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Pardo saboreando el título

En este artículo: Camagüey, Cuba
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Foto: Enrique Atiénzar.

Foto: Enrique Atiénzar.

Por Enrique Atiénzar Rivero

Desde niño a José Pardo Nápoles le gustó tomar helado, pero de ahí a transformarse con los años en uno de los mejores elaboradores de sabores de Cuba va un buen trecho.

Él trabajaba en la fábrica de quesos y mantequilla “Guarina”, de la calle San Ramón, cuando en 1965 se produce un llamado para crear el contingente que se encargaría de construir la actual fábrica de helados “Coppelia”. No vaciló en brindarse para cumplir con la tarea.

Elio Verdecia, un compañero de labor en esa industria, no lo dejaría mentir. Pardo le dijo: si yo pudiera trabajar en esa fábrica cuando estuviera en producción; y el quizás con el que respondió se hizo realidad, “la chispita de comenzar en esta industria”, exclamó el entrevistado.

La suerte lo acompañó: dentro de los captados para formar un equipo de trabajo para echar a andar la fábrica estuvo él; lo escogieron por el nivel de escolaridad, y poco tiempo después viajó hacia La Habana para estudiar más de un año en la escuela tecnológica “Abel Santamaría”.

Sentado en un balance en la improvisada sala de su modesta casa, en la planta alta de la calle Cuarta esquina Jaime Nogueras, en el reparto Bellavista, Pardo rememoró que el 23 de diciembre de 1968 se produjo el arranque de la fábrica.

-¿Qué fue lo primero que hiciste cuando llegaste?

-- Yo te voy a ser sincero, como era una nueva tecnología, yo nunca había estado en una fábrica de helado, eso me impresionó, pero como es el cubano, uno  fue familiarizándose.

“El primer helado que hicimos como prueba fue de vainilla y quedó bueno. Cuando yo regresé a Camagüey venía preparado como elaborador. Lo hicimos de cierta forma con un miedo, me enfrentaba por primera vez a esa tecnología”-

-¿Cuál es o cuáles son los secretos de un buen sabor?

“El primer secreto es tenerle amor al trabajo, si no le tienes amor a lo que tú realizas eso no sirve, no sale bien; segundo: tener preparación para realizar este tipo de trabajo y tercero, saber cogerle el punto y estar consciente de que ese helado lo va a consumir el pueblo.

“Reconforta cuando sales a la calle y escuchas los comentarios de que bueno está el helado, sientes una honda satisfacción de que  lo que hiciste está bién”

Pardo es especialista elaborador de sabores, empezó solo y era el único. Ante una pregunta que tenía reservada para después. quiso adelantarse, pero llegamos al acuerdo de dejar el punto del relevo para después.

Este modesto hombre, de baja estatura y hablar pausado acompaña a su aval, además, la condición de innovador con resultados evidentes en confeccionar fórmulas para sustituir sabores ante la falta de materias primas por el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

--Nos dio resultado. Cogimos Relevante en los trabajos presentados y en explotación o generalizados  en el país completo.

-¿Qué pasó en el período especial que hubo que inventar con los sabores?

--Esto se concatena con lo anterior. Prácticamente estábamos parados... hay cosas que en mi criterio, y no solo es mío, de que en la asambleas de rendición de cuenta de los delegados con los electores hay que hablar de estas cosas, darle a conocer al pueblo de las dificultades para que haya mayor conciencia de los problemas. A veces hay comentarios sin lógica y es por falta de conocimiento, o mejor dicho, de información.

“Gracias a todo el colectivo logramos el objetivo de no paralizar la fábrica y que se produzca helado. Tenemos problemas, hay que darle mantenimiento.

“Tuvimos que hacer innovaciones, sustituir materias primas, a veces eliminarlas, reducir el porciento de grasas y fue cuando surgió el helado de 6%, pero fue pasando el período especial y mejoró el por ciento hasta lograr estabilidad y llegar al helado crema con un 17% de grasa”.

A Pardo no le gusta hablar en primera persona cuando refiere los méritos: “Gracias a todo el colectivo de trabajadores logramos el objetivo de producir helado y el deseo de resolver los problemas, de salir adelante y que la población pueda consumir helado Coppelia”.

Para el conglomerado de hombres y mujeres de esta fábrica, situada en la calle Rosario y Línea del Ferrocarril, en el reparto Las Mercedes, constituye un gran honor el hecho de tener entre sus filas a dos Héroes del Trabajo de la República de Cuba. Primero fue Elda Cisneros, fallecida, y ahora Pardo, proclamado con esa condición el pasado Primero de Mayo en la capital y con 47 años dedicados a la vida laboral activa.

-¿Qué significado tiene este título para ti?

--“Lo comentaba en La Habana, estamos más comprometidos en lo que realizas, de hacerlo cada día mejor en beneficio del pueblo que es el primer factor que da origen a las tareas de nosotros”.

-¿Habrá saborista para rato? ¿Ya empezaste a formar el relevo?

Mira hacia una de las hijas acompañándonos en el intercambio y deja escapar una sonrisa.

--“Aquí nadie es imprescindible. Yo he preparado a algunos compañeros. Fui instructor de oficio, compañeros que por una causa u otra razón se han ido.

“Ahora cuando fui a partir hacia Angola dejé a un compañero que confié que podía seguir como saborista y está trabajando muy bien. Una gente joven y muy trabajador”.

