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La verdadera historia de la “Tormenta del Siglo" (+ Fotos)

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La baja invernal sobre Estados Unidos y la vaguada prefrontal afectando a Cuba alrededor de las 09:30 UTC del 13 de marzo de 1993. Imagen: NOAA.

Un brote de siete tornados único en territorio cubano, vientos inclementes de región sur e inundaciones costeras acontecieron en marzo de 1983. La anormalidad de las condiciones atmosféricas fue vinculada a la fuerte manifestación del evento El Niño-Oscilación del Sur.

Se repitió la historia

Diez años más tarde, en medio de la tensa situación económica del período especial, la naturaleza repitió el golpe. Pero fue más duro. Diez personas perdieron la vida y varias resultaron lesionadas.

La insólita tempestad estremeció Viñales, El Morro, Varadero, la Ciénaga, Caibarién, Morón, un país. Sus vientos repentinos barrieron en solo horas buena parte de la cosecha tabacalera, las plantaciones de plátano y otros cultivos, y causaron considerables afectaciones en hogares, instalaciones industriales, agrícolas y sociales. Los daños fueron cuantificados en mil millones de dólares.

A propósito del aniversario 25, hoy Cubadebate te acerca a algunos aspectos poco conocidos de la violenta tormenta que castigó a Cuba el 13 de marzo de 1993.

La zanahoria envenenada

Se aprecia con claridad en una secuencia de imágenes satelitales divulgada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que durante la tarde del 12 de marzo algunas nubes se habían desarrollado en localidades interiores y de la costa norte de nuestro archipiélago, y en la noche, al menos en occidente y centro, la nubosidad era poca.

Vientos cálidos y húmedos procedentes del Caribe también matizaban el tiempo, algo común para la época, solo que en aquel momento se habían "pasado" de velocidad. Las peligrosas marejadas prevalecían en la costa sur.

La vaguada en su esplendor en la noche del 12 de marzo, a punto de arribar a Cuba. Imagen extraída de la página del National Weather Service, NOAA.

Concurrentemente, un frente frío bien definido estaba avanzando por el golfo de México, conectado a un área de baja presión extratropical en continuo proceso de profundización. En la noche, mientras la baja se dirigía hacia la porción norte de la península de la Florida, una banda nubosa con forma de zanahoria se activó impetuosamente por delante del frente.

Esta vaguada, que tenía asociada una línea de tormentas severas, se desplazó con mucha rapidez sobre la mitad oeste de Cuba durante las primeras horas del sábado 13, y fue la causa del más costoso desastre natural que ha vivido el país atribuido a un fenómeno meteorológico de la temporada invernal.

Desde Pinar del Río hasta Sancti Spíritus los vientos soplaron con fuerza de huracán del noroeste, oeste y suroeste. Varias estaciones midieron rachas superiores a 80 y 100 km/h, y las más notables pasaron de 160 km/h. Igualmente, la monstruosa agrupación de nubes cumulonimbus desencadenó tornados, granizadas, aguaceros y abundantes rayos.

Con el avance del día se produjeron inundaciones costeras fuertes en asentamientos del litoral norte –inclusive fueron severas en el malecón de La Habana–, debido al intenso oleaje generado en el golfo de México. Aunque más debilitada, la banda de nubes alcanzó la región oriental; en poco tiempo hubo acumulados de lluvia de más de 100 milímetros.

Otro elemento a destacar es que el aire frío fue ocupando el territorio nacional tras el paso de la línea de tormentas y el frente. Un significativo descenso de las temperaturas fue evidente el domingo 14. Mínimas entre 7 y 8 grados Celsius fueron registradas en la región central.

Las más fuertes ráfagas de viento se reportaron en occidente y centro. Mapa incluido en "The 13 March 1993 Severe Squall Line over Western Cuba", de Arnaldo P. Alfonso y Lino R. Naranjo

¿Se avisó la tormenta o no?

Con la colaboración de sus coterráneos Mario Carnesoltas Calvo y Gisell Aguilar Oro, el meteorólogo cubano Lino Naranjo Díaz realizó hace varios años un valioso compendio sobre la gran tormenta de 1993.

