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Apuntes del cartulario: El cementerio de Colón

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En la imagen el cementerio de Cristóbal Colón, en La Habana. Foto: Marius Jovaiša.

El 30 de octubre de 1871, con la colocación de la primera piedra, quedaban formalmente inauguradas las obras para la construcción del cementerio de Colón.

A las siete de la mañana de aquel lunes, una jornada que la crónica insiste en calificar de gris, el joven y talentoso arquitecto Calixto de Loira, autor del proyecto de la nueva necrópolis y designado director ejecutivo de su construcción, sostenía un cajón del que Romualdo Crespo, capitán general interino, extraía con una cuchara de plata la mezcla que depositaba en un hueco antes de colocar encima la piedra sobre la que dio repetidos golpes.

Con anterioridad, en lo más profundo de aquel agujero, situaron una caja que se metió dentro de otra caja. A fin de legarlos a la posteridad, se introdujeron en la caja de caoba sellada dentro de otra de plomo, un ejemplar de la Guía de Forasteros, un almanaque, varias monedas de oro y plata con la efigie de Amadeo I, rey de España, un número de cada periódico que circuló en La Habana el día anterior y una copia del acta que daba cuenta de la ceremonia y que suscribieron todas las personalidades  presentes.

Finalizaba así un proceso iniciado unas dos décadas antes cuando, en 1854, el Cabildo de La Habana conocía de una moción que recomendaba la construcción de un nuevo camposanto. El proyecto incluía asimismo un monumento a la memoria de Cristóbal Colón donde se depositarían las supuestas cenizas del descubridor, conservadas hasta entonces en la Catedral de La Habana.

La propuesta fue aprobada por el ayuntamiento habanero, pero engavetada por más de cinco años. La Iglesia se oponía a que el poder civil tomara la iniciativa en la construcción de un nuevo recinto mortuorio y lo controlara, lo que constituía una buena entrada económica. Tampoco quería ceder las preciadas reliquias del Almirante.

Se imponía, sin embargo, la construcción de un nuevo cementerio en La Habana. Cuando en 1806 se inauguró el cementerio de Espada, sus promotores le concedieron una larga vida. Pero apenas cincuenta años después ya le resultaba chico a la ciudad. Totalmente abarrotado y sin posibilidades de crecer en área, el cementerio de Espada comenzó a crecer hacia arriba con la construcción de nichos.

La situación empeoró entonces; aumentó la contaminación ambiental y, al carecer los nichos de conductores a tierra que hubieran permitido evacuar los humores que salen de los cadáveres en descomposición, creció el número de afectados por enfermedades infecto contagiosas, sin contar que la altura de los muros del propio cementerio impedía la ventilación interior del recinto mortuorio y la lluvia y las penetraciones del mar sacaban a flor de tierra no pocos despojos.

Aun con la oposición de la Iglesia, el Ayuntamiento organizó una cuestación pública con el fin de llevar adelante su propósito. Adquirió, en la zona conocida como San Antonio Chiquito, el terreno de lo que sería el cementerio y convocó a un certamen para elegir el proyecto arquitectónico. Francisco de Albear presidió el jurado y Calixto de Loira se alzó como triunfador.

Pero seguían sin ponerse de acuerdo la Iglesia y el Ayuntamiento. La Iglesia alegaba su antigüedad en el manejo del asunto, y el Ayuntamiento ponía sobre el tapete las parcelas ya adquiridas. El caso se elevó a Madrid y de allá llegó la orden de que fuese la Iglesia la administradora de la nueva necrópolis, pero indicaba que se pusiera de acuerdo con las autoridades civiles para la elección del lugar (que ya estaba comprado) y las particularidades sanitarias. Eso ocurrió el 28 de julio de 1866, doce años después de que se lanzara el proyecto.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera/Cubadebate.

Hoy la necrópolis de Colón se destaca por su majestuosidad y ofrece, desde todos los ángulos, su aspecto monumental. Por sus valores artísticos y arquitectónicos es la muestra más amplia y meritoria del arte funerario en la Isla y, en orden de importancia, la tercera necrópolis del mundo. Su patrimonio artístico está valorado en más de cien millones de dólares.

Unas 53 mil propiedades se asientan sobre sus 56 hectáreas de terreno, esto es, más de medio kilómetro cuadrado. Una interesante leyenda se teje en torno a su portada, pero no es más que eso, una leyenda. Ya dentro del recinto atraen la atención del visitante el panteón de Catalina Lasa y el de los bomberos; también el de los estudiantes de medicina fusilados por el colonialismo español en 1871.

De interés resulta la visita a los panteones de las familias Blanco Herrera y Hornedo, y a los de algunos presidentes de la república. En el cementerio de Colón descansan Julián del Casal y José Lezama Lima. Y Fernando Ortiz. En la necrópolis habanera, Alberto Yarini sigue siendo el rey, y Capablanca, el campeón, el más grande ajedrecista de todos los tiempos.

Foto: Archivo CD.

