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Foto: The Grayzone

El ejército de Israel recibió órdenes de bombardear las casas israelíes e incluso sus propias bases, ya que fueron abrumados por los militantes de Hamás el 7 de octubre. ¿Cuántos ciudadanos israelíes que se dice fueron “quemados vivos” fueron realmente asesinados por fuego amigo?

Varios testimonios nuevos de testigos israelíes del ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel se suman a la creciente evidencia de que el ejército israelí mató a sus propios ciudadanos mientras trataba de neutralizar a los pistoleros palestinos.

Tuval Escapa, miembro del equipo de seguridad del kibutz Be'eri, estableció una línea directa para coordinar entre los residentes del kibutz y el ejército israelí. Le dijo al periódico israelí Haaretz que a medida que comenzó la desesperación, “los comandantes en el campo tomaron decisiones difíciles, incluido bombardear casas contra sus ocupantes para eliminar a los terroristas junto con los rehenes”.

Un informe separado publicado en Haaretz señaló que el ejército israelí se vio “obligado a solicitar un ataque aéreo” contra sus propias instalaciones dentro del cruce de Erez a Gaza “con el fin de repeler a los terroristas”, que habían tomado el control. Esa base estaba llena de oficiales y soldados de la Administración Civil israelí en ese momento.

Estos informes indican que llegaron órdenes del alto mando del ejército para atacar hogares y otras áreas dentro de Israel, incluso a costa de muchas vidas israelíes.

Una mujer israelí llamada Yasmin Porat confirmó en una entrevista con Israel Radio que los militares “sin duda” mataron a numerosos no combatientes israelíes durante los tiroteos con militantes de Hamás el 7 de octubre. “Eliminaron a todos, incluidos los rehenes”, declaró, refiriéndose a las fuerzas especiales israelíes.

Como informaron David Sheen y Ali Abunimah en Electronic Intifada, Porat describió el “fuego cruzado muy, muy pesado” y el bombardeo de tanques israelíes, lo que provocó muchas bajas entre los israelíes.

Mientras estaba retenido por los pistoleros de Hamás, Porat recordó: “No abusaron de nosotros. Nos trataron muy humanamente... Nadie nos trató violentamente”.

Añadió: “El objetivo era secuestrarnos y llevarnos hacia Gaza, no asesinarnos”.

Según Haaretz, el ejército solo pudo restaurar el control sobre Be'eri después de admitir que “armar” las casas de los israelíes que habían sido capturados.

“El precio fue terrible: al menos 112 residentes de Be'eri fueron asesinados”, dijo el periódico. “Otros fueron secuestrados. Ayer, 11 días después de la masacre, se descubrieron los cuerpos de una madre y su hijo en una de las casas destruidas. Se cree que todavía hay más cuerpos en los escombros”.

Gran parte del bombardeo en Be'eri fue llevado a cabo por tripulaciones de tanques israelíes. Como señaló un reportero del medio de comunicación i24, patrocinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, durante una visita a Be'eri, “las casas pequeñas y pintorescas [fueron] bombardeadas o destruidas”, y “los céspedes bien mantenidos [fueron] arrancados por las huellas de un vehículo blindado, tal vez un tanque”.

Los helicópteros de ataque Apache también figuraron en gran medida en la respuesta del ejército israelí el 7 de octubre.

Los pilotos han dicho a los medios de comunicación israelíes que se apresuraron al campo de batalla sin ninguna inteligencia, incapaces de diferenciar entre los combatientes de Hamás y los no combatientes israelíes y, sin embargo, decididos a “vaciar el vientre” de sus máquinas de guerra. “Me encuentro en un dilema en cuanto a qué disparar, porque hay muchos de ellos”, comentó un piloto de Apache.

El vídeo filmado por hombres armados uniformados de Hamas deja claro que dispararon intencionalmente a muchos israelíes con rifles Kalashnikov el 7 de octubre. Sin embargo, el Gobierno israelí no se ha contentado con confiar en pruebas de vídeo verificadas.

En cambio, continúa impulsando las afirmaciones desacreditadas de “bebés decapitados” mientras distribuye fotografías de “cuerpos quemados más allá del reconocimiento” para insistir en que los militantes inmolaron sádicamente a sus cautivos, e incluso violaron a algunos antes de quemarlos vivos.