En él deja claro que el 10 de marzo, en un documento interno operativo del Instituto de Meteorología llamado “Estado General del Tiempo”, hubo una primera referencia sobre lo que un modelo de predicción estaba sugiriendo para un plazo de 48 horas: el desarrollo de un centro de baja presión en el oeste del Golfo, con un frente frío asociado que llegaría el sábado siguiente a la mitad occidental del país.

El posible arribo del frente con nubosidad y lluvias fue anunciado el viernes 12 en el parte meteorológico del NTV –lo cual fue resaltado por el propio doctor José Rubiera en declaraciones posteriores ofrecidas a la periodista Rosa Miriam Elizalde–. No obstante, el rápido desarrollo del evento atmosférico superó la capacidad del Insmet para monitorearlo y prevenir sus impactos, que se mantuvo en niveles mínimos debido a la crisis económica y el recio bloqueo estadounidense.

Según Lino, los canales de comunicación con el World Data Center en Washington se habían reducido sustancialmente en meses anteriores. Durante la mañana y la tarde del día 12 no pudo accederse a los datos del área del Golfo. La disponibilidad de imágenes de satélite estaba restringida, ya que se recibían con baja resolución y solo después de las 6:40 p.m.

A pesar de las dificultades, el personal de Casa Blanca a cargo del pronóstico, apoyado en la información disponible y el conocimiento previo adquirido sobre la formación de líneas de turbonadas prefrontales, emitió en la noche una advertencia especial ante la probable ocurrencia de tormentas. Esta información fue enviada con urgencia a la Defensa Civil y los medios de difusión.

El aviso de que el mal tiempo se acercaba se dio a conocer por televisión en las noticias que siguieron a un espacio cinematográfico de medianoche. En menos de una hora, la aterradora actividad eléctrica y los vientos muy fuertes hacían temblar hasta las piedras en el occidente cubano.

"Una palabra de aliento es un tesoro"

Lloviera o tronara, ¡ahí estaba Fidel! Foto: Periódico Juventud Rebelde, 14 de marzo de 1993/Archivo de Danier Ernesto González.

Todo dejó de estar en su sitio. Como si dentro de las casas hubiera fuego, como si los relámpagos se hubieran colado en la cama. Muy pocos siguieron durmiendo. Casi todos corrieron a tratar de salvar las posibles pérdidas, pero nadie sabía a ciencia cierta qué estaba ocurriendo.

Las ráfagas sacudieron los muebles, volaron papeles, postes, techos, paredes, grúas, torres, aviones... Susto. Algún llanto de niño. Voces de los vecinos que mientras esperaban la mejora del tiempo se apuraban para ayudarse.

Con la calma relativa del día empezaron los arreglos, los preparativos para acopiar agua, destupir cañerías, recoger escombros... La gente llegó a la calle con los mismos atuendos con que se había levantado. Y las noticias empezaron a correr de boca en boca.

Poco a poco fuimos sabiendo lo que pasó. Y ese fue el momento justo en que hablamos de la economía, los daños, el esfuerzo... lo por hacer.

Así resumía el diario Juventud Rebelde, en la edición del 14 de marzo, lo ocurrido, y además señalaba:

La presencia de Fidel en el lugar donde la noche del sábado estaba la situación más difícil, una zona baja del Vedado capitalino, fue de por sí un mensaje de aliento para quienes a esas horas, como víctimas o rescatadores, luchaban contra las aguas que se adueñaron de calles y plantas bajas de casas y edificios, confinando en pocas horas a muchos habitantes del litoral y hasta a los huéspedes de algunos hoteles costeros.

Desde la Oficina de Intereses de los Estados Unidos se recibió un llamado para auxiliarlos en la evacuación de algún personal de la sede. El Comandante en Jefe insistió en que se hiciera todo lo posible por hacer llegar el auxilio.

Al día siguiente, en su discurso de clausura de la sesión de constitución de la Asamblea Nacional y el Consejo de Estado, Fidel se refirió a la tormenta, sus efectos devastadores y la recuperación en marcha:

Frentes fríos hay decenas casi todos los años; incluso se consideran útiles, traen agua, traen fresco, ayudan a los cultivos, pero, ¿qué es esto de un frente frío precedido de un huracán (refiriéndose a la línea de tormentas que produjo rachas de viento huracanadas), no se puede llamar de otra forma; de fenómenos extraños de luminosidad, una serie infinita de relámpagos que casi convirtieron la noche en día; un trueno raro, ininterrumpido (...) Pero estoy seguro de que en varios lugares, que vi personalmente, los vientos tienen que haber llegado a 200 kilómetros (km/h) o más, por los árboles arrancados, por las cortinas de viento destruidas.

