Imprimir
Inicio »Especiales, Economía  »

Cuando Acopio ardió en Sancti Spíritus

| 101

La venta de la carne de cerdo resultó un filón para malversar las arcas de Acopio. (Foto: Vicente Brito/ Escambray).

Enmascarados en sus responsabilidades y en el descontrol, varios funcionarios de la Empresa Provincial de Acopio malversaron las arcas de la entidad. El Tribunal Supremo Popular ratificó las penas solicitadas por la Sala Primera de lo Penal

Todo lo planearon como el asalto a un banco; aunque con una diferencia: el desfalco ya estaba consumado en la Empresa Provincial de Acopio (EPA) de Sancti Spíritus. Carlos Rodríguez Rodríguez lleva retratado en la cabeza no solo el croquis del lugar exacto donde radica la oficina de los auditores; sino, además, el dinero que recibiría por prenderle candela esa madrugada del 17 de junio del 2016.

Con el gorro de su enguatada azul encasquetado y linterna en mano, burla las medidas de protección de la sede de la empresa, ubicada en el Chambelón. Camina con tanto sigilo que parece andar sobre un fi no cristal, hasta que casi se da de bruces con la persiana de madera. No le queda otra opción que arrancarle dos tablillas. Dentro permanecen las malditas pruebas incriminatorias. Porque desde que el mundo es mundo, la gasolina y el fósforo son enemigos irreconciliables, las lengüetas de fuego se esparcen a la velocidad de la luz entre las cuatro paredes. El hombre no lo piensa ni una vez y abandona la oficina por el hueco de la ventana.

El ruido alerta a uno de los custodios. Ahora, el intruso no corre, vuela. Salta la cerca perimetral y no para hasta el Moskvitch, donde aguardan por él Jorge Luis Maya Rodríguez, entonces administrador del Mercado Agropecuario Estatal (MAE) No. 13, de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Comercializadora Sancti Spíritus, y su padre, Jorge Luis Maya Soler.

El auto los lleva de vuelta a sus respectivas casas; los bomberos asumen lo suyo: extinguen las llamas; no la defraudación económica a la entidad, ascendente a 825 623.24 pesos, que derivó en la radicación de la Causa No. 174/2016 en la Sala Primera de lo Penal, del Tribunal Provincial Popular, seguida por los delitos de malversación, falsifi cación de documentos bancarios y de comercio, ocultación u omisión de datos, y de estragos.

Auditorías por medio

“Los hechos de corrupción los detectamos nosotros”, aclara Clemente Hernández. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

A Clemente Hernández Rojas, director general de la EPA, le dio mala espina ver ante sus ojos parte de los documentos, computadoras, burós… calcinados. Y sin creerse perito, empezó a armar el rompecabezas; precisamente, el día del incendio iban a discutir los resultados de una auditoría, promovida por la entidad, en la UEB Comercializadora del municipio capitalino, y más de un administrador de MAE parecía hundido hasta el cuello.

Hernández Rojas no llevaba todavía un año con las riendas de la empresa en sus manos, y desde que puso un pie allí en julio del 2015, sabía que se hallaba sobre un volcán dormido. “Acopio tenía una economía con un descontrol total; descontrol en las finanzas, en las cuentas por cobrar y pagar…”, subraya.

Con esos ruidos, el directivo comenzó a sospechar hasta de su propia sombra y solicitó a la Delegación Provincial de la Agricultura y a la Controlaría Provincial la realización de una auditoría; pero a esa altura del año era imposible programarla, sobre todo en tiempos en que los auditores no abundan.

No le quedó otra elección que confiar en la competencia de sus especialistas, quienes enfilaron la mirada hacia las cuentas por cobrar y pagar; a la postre, salieron a la luz dos hechos en el MAE No. 4, de la UEB Jatibonico, sancionados rigurosamente con apego a la Ley.

En la UEB Sancti Spíritus, los auditores comprobaron que los inventarios eran harina del mismo costal de la corrupción: el faltante de carne de cerdo casi topaba las nubes, camuflado en una cuenta por pagar a la Empresa Porcina Provincial (EPP).

Como la mentira, aquel desfalco tenía las patas cortas. Lo evidenciaban los papeles, que estuvieron a punto de ser revisados con microscopio por los expertos y así desmontar pieza a pieza la malversación a las arcas de Acopio.

Para que no se repitiera la historia de hechos anteriores ocurridos en la propia entidad —cuando la documentación probatoria de supuestos delitos desapareció de la faz de la tierra o “casualmente” se mojó—, esta vez la dirección de la EPA y su auditora le sacaron copias a cuanto papel había, y las ocultaron como si se tratara del secreto mejor guardado del mundo.

