Cubadebate

Qué bueno que tocan el tema. Soy de Bayamo y cada día tengo un disgusto relacionado con el humo del cigarro, aquí fuma muchísima gente, no sé si más que antes, porque no tengo los datos, pero los fumadores están donde quiera y no respetan a los que no fumamos.
Si vas por la calle tienes que dejarles la acera para no llenarte la ropa, el pelo y los pulmones de humo, y ese olor desagradable que tanto nos disgusta a los que no fumamos, pero bueno, ese es espacio público, lo peor es cuando sucede en espacios cerrados, a donde está prohibido por la ley fumar. En la terminal intermunicipal de Bayamo es terrible aquello, no puedes estar ahí con tus hijos porque todo el mundo fuma y nadie impone el orden, ahora para colmo quitaron los cartelitos de prohibido fumar, que antes nadie les hacía caso pero al menos estaban. Si alguien se sienta al lado tuyo y de tus hijos a echar humo, y te molesta tienes que irte de tu asiento, porque tu derecho no vale, o de lo contrario tienes que llamarle la atención y tener que fajarte porque el bicho raro eres tú.
Los empleados de la terminal no hacen nada al respecto, al contrario, sus amigos, los choferes y ayudantes de camiones particulares fuman también dentro de la terminal paseándose como si fueran dueños. Lo mismo pasa con la terminal de trenes de Bayamo y Manzanillo, y en el tren que cubre esta misma ruta, es insoportable para los viajeros.
Ha visto situaciones similares en algunas empresas, centros de estudios, unidades gastronómicas, aunque con menos frecuencia.
La ley está escrita: está prohibido fumar en espacios como esos, pero ¿Quien la hace cumplir? Seguramente el MINSAP responderá que los Inspectores sanitarios estatales, pero no es así, ellos no tienen en sus planes de trabajo visitar esos lugares, ni imponer multas sobre esa violación, al manos aquí en Granma, y la policía, menos aún, es como si no supieran que lay existe.
Yo quiero dejar claro que no tengo nada en contra de los fumadores, si no que critico la práctica de llenar de humo dañino y desagradable los espacios comunes, agrediendo así a los que no fumamos.
Se necesita una campaña de comunicación para hacer ver a todos la importancia de respetar la ley en este sentido, si los fumadores acataran la norma de sólo fumar en los espacios establecidos, fuera de los lugares donde se reúnen las personas no fumadoras, dejarían de agredir así a los demás y dañarían menos su propia salud, porque en espera de llegar al lugar establecido para fumar, fumarían menos, mientras que si fuman donde les plazca, lo harán con mayor frecuencia.

Solo tienen que dejar de venderlo, aunque eso redunde en la economía del país