La prensa del domingo 14 reflejó los estragos de la tormenta y las acciones recuperativas. Foto: Archivo de Danier Ernesto González.

Hizo grandes daños en la agricultura. Las plantaciones de plátano prácticamente las arrasó, todas las matas que tenían un racimo grande ya, o un racimo pequeño, las derribó; las matas que iban detrás las derribó también.

Otros cultivos como el tomate ya venían siendo afectados, el año climático no era favorable. En el mes de enero, durante muchos días consecutivos soplaron fuertes vientos del sur, que suelen preceder las plagas por la humedad, por el calor, y producen daño mecánico a las plantas; después fuertes aguaceros estuvieron afectando no solo estos cultivos de hortalizas, sino también el tabaco. Hubo una zona de Pinar del Río en que cayeron casi 500 milímetros en 24 horas. ¡Vean ustedes, quinientos milímetros, en invierno, en veinticuatro horas! Naturalmente destruye también los semilleros de tabaco. No queda aquel recurso, en determinada fecha ya, de volver a sembrar lo que ha tumbado el agua porque no hay semilleros, y los semilleros requieren varias semanas para poderlos rehacer otra vez.

(...) afectó decenas de miles de viviendas, sobre todo, techos, aunque algunas las destruyó completamente; afectó miles y miles de objetivos económicos: naves, talleres, almacenes, en la agricultura e incluso en las ciudades; instalaciones industriales, fábricas, sobre todo, techos. A muchos cultivos los afectó seriamente. Montones de postes eléctricos fueron arrancados, las líneas eléctricas interrumpidas, transformadores destruidos o dañados, los suministros de gas interrumpidos en La Habana como consecuencia de la falta de electricidad; los suministros de agua, también por la misma razón. Todos esos servicios se han visto afectados en ocho provincias.

Vi casas totalmente destruidas, vi muchas casas afectadas en la zona de Santa Fe, las afectaciones son bastante grandes también en toda esta zona del municipio Playa, del litoral del Malecón o próxima al Malecón. Y estaba todo el mundo trabajando, eso sí lo puedo asegurar porque lo he visto; claro, necesitan un tiempo mínimo para hacer las cosas y hacerlas bien, pero no están perdiendo ni un minuto, ni un segundo.

(...) Tengan la seguridad de que el Estado, aun dentro de las dificultades y las limitaciones grandes, está haciendo todo lo posible por suministrar ese mínimo de material que necesitamos para ayudar a esos compatriotas que se han quedado sin recursos o se han quedado en condiciones críticas de vivienda.

Las inundaciones costeras ocurrieron en la capital cubana luego del paso de la línea de tormentas severas y el frente frío. Foto tomada de Internet.

(...) ayer veíamos a algunos diputados por Santa Fe en medio del lodo y del fango, trabajando junto a los vecinos y a las máquinas para recoger los escombros. Allí estaba el delegado de circunscripción, allí estaba el presidente del consejo, ahí estaban los cuadros del Partido, ahí estaban los diputados de aquel distrito buscando soluciones, atendiendo a la gente, atendiendo a los albergados, trabajando, realmente, con una consagración digna de admiración.

Ya los venezolanos vivieron una experiencia: al año siguiente de la proclamación de la independencia, el terremoto que destruyó Caracas, y Bolívar dijo: Si la naturaleza está contra nosotros, lucharemos contra la naturaleza. (...) Y no olviden que aun allí donde no pueda hacerse nada, una palabra de aliento es un tesoro.

Mejor preparados

Días después del desastre, el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, encabezado por Fidel, desarrolló una reunión con la directiva del Instituto de Meteorología y representantes de los principales sectores de la economía, la cual culminó con tres acuerdos cardinales para perfeccionar la capacidad de protección de la nación frente a fenómenos atmosféricos peligrosos:

-Mejorar la tecnología y las relaciones entre el investigador y el meteorólogo operativo con el fin lograr pronósticos más certeros.