Nos preparamos para que esos delincuentes no se escaparan”, sentencia Clemente Hernández.

Desfalco encendido

A punto de ser descaracterizados, los implicados no perdieron tiempo. Algunos cruzaron llamadas telefónicas o intercambiaron de tú a tú; la mayoría acudió en la tarde-noche del 16 de junio del 2016 a Jobo Gordo, Colón, a la vivienda de Isleydi Pérez Herrera, técnica en Gestión Económica de la UEB Comercializadora Sancti Spíritus.

La gravedad del asunto se les leía en los rostros; había que buscar —y rápidamente— una fórmula para evaporar la documentación relacionada con los faltantes económicos descubiertos en los MAE 2, 13 y 29, ubicados en la ciudad cabecera.

A la confabulación en marcha concurría Jorge Luis Maya Rodríguez, administrador del MAE 13 por esa fecha, quien, escudado en sus funciones y cargo, se agenció de productos y subproductos de carne de cerdo, recibidos de la EPP, correspondientes a 20 facturas por el valor total de 612 367.97 pesos a precio de venta, en la primera mitad del 2016, según consta en la sentencia de la causa penal, a la cual tuvo acceso Escambray.

Las tres facturas de igual mercancía imputadas a Elvis Lazo Cruz, al frente del MAE No. 29, sumaron 60 551.34 pesos, y las cinco atribuidas a Rediel Lorenzo Ramírez, administrador del MAE No. 2 y no presente en Jobo Gordo, totalizaron 129 849.76 pesos.

Sin embargo, aquella malversación tenía más nombres y apellidos: Isleydi Pérez Herrera e Isbelkys Betancourt Bernal, directora contable financiera de la EPA, ejes básicos para la ejecución del desfalco a la UEB Comercializadora, a través de enrevesados procederes.

Aunque no asistió a la conjura que se urdía en el reparto de Colón, Ivanys Prieto Díaz, especialista comercial en la UEB Compra Venta, de la EPP, conocía hasta dónde había metido sus manos. Desde su posición, se apropió de parte de los productos cárnicos que le ofertaba a Acopio, falsificó documentación y se deshizo de otra para evadir la justicia al saber de la auditoría en curso en la EPA.

Y para esquivar la acción de la Ley, allí permanecían en Jobo Gordo, además de la dueña de la casa, Maya Soler, Lazo Cruz, Betancourt Bernal y Maya Rodríguez, entre otras personas. Allí estaban devanándose los sesos y, por más vueltas que le daban a la idea de desaparecer las pruebas acusatorias, siempre llegaban al mismo punto: darles candela a los documentos en la ofi cina.

—¿Quién lo hará?, alguien dejó escapar la pregunta.

—Lo tengo —dijo Maya Rodríguez—: puede ser Carlos.

Contactado vía telefónica, acudió a la vivienda el posible ejecutor, quien cumplía la sanción de dos años de privación de libertad, subsidiada por igual término de trabajo correccional sin internamiento, debido a un delito por lesiones.

—Te doy 10 000 pesos, le dijo Lazo Cruz al joven de 21 años.

Esa propia noche, casi todos se vieron las caras nuevamente en el apartamento de Maya Rodríguez en Olivos II. No podía quedar ningún cabo suelto. Al menos, esas eran sus pretensiones.

Causas y sanciones bajo la lupa

Ilustración: Osval

Porque en Cuba, verde con puntas negras siempre será guanábana, la lista de sospechosos del incendio acaecido en Acopio la encabezarían, obviamente, los más interesados en borrar las evidencias documentales del quebrantamiento de la Ley, desenmascarado por los auditores de la entidad.

“La gente está viendo muchas películas”, manifiesta a Escambray el fiscal provincial Pedro Espinosa Curbelo, quien califica de graves los delitos cometidos por las circunstancias, la participación de varios ciudadanos y por su impacto en la economía espirituana y en la de la empresa afectada, en específico.

Por ello, más que en los hechos en sí, habría que detenerse en sus causas, según afirma Espinosa Curbelo, al profundizar en cómo la ausencia de control interno le abrió las puertas a la malversación en la referida UEB, donde la práctica de los inventarios, tan elemental y tan decisiva, parecía veranear a tiempo completo.

Capaz de elaborar la historia clínica de la EPA, si de hechos de corrupción se habla, Jesús Martín Casanova, contralor jefe en Sancti Spíritus, alude, igualmente, a la falta de supervisión y control por la dirección de la empresa, así como a la deshonestidad de los implicados que utilizaron sus funciones para beneficio personal.

A juicio del contralor provincial, otro fardo es la inadecuada selección de quienes administran los recursos en los centros. “A veces los administradores tienen un problema en una unidad e, inexplicablemente, los pasan a otra”, agrega Martín Casanova.

