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Según coinciden los analistas, Macron tiene el desafío de recuperar la confianza perdida en los primeros 100 días, si desea no seguir el camino de su antecesor, Hollande. Foto: Milenio.com

Emmanuel Macron llega hoy a sus primeros 100 días como presidente de Francia con un balance que suscita tanto elogios como cuestionamientos, mientras algunos expertos opinan que la marca principal es el escepticismo.

Así lo afirmó el director de la compañía encuestadora Ifop, Jerome Fourquet, quien subrayó que 'el escepticismo prevalece' en la opinión pública con respecto a los pasos iniciales dados por jefe de Estado.

Aunque antes de ganar la presidencia el joven político restó importancia a este periodo al afirmar que su prioridad es el largo plazo, muchos califican de vitales los primeros tres meses y los consideran, sobre todo, una prueba de fuego.

En este sentido, el resultado luce poco favorable para el mandatario, líder del movimiento centrista La República En Marcha, quien comenzó su gestión con más de un 60 por ciento de opiniones positivas y en solo 100 días cayó a 36 por ciento, de acuerdo con un estudio de Ifop.

El nivel de aprobación es inferior al registrado en la misma época por su antecesor, François Hollande, quien terminó sus primeros tres meses con un 46 por ciento de satisfacción ciudadana.

Asimismo, solo un 23 por ciento de los ciudadanos galos opinan que Francia avanza en la actualidad por buen camino, cifra mucho menor al 45 por ciento logrado en la misma fecha por el expresidente Nicolás Sarkozy (2007-2012).

Según los analistas, entre los factores relacionados con la pérdida de apoyo de Macron sobresale la decisión de recortar las ayudas de alquiler, una medida refutada por el 60 por ciento de la población.

Otro tema espinoso es su intención de reformar el Código del Trabajo en los próximos meses, lo cual despierta la oposición de los sindicatos y de numerosas organizaciones sociales.

De acuerdo con los detractores, los cambios previstos solo servirán para fragilizar los derechos laborales y colocar a los empleados en una situación más vulnerable frente a los patrones, por lo que están previstas varias manifestaciones a partir de septiembre en rechazo a esa transformación.

Los 100 días en el gobierno llegan cuando Macron se encuentra disfrutando de sus vacaciones de verano, en tanto el portavoz oficial del gabinete, Christophe Castaner, publicó una columna en su cuenta de la red social Facebook para defender el camino emprendido.

Con el título 'La transformación está en marcha', Castaner calificó de útiles los primeros 100 días y estimó que quedaron fijadas 'las bases para una trasformación profunda de nuestro país'.

En específico, mencionó cuestiones como la composición de 'un gobierno progresista', en referencia a un gabinete de un marcado componente tecnócrata, y la 'renovación sin precedentes de la Asamblea Nacional', en alusión a los numerosos diputados que tienen poca o ninguna trayectoria política.

Otro tema elogiado es la aprobación de una ley para la moralización de la vida pública, luego de que en los primeros meses del año salieran a la luz numerosos casos de fraudes cometidos por políticos, e incluso algunos candidatos presidenciales.

No obstante, los vaticinios indican que la situación podría degradarse en los próximos meses con polémicas intensas en cuestiones como la reforma laboral, lo que implicaría nuevos problemas para el presidente más joven de Francia de los últimos dos siglos.

Según coinciden los analistas, Macron tiene el desafío de recuperar la confianza perdida en los primeros 100 días, si desea no seguir el camino de su antecesor, Hollande, quien terminó el mandato con solo un 25 por ciento de satisfacción ciudadana.

(Con información de Prensa Latina)