Se han publicado 6 comentarios



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  • Elpidio V dijo:

    Ciro, maestro, tengo una duda, si los estudiantes de medicina fueron sepultados inicialmente en un lugar, donde actualmente se observa un tramo de la cerca perimetral y se cuenta que se depositaron fuera de los muros del cementerio, se observa alli un monumento donde dice que alli los encontró Fermín Valdés Domingue, entonces en 1871 ya existía o no el cementerio y estaba o no delimitada la cerca perimetral?
    En una visita que hice allí entendí que habían sido sepultados fuera del cementerio, o sea en las inmediaciones.
    Ese tramo de cerca está al lado de la tumba del Curita y hoy la cerca perimetral esta mucho más alla y el tramo de cerca que le hable está totalmente dentro del Cementerio.
    Estoy muy interesado en esa historia, podría usted en sus multiples ocupaciones aclararme al respecto. Sería interesante que usted escribiera sobre ello y mostrar imagenes de este otro lugar sagrado, alli donde aquellos cuerpos masacrados estuvieron en contacto directo con la tierra de su patria aún dominada por el imperio español.
    Hay otra cosa que me gustaría oir o leer de su propia autoría, a raíz de la película Inocencia hay el criterio generalizado de que el cuerpo de voluntarios era conformado mayoritariamente por cubanos, algunos me han expresado: "los más triste es que nosotros mismos (los cubanos), refiriendose a los voluntarios, fuimos los que los matamos". Es eso cierto? y hasta que punto.
    Hasta donde yo he estudiado y he buscado el cuerpo de voluntario en su fundación 1850, era puramente de voluntarios españoles, incluso leí un artículo que dice que un requisito era ser español o naturalizado como tal y que después al comienzo de la guera en 1868, en 1869 se empezaron a aceptar a cubanos, fundamentalmente a hijos de ambos padres españoles.
    Si usted pudiera escribir sobre este tema fuera muy esclarecedor.
    Muchas gracias.
    Elpidio

  • yuri dijo:

    pero que falta le hace reparar todo el frente del cementerior incluyendo su edificio administrativo , que esta en deterioro

  • Amaury II dijo:

    Otra bella e instructiva crónica, así que gracias profe por regalárnosla.

  • Simon dijo:

    Siempre me han impresionado mucho las estilizadas y bellas esculturas del Cementerio de Colón, aunque cuando niño me causaban cierto temor por el presagio de la muerte inevitable y el dolor que representaban. Ese angel alado de la foto es sumamente delicado en su expresion y tal parece que estuviera agitando suavemente sus alas en vuelo, escuchando algun lamento perdido en el tiempo.

    En un cementerio de Roma hay una conmovedora escultura de un ángel con las alas caidas llorando sobre una tumba de mármol. Se le conoce por "Angel of Grief "; fue hecha por el escultor William Wetmore y colocada en 1894 en la tumba de su amada esposa Emelyn, como simbolo eterno del dolor de haberla perdido para siempre..

    Sobre los "supuestos" restos del almirante Cristobal Colón, desconozco si la disputa se habrá resuelto sobre donde reposan actualmente, ya que segun se dice, están guardados en Santo Domingo. Como bien se sabe, mediante los nuevos metodos forenses de identificacion del ADN es posible vincular parentescos y por ende determinar si dichos restos pertenecieron o no a Colon comparándolos con el ADN de quienes aun viven y son sus descendientes mas o menos directos. El ADN extraido del interior de un solo diente o muela podria resolver el viejo enigma.

  • AK 50 dijo:

    TIENES MUCHA HISTORIA PERO MUUYYYY DETERIORADO DA LASTIMA,QUIERO ACLARA QUE EL CEMENTERIO DE SANTA EFIGENIA DE STGO ESTA 5 MIL VECES MAS BONITO CUIDADO Y BELLO SIN DUDA

  • Aleph dijo:

    Tengo una duda,he leido en varios lugarares asi como entrevistas sobre un cadaver que se encontro en el arco de la entrada del cementerio de Colon,unos dicen que es mentira otros que si que correspondia a un obrero que participo en la construccion y en otra literatura que esos eran los restos de Cristobal Colon que como parte de una conspiracion que le llamaron :La conspiracion del cambiazo ,un grupo de cubanos admiradores del marino no quisieron que se llevaran sus restos que estaban despositados en en la catedaral de la Habana los cambiaron y al Almirante lo depositaron alli.Esta ultima version es fantaciosa porque ya esta determinado que los restos de Colon son los que estan en España,hubo otra version que estos nunca salieron de Dominicana y los que estaban en España eran de un hermano de el.Pero mi duda es si es real el cadaver encontrado en la portada.Gracias por esas cronicas

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Ciro Bianchi Ross

Ciro Bianchi Ross

Destacado intelectual cubano. Consagrado periodista, su ejecutoria profesional por más de cuarenta años le permite aparecer entre principales artífices del periodismo literario en el país. Cronista y sagaz entrevistador, ha investigado y escrito como pocos sobre la historia de Cuba republicana (1902-1958). Ha publicado, entre otros medios, en la revista Cuba Internacional y el diario Juventud Rebelde, de los cuales es columnista habitual.

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