Esa permisividad les dio alas a la corrupción y a la ilegalidad en Acopio. “No hubo un proceso de saneamiento y de decir: esta persona está cometiendo un delito, una irregularidad; vamos a separarla, vamos a extirpar el daño. Lo que se hacía era cambiarla de posición. La responsabilidad era de las UEB, y de la empresa por permitirlo; había que limpiar”, admite el actual director de la EPA, Clemente Hernández.

Ante todo, se imponía barrer desde la cabeza, o sea, empresa adentro, donde a las dos de la tarde era difícil encontrar un alma en las oficinas, al decir de Hernández Rojas. Del Consejo de Dirección de julio del 2015 ni las cenizas quedan; solo prosigue en sus funciones la jefa de Cuadros.

“Buscamos a personas que tuvieran el control interno en el centro de su labor —aclara el directivo—. Fue complejo porque no existía la posibilidad de pagar buenos salarios y por mala fama de Acopio”.

“Después, le fuimos arriba al control de las UEB. Cuando llegamos a esos lugares, lo mismo que tenía el padre, lo tenía el hijo: falta de control en la contabilidad, en las finanzas, en los activos fi jos, en los medios básicos, en los inventarios en los mercados”, añade.

A esas alturas, la EPA no quiso tropezar dos veces con la misma piedra, y se decidió cambiar el director y el económico de ocho UEB, —en Taguasco no—, por verificarse en dichas unidades un deficiente sistema de control interno.

Por fortuna, se actuó a tiempo. Lamentablemente, con demasiada frecuencia las auditorías y otras acciones de control suelen hacerle la autopsia al delito, y a esa hora la única sanción posible es la cárcel.

Nombre por nombre y número a número, el área jurídica de la empresa lleva las medidas administrativas aplicadas por los hechos de corrupción sucedidos: siete separaciones definitivas en la UEB de Jatibonico y nueve en la de Sancti Spíritus, sin olvidar las 18, de diferente carácter, impuestas a personas de esas entidades que no tuvieron una participación directa en los casos expuestos.

“Acopio es una empresa vulnerable porque trabaja con comida, con dinero en efectivo, con más de 140 mercados y placitas; pero realmente podemos decir que los delitos por descontrol económico aquí fueron sofocados”, alega Hernández.

¿No será absoluta esa afirmación?, indaga Escambray.

“Llevan un año sofocados. Hemos sido objeto de inspecciones por parte de la Unión Nacional de Acopio y de la Fiscalía, que detectó deficiencias; pero ninguna de carácter grave. En abril vamos a certificar la contabilidad; está planificada la auditoría.

“Nuestro sistema de control interno es fuerte y ha detectado nuestros problemas. Tenemos un plan de visitas a las UEB y de auditoría; realizamos acciones sorpresivas”, argumenta el directivo.

Todo parece indicar que es agua pasada el desparpajo económico vivido por la EPA, donde alrededor de 3 millones de pesos fueron llevados a gastos y ajustados debido a cuentas incobrables a otras entidades, expedientes de faltantes y a los casos de malversación.

“Cuando llegamos aquí los trabajadores llevaban ocho meses ganando 225 pesos, y después de empezar el control, al cuarto mes, ya comenzaron a ganar salario —señala Clemente Hernández—. La empresa reparte el dinero de su gestión. Si la riqueza en vez de crearla, se la roban unos pocos, usted no puede repartirla”.

Durante el 2017, la EPA se despojó de su rostro maltrecho: el salario promedio por trabajador ascendió a 654 pesos —aún insuficiente—, las cuentas por pagar y cobrar cerraron en término, las ganancias rebasaron los 3 millones de pesos y las ventas fueron sobrecumplidas, excepto en las viandas a causa del huracán Irma.

Que estos números no colman la mesa de los espirituanos, es verdad; que todavía en las pesas de ciertos mercados y placitas algunos vendedores timan al pueblo, también lo es.

“No te puedo decir categóricamente que no lo hacen; pero sí te aseguro que cuando se detecta, no le pasamos la mano a nadie”.

¿Usted y su Consejo de Dirección sacudieron completamente la mata de ladrones y corruptos en Acopio?

“Estamos dispuestos a demostrarlo. Esta empresa está sacudida hasta el tronco, hasta las UEB. A pesar de lo que tuvimos que pasar, lo más importante fue que se rompió por fi n con la estela de personas que había aquí lucrando a la vista de todo el mundo. ¿Qué administrador de mercado puede comprarse un carro y un apartamento con su salario?”, se pregunta Clemente Hernández.

En la Causa No. 174/2016, a partir de certezas y, sobre todo, de evidencias concretas, los jueces de la Sala Primera de lo Penal, del Tribunal Provincial Popular de Sancti Spíritus, dictaron sentencia, ratificada por el Tribunal Supremo Popular.