Pardo no hace mucho regresó de esa nación africana donde desde hace dos años presta asistencia técnica en la fábrica de helados, de tecnología italiana, del municipio de Viana a unos 15 kilómetros de Luanda, construida por los cubanos desde los cimientos hasta el montaje de la tecnología.

“En Angola impartimos clases como profesor de un grupo de angolanos. Allá no tenían fábrica de helados, sí una economía de mercado en que de distintos países traen el helado para hacer competencia”, explicó, mientras aclaró las dificultades iniciales con la barrera idiomática.

“Conversábamos con los cubanos que estábamos allá que si aquí hacíamos un buen helado allá tenía que ser igual o mejor para evitar chapucería. Cada uno de nosotros representamos allí a Cuba, no a nadie en particular”.

Subrayó que vive enamorado de su trabajo y que allá se lució “porque tuve la satisfacción de hacer lo que quería y darle los conocimientos a los demás. Como decía Martí que cuando tú naces tienes derecho a ser educado y después contribuir a la educación de los demás.

Allá en la industria de Viana empezó también por el sabor de vainilla porque es un sabor muy noble, no es como otros sabores a los que hay que añadirle colorantes, ácido cítrico, sabores, aceites esenciales, gelatina y una variedad de materias primas.

Pardo es de esas personas acuciosas, de la que piensa de que hasta no dominar el equipo tiene que extremar los cuidados y a la pregunta de cuál sabor le resulta el más difícil aseguró: “No se si es por los años de experiencia, pero no encuentro ninguno, porque cuando tienes deseo de hacer una cosa y estás consciente y le tienes amor allí no hay dificultades”.

No podía dejar de preguntarle si ha pensado  en el retiro laboral.

--“Lo había pensado dos o tres veces, pero como te decía ahorita: uno recibe el título de Héroe del Trabajo y entonces cada día nos comprometemos más con nuestro trabajo, con nuestro pueblo, con la Revolución, con el compañero Fidel, con Raúl... tenemos que seguir adelante.

“Yo siempre he dicho que el revolucionario se le debe reconocer sus valores, sus virtudes y sus méritos cuando ya descansa en la tumba, mientras tanto, seguir produciendo y garantizando lo que está haciendo”.

Cuando llegó a la casa de los festejos por el Primero de Mayo toda la familia se puso contenta, pero algo que también le reconfortó fue que en el ómnibus en que regresaba, con el certificado que es muy grande puesto sobre los muslos, firmado por Raúl Castro, presidente del Consejo de Estado y de Ministros, el chofer se dio de cuenta y le dijo al resto de los pasajeros la tripulación que para ellos era un honor de que fuera uno como él en el viaje..

--“Eso me llenó de emoción e igual sucedió en mi casa. Es la máxima distinción que otorga Cuba a aquellos trabajadores con una larga trayectoria, buenos resultados laborales. Eso no es fácil ni para mi ni para nadie. Compartir en la tribuna del Primero de Mayo con Raúl y en la condecoración con Machado Ventura y cumplir un amplio programa de actividades”.

Jocosamente le hablé del posible encabezamiento del material periodístico: “Pardo saboreando el título” y echándose hacia delante en el balance exclamó sonriente: “No estaría mal”, en tanto, habló del compromiso de en las próximas horas, a pesar de disfrutar de vacaciones, de ir a la fábrica a compartir con sus compañeros, después de  recuperarse del cansancio del viaje. Fueron veintiún minutos inolvidables de conversación.

Se han publicado 6 comentarios



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  • EL_NOMADA dijo:

    bravo por camaguey soy camagueyano,
    espero que nustro helado coppelia cresca cada dia mas...
    un abrazo a ese buen hombre...José Pardo Nápoles
    soy nápoles de apellido

  • CANSADO dijo:

    Por favor, como va a decir que se trabaja con AMOR AL PUEBLO cuando el helado que se vende a la población de Camagüey (ATENCIÓN: SE VENDE SOLO EN DOS LUGARES DE LA CIUDAD!!!!, la tercera ciudad en extensión y número de habitantes, la cual tiene una fábrica de helado!!!!!) es casi durofrío, de crema no tiene nada. Quien quiera comprobarlo, que se llegue a Coppelia o la chapucera cremería del cine en la Avenida de La Caridad.

    Gracias a los particulares, el PUEBLO de Camagüey puede tomar buen helado.

  • Decepcionado dijo:

    Y llaman helado a la basura que le venden al pueblo en MN en los Coppelia y dos o tres lugares más.....no j....

  • Jose dijo:

    No van a publicar mi comentario donde expongo la p'esima calidad del helado que se le vende a la población?

  • Day dijo:

    Qué lástima que esos dos camagüeyanos no tomen helado en el mismo sitio que mis dos pequeñas lo hacen casi todos los días. En Coopelia, en la heladería al lado del cine Alkázar y en El chocolate hay muchas cosas que mejorar como en todos los sitios de servicios, sobre todo en la sonrisa de los dependientes, y en ocasiones parece durofrío, pero casi siempre no es así. La generalidad de las veces es un helado cremoso y de buen sabor y he tenido la oportunidad de escuchar a varias personas de otyros lugares decir que el helado de Caagüey sigue siendo de los mejores del país.

  • PedritOS dijo:

    A miiii......... a mi no me gusta el helado, ggg...

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