Cubadebate

Testimonio gráfico del incendio en Matanzas, al otro lado de la Bahía. Foto: Miriel Santana

El viernes 5 de agosto, justo cuando ocurrió la primera explosión en la Base de Supertanqueros de Matanzas, Miriel Santana se preparaba para ir a un concierto de Frank Delgado en el Teatro Sauto. No había luz, y le preocupaba si lo darían o no. Él vive cerca de allí, frente a la bahía, la misma bahía que dejó de ser azul tiempo después, por el humo, por el fuego, por la tristeza.

Un amigo que vive a la entrada de la ciudad lo llama y le dice que se pare en el balcón y que mire para la Zona Industrial, que estaba soltando humo un supertanquero. Desde que tú entras a Matanzas, esta base es bastante evidente. “Lo primero que te resalta a la vista, porque son bastante grandes”, me dice. Miriel veía ya la columna de humo que caminaba  sobre la cumbre, es decir, sobre la antena de televisión; allí en Versalles.  

Una hora después de esto, ocurrió la primera explosión, y Miriel se asomó al balcón de nuevo. Aquello fue impresionante, pero pensó, pensaron sus amigos, que era algo que podía solucionarse pronto. Aún así, empezó a grabar con el teléfono, sacó su cámara, hizo alguna foto, y aquello quedó así, porque  “después de esa llamarada, la situación se aplacó”.  

“Cuando estábamos dentro del concierto ocurre otra explosión más, que no vimos, que se iluminó el cielo completo y después, por la madrugada, cuando regresaba a la casa, otra explosión”.

El viernes 5 de agosto, Miriel se acostó pensado que al otro día iba a estar todo solucionado, con esperanza. Pero llegó el sábado, y fueron amargas las llamadas de los amigos que viven fuera del país, asustados por lo que estaba pasando, fue amargo despertarse así.

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Pertenece al Registro del Creador Audiovisual Independiente del ICAIC como realizador audivisual. Fue director de fotografía del programa Danzoneando TV, transmitido por Cubavisión.

Miriel Santana es fotógrafo y realizador audiovisual independiente que ha dejado testimonio gráfico de este hecho sin precedentes en Cuba. Algunas de sus fotos y videos se han regado de red en red, de medio en medio. Ha hecho su propia cobertura en sus redes sociales y la gente le agradece por eso. Aún se mantiene ahí.

Apenas ha dormido, como no han dormido los bomberos y rescatistas, los periodistas, toda la gente que ha llegado al lugar del siniestro. De hecho, sus respuestas llegan a la 1.52 de la madrugada de este martes. El lunes, durante el día, le fue imposible responder. La situación se descontrolaba a toda hora. 

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Desde el balcón, sentía que se quemaba. Estaba aproximadamente a tres kilómetros del incendio. Foto: Miriel Satana.

Miriel vive en la entrada de Versalles, en la calle de la Vía Blanca. Versalles está relativamente cerca de la Base de Supertanqueros. 

“Salí a la calle a hacer fotos y, sinceramente, cada vez que apretaba el obturador me dolía. O sea, no quería retratar lo que que estaba viendo. Esa sensación la tuve todo ese primer día”. Cada vez que hacía una foto no le gustaba. “Yo digo que a mí me gusta retratar la belleza. No soy de retratar la miseria”. Hizo tres fotos, las publicó y regresó a su casa.

Cuando sus amigos lo llamaron para cuestionarle por qué no seguía en la calle tomando imágenes, respondió: “No me gusta lo que estoy viendo, no quiero hacer ese tipo de fotos, no es el tipo de foto que hago”.

Miriel, hasta ahora, jamás había hecho fotoperiodismo. El domingo algo cambió. “Tuve otro sentimiento, el deber de informar lo que estaba pasando, ya que tenía una posición privilegiada desde donde estaba y fue que empecé a hacer fotos”. Tal es así, que cada dos horas, aproximadamente, actualiza desde sus perfiles en redes sociales sobre la situación. 

Una densa cortina de humo se ve sobre Versalles. Estoy moviéndome a una zona más alejada de ahí pues se siente el olor a combustible #Matanzas pic.twitter.com/iFtVJrvUap

— Miriel Santana (@SantanaMiriel) August 9, 2022

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Miriel prefiere la fotografía de paisaje urbano. Le gusta contextualizar a las personas dentro de estos. Foto: Miriel Santana.

Dice que es estoico: “No soy de expresar mucho las emociones; no soy de asustarme muy fácilmente”. Cuenta que había bastante pánico, sobre todo en las primeras horas. “La sensación en Matanzas era de que iba a explotar toda la ciudad o parte de la ciudad. Nos vamos a explotar con los tanques”. 

Pero él sabía que eso era imposible: “En realidad, en la posición en que yo estaba lo único que nos podía afectar era el humo y fue lo que siempre vigilé”. 

Pero esa falta de temor la perdió cuando vio la explosión del tercer tanque: “Se habían incrementado las llamas y pensé que podía ocurrir otra explosión, como la que ocurrió el día anterior. La fatal, la explosión del tanque dos”. 

Desde el balcón, sentía que se quemaba. Estaba aproximadamente a tres kilómetros del incendio. “Por un momento pensé dejar de grabar y meterme para dentro de la casa. No lo hice. Pero la sensación era de estar sentado delante de una fogata y que de pronto se girara el viento, y la candela, fuera para arriba de ti”. En ese momento, lo único que pensó fue en las personas que estaban ahí, mucho más cerca de esa explosión. 

El momento más estresante fue cuando tuvo que evacuarse junto a su novia. La gente corriendo, los carros de bomberos, las  grúas, las pipas, las guaguas, se aglomeraron. Fue bastante caótico. 

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"He estado desde la distancia, desde el otro lado de la bahía, cuando en realidad lo difícil está del otro lado”. Foto: Miriel Santana.

Santana pertenece al Registro del Creador Audiovisual Independiente del ICAIC como realizador audivisual. Fue director de fotografía del programa Danzoneando TV,  transmitido por Cubavisión. Le pregunto entonces por la calidad de su testimonio gráfico, en medio de tanta inmediatez: 

“Es tener un teléfono. Las redes sociales te dan esa capacidad de ser inmediato. Esa es la importancia de las redes sociales, sobre todo para una persona como yo, que no está vinculada a ningún medio de prensa, poder mostrar su realidad,  poder mostrar su información”.

Miriel prefiere la fotografía de paisaje urbano. Le gusta contextualizar a las personas dentro de estos. Pero hay un incendio en  la Zona Industrial, sin controlar. Dice que estos días han sido desgastantes. Para él, para toda Matanzas, para Cuba. Es muy triste. 

No busca una foto específica: “Dejo que la fotografía me sorprenda, dejo que el entorno me sorprenda,  que el mundo me sorprenda. Mi trabajo es, quizá, buscar una foto donde no la hay y en parte ese es el trabajo de un fotógrafo, encontrar una foto donde mucha gente ni se imagina que hay una foto”. 

“Todo el cansancio que yo tenga y el desgaste, es insignificante con el de quienes han tenido que enfrentarse a eso. No me he expuesto a nada, no he estado ahí tampoco. He estado desde la distancia, desde el otro lado de la bahía, cuando en realidad lo difícil está del otro lado”, me dice casi a las dos de la madrugada de este martes, cuando las llamas han empezado a propagarse fuerte. Nadie duerme. 

El momento más estresante de todo fue cuando tuvo que evacuarse junto a su novia. Foto: Miriel Santana.

"Cada vez que apretaba el obturador me dolía. O sea, no quería retratar lo que que estaba viendo". Foto: Miriel Santana.

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