Cubadebate

Como tantas veces llego al Museo de Historia Natural ubicado en el centro histórico de la ciudad de Sancti Spíritus. Allí entre poríferos, equinodermos, peces, anfibios, reptiles, y aves, me espera el perseverante investigador, Abel Hernández Muñoz, (Abelito) quien además de escritor, dirige esta institución cultural, la cual resguarda valiosas colecciones de animales, sobre todo, del centro de Cuba.

Pero lo más interesante en esta visita no son los llamativos colores de las mariposas, ni siquiera el cocodrilo, son los cinco libros de su autoría dedicados a los murciélagos que Abelito ha decidido ubicar sobre su mesa de trabajo, para ilustrar, quizás, las respuestas de mis interrogantes.

—¿De las veintiséis especies vivientes de murciélagos que habitan en Cuba, alguna es portadora del coronavirus?, ¿se han comprobado casos de trasmisión a humanos?

“Lo que sí está comprobado en laboratorios y científicamente es que, por ejemplo, el murciélago frutero trasmite la rabia, y también la histoplasmosis, sobre todo, cuando las personas no tienen experiencia en la espeleología, y se introducen en una cueva, y ahí están las esporas del Histoplasma capsulatum, las ponen en circulación en el aire, las respiran y ahí mismo se contagian con esta enfermedad que puede producir hasta la muerte”

Y enseguida me muestra su libro Murciélagos que vuelan, en el cual da respuesta a muchas interrogantes, acerca de estos inquietos duendes de la noche.

“Todas las especies han sido meticulosamente estudiadas durante décadas por los especialistas en murciélagos de nuestro país, que cuentan con una obra monumental que lleva por título “Los murciélagos en Cuba”, pero además se han hecho estudios microbiológicos de las poblaciones de murciélagos, sobre todo, de algunas especies que tienden a funcionar como trasmisores de enfermedades”

—¿Y en Cuba se pudiera trasmitir la enfermedad de humanos a murciélagos?

“Aunque el animal no lo padezca por las diferencias filogenéticas que existen entre nosotros y ellos, sí pudieran ser portadores, pero es muy difícil que un ser humano que esté contaminado vaya a vincularse con un murciélago silvestre, son tan mínimas las probabilidades que es imposible que este tipo de contagio se pueda producir”

Abel Hernández Muñoz ha dedicado la mayor parte de su vida a la investigación científica, de esas más de cuatro décadas de estudio han visto la luz muchos libros dedicados a los infantes, por eso no pierde la oportunidad de brindarles un consejo:

“A los niños que son los que tienen menos percepción de riesgo, que a veces se ponen a inventar, a ponen a fumar a los murciélagos, que no hagan eso, que cuando vena un murciélago caído en el piso, lo dejen porque ese murciélago está enfermo y cuando el niño va a jugar con él, puede que el animal piense que lo va a agredir y lo intente morder”

—¿Libre entonces Cuba de coronavirus en los murciélagos?

“El coronavirus nunca ha sido observado en poblaciones de Quirópteros silvestres de la provincia de Sancti Spíritus, ni de Cuba”

En los libros y artículos de divulgación científica escritos por el Doctor Gilberto Silva Taboada, miembro de honor de la Academia de Ciencias de Cuba se puede comprobar la tesis que defiende el investigador espirituano. Ante una llamada telefónica, el acucioso investigador con más de noventa años de vida, despeja cualquier duda.

“No hay ningún elemento para pensar que las especies de murciélagos que habitan en nuestro país sean portadoras del coronavirus. Hasta donde se ha estudiado no se ha podido comprobar”

Y mientras me retiro del Museo de Historia Natural de Sancti Spíritus, dejo allí entre libros y animales, a Abelito, ese investigador espirituano que admira a los murciélagos, porque según él, son animales bellos, imprescindibles para mantener el equilibrio biológico.

(Tomado de Radio Vitral)