Cubadebate

Un libro que guarda casi medio siglo, un libro que tiene dentro de sí muchos libros. Escritos desde las más disímiles etapas de nuestro país, que tiene amor, lágrimas, alegrías y mucho desgarramiento emocional de su autora: Reina María Rodríguez; fue presentado en la Biblioteca Nacional de Cuba, esta semana. La obra tiene por título: Luz Acuosa y su publicación cumple con parte del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, que recibió Reina María en el 2014.

El Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, lo concede el Consejo Nacional de la Cultura y la Artes de Chile por medio del Consejo Nacional de Libro y la Lectura, a una o un autor de reconocida trayectoria cuyo trabajo sea una entrega notable al dialogo cultural y artístico de Iberoamérica. Fue creado en 2004 como homenaje al centenario del poeta. Tiene un Premio pecuniario, una medalla, un Diploma y la publicación de una obra del Galardonado. Esta compilación que toma como base la antología Bosque negro, es Luz Acuosa.

La sala Teatro de la hermosa Biblioteca Nacional, José Martí, parecía muy grande aquella tarde. Pero de pronto comenzaron a llegar cuerpos físicos y espirituales. Muchos de los que querían estar ahí y no pudieron tenían allí su pensamiento, por eso la sala que parecía vacía, estaba abarrotada. La autora incluso no pudo estar, cumple compromisos de trabajo en la Universidad de Guadalajara, México. Su mensaje de ¡Solo los que me conocen muy bien pueden entender, cuánto quisiera estar ahí!, fue suficiente.

La presentación de libro se efectuó en medio de la XXVI Asamblea General de la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA), y estuvo a cargo de Gonzalo Mendoza, embajador de Chile en Cuba; Daniela Carrera, Jefa de Cultura de la Biblioteca Nacional de Chile; e Ibrahím Hernández, editor del libro. Estaban allí además, Eduardo Torres Cuevas, Director de la Biblioteca Nacional, representantes del Instituto Cubano del Libro, trabajadores de la biblioteca, y algunos de los que hemos seguido a Reina María durante años.

El señor embajador Gonzalo Mendoza, recordó que en el año 2004, en un acto realizado en el frontis de La Chascona, una de las tres casas que el escritor y poeta chileno Pablo Neruda tenía en su país, se instauró la creación de este Galardón, como homenaje al centenario del nacimiento del poeta.

“Es un honor para Chile poder premiar a lo mejor de la Poesía Iberoamericana, expresó Gonzalo Mendoza, es una forma de saldar una deuda que tiene el país con los poetas a quienes tanto les debemos. En Chile hemos tenido la suerte de contar con grandes poetas, dijo, para algunos los poetas son seres de otro mundo y deberíamos saber que la final del día son los que nos describen de la forma más sutil, evidente, y perfecta. Los poetas tocan la fibra de lo más íntimo que somos, tienen una sensibilidad especial.”

Refiriéndose a que vivimos en sociedades permeadas por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, Gonzalo Mendoza, comentó que “hoy día no son pocos los jóvenes chilenos que se aventuran a leer poesía, algo que no pasaba años atrás”. Consideramos significativo que el Estado de Chile reconozca la poesía iberoamericana con una distinción que prestigie, este fue el caso el de la cubana Reina María Rodríguez, expresó el Señor Mendoza.

Este libro da inicio a la línea editorial Premio Poesía Iberoamericana Pablo Neruda, con la intención de contribuir a la difusión y el conocimiento de la poesía tomando a la lengua como el sentimiento de unidad más fuerte entre pueblos hermanos y a la palabra como algo vivo y dinámico. Daniela Carrera, de la Biblioteca Nacional de Chile, dijo: “este libro es el primer libro de nuestra línea editorial que acogerá de ahora en lo adelante la publicación de los textos que se corresponden con este Premio. Hace casi diez años que se otorga este premio y tuvimos la suerte que este año de lo dieran a la cubana Reina María”.

La galardonada, Reina María Rodríguez, fue Premio Nacional de Literatura en 2013, es autora de títulos como: Para un cordero blanco, poemario que le valió el Premio Casa de las Américas en 1984, En la arena de Padua (Premio de la revista Plural, México, 1991 y Premio Nacional de la Crítica, 1992), La foto del invernadero (Premio Casa de las Américas, 1998). En su narrativa se destacan: Te daré de comer como a los pájaros (Premio de la crítica, 2001), Tres maneras de tocar un elefante (Premio Italo Calvino, 2004) y Variedades Galeano (Letras Cubanas, 2008). Fue merecedora además de la Orden de Artes y Letras de Francia, con Orden de Caballero en 1999 y de la Medalla Alejo Carpentier en 2002.

Lo más emotivo de la tarde, fue escuchar de la voz del editor Ibrahim Hernández, no sólo el prólogo del escritor estadounidense Thomas Harris y las palabras emitidas por Reina María al recibir el galardón en el Palacio de la Moneda, de manos de la presidenta Michelle Bachelet; sino los versos y las prosas versos, que Reina María escribió hace varias décadas, que son mucho más que una obra literaria, o una obra poética, son un testimonio de lo que hemos vividos todos los cubanos que elegimos como patria ésta, la que nos vio nacer. Estoy segura que de vivir la autora en cualquier otra parte de este mundo, estos versos desgarradores y crudos, la justa crítica desde el amor, la multiplicidad de contradicciones por las que aún atravesamos los cubanos, no sería el contenido de los versos que tenemos hoy el inmenso placer de leer.