El objetivo detrás de la exhibición de atrocidades de Tel Aviv es claro: pintar a Hamás como “peor que ISIS” mientras se cultiva el apoyo al bombardeo en curso del ejército israelí de la Franja de Gaza, que ha dejado miles de muertos, incluidos al menos 2 500 niños en el momento de la publicación.

Mientras que cientos de niños heridos en Gaza han sido tratados por lo que un cirujano describió como “quemaduras de cuarto grado” causadas por armas novedosas, el enfoque de los medios de comunicación occidentales sigue siendo enfocado en los ciudadanos israelíes supuestamente “quemados vivos” el 7 de octubre.

Sin embargo, la creciente evidencia de órdenes de fuego amistosas dictadas por los comandantes del ejército israelí sugiere firmemente que al menos algunas de las imágenes más discordantes de cadáveres israelíes carbonizados, hogares israelíes reducidos a escombros y montículos quemados de vehículos presentados a los medios de comunicación occidentales fueron, de hecho, la mano de las tripulaciones de tanques y los pilotos de helicópteros que cubrieron el territorio israelí con proyectiles, fuego de cañones y misiles de fuego infernal.

De hecho, parece que el 7 de octubre, el ejército de Israel recurrió a las mismas tácticas que ha empleado contra los civiles en Gaza, lo que aumenta el número de muertos de sus propios ciudadanos con el uso indiscriminado de armas pesadas.

Hamás y la Yihad Islámica Palestina (PIJ) lanzaron la Operación Inundación de Al-Aqsa a las 6 de la mañana del 7 de octubre, abrumando rápidamente a las bases militares desde las que Israel mantiene su asedio de la Franja de Gaza. El principal de los objetivos delineados por Hamás y el PIJ fue la liberación de los palestinos encarcelados por Israel, incluidos hasta 700 niños que pasan por el sistema cada año, junto con 1264 palestinos actualmente detenidos sin cargos.

El intercambio de 2011 por Gilad Shalit, un soldado israelí capturado cinco años antes y liberado a cambio de 1027 prisioneros, proporcionó una clara inspiración para la inundación de Al-Aqsa. Al asaltar bases militares y kibutz, los militantes palestinos tenían como objetivo capturar a tantos soldados y civiles israelíes como fuera posible, y traerlos de vuelta con vida a Gaza.

El asalto de iluminación abrumó inmediatamente a la División de Gaza de Israel.

El vídeo grabado por cámaras GoPro montadas en los cascos de los combatientes palestinos muestra a los soldados israelíes cortados en rápida sucesión, muchos todavía vestidos con ropa interior y cogidos desprevenidos. Al menos 340 soldados activos y oficiales de inteligencia murieron el 7 de octubre, lo que representa cerca del 50 % de las muertes israelíes confirmadas.

Entre las bajas se encontraban oficiales de alto rango como el coronel Jonathan Steinberg, el comandante de la Brigada Nahal de Israel. (Muchos socorristas y civiles israelíes armados también fueron asesinados).

El cruce de Erez es el hogar de una instalación masiva de actividades militares y de coordinación del Gobierno en los Territorios [Ocupados] (COGAT) que funciona como el centro neurálgico del asedio de Israel en Gaza. Cuando fue invadido por combatientes palestinos el 7 de octubre con multitudes de burócratas del ejército dentro, el ejército israelí entró en pánico.

Según Haaretz, el comandante de la División de Gaza, el Brig. Gen. Avi Rosenfeld, “se arraigó en la sala de guerra subterránea de la división junto con un puñado de soldados masculinos y femeninos, tratando desesperadamente de rescatar y organizar el sector bajo ataque. Muchos de los soldados, la mayoría de ellos sin personal de combate, murieron o resultaron heridos fuera. La división se vio obligada a solicitar un ataque aéreo contra la propia base [Erez Crossing] con el fin de repeler a los terroristas”.

El vídeo publicado por el COGAT de Israel diez días después de la batalla, y el ataque aéreo israelí, muestra graves daños estructurales en el techo de la instalación del cruce de Erez.

