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Seis historias de amor y un verso (+ Video)

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“El amor no es cosa de un día, es un sentimiento que se demuestra siempre que se puede y no cree en formalidades”, dirían por ahí, en una frase cierta como un templo. Pero cada aspecto de la vida, incluso el amor, necesita un estímulo. En este caso, la fecha es San Valentín. Cada 14 de febrero se convierte en oportunidad para mostrar, con más esmero que de costumbre, nuestros sentimientos por los seres queridos.

Por ello, este año Cubadebate convocó a sus lectores a que enviaran sus historias de amor a nuestra redacción. Llegaron muchas. Tristes, variadas y pintorescas, como las múltiples facetas de las relaciones. A continuación compartimos algunas de ellas.

Apellidos iguales y una vida en común

Era el mes de septiembre de 1975. Me vi frente a un listado de nombres, buscando el mío, para saber si me correspondía comenzar las clases de idioma ruso en esa aula de la Facultad Preparatoria “Hermanos País”. Para mi sorpresa, encontré el nombre de un varón con mis mismos apellidos y en el mismo orden. Ya dentro del aula pregunté quién era esa persona. Un muchacho trigueño me respondió y ocupé el asiento a su lado. Nunca más nos separamos.

El 13 de febrero de 1976 nos hicimos novios. Él me ayudó muchísimo a aprobar el año, al igual que en todo el tiempo de la carrera. Estudiamos en el mismo instituto, aunque en diferentes especialidades. Nos casamos en Moscú, el 16 de febrero de 1979. Tuvimos nuestros hijos, guardamos el dolor infinito por la pérdida del hijo varón y sentimos el orgullo inmenso por la hija que nos queda. Si Dios permite, en 2024 cumpliremos 45 años de casados.

Créanme, el amor existe y bendigo mil veces aquél día, en que siendo tan jóvenes me senté al lado de aquel muchacho que veía por primera vez.

(Vuelo 1956)

¿Se le quedó el pollo o me lo dejó?

Esta es una historia que se remonta 22 años atrás. Una bella joven recién graduada cumplía su servicio social en un centro de trabajo copado de hombres y recibía a diario andanada de “piropos”.

Una tarde, saliendo del trabajo le comentó a su amiga sobre su deseo de que Dios le mandara un hombre bueno, alguien que no conociera y fuera nuevo en su vida. Como dice el refrán, “hay que tener cuidado con lo que se le pide al Señor”.

Este que cuenta la historia venía conduciendo su flamante Moskovich. Paré para “dar botella” a la joven y, después de recibir flechazos múltiples de un despiadado Cupido y tras una amena conversación, terminé llevándola hasta su casa.

Al llegar a la mía, me encontré bajo su asiento un paquete de pollo. Evidentemente, fui a devolverlo. Sus padres invitaron a subir y a entrar a la casa a ese joven tan correcto que había ido a entregar el pollo.

Fue el inicio de mi historia de amor, que hoy perdura con un lindo fruto. Ah, claro, siempre que se cuenta la historia se generan opiniones encontradas: ¿se le quedó el pollo o se lo dejaron a propósito al pobre mortal para que tuviera que regresar? La verdad tal vez nunca se sepa. Como quiera que sea, gracias a Dios y a mi bella Mai, por existir y por tanto amor.

(Orlando Jiménez Martín)

Le “levanté la flaca” a mi amigo

Mi historia de amor comenzó un sábado, 23 de junio de 2007. Después de discutir mi tesis de Licenciatura en Informática, me prepararon una fiesta en la casa, donde invité a muchos amigos.

Uno de ellos vino con dos compañeras de la universidad y desde que llegó me dijo: “la flaquita es mía, si quieres, enamora a la gordita”.

Entre bebidas, buena música y cruce de miradas, cometí un error de joven. Le dije a mi amigo que me presentara a sus invitadas delante de ellas. La flaquita me dijo: “y usted depende de un amigo para preguntar de dónde somos”. Ese gesto me hizo, como decimos, “volcar los cañones para ella”, imagínense estaba en mi coliseo.

Soy un excelente bailador y la saqué a la pista en varias ocasiones. En fin, empecé a enamorarla. Cuando se terminó la fiesta seguimos conversando y la acompañé hasta la parada.

