Estudiantes estadounidenses cuentan sus experiencias en Cuba
Por Michael Matza
LA HABANA - Cruzando el campus de la principal universidad de Cuba, Janelle Crilley pasa por un mural que retrata la América corporativa como ogro de dientes afilados pisando colinas negras etiquetadas como "99 por ciento". La Tierra, hecha trizas por la mordedura del ogro, se encuentra entre sus patas. Garfios de arrastre halan hacia abajo a la bestia.
En un país que prácticamente carece de publicidad comercial, abundan tales imágenes y consignas antiimperialistas.
Estudiar en un país comunista es una opción de aventura para cualquier estadounidense. Pero Crilley, de 21 años de edad, y sus compañeros de clase en un programa único de la Universidad de Arcadia, fueron elegidos esta primavera para una dosis extra: fueron los primeros testigos de las reacciones y las aspiraciones del cubano común mientras Cuba y los EE.UU. comienzan a reparar lazos que se rompieron hace medio siglo.
"Ha sido emocionante", dijo Crilley, estudiante de primer año de Arcadia en Schnecksville, en el Condado del Lehigh. "Ha habido mucho interés sobre nosotros como norteamericanos. La gente nos pide nuestras opiniones"- y comparte sus esperanzas de que un deshielo diplomático está cerca.
Su principal curso sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba - presentado desde el punto de vista de Cuba - abrió una ventana a la psique de Cuba. Durante meses en la Isla, también Crilley ha vislumbrado los signos de acercamiento: La ropa con estampado de franjas y estrellas ha aparecido en las calles de La Habana.
El paquete, una descarga semanal de arte, cultura y música de todas partes circula clandestinamente a través de memorias USB, pero nadie sabe realmente su origen. El canal estatal emite la exitosa serie de CBS La Buena Esposa cada mañana en Inglés, con subtítulos en español.
Quién sabe?
"Cuando nos inscribimos no imaginamos que [los presidentes Obama y Raúl Castro] llamarían a una relación más estrecha", dijo Crilley mientras colgaba sus pies sobre el muro del malecón, el famoso paseo a la orilla del mar en La Habana. Noventa millas más allá está Florida.
Mientras pasaban los meses, "nosotros esperábamos que la Embajada de Estados Unidos abriera mientras estábamos aquí y poder ver eso", dijo. "Todavía no".
El martes, el día antes de que su revelador semestre en la Universidad de La Habana terminara, Crilley observaba la puesta de sol con cinco de sus seis compañeros de clase.
Uno, Jessica Pérez, de 21 años, de Bridgehampton, Nueva York, también asiste al programa Arcadia, en la universidad de Glenside, Condado de Montgomery, la cual cuenta con una reputación en programas de estudio internacionales.
Mientras que cerca de 50 universidades estadounidenses llevan a cabo programas que duran desde una semana a unos pocos meses, sólo Arcadia mantiene una presencia en Cuba con semestres durante el otoño, la primavera y el verano, dijo Tim Barton, director de servicios estudiantiles en el Colegio de Estudios Globales de Arcadia, que comenzó su programa residencial aquí en 2013.
Los otros estudiantes reunidos en el malecón con Crilley y Pérez asisten a universidades que participaron en el programa de Arcadia. Todos llegaron aquí el 22 de enero. Alexa Posner, de Colorado, es de la Universidad de Macalester en St. Paul, Minnesota. Hannah García, de Tennessee, es de la Universidad de Lipscomb en Nashville. Rebecca Acebal de Nueva Jersey, asiste a la Universidad de Georgetown.
Jade Harvey, de 19 años, de Los Ángeles, asiste a la Universidad de Yale. Kylie Crecer, de 20, quien creció en Cheltenham, Condado de Montgomery, asiste a la Universidad de Virginia. Son los junkies políticos del grupo.
"Algunos de los cubanos con los que hablamos están un poco preocupados por una nueva ola de imperialismo de los EE.UU.", dijo Harvey", pero esto de ninguna manera anula su entusiasmo ante la idea de la eliminación de las sanciones económicas. Esa es la gran cosa de la que todo el mundo habla aquí".
Las relaciones diplomáticas entre ambos países se derrumbaron en 1961, dos años después de la revolución que llevó a Fidel Castro al poder, y un año antes de que se descubrieran misiles nucleares rusos dirigidos a los EE.UU. en suelo cubano, produciendo la crisis de los misiles y la confrontación que forzó a su retiro del país.
Siguió un embargo por parte de los EE.UU. como castigo a la economía cubana. Y mientras que ambas naciones han intercambiado embates ocasionalmente, ninguna de las partes ha parpadeado.
En diciembre, buscando acabar con el "enfoque obsoleto" que desde hace más de medio siglo no ha logrado llevar la democracia a Cuba, Obama anunció cambios en la política, dirigidos a un acercamiento en las relaciones.
Suavizó las restricciones a los viajes entre Estados Unidos y Cuba y pidió la reapertura de una embajada EE.UU. en La Habana. Dio instrucciones al Departamento de Estado para revisar la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Pidió una flexibilización de ciertas actividades comerciales fuera del embargo económico general. "No sirve a los intereses de Estados Unidos, o al pueblo cubano", dijo, "tratar de empujar Cuba hacia el colapso".