A las 10:30 a.m., según un informe que el ejército dio al medio de noticias israelí Mako, “la mayoría de las fuerzas [palestinas] de la ola de invasión original ya habían salido de la zona hacia Gaza”. Pero con el rápido colapso de la División de Gaza del ejército israelí, los saqueadores, los espectadores comunes y los guerrilleros de bajo nivel no necesariamente bajo el mando de Hamás fluyeron libremente hacia Israel.

En este punto, los dos escuadrones de helicópteros Apache de Israel tenían 8 helicópteros en el aire, “y casi no había inteligencia para ayudar a tomar decisiones fatídicas”, informó Mako. Los escuadrones no alcanzaron toda su fuerza hasta el mediodía.

A medida que la ola de infiltraciones de Gaza impulsaba el caos en el suelo, los pilotos israelíes desconcertados desataron un frenesí de salvas de misiles y ametralladoras: “Los pilotos apaches testifican que dispararon una gran cantidad de municiones, vaciaron la “belpa del helicóptero” en minutos, volaron para volver a armarse y regresaron al aire, una y otra vez. Pero no ayudó y lo entienden”, informó Mako.

Los helicópteros Apache parecen haberse centrado en los vehículos que regresaban a Gaza desde el festival de música electrónica Nova y los kibutús cercanos, atacaron coches con el aparente conocimiento de que los cautivos israelíes podrían estar dentro. También dispararon contra personas desarmadas que salían de los coches o caminaban a pie por los campos de la periferia de Gaza.

En una entrevista con el medio de noticias Mako, de Israel, un piloto apache reflexionó sobre el tortuoso dilema de si disparar a las personas y a los coches que regresan a Gaza. Sabía que muchos de esos vehículos podrían haber contenido cautivos israelíes. Pero eligió abrir fuego de todos modos. “Elijo objetivos como ese”, reflexionó el piloto, “donde me digo a mí mismo que la posibilidad de que también esté disparando aquí a los rehenes es baja”. Sin embargo, admitió que su juicio “no era del 100%”.

“Entiendo que tenemos que disparar aquí y rápidamente”, dijo el comandante de la unidad Apache, el teniente. El coronel E. le dijo a Mako en un informe separado. “Disparar a la gente de nuestro territorio es algo que nunca pensé que haría”.

Teniente coronel A., un piloto de reserva de la misma unidad, describió una niebla de confusión: “Me encuentro en un dilema en cuanto a qué disparar, porque hay muchos de ellos”.

Un informe sobre los escuadrones apaches del medio israelí Yedioth Aharanoth señaló que “los pilotos se dieron cuenta de que había una tremenda dificultad para distinguir dentro de los puestos avanzados y asentamientos ocupados quién era un terrorista y quién era un soldado o un civil... La tasa de fuego contra los miles de terroristas fue tremenda al principio, y solo en cierto punto los pilotos comenzaron a ralentizar los ataques y a seleccionar cuidadosamente los objetivos”.

Un comandante de escuadrón le explicó a Mako cómo casi atacó la casa de una familia israelí ocupada por militantes de Hamás, y terminó disparando junto a ella con balas de cañón. “Nuestras fuerzas aún no habían tenido tiempo de llegar a este acuerdo”, recordó el piloto, “y ya me he quedado sin misiles allí, que es el armamento más preciso”.

Con la familia dentro de un refugio antiaéreo fortificado, el piloto “decidió disparar un cañón a 30 metros de esta casa, una decisión muy difícil. Disparo para que si están allí actualmente, escuchen las bombas dentro de la casa, para que entiendan que se sabe que están allí, y con la esperanza de que salgan de esa casa. También te estoy diciendo la verdad, se me pasó por la mente que estaba disparando a la casa”.

En última instancia, los pilotos de helicópteros israelíes culparon a las tácticas inteligentes de Hamás por su incapacidad para distinguir entre los militantes armados y los no combatientes israelíes. “El ejército de Hamás, resulta, lo hizo deliberadamente difícil para los pilotos de helicópteros y los operadores de los UAV”, afirmó Yedioth Aharanoth.

Según el documento israelí, “se hizo evidente que en las últimas sesiones informativas se pidió a las fuerzas invasoras que entraran lentamente en los asentamientos y puestos de avanzada o dentro de ellos, y bajo ninguna circunstancia corrieran, con el fin de hacer que los pilotos pensaran que eran israelíes. Este engaño funcionó durante un tiempo considerable, hasta que los pilotos apaches se dieron cuenta de que tenían que saltarse todas las restricciones. Fue solo alrededor de las 9 a.m. que algunos de ellos comenzaron a rociar a los terroristas con los cañones por su cuenta, sin la autorización de los superiores”.

