa Blanca sobre vehículos eléctricos en agosto de 2021. En respuesta, el empresario calificó la decisión de “siguiente nivel de locura” y acusó al presidente de EE.UU. de estar controlado por los sindicatos.

Posteriormente, se dedicó durante bastante tiempo a llamar la atención sobre cada metedura de pata de Biden en sus redes sociales y en declaraciones públicas.

Medios destacan que hay mucha gente a la que sí le gusta hacer negocios con Musk, no solo por miedo a su posible reacción, sino también por sus logros. De ese modo, la cantidad de proyectos en los que está trabajando el multimillonario está lejos de disminuir, sino que, al contrario, aumenta.

“Deberíamos estar preocupados, no porque sea inevitable que su influencia sea negativa, sino porque es inevitable que sea una gran influencia”, concluyó Jill Lepore.

Tras la publicación de The Washington Post, uno de los seguidores del multimillonario en las redes sociales dedicó un tuit al artículo.

“WP dice que Elon Musk es una amenaza para la seguridad nacional. 'La democracia muere en la oscuridad', dice su eslogan, pero en cambio 'la democracia muere cuando personas influyentes usan el periodismo para proteger intereses poderosos mientras afirman engañosamente que están protegiendo los intereses de la gente común'”, reza el comentario.

“Exactamente”, respondió Musk este domingo. “WP son muy hipócritas”, afirmó.

(Tomado de RT en Español)