Al siguiente mes, mientras Crilley se dirigía a Cuba, donde el acceso a Internet es mínimo, tuiteó: "Salgo fuera de la red por un tiempo amigos, adiós"!
Ella y sus compañeros de estudios dijeron la semana pasada que se sienten transformados por su exposición al pueblo cubano y a la vista de otra cara de los acontecimientos mundiales que habían estudiado en los EE.UU.
"La victoria de Playa Girón- victoria para Cuba, como lo llaman aquí, eso es un gran asunto", dijo Grow, estudiante de la Universidad de Virginia. "Es ampliamente celebrada como la primera victoria sobre el imperialismo en América Latina. Es una cuestión cultural de la que están muy orgullosos... La derrota de los esfuerzos de Estados Unidos para controlar a Cuba".
La invasión de Bahía de Cochinos de 1961, en la que 1400 exiliados cubanos entrenados por la CIA fracasaron en derrocar a Castro, fue ciertamente desastrosa desde el punto de vista de Estados Unidos. "Como estadounidense aquí he aprendido mucho sobre Cuba, obviamente", dijo Harvey. "Pero también he aprendido mucho acerca de Estados Unidos, oyendo la historia desde otra perspectiva".
Elena Moreno, de España y directora residente de Arcadia, dijo que se sentía como "entrar en la historia" cuando tomó el trabajo hace dos años. "Sentí que las cosas iban a cambiar, y eso está sucediendo ahora", pero poco a poco, dijo.
"La gente [cubanos y americanos] realmente no tiene nada en contra de unos de otros, y eso es algo que nuestros estudiantes pueden sentir".
El poder del intercambio cultural parecía encontrarse con mayor fuerza en su clase de economía política, donde se calificaron estudiantes estadounidenses y cubanos con respuestas a una serie de preguntas, entre ellas: ¿Existe el sueño americano?
Algunos estudiantes cubanos, citando desafíos para los inmigrantes y las minorías raciales en América, dijeron: "¿Cómo puede existir el sueño americano si no existe igual oportunidad?"
Esto trajo respuesta de otros cubanos en la clase, recordó Harvey. "Bueno, tenemos la igualdad de oportunidades", dijeron, citando el acceso universal a la libre la educación y la atención de la salud en Cuba", pero ¿hay alguna cosa como el sueño cubano? En realidad no, porque no hay mucho espacio para crecer".
Eran las dos caras de un momento de aprendizaje.
(Tomado de Philadelphia Inquirer / Traducción Danay Portal, Cubadebate)
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Es interesante e incluso importante que este tipo de opiniones, aunque con cierto sesgo, se hagan eco en los medios de prensa en los EEUU. Gracias por la traducción y sólo aclarar 2 cosas para el público en gral, cubano y de fuera de Cuba que visita y lee cubadebate.cu:
#1:
Las series de los EEUU desde que yo vivo en Cuba(hace 5 años) se transmiten en Cuba por medio de la TV nacional, y aún antes de mi llegada supongo.
#2:
"En diciembre, buscando acabar con el “enfoque obsoleto” que desde hace más de medio siglo no ha logrado llevar la democracia a Cuba"
Esto querrá decir, democracia ocidental, del tipo de receta en Libia, Siria e Irak.
jajaja.....yo tambien me quede pensando con ese comentario.
Es muy bueno q estudiantes norteamericanos vengan a Cuba y conozcan lo mejor de nuestro pueblo. Los cubanos somos alegres, trabajadores, optimistas,solidarios, no tienen odio en el corazón. Rechazan la injusticia de donde venga y las actitudes hegemónicas.Reconocemos las virtudes de los pueblos. sabemos del sueño americano y q los latinos y pobres muy pocos pueden llegar a realizarlo. Hay pocos países tan organizados como Cuba.
me gustaría que algun día los jovenes de diversas universidades de cuba puedan hacer las mismas visitas a universidades de Estados Unidos para compartir experiencias.
La convivencia y armonía entre ambos pueblos SI ES POSIBLE, siempre y cuando se aprenda a respetar los asuntos internos de cada parte y se renuncie a todo tipo de acción u omisión que intente destruirnos.
No albergamos los cubanos sentimientos de odio hacia lo más genuino del pueblo norteamericano que también ha sido víctima de una política hostil y fracasada.
QUE ESTOS JÓVENES PUEDAN COMPARTIR MÁS CON LOS CUBANOS DE APIE SIN NINGÚN ÍNTERES y restrinciones ,y esto se devuelva con estudiantes cubanos a otras universidades en los EUA
Ojala nosotros tambien podamos ir de visita a las universidades de estados unidos
El sueño cubano --que buena está esa!!
Cuba no necesita: "el sueño cubano", porque lo único que tenemos que hacer es desarrollar el sueño que la Revolución nos permite tener. No cambio a mi país por ninguno otro, por bello, desarrollado, supertecnológico que sea y he estado en países con todo eso. Para lograrlo, tenemos que acabar con la Burocracia, la indolencia, la negligencia y la incapacidad.
Por lo menos aqui en Cuba no se matan a los negros ni a los blancos en la calle y en las casas.
Y cuando les hace falta le cambian el corazón de gratis.
Si existe el sueño cubano: Y lo hemos ido construyendo, me adhiero a lo que dicen varios foristas aqui.
El que si va muy mal, pero muy mal, es el "sueño americano".