Y así, sin ninguna inteligencia o capacidad para distinguir entre palestinos e israelíes, los pilotos soltaron una furia de cañones y misiles sobre las áreas israelíes de abajo.

Una de las muchas casas en Kibbutz Be'eri que parece haber sido bombardeada con armas pesadas. Foto: The Grayzone

Los militares de Israel “eliminaron a todos, incluidos los rehenes”, disparando proyectiles de tanques contra las casas del kibutz

Las fotos de las secuelas de los combates dentro de kibutz como Be'eri, y del bombardeo israelí de estas comunidades, muestran escombros y casas carbonadas que se asemejan a las secuelas de los ataques de tanques y artillería israelíes dentro de Gaza.

Como dijo Tuval Escapa, el coordinador de seguridad del Kibbutz Be'eri, a Haaretz, los comandantes del ejército israelí habían ordenado “quemar las casas de sus ocupantes con el fin de eliminar a los terroristas junto con los rehenes”.

Yasmin Porat, una asistente del festival de música Nova que huyó al kibutz Be'eri, dijo a la radio israelí que cuando las fuerzas especiales israelíes llegaron durante un enfrentamiento de rehenes, “eliminaron a todos, incluidos los rehenes, porque había fuego cruzado muy, muy fuerte”.

“Después de un fuego cruzado loco”, continuó Porat, “se dispararon dos proyectiles de tanques contra la casa. Es una pequeña casa de kibutz, nada grande”.

Casas destruidas en el Kibbutz Be'eri después de los combates del 7 de octubre, que incluyeron el bombardeo de viviendas con tanques israelíes. Foto: The Grayzone

Un vídeo publicado por la cuenta de Telegram de los Socorristas del Sur de Israel muestra los cuerpos de israelíes descubiertos debajo de los escombros de una casa destruida por una poderosa explosión explosiva, probablemente un proyectil de un tanque. El derechista New York Post publicó un informe sobre un incidente similar y el cuerpo de un niño encontrado quemado bajo las ruinas de su casa en Be'eri.

El fenómeno de los cadáveres carbonizados cuyas manos y tobillos habían sido atados, y que se encontraron en grupos debajo de los escombros de las casas destruidas, también plantea preguntas sobre el fuego “amigo” de tanques.

Yasmin Porat, la rehén que sobrevivió a un enfrentamiento en Be'eri, describió cómo los militantes de Hamás ataron las manos de su pareja a sus espaldas. Después de que un comandante militante se rindiera, usándola como un escudo humano para garantizar su seguridad, vio a su pareja tirada en el suelo, todavía viva. Afirmó que las fuerzas de seguridad israelíes “sin lugar a dudas” lo mataron a él y a los otros rehenes mientras abría fuego contra los militantes restantes en el interior, incluso con proyectiles de tanques.

Las fuerzas de seguridad israelíes también abrieron fuego contra los israelíes que huían, a quienes confundieron con hombres armados de Hamás. Una residente de Ashkelon llamada Danielle Rachiel describió casi haber sido asesinada después de escapar del festival de música Nova cuando fue atacado por militantes de Gaza.

“Cuando llegamos a la rotonda en un kibutz, ¡vimos a las fuerzas de seguridad israelíes!”, Rachiel recordó. “Tuvimos la cabeza baja porque sabíamos automáticamente que sospecharían de nosotros, en un pequeño coche golpeado... de la misma dirección de la que venían los terroristas. ¡Nuestras fuerzas comenzaron a dispararnos!”

“Cuando nuestras fuerzas nos dispararon, nuestras ventanas se rompieron”, continuó. Fue solo cuando gritaron en hebreo “¡Somos israelíes!”, que el tiroteo se detuvo y fueron llevados a un lugar seguro.

Algunos israelíes no tuvieron tanta suerte como Rachiel Adi Ohana fue asesinado a tiros por la policía israelí cerca de su casa después de ser confundido con una guerrilla palestina. “Un hombre inocente fue asesinado de la manera más negligente posible”, se quejó su sobrina. Los medios de comunicación israelíes ahora se están llenando de informes de que los militares están disparando a sus compañeros israelíes, incluso mientras defendían sus hogares de los pistoleros palestinos.