-Optimizar el sistema de alerta temprana para la población y la Defensa Civil, incluido un trabajo educativo que cree conciencia social sobre una serie de eventos del tiempo diferentes a los huracanes que pueden producir severidad.

-Desarrollar medidas para aumentar la protección de los sitios costeros, principalmente en la capital. El gobierno local, la Defensa Civil y la Academia de Ciencias fueron designados para coordinar este esfuerzo, aunque muchas instituciones luego contribuyeron con recursos y capacidad técnica.

Desde entonces, el Insmet comenzó a emitir sus advertencias con mayor facilidad. Además, se fortalecieron los lazos con el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.

Los gestos de solidaridad plasmados en "Tiempo de Cuba", un boletín informativo de la Asociación de Amistad Hispano-Cubana de Sevilla, España/Julio de 1993.

Snowmageddon

Los norteamericanos le llamaron la "Tormenta del Siglo". Nevadas increíbles, inundaciones y vientos fuertes ocasionó la baja extratropical a lo largo de la costa oriental de la nación. Más de diez tornados fueron confirmados.

A pesar de que el sistema tormentoso fue correctamente predicho por los modelos de computadora con cinco días de antelación, fallecieron 270 personas en 13 estados desde Florida hasta Maine. Se estima que alrededor del 40 por ciento de la población de Estados Unidos experimentó los efectos del poderoso meteoro. El daño total ascendió a 5,5 billones de dólares.

La nieve batió récords en Carolina del Norte, Georgia, Maryland y Tennessee, con máximos entre 142 y 152 centímetros en Mount LeConte. En Columbia, Charlotte y Greensboro se establecieron nuevas marcas de baja presión atmosférica, más notables incluso que las obtenidas durante el azote del ciclón Hugo en septiembre de 1989. En el estado de Nueva Inglaterra disminuyó a 960 milibares, un valor que regularmente se reporta en los huracanes de categoría 3.

Las rachas de viento más intensas fueron: 232 km/h, Mount Washington; 175 km/h, Dry Tortugas; 158 km/h, South Timbalier; 148 km/h, South Marsh Island; 145 km/h, Myrtle Beach; 143 km/h,  Fire Island; 134 km/h, Vero Beach; 130 km/h, Boston; y 114 km/h, La Guardia Airport.

Conocido también como el "Huracán Blanco" y la "Supertormenta de 1993", este fenómeno invernal fue catalogado como uno de los eventos de tiempo extremo más costosos y mortíferos del siglo XX en los Estados Unidos.

En 1998, el célebre canal National Geographic recogió en una película de 60 minutos (formato VHS) los hechos relacionados con la "Tormenta del Siglo".

Nota: Para la realización de este trabajo fueron imprescindibles los textos "The 13 March 1993 Severe Squall Line over Western Cuba", por Arnaldo P. Alfonso y Lino R. Naranjo, y "Superstorm 93: A Case Scenario 12-15 March 1993: The case scenario in the Cuban sector", de Lino R. Naranjo, así como los reportes de los periódicos Granma y Juventud Rebelde de marzo de 1993, y los discursos de Fidel Castro Ruz del 15 de marzo y 26 de julio de ese mismo año. Asimismo, se consultaron varios resúmenes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Servicio Nacional del Tiempo (NWS), los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) y El Canal del Tiempo de los Estados Unidos, y Wikipedia en inglés.

Se han publicado 99 comentarios



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  • Roberto Albellar Hernández dijo:

    Leí el articulo y todas las opiniones por supuesto. Quiero narrarles, lo que sucedió al sur, en el mar, “En el medio del mar”. Se ocultaba el sol en la isla de la juventud, mi esposa y yo nos disponíamos a regresas a la provincia de La Habana, después de haber permanecido en Gerona durante varios, y hermosos días. Viajaríamos en la embarcación: El Comandante Pinares; llegada la noche, el clima comenzó a deteriorarse, casi de manera poética para quienes disfrutaban el inicio de un amor. A las diez de la noche, ya en el barco, los relámpagos sin ruidos, eran mucho más seguidos, y la fina llovizna viajaba con el viento en cualquier dirección. Cuando zarpamos ya llovía fuerte y para la mitad del camino todo fue aterrador. La tripulación cerró el acceso a cubierta, y muchos afrontaban los efectos del mareo por el balanceo acentuando; se incrementaron extraordinariamente los truenos, fundidos en un ruido constante, el fuerte viento y la dilatada situación de la que no se tenía ni la remota idea de lo que realmente estaba sucediendo, nos atrapo “en el medio del mar”. El barco encalló, talvez por salirse del corredor marítimo, y después, en el amanecer cuando por fin pasó lo peor, este logra salir de donde había quedado atrapado, y de medio lado la embarcación, pudo continuar navegando hasta el puerto de Batabano. Nuestro asombro también permaneció durante todo el viaje por tierra, hasta llegar a nuestro hogar. Luego supimos todas las noticias que, hoy nos recuerda Cubadebate. Tal vez algún otro lector, testigo de lo que les he contado, pueda narrar también, sobre aquella inolvidable experiencia.