Estuve una semana sin verla. Cuando fui a la universidad a recoger la certificación de notas me la encontré. Le pregunté cómo quedábamos, si era una relación ocasional o si podía ser seria, y me dijo que podíamos ser novios.

Ella, ya no tan flaquita, y yo llevamos 15 años juntos. Desde entonces he perdido la cuenta de las flores que le he regalado, poemas de mi autoría y otros detalles. De esa relación nació un niño que ya tiene 12 años. Gracias a la flaca me busqué un enemigo silencioso: el amigo que la llevó a la fiesta. Pero bueno, la “perreta” se le quitó a los cuatro años.

(LocoMix40)

De la enfermedad al amor

Mi historia de amor es muy fácil de entender, simplemente me enamoré, pero cuando lo supe era demasiado tarde: ya tenía alguien más.

Al poco tiempo le diagnosticaron cáncer, lo cual me alejó de él, aunque por sobre todas las cosas quería estar a su lado. Sufrí un año completo cada día, mientas él luchaba por su vida, sin una llamada ni un mensaje, nada.

Cuando terminó la quimio me buscó. Estaba soltero. Pensó que no lo iba a querer por su apariencia, pero yo lo seguía amando. Ahora llevamos cuatro años juntos y tenemos un bebé de 10 meses. Seguimos luchando en las buenas y en las malas.

(Amalia)

Tan simple como eso

Hace algún tiempo, conversando con un amigo me decía que a él no le gustaba la poesía:

-No hace falta tanto adorno para decir las cosas. Se dicen y punto. La poesía solo lo complica todo y lo enreda.

-¿Tú crees eso de verdad? No seas bobo. La poesía está en todas partes, Rolo. En el aire, la música, los sentimientos y la vida. Es para todos y a todos habla. No necesariamente tiene que estar en verso. Puede estar en una frase, en un recuerdo, un anhelo, una esperanza. Puede convertirse en el hilo tenue que te une a la vida, o en pieza de convencimiento. Mira te voy a hacer un cuento, que es bien real:

Conocí a un joven que amó, sorpresivamente y casi sin querer, a una muchacha. Primero fue una fiesta a la que siguieron otras. Después él buscó pretextos para encuentros casuales y sentía la necesidad de estar siempre a su lado. Pero no contó con el detalle de que 14 años eran muy pocos para entender un amor tan grande. La inocencia le jugó una mala pasada y cuando comprendió que ella no sabía entender decidió abrir su corazón…

Llegó el año 1976 y con él,  Angola, Etiopía y la decisión de ir hacia el amor grande de todos y a la posibilidad real de no regresar. No hubo despedida, ni cartas ni notas, salvo a la vecinita, a la que llamaba “hermana”.

El año 1980 marcó el retorno. Ya había perdido el brillo en la mirada, marcado indefectiblemente por la guerra y la sensación del deber cumplido, más allá de cualquier convencionalismo. Mejillas y mentón estaban cubiertos por una barba tupida en la que brillaban hilos de plata, muestra de los cuatro años pasados.

Fue llegar, dejar la mochila en la casa de la tía buena que lo acogiera con cariño y salir en compañía de un nuevo amigo, también sobreviviente, a ver a la muchacha.

No fue ella quien lo recibió. Fue la madre, que al instante reconoció al joven ausente. La muchacha salió del cuarto y después de un instante saltó a sus brazos en el primer más grande, tierno y profundo abrazo, en el que expresaba alegría por el retorno, rabia por el silencio y dolor por el futuro…porque …¡ya tenía futuro! Un futuro que desde el cuarto la llamaba, para no sé qué del color de la pintura de las paredes.

El soltarse con lentitud del abrazo, mirarle con tantas preguntas sin responder y el sonreírle como siempre, fue todo. Esta vez, aunque no lo sabía, sería la última que desde tan cerca la viera alejarse.

La madre, espectadora involuntaria del momento y que sabía de aquel amor callado, fue a contarle, pero no pudo, porque con lágrimas que como por arte de magia, hicieran destellar una vez más aquel brillo único en sus ojos, él dijo:  “Cada vez que estuve en combate y pensé que podía morir, recordaba esa sonrisa transparente como el agua que tiene tu hija y sabía que iba a regresar porque…es amor señora, ¿sabe? Es tan simple como eso...”