¿Las fotos de la “atrocidad de Hamás” de Israel, ahora desaparecidas, representaban a los combatientes muertos de Hamas?

Entre los vídeos más horripilantes de las secuelas del 7 de octubre, también publicados en la cuenta de Telegram de South Responders, muestra un coche lleno de cadáveres carbonizados (abajo) en la entrada del Kibbutz Be'eri. El gobierno israelí ha retratado a estas víctimas como víctimas israelíes de la sádica violencia de Hamás. Sin embargo, el cuerpo de acero derretido y el techo colapsado del coche, y los cadáveres ampliamente quemados en el interior, evidencian un golpe directo de un misil Hellfire.

También es posible que los ocupantes masculinos del coche fueran activistas de Hamás que habían entrado después de que se rompieran las vallas. También pueden haber regresado a Gaza con cautivos israelíes dentro de su coche.

El embajador de Israel en la ONU, Gilad Erdan, parece haber promocionado fotos que muestran a combatientes muertos de Hamás durante su diatriba del 26 de octubre en las Naciones Unidas. Erdan gesticuló enfadado en el podio, gritando que “estamos luchando contra los animales" antes de sacar un papel que mostraba un código QR subtitulado: "Escanear para ver las atrocidades de Hamás”.

Cuando escaneé el código ese día al mediodía, encontré alrededor de 8 imágenes espeluznantes de cuerpos quemados y partes del cuerpo ennegrecidas. Uno mostró un montón de cadáveres masculinos completamente carbonizados apilados en un contenedor de basura. ¿Los rescatistas y médicos israelíes habrían deshacerse de los judíos israelíes muertos de esta manera?

Todos los israelíes asesinados el 7 de octubre parecen haber sido recogidos en bolsas de cadáveres individuales y transportados a morgues. Mientras tanto, numerosos vídeos grabados por israelíes los mostraron desfilando los cadáveres de los hombres armados de Hamás asesinados por las fuerzas de seguridad, desnudándolos, orinando sobre ellos y mutilando sus cuerpos. Tirar sus cuerpos a un contenedor de basura parecería ser parte de la política de facto de abuso de cadáveres.

Poco más de 12 horas después de que el embajador Erdan promoviera las supuestas fotos de la atrocidad de Hamás en la ONU, el archivo de Google Drive contenía solo un breve vídeo.

Entre las fotos misteriosamente desaparecidas estaba la imagen del contenedor de basura lleno de cuerpos quemados. ¿Se había eliminado porque mostraba a los combatientes de Hamás quemados por un misil Hellfire, y no a los israelíes “quemados hasta la muerte” por Hamás?

Algunos rescatistas que llegaron a sitios de carnicería en el sur de Israel después del 7 de octubre dijeron que nunca habían visto tal destrucción. Sin embargo, para aquellos que han sido testigos del bombardeo israelí de la Franja de Gaza, las imágenes de casas bombardeadas y coches quemados deberían haber sido familiares.

Mientras informaba sobre el asalto de 51 días de Israel a Gaza en 2014, me encontré con un vehículo destruido en el centro de la ciudad de Gaza perteneciente a un joven taxista llamado Fadel Alawan que había sido asesinado por un dron israelí después de que sin darse cuenta dejara caer a un caza herido de Hamás en un hospital cercano. Dentro del coche, todavía se podían ver los restos de la sandalia de Alawan fundidos en el pedal del acelerador.

En la tarde del 7 de octubre, los plácidos asentamientos y las carreteras desérticas a través del sur de Israel estaban carbonizados y bordeados de coches bombardeados que se parecían mucho a los de Alawan. ¿Fueron los combatientes de Hamás, ligeramente armados, realmente capaces de exigir la destrucción a una escala tan completa?

Este 23 de octubre, el Gobierno de Israel reunió a miembros de la prensa internacional para una sesión de propaganda extraoficial. Dentro de una base militar cerrada, los funcionarios bombardearon a la prensa con películas de tabaco y una colección de acusaciones espeluznantes de “escenas desgarradoras de asesinato, tortura y decapitación del ataque de Hamás del 7 de octubre”, según el Times of Israel.

