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Risquet en sus noventa por siempre

Por: Yeniska Martínez Díaz
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Jorge Risquet, hombre de fidelidad secular. Foto: Archivo.

Conmueve inmensamente pensar en otra dimensión a quien continuará siendo la máxima expresión de modestia verdadera, altruismo, fidelidad a la justicia mezclada con una gran inteligencia; a quien sin duda constituye el mayor orgullo de Cuba en África: Risquet, su riquísima historia.

Este hombre de fidelidad secular, dignificó hasta la eternidad la condición que presupone la expresión más alta de altruismo de la especie humana: el internacionalismo. Su existencia rezará en la memoria histórica intercontinental, como uno de los acontecimientos que ayudaron a formar la identidad de dignidad y justicia.

Los que han vivido muchos años atentos a los asuntos del mundo, han sufrido el martirio de los pueblos oprimidos y conocen muy bien las entrañas del imperialismo y del colonialismo y bajo estas palabras usadas en algún escenario, pelean siempre, porque: “Se pelea mientras hay un porqué, ya que puso la naturaleza la necesidad de justicia en unas almas, y en otras la de desconocerla y ofenderla. Mientras la justicia no esté conseguida, se pelea” Risquet ha sido de los hombres que no pueden abandonar nunca aquello en lo que realmente creen, y la dignidad y la justicia han constituido para él, motivos más que verdaderos.

Así lo recordaremos: como Jefe de redacción y director de la publicación quincenal Magazine Mella, aprendiendo el oficio de periodista, denunciando la corrupción, los crímenes y la entrega al imperialismo, como absuelto de juicios, saliendo de prisión, brillando en negociaciones internacionales con el empeño sagrado de que: Esta vez, Cuba no pudo ser excluida por Estados Unidos; sin proferir amenazas, pero sin ofrecer calmantes. Lo recordaremos con su rico acervo histórico por la redención de los decaídos. Como el portador del abrazo fraternal y el mensaje del comandante Fidel Castro, reiterando la más plena solidaridad de Cuba con la lucha de cualquier pueblo en cualquier geografía, entrevistándose con dignatarios, en Cumbres, coloquios, foros de solidaridad, incorporando pueblos al concierto de naciones libres del mundo, como embajador de las contribuciones solidarias de Cuba.

Lo recordaremos repudiando regímenes, al colonialismo y sus contemporáneas versiones, presidiendo la delegación de Cuba al Simposio Tripartita sobre la Crisis de Octubre, efectuado en Moscú, rompiendo mitos de la falsa supremacía. Lo recordaremos en la imposición de órdenes y condecoraciones, dirigiendo palabras a los estudiantes universitarios, honrando a nuestros más ilustres mártires, aceptando la condición de Miembro de Honor de diversas sociedades, en congresos internacionales, cortando la cinta que abre las puertas a instituciones sociales, culturales, disertando magistrales conferencias para altos estudios de varios continentes, predicando con su existencia las profundas raíces del internacionalismo de los cubanos, expresándolo muchas veces en la deuda eterna contraída con más de un millón de africanos que durante más de 300 años fueron “cubanizados” como esclavos.

Lo recordaremos en sus inéditos recuentos memorables, en cientos de aniversarios de las más valiosas dimensiones humanas, en la presentación de libros históricos de altos quilates, aunque expresara alguna vez que prefería hacerlo por escrito, a través de exquisitos prólogos y profiriendo que otros de similar talla como su amigo respetado y admirado Angel Dalmau, lo harían mejor; alegando la gran experiencia sobre África y el lúcido sentido analítico que caracteriza a ese amigo común. Lo recordaremos acogiendo con entusiasmo proposiciones sobre asuntos editoriales, abriendo puertas al extenso patrimonio para el consumo de las nuevas generaciones, dejándonos beber de los exquisitos tomos de su servicio a la Revolución cubana, que describen el relieve histórico de su fructífera existencia.

