Inaugurará la reina de España Biblioteca Dulce María Loynaz en Túnez
Una biblioteca que llevará el nombre de la escritora cubana Dulce María Loynaz será inaugurada en Túnez el próximo 25 de noviembre por la reina Sofía de España, quien develará un placa en homenaje a la autora, Premio Cervantes de Literatura 1992.
En la ceremonia participará como invitada especial del Instituto Cervantes -gestor de esta iniciativa- la prima ballerina asoluta Alicia Alonso, quien viajará a esta capital el lunes venidero, una vez finalizada la gira de la compañía que dirige por Italia y España.
Junto a ella lo hará el investigador y crítico literario Pedro Simón, estudioso de la trayectoria de Loynaz, a quien se debe una compilación de textos críticos sobre la obra de la poeta, publicada en la serie Valoración múltiple de la Casa de las Américas, en 1991.
Simón también intervendrá en un coloquio sobre la personalidad de la escritora, en compañía de Santiago Castelo, presidente de la Academia de la Lengua de Extremadura.
La apertura de la biblioteca estará rodeada de conciertos y veladas con la presencia de la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, y embajadores acreditados en Túnez, encabezados por los de Cuba y España.
Loynaz es una de las figuras tutelares de la cultura de la isla, a la que aportó poemarios de la dimensión de Juegos de agua, Poemas sin nombre y Bestiarium y un texto antológico como Carta de amor a Tutankamen, entre otros de similar importancia.
(Con información de Prensa Latina)
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Vale la pena decir, que Dulce María Loynaz nació en La Habana (Cuba) el 10 de diciembre de 1902. Su padre, Enrique Loynaz del Castillo, general del Ejército Libertador, de cuya pluma brotó la letra del Himno Invasor.
En la Biblioteca Nacional española en una de las salas de computadoras, encontré una pintura al óleo de Dulce María Loynaz, confeccionado por María Purificación Herrero, al igual que las que adornan las paredes de la segunda planta, con otros galardonados con el “Premio Cervantes”.
Un cuadro realizado a partir de una foto que muestra su figura grácil, con un vestido blanco, de pie, con un libro entre sus manos, en el jardín de su casa.
Los premios y reconocimientos obtenidos por la extraordinaria escritora son muchos, a partir de 1944 hasta 1996.
Su última obra, entregada al amigo Aldo Martínez Malo, con la condición de que solo se conociera cuando hubiese cumplido 90 años o después de su muerte, vio la luz en 1993, publicada por Ediciones Hnos. Loynaz, en ocasión de celebrarse en Pinar del Río, el I Encuentro Iberoamericano sobre su vida y obra
“La gran dama de Hispano-América", mejor decir, estuvo profundamente unida a los destinos y la cultura de Cuba, así como a todo lo hispánico.
Permítanme decir: DULCE MARÍA LOYNAZ ES Y SERÁ “CUBANÍSIMA”, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.