En quizás el documento más inquietante presentado por el gobierno israelí, los reporteros recibieron un video que mostraba “el cadáver de una mujer parcialmente quemada, con la cabeza mutilada... El vestido de la mujer muerta se le tira hasta la cintura y se le han quitado los calzoncillos”, según el Times of Israel.

Daniel Amram, el bloguero de noticias privada más popular de Israel, tuiteó el vídeo del cadáver quemado de la mujer, afirmando que “fue violada y quemada viva”.

De hecho, la joven parecía haber sido asesinada instantáneamente por una poderosa explosión. Y parecía haber sido sacada del coche en el que estaba sentada, y que puede haber pertenecido a un captor de Gaza. El vehículo fue destruido de forma exhaustiva y situado en un campo de tierra, al igual que muchos otros atacados por helicópteros Apache. Estaba escasamente vestida con las piernas separadas.

Aunque había asistido al festival de música electrónica Nova, donde muchas mujeres asistentes vestidas con un atuendo escaso, y sus extremidades dobladas eran típicas de un cuerpo que había estado sentado en un coche después de rigor mortis, los expertos y funcionarios israelíes corrieron con la afirmación de que había sido violada.

Pero las acusaciones de agresión sexual han demostrado hasta ahora ser infundadas. El portavoz del ejército israelí, Mickey Edelstein, insistió a los periodistas en la rueda de prensa del 23 de octubre en que “tenemos pruebas” de violación, pero cuando se le pidió pruebas, le dijo al Times of Israel que “no podemos compartirlas”.

¿Fue esta joven otra víctima de las órdenes de fuego amistosas del ejército israelí? Solo una investigación independiente puede determinar la verdad.

Dentro de Gaza, donde unos 200 ciudadanos israelíes son rehenes, hay pocas dudas sobre quién está matando a los cautivos. El 26 de octubre, el ala armada de Hamas conocida como las Brigadas de Al-Qassam anunció que Israel había matado a “casi 50 cautivos” en ataques con misiles.

Si el ejército de Israel hubiera apuntado intencionalmente a áreas donde sabía que los cautivos estaban retenidos, sus acciones habrían sido consistentes con la Directiva Aníbal de Israel.

El procedimiento militar se estableció en 1986 tras el Acuerdo de Jibril, un acuerdo en el que Israel intercambió 1 150 prisioneros palestinos por tres soldados israelíes. Después de una fuerte reacción política, el ejército israelí redactó una orden de campo secreta para evitar futuros secuestros. La operación propuesta obtuvo su nombre del general cartaginés que eligió envenenarse a sí mismo en lugar de ser mantenido cautivo por el enemigo.

La última aplicación confirmada de la Directiva Aníbal tuvo lugar el 1 de agosto de 2014 en Rafah, Gaza, cuando los combatientes de Hamás capturaron a un oficial israelí, el teniente Hadar Goldin, lo que llevó a los militares a lanzar más de 2 000 bombas, misiles y proyectiles en la zona, matando al soldado junto con más de 100 civiles palestinos.

Ya sea que Israel esté matando o no intencionalmente a sus ciudadanos cautivos en Gaza, ha demostrado ser extrañamente alérgico a su liberación inmediata. El 22 de octubre, después de rechazar una oferta de Hamás de liberar a 50 rehenes a cambio de combustible, Israel rechazó una oferta de Hamás de liberar a Yocheved Lifshitz, una activista por la paz israelí de 85 años, y a su amigo de 79 años, Nurit Cooper.

Cuando Israel aceptó su liberación un día después, el vídeo mostraba a Liftshitz apretando las manos de un militante de Hamás y entonando “Shalom” mientras la escoltaba fuera de Gaza. Durante una conferencia de prensa ese día, relató el trato humano que recibió de sus captores.

El espectáculo de la liberación de Lifshitz fue tratado como un desastre de propaganda por los spinmeisters del Gobierno israelí, y los funcionarios se quejaron de que permitirle hablar públicamente era un grave “error”.

El ejército israelí no estaba menos disgustado con su repentina libertad. Como informó el Times of Israel, “Al ejército le preocupa que una mayor liberación de rehenes por parte de Hamás pueda llevar a los líderes políticos a retrasar una incursión terrestre o incluso detenerla a mitad de camino”.

(Tomado de The Grayzone)