Si osamos contabilizar los más altos títulos y condecoraciones, lo encontraríamos otra vez ofreciendo un sentido homenaje, distinto a los incontables que han atesorado la causa obrera, el militante comunista, o el cubano de más antigua militancia en las filas del Partido Comunista. Será sin dudas el magno acontecimiento de este 28 de septiembre, el punto de partida para su reafirmación eterna en el más aquilatado patrimonio.

Comandante de la justicia y el humanismo, gracias por las sustanciosas contribuciones para con el libro que me ratificó en aquel aniversario honrando a Mariana Grajales, cuando apretó mis manos y me reiteró que debía terminar de escribir. Ese libro sobre la Masacre de Cassinga, en el cual Puente Ferro y usted han militado como asesores para mi acopio incuantificable de orgullo.

Gracias por existir por siempre.

Se han publicado 12 comentarios



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  • Angel dijo:

    Homenaje eterno al compañero Risquet, quien demostró devoción por Africa como continente que es parte intrínseca de nuestra nacionalidad. Su recuerdo perdura no solo entre los cubanos sino también en diversos confines de ese hermano continente donde dejó su impronta.

  • Arturo dijo:

    Uno de los grandes!!!

  • Antonio Tamayo Pupo dijo:

    Hombre de máxima confianza, revolucionario , luchador incansable por la liberación de los pueblos africanos

  • jose enrique dijo:

    Este hombrer es de los mas grande de la revolucion, luchador desde niño y sin embargo su perfil en los medios y la historia esta muy por debajo del que se merece

    • Olallo dijo:

      Totalmente de acuerdo con usted José Enrique. Merece mucho más, pero además, ganamos todos con su ejemplo a seguir...

  • Marela dijo:

    Me hago eco de este merecido homenaje a Risquet, tuve el inmenso privilegio de conocerlo personalmente y soy testigo de su devoción y entrega incondicional a la revolución, de su gran sentido del humor, de su inmenso amor a su familia, de su ejemplo como revolucionario y gran ser humano.

  • Olallo dijo:

    Lo recuerdo al frente de la misión cubana en Angola. Lo recuerdo en actos políticos en ese país, dónde cantabamos a plenitud, La Internacional.
    Siempre he considerado a Risquet, como uno de los revolucionarios más lúcidos y fieles que ha dado el proceso revolucionario cubano contemporáneo. Era un convencido de la necesidad del internacionalismo, en la práctica y en la teoría.
    Los revolucionarios, le recordamos y le queremos...

  • L.R.A. dijo:

    Es una lastima que muchos jovenes, no conozcan la historia de este hombre. Fiel a Fidel y la revolucion, valiente, amable.
    Hombres como el, que han sido los que han llevado desde el principio, a que esta revolucion sea hasta hoy la obra mas humana que se haya hecho en Latinoamerica.
    A su hija, a su nieto que quiso el nombre de Fidel para el, sièntanse orgullosos de Risquet.

  • nivia sosa dijo:

    Lastima que no conozcan detalles de la vida de este gran hombre , Casi anomimo para muchos , sienta su familia el orgullo de tener como padre y nieto a uno de los grandes de la revolucion

  • Juan Carlos Subiaut Suárez dijo:

    Una estampa más. Durante las negociaciones con los racistas sudafricanos, en pleno desarrollo de Cuito Cuanavale, se imponía a las posiciones de los representantes del apartheid con su aplastante personalidad, armada de una sutil ironía y con volutas inmensas de humo de tabaco. Inmenso nuestro representante. Los delegados estadounidenses, acostumbrados a mayorear e imponer sus criterios y argumentos, atónitos, no sabían que hacer.