  • Ondina Gordillo Fernández dijo:

    Muy buena las explicaciones que da el compañero Daniel Ernesto González. Es bueno que el tiempo se mantenga fresco durante todo el mes , lo que es extraño es que en el mes de marzo existan este tipo de tormentas, claro que explicó las causas de este tipo de manifestaciones del tiempo pero también es cierto que Fidel, nuestro líder históricol nos enseñó a prepararnos para cualquier evento.

  • barón rojo dijo:

    Es increíble cómo hay momentos que no se nos borran de la memoria. Recuerdo perfectamente dónde estaba y cómo experimenté esa tormenta. Tenía 9 años entonces. Me desperté a media madrugada, sin electricidad y escuchando cómo afuera "se acababa el mundo". Estaba de visita en Guayos y la casa de mi tía era de tejas entonces. Al otro día, a pesar de mi niñez, quedé impactado con las noticias. Hoy hago el cuento y mucha gente no se acuerda de ese suceso, a mí no se me olvida ni un detalle.

  • JORGE LUIS dijo:

    UNA ANECDOTA, VIVO EN EL REPARTO FONTANAR, EN LA MADRUGADA SE SINTIERON VIENTOS MUY VIOLENTOS Y DENTRO DE LO QUE PUDE ASEGURE LO MEJOR POSIBLE LAS VENTANAS, QUE POR SUERTE TENÍA PREPARADAS UNAS MADERAS, EXTRAORDINARIA PREOCUPACION ERA QUE MI HIJA ESTABA CON LA ESCUELA AL CAMPO EN EL ORGANOPONICO AL FINAL DEL MISMO REPARTO PERO A PESAR DE TENER UN JEEP WAS RUSO NO PODIAMOS MOVERNOS, APENAS AMAINO EL VIENTO SALIMOS MI ESPOSA Y YO PARA EL CAMPAMENTO SORTEANDO TODO TIPO DE ARBOLES Y POSTES DANDO UNA TREMENDA VUELTA, AL LLEGAR ALLI SOLO 3 KM DE LA CASA INCREIBLEMENTE ALLÍ NO HABIA PASADO LA TORMENTA Y TODOS DORMIAN POR LO QUE NOS RETIRAMOS CON TRANQUILIDAD, ALREDEDOR DE LAS 4.30 O 5 DE LA MAÑANA TOCAN A LA PUERTA Y ERA NUESTRA HIJA QUE LA TORMENTA ACABABA DE PASAR POR ALLA DETRAS Y LE HABIAN DADO SALIDA O SEA CON DIFERENCIA DE 3 O 4 HORAS Y DE 3 KILOMETROS PASO LA TORMENTA, EN MOMENTO ACTUAL TODAVIA ALGUNOS ARBOLES ESTAN TUMBADOS EN FONTANAR Y LAS ALGUNAS PARADAS ESTAN SIN TECHOS

  • Baphomet dijo:

    Aún recuerdo como decían que todo el Vedado se había llenado de agua y que los daños en el sur de la capital "eran menores", cuando en Arroyo Naranjo tuvimos desde heridos hasta casas inundadas... lo único bueno de todo esto fue que por primera vez limpiaron el río de La Palma de escombros y se prohibió echarle basura.

