Cubadebate

Cada vez que hago un comentario me pregunto ¿Es que soy muy viejo? o ¿Es que he vivido intensamente? En marzo cumpliré 67 años.

¿Qué tiene esto que ver con la Iglesia y la visita anunciada.

Me alegro mucho de las relaciones entre Cuba y "El Vaticano en la actualidad.

Ingresé en el Partido Comunista de Cuba en 1980.

Comencé a creer en 1992, viviendo en España. Sin embargo, podía haber creído desde antes (1974) y no ocurrió así.

Mi padre era ateo y no asistía a la Iglesia, mi madre que era creyente (Dios y la Caridad del Cobre) tampoco asistía.

Cuando triunfó la Revolución y comenzaron los problemas del "Comunísmo o que no" a mi no me causó ninguna animadversión.

Recuerdo que la Iglesia tenía salas con instrumentos musicales que hacían que muchos jóvenes asistieran más a los ensayos que a las misas y los sacerdotes se eenfsadaban y los “muchachos también,

Las amistades de mi madre le contaban “las cosas” que se decían en la Iglesia y mi madre se “horrorizaba”.

Hubo mucha implicación de la Iglesia en cuestiones contrarrevolu- cionarias. La Operación Peter Pan, fue, creo yo que la mayor. Aquello las personas que me rodeaban no lo entendían. Las cuestiones peores ocurrían en La Habana, donde pasaba tempradas con mi padre.

Escondite de contrarrevolucionarios con delitos de asesinatos. Hubo uncaso de un, secuestrador de un aparato, no olvido el apellido Betancourt, por ejemplo. Famoso.

Sin embargo, desde pequeño, con solo 6 años de edad (1950) veía que un hombre visitaba mi casa, subía a la "Barbacoa" de la zapatería de mi padre, que era muy grande y en la cual se guardaban todo tipo de materiales, especialmente pieles y no salía en todo el día.

Al preguntarle a mi padre qué hacía ese hombre allí, al cual además, se le subía desayuno, almuerzo, comida, fundamentalmente me conestaba que le estaba curando las pieles "Para que no le caigan vichos".

Me acostaba después de hacer las tareas, revisadas por mi madre. Al ver que mi padre no se acostaba, no me dormía y entonces escuchaba voces en la sala, salían y las volvía a escuchar detrás de la cas y delante de la zapatería.

Esto es un capítulo de un libro autobiográfico.Lo que me perimte ser breve.

Años más tarde (1959) mis padres me contarían que el Sr. que "Vivia" en la Barnacoa era Blás Roca (Secretario General de los Comunistas de Cuba)y los asistentes eran Arnaldo Milián (Responsable de Matanzas y Las Villas); Felipe Torres, Gaspar Jorge García Galló (En cuya casa mi abuela materna era "Cocinera) y vivía a media cuadra de mi casa en la calle San Miguel de Santa Clara. A los 8 años conocí de la bondad de todos los comunístas de Santa Clara por un gran gesto con mi padre.

Posteriormente, Gaspar Jorge García Galló fue mi profesor en el CENIC. Posteriormente, nos encontrabamos con frecuencia , horrarios de entrada, en los ascensorers del Comité Central..

A Felipe Torres, mientras trabajaba con el Profesor Hernández Coirvo en el INDER y estaba fuera del país y le hice rajustes en unos soportes parsa los pies y volvió a caminar antes de que él regresara. Se alegró mucho de verme en aquellas circunstancias.

Cuando tenía una oficina en el quinto pioso del Comité Central, que trabajaba en el Departamento de Salud Pública, voluntario (Activistas), Blás Roca, ya algo enfermo pasaba todas las tardes frente a mi oficina y yo salía a la puerta porque rconocía sus pasos y nos saludábamos.

En mi libro titulo este aspecto como “Los comunistas que conocí de pequeño”

Tengo todavía, aunque hace años que no nos vemos, una relación "familiar" tremenda con un religioso extraordinario (Dr Antonio Marrero) y su familia.

Un profesor muy importante de Estados Unidos nos vió juntos, que me ayudó a llevarlo del aeropuerto al Hotel y otros viajes y nos preguntó si ambos eramos comunistas. Cuando él le contestó que <> no entendía nada de aquello.

A otro mi esposa, en aquel momento, que lo acompañaría por ser también estadounidense le preguntó si quería ir a la Iglesis, se sorprendió y se decidió por el Museo de Armas.

Me decía, posteriormente, que cuando lo contaba , a su regreso a Estados Unidos, muchos que yo conocía, no lo podían creer.

Estas cosas ocurrían en relaciones interpersonales. Sin ambargo, hubo un hecho que fue muy educativo. Solo mencionaré el documental “La Leyenda de Cayita” me disculpan si no recuerdo bien el nombre, cuando Fidel fue a la Sierra y le entregó el canet del Partido.

En el exterior se desconoce un porcentaje miuy importante de lo que ha ocurrido y ocurre en Cuba.

Me dio dolor y rabia a la vez, cuando el hermano de uno de los sacerdotes que aparecieron muertos, el del último, decía: “ En Cuba es muy dificil ser Cura”. Suerte que el Cardenal Ortega, salió al paso de ello en una homilía el domingo, cuando los culpables habían sido detenidos.

Tuve oportunidad de conversar con él, cuando viajabamos en asientos cercanos del avión hacia España. Yo había editado y prologado el libro del Dr Marrero, lo cual me honró, ambas cosas.

Lo he dejado casi para el final. La visita de Juan Pablo II, muchos tienen que saberlo, despertó más expectativas que el “Concierto por la Paz” y ésta será la última vez que lo mencione. Porque el poder de Convocatoria de un Papa, de cualquiera que sea, es inmenso.

Juan Pablo II, estaba precedido de la falsa propaganda de que había derribado el “Muro de Berlin”, sinónimo del Socialísmo, aunque todo el mundo dice que “se cayó el Comunísmo”, excepto en Cuba.

Hay que decir la verdad, cuando la Iglesia comenzó a ocuparse de sus asuntos religiosos terminaron los problemas, porque a veces se permiten algunas cosas y la gente comienza a sentirse “poderosa”, e intocable.