El Nuevo Herald
Opinión »
Por: Jean-Guy Allard
Si en Ohio grupos populares han observado, en las elecciones de noviembre, la existencia de un verdadero patrón de fraude que ha permitido modificar fuertemente los resultados del voto a favor del candidato republicano George W. Bush, en la Miami de la mafia cubanoamericana, el fraude se realiza ya a plena vista, alcanzando el nivel de la farsa. Colmo de lo ridículo: el voto realizado sobre el tema de las máquinas de juego, simultáneamente al voto para la Presidencia.