-Espérate, déjame terminarte el cuento. No, no se encontraron de nuevo. Ella siguió con sus clases, su escuela, su niña y él retornó a su amada Isla de la Juventud a seguir haciendo futuro. Ya terminé. Ahora no me vengas a decir Rolo, que esta historia de amor no está llena de poesía.

-No, claro que no te lo digo. Préstame ese libro de Benedetti. A lo mejor va y hasta me empieza a gustar la poesía. De madre eso de que más nunca se vieran...

(Aloida Rodríguez)

Cuando la luna tocamos

Aquí les va mi historia de amor, tal y como ocurrió, sin adornos poéticos, pero escrita en décimas y dedicada a mi entonces novia -que luego sería mi esposa- hace casi 20 años:

Muy cerca del cementerio,

en el pueblo de Quiebra Hacha,

vive una linda muchacha

de un encantado misterio.

Su rostro está siempre serio

con la vista al infinito

y ese verde, tan bonito,

que da color a sus ojos

me abre todos los cerrojos

de un amor que necesito.

 

Fue casual aquel encuentro

el día de un accidente.

Cuando la vi de repente,

me estremecí yo, por dentro.

Y, entonces, vibró en el centro

de mi pecho el corazón,

despertando la ilusión

de un encuentro más cercano,

aprovechando el verano

para salir de excursión.

 

La suerte me abrió el sendero

para lograr mi objetivo,

apareciendo el motivo

de invitarla a Varadero.

Como todo un caballero

la atendí en su malestar,

pues comenzó a vomitar

nada más que fue a montarse

a la guagua, y al bajarse,

fue que se pudo aliviar.

 

La vi frágil y sencilla,

dulce, tierna, femenina,

como diosa que camina

sobre pies de maravilla.

Y, allí donde el sol más brilla

bajo el influjo del mar,

me comencé a enamorar

de su mística mirada

y su forma, tan callada,

que habla sin querer hablar.

 

Te dije mil tonterías

entre palabras y un verso

para alcanzar tu universo

de ilusión y fantasías.

Pero, esa tarde, tenías

muy pálido tú el semblante

y, de seguro, al instante,

te parecí tan pesado

que debí haberme callado

y no ser tan petulante.

 

El tiempo pasó muy lento

sin saber nada de ti.

Y, hasta pensé: “la perdí,

cual nube que lleva el viento”.

Mas, me puse tan contento

cuando, al fin, tú me llamaste

y con tu voz me embrujaste,

que renació la esperanza

de ganarme tu confianza

si de mí no te cansaste.

 

Luego, cuando volví a verte,

no encontraba yo el momento

de hacer mi primer intento

para empezar a quererte.

Un beso, un abrazo fuerte

eran mi febril anhelo.

Bajo la sombra del cielo

a la espera de la luna

temblé yo de amor y de una

rabia por romper el hielo.

 

Nuestros labios se fundieron

por un extraño embeleso

en un dulce y tierno beso,

y las estrellas nos vieron.

Ante mí, rotos, cayeron

mis temores infundados

y, cual dos enamorados,

del mundo nos olvidamos

cuando la luna tocamos

entre mil sueños callados.

(Félix Rojas) 

En video, Ocho señales de amor verdadero

Se han publicado 16 comentarios



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  • Orlando dijo:

    Felicidades para todos los enamorados en este maravilloso día. Gracias a cubadebate por publicar mi historia de amor. ( yo soy el que le dejaron el pollo) pues nada, con mucho gusto comparto mi historia, tan única como la de todos los que un día, sin saber cuando, recibimos en nuestros corazones esa dicha única que le llamamos amor. Les deseo a cada pareja, que a pesar de lo duro de los tiempos, seamos capaces de hacer un día diferente, con el mismo pedacito del pollo que podamos conseguir ( o que nos dejen) hacer una comida diferente, un poema, una frase bonita o un abrazo más fuerte y más duradero para esa compañera o ese compañero, que decidió también compartir su vida con la nuestra. Si me permiten también, creo que como nunca este debe ser el día del amor y la amistad para todos los cubanos, sin importar donde estén y por encima de cualquiera de las razones que más comúnmente dividen a los hombres, la política, la religión, la raza y las preferencias sexuales. Por encima de todo está el amor a esta bendecida tierra, a la sagrada familia y a la vida. Lindo día cubanos y cubanas.

