Cubadebate

Esta mañana en el Delirio Habanero del Teatro Nacional le fue entregado el Premio de periodismo cultural “José Antonio Fernández” a Guillermo Vilar por la obra de la vida.

El premio, instaurado desde el año 1999 por el Ministerio de Cultura, se otorga con el objetivo de reconocer el cumplimiento de uno de los principios de la política cultural de la Revolución: promocionar la cultura nacional.

Asistieron a este acto Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Julián González, Ministro de Cultura, Fernando Rojas, Viceministro de Cultura, Antonio Guerrero Héroe de la República de Cuba, colegas de la prensa cubana, directivos de varias instituciones de la cultura, amigos y familiares del director y realizador de programas de la radio y televisión cubanas, escritor, periodista y promotor.

Palabras de Guille con motivo del premio. Foto: Marianela Dufflar.

Con Liuba María Hevia y Tony Guerrero. Foto: Marianela Dufflar.

Tony Guerrero y Guille Vilar. Foto: Marianela Dufflar.

De izquierda a derecha, Julián González, Ministro de Cultura, el héroe Antonio Guerrero, Guille Vilar y Abel Prieto, asesor del presidente. Foto: Marianela Dufflar.

A continuación CUBADEBATE reproduce las palabras de Guille Vilar al recibir el Premio.

No por la felicidad que desborda este recinto, deja de ser un momento solemne en nuestras vidas. Si bien no tiene lugar exactamente un 14 de marzo, la prensa cubana expande su razón de ser desde el apostolado martiano en las páginas de Patria Si bien esta ceremonia no tiene lugar exactamente un 14 de marzo, José Antonio Echevarría y sus hombres, tampoco querían estar alejados de la prédica martiana en Patria. Y por si fuera poco, en tan significativas fechas, se nos entrega un premio conformado por nombres como el de Rubén Martínez Villena, Juan Marinello, el grupo Minorista y el del propio José Antonio Fernández de Castro, que no por ser lo suficientemente conocido, para nada significa de menor valía. Ante la memoria de semejantes paladines de la cultura cubana, me inclino respetuosamente con toda la grandeza de una humildad comprometida.

En un día como hoy, no queremos hablar de otra cosa que no sea acerca de la mujer más hermosa en nuestras vidas: De Cuba, de nuestra patria. Y en lo fundamental, dirijo mis palabras a los más jóvenes de nuestra profesión.
En primer lugar profesiones como las nuestra, tiene el privilegio de poder servir, de poder entregar, de poder darnos Por lo tanto, no dejen jamás de ser apasionados porque tenemos la obligación de colocar al corazón en nuestras manos, de colocar al corazón, en nuestras palabras, en nuestra voz. Y para emprender semejante empresa, asuman a Cuba como un infinito discurrir, donde todos somos uno. No se puede es cuchar a Silvio si no sabemos que los mangos verdes y el palmiche, era componentes básicos de la dieta cotidiana del mambí; que el Padre de la Patria estuvo un año con el mismo traje o que su calzado estaba confeccionado por raíces. No se puede escribir acerca del amor con que Amaury le canta a su mujer si no sabemos que para Martí el amor no es una hoguera, es llama: no es ímpetu, es ternura, beso y paz.

Sientan a Cuba desde la transparencia del aire que nos conserva vivos Vibren por Cuba desde la hondura de sus esencias. Amen a Cuba por sobre todas las cosas… Que entonces, cuando se dispongan a escribir, el fluir de ideas hermosas no habrá nada que las detenga.

Ahora para terminar, permítanme relajarme un poco. Quiero dedicar este premio a la memoria de mi padre quien me hubiera querido ver graduado de abogado o ingeniero, pero sin embargo sembró la semilla martiana en esta tala hecha por él. A la memoria de mi madre, quien no entendía cuántas veces, yo cobraba en el mes. Dedico este premio a la exigencia del cariño de mi hermana Laura; a mis cinco sob…, digo a mi s cinco hijos Yavi, Hannett, Joanna, Maurice y Sandor, pues no los quiero mejores. A la paciencia bíblica con mis cosas por parte de mi cuñado Raúl, a mi tío Frank por su sabiduría. Dedico este premio a mi hermano Tony y sus compañeros por enseñarnos como ser arquitectos de la vida sin necesidad de usar pasillos, puertas y ventanas para comunicarnos. Por último dedico este premio a un ser maravilloso, que según confesiones del propio poeta Homero, el riesgo de caer hechizado ante la fantasía de su sonrisa, es como tener la tranquilidad de que nada malo nos puede pasar en la vida: A Jennie Taura.

Y por todas estas razones y muchas más, me despido con esta conocida estrofa:¡ So y feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad…! La, la, la….