Marsalis brilló con sus colegas cubanos en La Habana
El jazz tuvo una jornada de gloria este fin de semana en Cuba con una jam session anticipadora de los conciertos que el trompetista norteamericano Wynton Marsalis ofrecerá aqui con la Jazz Lincoln Center Orchestra.
Fue una bienvenida tributada por sus colegas cubanos, que no tardó en convertirse en un abrazo mutuo con la música invitando y uniendo, atrayendo. No hay jazzista que se resista al poder de convocatoria de una descarga, de una improvisación liberadora.
A Marsalis lo mueve además su amor por el acervo sonoro de la isla. Estamos haciendo conexiones, amamos la musica de Cuba y sus artistas, dijo.
En los jardines del Instituto de la Música, en el céntrico barrio de El Vedado, vibró entonces el jazz con toda su pujanza mientras flotaba en el aire el latido de sus orígenes en las márgenes de Nueva Orleáns, donde surgió en oscuros tugurios para abrir nuevos caminos a la música y alimentarse de todo lo que pudiera nutrirlo, todo lo susceptible de ser revertido, jazzeado.
Entre los cubanos brilló quien fuera su discípulo en la Academia Julliard, de Estados Unidos, durante un año, Yasek Manzano, un joven de 30 años dueño de una espléndida madurez y un talento siempre presto a derribar fronteras, a ir más allá, a explorar en la herencia africana y en el legado múltiple del Caribe.
Manzano no llegó solo con su quinteto, sino que incorporó al Cuarteto de Cuerdas Amadeo Roldán. Desgranó temas como Gorgona, Cimarrón y Babel y trajo como invitado a Emir Santacruz.
Luego se sumó la Jazz Band del director y arreglista Joaquín Betancourt, quien introdujo al quinteto del saxofonista Michel Herrera.
El final fue de lujo con Marsalis desatando de cualquier atadura el libre vuelo de su trompeta y los músicos de la Jazz Lincoln Center en conjunción perfecta con los cubanos para que la música se expandiera añadiendo su propia temperatura e iluminara con una luz extra la tarde-noche habanera.
Este encuentro con Cuba es muy importante para la música norteamericana, dijo Marsalis. Y la frase surcó el aire en brazos de su propio eco.
(Con información de Prensa Latina)
Wynton Marsalis, trompetista norteamericano, participa en una descarga con musicos cubanos en los jardines del Instituto de la Musica.PLFOTO/Ismael Francisco
Wynton Marsalis, trompetista norteamericano, participa en una descarga con musicos cubanos en los jardines del Instituto de la Musica.PLFOTO/Ismael Francisco
Wynton Marsalis, trompetista norteamericano, participa en una descarga con musicos cubanos en los jardines del Instituto de la Musica.PLFOTO/Ismael Francisco
Wynton Marsalis, trompetista norteamericano, participa en una descarga con musicos cubanos en los jardines del Instituto de la Musica.PLFOTO/Ismael Francisco
Wynton Marsalis, trompetista norteamericano, participa en una descarga con musicos cubanos en los jardines del Instituto de la Musica.PLFOTO/Ismael Francisco
Marsalis recibió Premio CubaDisco Internacional
El jazzista norteamericano Wynton Marsalis recibió en esta capital el Premio CubaDisco Internacional en reconocimiento por su brillante trayectoria como músico y defensor, no solo desde su trompeta, de esta expresión artística.
Los jardines del Instituto Cubano de la Música sirvieron, este domingo, de escenario para agasajar a una de las figuras del jazz más importantes del siglo XX y lo que va del XXI.
Y la mejor manera de honrar a un músico de tales credenciales es la música misma, de esta manera el joven trompetista Yasek Manzano tuvo a su cargo parte de la descarga que los cubanos ofrecieran a Marsalis y sus acompañantes, 15 integrantes de la Jazz Lincoln Center Orchestra.
Varios temas de gran exigencia interpretativa deleitaron a los visitantes, que seguían emocionados cada nota de la trompeta de Manzano y sus jóvenes acompañantes.
La ocasión fue aprovechada para obsequiarle a esta leyenda viviente del jazz una obra del pintor Geyser Manzano, hermano de Yasek, y que le fuera entregada por su padre Salvador, como agradecimiento a quien ha hecho tanto por pulir el virtuosismo de quienes se inician en tan prolifero género musical.
Marsalis y sus músicos también pudieron apreciar la calidad del jazz cubano a cuenta de los instrumentos de la Jazz Band del maestro Joaquín Bután, con un formato más amplio y la interpretación de obras de marcado prestigio en el género por autores de renombre internacional como el maestro Chucho Valdés.
Los visitantes permanecerán en la Cuba hasta el próximo nueve de octubre, y ofrecerán cuatro conciertos en el teatro Mella.
Además visitarán escuelas de arte, a la vez que Marsalis impartirá talleres y una clase magistral, oportunidad única, para los jóvenes músicos cubanos. (Alain Valdes Sierra / AIN)
Un gran intercambio cultural necesario para llevar la cultura a los pueblos sin las presiones de la política, buena repercusión tuvo la presentación de este jazzista americano en nuestro país y siempre serán bien recibido cuando vengan con aires de libertad y respeto, muchas son las agrupaciones cubanas que se han presentado en los EEUU dando una muestra de la mejor musica cubana que es seguida en todo el mundo por personas de diversas naciones y en ellas se incluyen los EEUU.