  • Nicasio Vázquez, V.C. dijo:

    AQUI VA LA SEPTIMA HISTORIA DE AMOR.
    El amor, la música y México
    En la antesala del 14 de Febrero, fecha del amor y la amistad en todo el mundo, nos viene a la mente un tema no profundizado todo lo que merece. Este año coincide con el homenaje que se le ha rendido a nuestro Presidente en tierra azteca por su homólogo Andrés Manuel López Obrador; pero es que con la música de ese hermano país, por más de un siglo, nuestros abuelos, padres e hijos han enaltecido el amor. Agustín Lara, Armando Manzanero, Juan Gabriel, Luis Miguel, José Alfredo Jiménez, Jorge Negrete, Luis Aguilar, Pedro Infante, Pedro Varga y Vicente Fernández entre otros, que incluye excelentes voces femeninas, nos han traído sus más bellas melodías durante décadas y algunos de ellos tomaron del cancionero cubano otras muy hermosas como “Nosotros” de Pedro Junco; “Toda una vida” del villaclareño Osvaldo Farrés; “No hay bella melodía” de Portillo de la Luz y “Quiéreme mucho” de Gonzalo Roig, para unir voces y sentimientos de nuestros dos pueblos.
    En esta etapa de aislamiento pandémico, los cubanos hemos podido disfrutar decenas de telenovelas extranjeras llegadas por distintas vías, pero traigo a colación una mexicana que me impactó sobremanera, titulada “La Hija del Mariachi”, en primer lugar su excelente trama y guión, que para nada se opaca con la música constante de la cinta donde se exponen decenas de canciones de amor secundadas por mariachis que nos hacen soñar y recordar.
    Invito a la TV y la radio cubana a que escojan algunas de estas bellas canciones, muy a propósito con el día del amor y las incluyan en sus programaciones como “De la gran escena” y otros similares, que mucho agradecerán los televidentes y radioyentes en fecha tan señalada, a los que invito también a ver este precioso serial.
    ¿QUÉ DE RARO TIENE…?
    Preciosa ranchera mexicana que se interpreta en “La Hija del Mariachi”
    Muy acorde con el día del amor.

    A los que al contemplarme rodando en el fango quisieran llorar,
    A los que se pregunten por qué mi talento no pudo triunfar,
    A los que me juzgaron sin darme derecho, siquiera ni hablar,
    A todos los que quieran, saber mi tragedia la voy a contar:

    Yo siempre sostuve que no hay en el mundo ningún otro ser
    Que tenga belleza de pies a cabeza como la mujer.
    Ellas son la vida, la chispa divina, la razón de ser,
    Qué de raro tiene que me haya perdido por una mujer
    ~!Qué de raro tiene que me esté muriendo por una mujer!

    A los que como amigos ayer me tuvieron en un pedestal
    A los que me quisieron aun cuando tuve familia y hogar
    A los que me olvidaron después que mi estrella dejó de brillar
    A todos los que quieran saber mi tragedia, se la voy a contar:

    Todas las mujeres ejercen en mi alma un raro poder,
    Aquellos que tengan el mismo problema me van a entender,
    Una cara hermosa y un cuerpo de diosa me hicieron caer,
    Qué de raro tiene que me haya perdido por una mujer,
    ¡Qué de raro tiene que me esté muriendo por una mujer!.

  • Any dijo:

    Me encantó cada historia!!!!! Gracias CUBADEBATE y Feliz de San Valentín

  • YNC dijo:

    Lindas historias!!!Gracias

  • yadira dijo:

    Bonitas historias, felicidades a todas y todos

  • Carlos Luis Ávila Figueredo dijo:

    Bellas historias de amor.
    Me identifico con la primera ya que igual que en ésta, cursé una Facultad Preparatoria de Idioma, e la Universidad de Camagüey, habiendo encontrado el amor de mi vida en el Pre-Universitario, posteriormente viajé a estudiar en Moscú y entre decisiones dificiles, la distancia, la falta de comunicación de la época (1988) y la inmadurez, nuestro amor sufrió, mas no desfalleció y hoy, aunque aún en la distancia, está más vivo que la primera vez.. Por siempre la amaré.