  • Pedali dijo:

    Despues de la primera foto se habla de un fenómeno ocurrido en el año 1983 y esto no queda claro, pues el resto del artículo se refiere al de 1993. Sé que antes de la mal llamada "tormenta del siglo" se produjo una gigantesca penetración de mar (pudo ser en 1983), que acabó con todo lo que estaba en la costa del poblado de Santa Fe, donde yo vivía entonces. Sería bueno que se precise esto en otro artículo como este. Ojalá que Danier Ernesto González y el Dr. Ruviera nos complacieran. En dicho artículo no se podría dejar de destacar la ejemplar actitud de la población de Santa Fé, que con el apoyo del Estado con camiones, cargadores, etc. en tiempo record limpió la zona afectada de escombros y de la enorme cantidad de piedras que las olas scaron del mar.

  • Margarita Ruiz dijo:

    Muy buena explicacion. Hace unos meses le contamos a uno de mis nietos, lo q recordamos de aquella madrugada terrible y busqué, para ampliarle la explicacion, en ECURED. Me asombró lo escueto q se reflejaba este fenomeno alli. Espero q ahora se incluya lo q explica Danier. Gracias a él.

  • Dino dijo:

    ¡Excelente artículo! Me acuerdo como si fuera hoy que la noche del 12-3-1993 en mi casa nos acostamos antes de terminarse la película (por cierto, un policiaco venezolano que era tremendo clavo) y por la madrugada nos despertamos con el barullo del viento y la lluvia, que de milagro pude cerrar las ventanas de cristal de mi cuarto sin que se hicieran trizas. Por la mañana salimos mi padre y yo para El Vedado (yo en esa época estudiaba en le UH por curso dirigido) y la Virgen del Camino estaba irreconocible: árboles caidos, escombros en el piso, cero transporte (los árboles caidos trancaron las calles)... Por supuesto, no había exámenes y si una confusión tremenda. Al otro dia volví a la UH a examinar (ese dia si hubo pruebas) y cuando terminé salí a recorres la zona de LInea. Todavía bajando por Paseo hasta El Riviera había inundaciones, botes y vehículos anfibios moviéndose por la zona y recuerdo que en una BTR-70 estaba Antonio Núñez Jiménez recorriendo la zona con los rescatistas. En fin, algo para no olvidad por muy fuerte y desagradable que fuera.

  • Quintero dijo:

    Creo que nunca habia recibido tanta información sobre la formacion, desarrollo y daños que ocasionó aquel evento. Gracias Danier Ernesto, eres Meteorólogo, periodista e historiador. Interesantísimo todo.

  • Made dijo:

    Amigos saludos, si leen bien el inicio del articulo comienza con la narración de lo que ocurrió 10 años antes del 1993, es decir 1983. Por eso se refiere a dos años, no hay confusión.

    Un brote de siete tornados único en territorio cubano, vientos inclementes de región sur e inundaciones costeras acontecieron en marzo de 1983. La anormalidad de las condiciones atmosféricas fue vinculada a la fuerte manifestación del evento El Niño-Oscilación del Sur.
    Se repitió la historia

    Diez años más tarde, en medio de la tensa situación económica del período especial, la naturaleza repitió el golpe. Pero fue más duro. Diez personas perdieron la vida y varias resultaron lesionadas.

  • Lama dijo:

    Maravilloso artículo
    Que cubano no recuerda las 2 cosas más importantes de los 90
    La tormenta del siglo y el periodo especial
    Cada uno tiene su vivencia por que es algo que quedó como un vídeo en nuestras mentes como si hubiera Sido ayer
    Todavía me suenan en los oidos de alguien caminando por la calle y decirle a una mujer
    Vamos para la casa que el tiempo se está poniendo feo.creo que la mejor decisión de su vida
    De los cristales de mi ventana parecer un campo de bombardeos y no romperse ninguno y la mara de aguacate caer sobre una mata de mango en mi casa
    De la recuperación después es una historia que ya sabemos

  • walter dijo:

    Buen trabajo hace 25 años fuy testigo como rescatista en este fenómeno natral y de hay a la fecha e estado inmerso entodos los fenómenos que han afectado principalmente el occidente cubano pues primero fuy rescatista en la fecha de la tormenta del ciglo y despues con los compañeros de bomberos y hoy con los grupos de operacines y socorro de la cruz rojo y gracias a este articulo pude por fin encontrar respuesta a aquel estraño suceso en el cual fui participe gracias por ayudarme y todavia nos quedan investigar sobre otras historias de la meteorogia cubana como que paso en realidad en oriente cuando el flora saludos

