Esencias al tiro
Los hombres se miden por sus acciones, pero también por sus palabras y sentimientos. Pocas veces he visto mejor resumidos los valores que tenemos como pueblo que en la entrevista que acaba de hacerles, en Tele Rebelde, el colega Angel Luis Fernández al campeón de la pistola a 25 metros Jorge Félix Álvarez y su entrenador Meinardo Torres.
No rendirse nunca, ni ante las peores adversidades. Esa es la clave del triunfo de los pistoleros cubanos, dejaba entrever su profesor. A la falta de proyectiles, antepusieron la enorme voluntad de vencer, la capacidad de perfeccionar sin desmayo y en seco la técnica de disparo, la inteligencia de aprovechar al máximo la base de entrenamiento en Perú donde tuvieron a su alcance las municiones de calidad necesarias en este difícil deporte.
La Amistad. Es lo que transpira cada palabra de Jorge Félix Álvarez cuando habla de su relación con el campeón olímpico Leurys Pupo, plata ahora en Perú. A Pupo le agradece las enseñanzas, el halarlo a ser mejor con su maestría y sus resultados, el haberse salido de la concentración en el momento final de la competencia para felicitarlo con alegría por la clasificación a Tokio 2020, que ya el titular de Londres 2012 tenía en sus manos desde una competencia previa. La admiración y el respeto mutuo es genuino entre estos dos dos grandes campeones.
El sentido del deber. Cuenta Jorge Félix Álvarez, el joven ingeniero informático graduado de la CUJAE, que sintió una tranquilidad de espíritu cuando se supo clasificado para la cita olímpica y haber llegado a la discusión del título con su compañero de equipo. El compromiso con Cuba estaba cumplido. La delegación lo necesitaba. Quien ganara de los dos ya era lo menos importante. Uno y otro lo disfrutarían, como lo demostró el abrazo entrañable que se dieron él y Pupo al final de la competencia.
La Solidaridad. Porque la base de entrenamiento en Perú no sólo fue clave para poner en óptimo estado la puntería de los cubanos. Su maestría, sus conocimientos técnicos y los de su profesor fueron compartidos con los tiradores peruanos, quienes crecieron mucho en ese intercambio. En el podio final de la pistola a 25 metros junto a los brazos de Álvarez y Pupo se levantaron, con un luchado bronce, los del peruano Marko Carrillo. Un resultado no esperado, pero bien soñado y construido, como decía el técnico cubano Meinardo Torres, tan alegre por el resultado de sus dos pupilos como por el del crecido tirador peruano.
La familia. Jorge Félix Álvarez se sabe hijo de un país, pero sobre todo de una madre que lo educó y le ha dado grandes valores como ser humano. Para su madre, Clara Llanes Moreno, fue el primer pensamiento de gratitud del campeón ante la pregunta del periodista.
¡Gracias Jorge Félix y Meinardo por la alegría del triunfo, pero sobre todo por mostrar con sencillas y sentidas palabras la grandeza de mi pueblo! Mi emocionado abrazo para ustedes.
Publicación de Pupo en su Facebook en noviembre pasado:
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Muy emotivas las palabras de esos compatriotas.Adelante seguiremos cosechando Éxitos.Felicitaciones.
Muy de acuerdo Randy, pero aprovecho para referirme a una de los temas que concierto nos afecta en el desarrollo del deporte. Ya no se ven deportistas de alto rendimiento en nuestras universidad (solo en carreras de cultura física), por qué ya no se le dan las facilidades que se daban antes.
Muy buen trabajo Randy. Emociona al lector.
Una broma:
Q le parece usted y Taladrid como comentaristas de la pelota.....
Sentí lo mismo que tu, Randy. Gracias por ese texto
¡Valores, nuestros valores! Cuando las medallas se acompanan de ellos nuestro sano orgullo y regocijo se acrecientan.
Esa sí es la clave del éxito! Que se extienda por otros ámbitos de la vida nacional la eticidad y belleza de estos compatriotas y que sea éste el comportamiento promovido, estimulado y premiado por las autoridades competentes y por los medios. Ahora me alegran más todavía todos sus triunfos.
Excelente crónica Randy. Cada vez escribes mejor.