  • Angelina Rojas Blaquier dijo:

    Mi amigo Risquet
    Por Angelina Rojas Blaquier
    Lo recuerdo siempre con su vitalidad, sapiencia, y sinceridad y su condición de revolucionario. Como tantas otras personas, lo visitaba en su despacho en el CC del PCC para tratar con él los más diversos temas de entonces y de ahora.
    Cuando ingresó, con 12 años, al movimiento revolucionario cubano, era 1943. Se sintió atraído por aquella consigna partidista de Cero Hitler en 1943, y por Pavel, el héroe de la novela La Madre, de Máximo Gorki.
    Su cuna pobre y obrera, padre tabaquero, participante en el paro por la muerte de Lenin y otras acciones; su infancia en un solar de El Cerro, donde aún niño decidió enseñar a leer y escribir a sus vecinitos que no podían asistir a la escuela; y la esperanza, aunque lejana, de que aquella Guerra antifascista llevara finalmente al socialismo en diversos países, modelaron tempranamente su quehacer y sus decisiones.
    Por entonces no pensaba que el cambio hacia el socialismo llegaría a América Latina en lo inmediato, y mucho menos Cuba, sino que más bien se alcanzaría en el viejo continente, mientras soñaba que quizás sus hijos o sus nietos podrían disfrutarlo.
    Por ello, comunista e internacionalista, desde que con 14 años integró el Comité Nacional de la Juventud Socialista, no desmayó en sus esfuerzos por luchar por un mundo mejor para Cuba y otros países del mundo.
    Desde su primera juventud no cesó en dar su aporte al movimiento revolucionario y, a través de su vida, como miembro y dirigente del Partido Socialista Popular; con su incorporación al Segundo Frente Oriental Frank País y, tras el triunfo revolucionario, desempeñando significativas responsabilidades en el PCC y en el estado revolucionario.
    Entre éstas se destacaron su atención y participación en la acción solidaria de los cubanos en África, desde los tiempos fundacionales de esa labor en Argelia, hasta la derrota del Apartheid en Sudáfrica y la liberación de Angola; también fue Ministro del Trabajo, y desde esa condición, estuvo al frente de la comisión preparatoria del histórico XIII Congreso de la CTC, siempre con sus emotivos recuerdos y su aprendizaje junto a Lázaro, en un momento trascendental para la historia del movimiento sindical.
    Miembro del Comité Central del PCC desde su creación en 1965 hasta su fallecimiento, también cumplió responsabilidades en su Secretariado y su Buró Político. Las más importantes tareas de la Revolución tuvieron su impronta.
    Risquet, ese amigo que nos recibía en su oficina sin ningún protocolo ni cita previa, que siempre tenía alguna información nueva que brindarnos; algún libro fuente de mayor conocimiento que sugerirnos y hasta prestarnos o regalarnos; alguna duda que inclusive nos preguntaba con extraordinaria modestia, sobre algo que no tenía claro o no recordaba bien de nuestras luchas populares y revolucionarias; ese hombre que nunca perdió su humildad, su caballerosidad, su respeto por el otro, su calidad de trabajador incansable hasta el fin de sus días, tuvo la dicha de ver nacer y crecer a su hija y a su hijo, Nancy y Jorge, en la soñada patria socialista que con tanta entrega ayudó a hacer triunfar y a construir, e inclusive, hasta disfrutar de un nieto que, a sugerencia suya, se llama Fidel.
    Gracias amigo Risquet, por el ejemplo de tu vida, por tu sencillez, por tu legado, por seguir presente en cada gesto consecuente de los revolucionarios que tuvimos la suerte de disfrutar de tu amistad y tus enseñanzas imperecederas, mostrándonos el camino para ser mejores revolucionarios.
    Gracias amigo Risquet por tu ejemplo coherente de comunista fiel y hombre entero, que entregó lo mejor de sí a la causa que hizo suya, puede decirse, desde su infancia en la barriada de El Cerro.

  • Maria del Carmen Garcia dijo:

    Me recuerdo el día que dieron la noticia de su fallecimiento y una síntesis de su bella historia revolucionaria y me llamó poderosamente la atención y la intriga, porqué no se menciona cómo Héroe de la República de Cuba, acaso no tenía esa condición?

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