  • La Nana dijo:

    No tengo en mi memoria los recuerdos de ese evento. Pero me llama la atencion que en el comentario se refieren a las fuertes nevadas que se desarrollaron y precedieron el hecho. Ahora quisiera preguntar, y se que Rubiera puede responder, por lo que pido su atencion. ¿Existe alguna relacion ¨familiar¨ entre las nevadas recientes y las que en aquel momento se produjeron?. ¿Es posible que este evento se pueda repetir debido a las condiciones atmosfericas actuales? ¿Acaso son estas y aquellas situaciones gemelares?. Espero que el Dr Rubiera esté leyendo aún y pueda satisfacer mi curiosidad.

  • Ziggy Stardust dijo:

    Sin dudas un excelente artículo y como siempre muy puntual la aclaración del entrañable doctor José Rubiera. Evidentemente fue un suceso que marcó a mucha gente y es como si alguien públicamente hubiese hecho la pregunta ¿Qué hacías la noche del 12-3-1993?
    Yo estaba con mi esposa en la casa, escuchábamos el disco Silvio de Silvio Rodríguez en una grabadora de casete. Recuerdo que nos dormimos temprano. En la madrugada me despertó el ruido constante de truenos y el cielo se veía como un espectáculo de fuegos artificiales en una parranda, nunca antes vi algo así ni he vuelto a ver, sin dudas aquellos relámpagos continuos es lo que más recuerdo. Desperté a mi esposa para que lo viera y confieso que sentí temor. Un tiempo después (puede que horas) comenzó a azotar el viento fuerte, se sentía como si fuere un huracán. En la mañana salí a la calle y constaté la destrucción de techos de zinc y árboles derribados. ¡Impresionante! Nunca olvidé este evento y le he contado a mis hijos sobre aquella noche. Sería bueno un trabajo de televisión con toda la información disponible, pues además de la fuentes citadas deben existir imágenes de archivo de esos momentos y los posteriores, así como de las incursiones de Fidel a los sitios afectados y sus intervenciones televisivas hablando acerca del trágico evento.

  • Jose Spirituano dijo:

    Muy buen articulo, pero creo que tenemos que dar gracias porque a pesar de su retiro el dr Rubiera se mantiene al pie del cañon, hay otros meteorologos muy buenos, pero ninguno como el para llegar a todos este su pueblo, dando confianza, seguridad y valor para enfrentar todos lo fenomenos meteorologicos que nos golpean

  • vp dijo:

    Sinceramente no me recuerdo de ese suceso de la llamada Tormenta del Siglo, sí me acuerdo de un día que fueron muchos relámpagos muy fuertes e ininterrumpidos, que si mal no recuerdo, mi abuelo le tomó más o menos el tiempo y duró casi o más de 20 ó 30 minutos y él dijo que hacía muchos años, que no había visto nada igual, me recuerdo que yo estaba acostada, daba miedo, esto que digo debe haber sido en el año 1983, porque murió en 1986.

  • ALFREDO FINALE dijo:

    Muy buen detalle de,lo ocurrido ....nos recuerda lo cruda q puede ser la naturaleza en ocasiones.

    Como se lee en la nota ....los avisos a la prensa ,la población, y la defensa civil,llegaron a última hora ....muchos no sabían que estaba pasando.

    Me hubiese gustado ver el nombre de un eminente meteorólogo cubano .....Arnaldo Alfonso.....de la provincia de Matansas....el cual desarrollo por años el tema de las tormentas locales severas...y que en su momento ......previo a la tormenta..... aviso y quiso llamar la atención sobre lo que se avecinaba.....y a quien no se le hizo mucho caso....tuve la oportunidad de conocer y trabajar algunos temas junto a Arnaldo y se de insuperable labor.

  • Palilla dijo:

    QUE BUENO EL COMENTARIO, YA NO RECORDABA ESE SUCESO, TENIA ENTONCES 23 AñOS, LOS FELICITO A DANIEL Y RUBIERA POR SER TAN PROFESIONALES, PERSONAS COMO USTEDES SE NECESITA PARA INFORMAR SIEMPRE CORRECTAMENTE, GRACIAS

Se han publicado 99 comentarios



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Danier Ernesto González

Danier Ernesto González

Meteorólogo del municipio holguinero de Gibara.

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