  • Alamo dijo:

    La partida

    Mi madre limpió con su cuerpo los vestigios del olvido.

    Renuncio a cupido para criar sola a sus hijos y cuando el destino prolijo marcó el final de sus horas, se fue sin rezos, sin melodías, se filtró en el universo sin despedirse de la aurora.

    Partió con sus cuatro amores, haciendo honor a vidas vividas, sin salmos ni vigilias tediosas, salió rumbo al sol al filo del mediodía.

    Mi madre ahogó sus penas, nunca lloró por su destino inclemente, ni rio por sus aparentes triunfos.

    Se fue en paz con su dolor y desgracias, marcho con dignidad y consuelo a un mundo , que dicen diferente, con escaso aire, pero con pasos seguros.

    Se fue y dejó la enseñanza que hoy guía nuestros pasos, ella demostró con sus actos que la perseverancia es tan fuerte como la fe y que el amor a quién eres, te facilitará siempre entregar amor a cada ser humano.

  • Yaquelin Cruz dijo:

    Felicidades para todos los enamorados en este día del amor y la amistad. Hermosas historias de amor las que han compartido con nosotros. Lo más importante es la confianza, el respeto y mantener una familia unida con lazos bien fuertes.
    Yo también tengo una bella historia de amor; ocurrió en un tren a La habana y ya dura 26 años, pero la contaré en otra ocasión.

  • Alamo dijo:

    PARA LA MUJER QUE DESEO

    Para que vuelvas llenaría la casa de tus esencias.

    Para que estés, cubriría espacios augurando tu presencia.

    Para ir sumando buenas vibras y mejores agüeros, saturaría el aire con la paz de mi universo.

    Sería noche callada, tierra labrada en espera de fértiles cosechas.

    Sería tenue luz en medio de mil penumbras.
    -------------------------0---------------------------------------
    Si te quisiera aquí ahora te llamaría al momento.

    Con voces o SMS, con señales de humo en ausencia de otras variantes.

    Con mi voz, esa que ya tanto conoces.

    Si me faltara tu olor, correría sin penas ni complejos al borde de tus piernas o al centro de fábrica de vidas.

    Si no estuvieras aquí, te buscaría lo mismo en la cúspide del Turquino que en las profundas aguas de la Fosa de Bartlett.

    Si algún día percibo que tanto amor y pasión para ti no son suficientes, me reinventaría, haría filigranas para no apartarme de tu centro vital.

    Viviría pendiente, no solo de tus ganas, sino que también de tus divinas formas de poseerme

  • Leticia Marce Martel dijo:

    Bueno yo había pensado escribir mi historia. Pero no. Sólo voy a enviar un mensaje que sólo el amor lo entiende. Radiola por siempre de Radiolo. Desde el alma

  • jane dijo:

    Bellas historias de amor que llegan al alma. Muchas felicidades a todos por el Día del amor y la amistad. #JuntosPorAmor a la Patria, a la familia, a los amigos. #JuntosPorLaVida.

  • Lloraima dijo:

    Preciosas estas historias de amor,yo también comparto la alegría de ellas,la mía inicio una tarde al salir a buscar un encargo de mi mamá y regresé con el mandado y con el amor de mi vida que se empeñó en acompañarme de regreso y a un hoy lo hace. Ya tenemos 22 años enamorados. Muchas bendiciones para todos los enamorados es una alegría tan grande que aún el corazón nos salta en el pecho cuando vemos a la persona amada.

  • Martha dijo:

    Bellas historias.... Siempre que hay amor es mágico el momento hasta en la lectura

  • Paloma dijo:

    Todas hermosas, gracias a los q nos compartieron parte de sus vidas.
    Felicidades a todos.
    Gracias a Cubadebate!

  • MARLENIS ARÉVALO MILÁN dijo:

    MUY LINDOS comentarios.
    GRACIAS Cubadebate .
    FELÍZ DÍA DEL AMOR Y LA Amistad.

  • Alejandro dijo:

    Aquí va la definición más completa de amor que lo hace independiente del tiempo y las circunstancias:
    1ra carta a los Corintios capítulo 13: La preeminencia del AMOR
    13 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
    4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
    8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

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