En lo particular, el acusado Jorge Luis Maya Rodríguez recibió una sanción conjunta y única a cumplir de 18 años de privación de libertad por los delitos de malversación y de estragos.

Por iguales delitos, Elvis Lazo extinguirá una condena conjunta y única de 10 años de privación de libertad; en tanto, Rediel Lorenzo fue penado a nueve años de privación de libertad por malversación.

Las encartadas Isleydi Pérez e Isbelkys Betancourt cumplirán una sanción conjunta y única de 18 años de privación de libertad cada una por malversar las arcas estatales y por el delito de estragos.

Como consecuencia de haber falsificado documentos bancarios y de comercio como medio a fi n de cometer una malversación y de haber ocultado u omitido datos, Ivanys Prieto Díaz permanecerá 10 años en la cárcel, al valorarse una condena única.

También, el Tribunal encontró culpables a Carlos Rodríguez y a Jorge Luis Maya Soler, quienes estarán encarcelados durante cuatro años cada uno por el delito de estragos, vinculado con el incendio, causante de significativos daños a la sede administrativa de la EPA, además de poner en riesgo la vida de dos analistas de turno que dormían allí el día del siniestro.

Literalmente, Acopio ardió. Tocó fondo. Y sobre las cenizas, se levantó, pero, ¿todo quedó solucionado en materia de control? Es comprensible, entonces, que sus directivos y trabajadores honestos no duerman a pierna suelta.

(Tomado de Escambray)

Se han publicado 101 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPR dijo:

    Para Y. C:C:
    Sr Y. C. C: Hemos leido detenidamente su denuncia a la Universidad de Pinar del Río, sobre este particular le comento . Se ha concluido en el Control Interno Nacional en diciembre de 2017 y en su plenaria de enero del 2018, se reconoció los resultados que se obtuvo en este proceso , en el que participaron auditores de otrso sistemas de trabajo del país , acompañado por estudientes que como excelentes profesionales de este país ,no ignoraron nada de lo que debian revisar y que ante cualquier duda buscaron todas las evidencias posibles ,para demostrar dominio del trabajo , sin ciompromiso con nada amañado, y mucho menos esconder lo mal hecho. esto tuvo un antecedente con la auditoria del MES en el mes de junio de 2017, de la cual la UPR tuvo aceptable calificación . En el caso de el control interno fue durante un mes y uno de los temas que fueron prioridad fue el control de inventarios, donde los resultados tambien fueron aceptables. Le solicito pueda ejercer su queja como poblador de este país, al todos nos debemos contribuir a mejorar. es su derecho ser atendido . Gracias por permitirnos compartir su pensamiento

  • Evis Ginarte dijo:

    Estelar el debate que se ha generado por el trabajo de alguien de Escambray. Me enorgullece que sea mi provincia la que pone el tema. Solo me pregunto, ¿Qué harán los cuadros polítiicos y administrativos ante tanto criterio que denota corrupción en los distintos niveles de la vida socioeconómica nuestra?
    La prensa debe servir para algo bueno, ¿no?, si se publica debe servir para algo más que para divulgar lo hecho hasta aquí.
    Martí no en vano le confería un papel primordial. Gracias por la oportunidad de opinar.

  • loriet dijo:

    Saludos, gracias por tan interesante artículo, creo que todo lo que ocurre en materia de el descontrol y todas las consecuencias de ello tiene que ver fuertmente con la incapacidad de muchos de los cuadros a los que se subordinan todas estas entidades y al resto de los mecanaismos de control que constantemente están fallando, hemos confiado mucho en el control interno y donde hay administraciones corruptas, malversadoras o incapaces nunca va a funcionar el control intgerno porque lo desaparecen; siempre creí que los cambios generados en la contraloría a distintos niveles generaríkan más control sobre la base, igualmente cuando entran las verificaciones fiscales a las entidades la mayoría de las veces no encuentran nada, los malhechores se preparan todos los días mas para burlar los controles, en Cuba tampoco se controlan por el fisco los gastos de las personas y no hay declaración jurada de ingresos personales por tanto cualquiera con un pobre ingreso puede gastar cifras millonarias y no pasa nada, mientras no perfeccionemos el sistema fiscal cubano y todos tengamos que hacer declaración jurada de ingresos personales para que se pueda dar seguimientos a los ingresos y a los gastos no resolveremos el problema, igualmente tenemos que perfeccionar la selección de los cuadros a todos los niveles.

  • EL AFECTADO dijo:

    A raíz de estos hechos delictivos queremos que se revice en Pinar del Río la EMPRESA DE TRANSPORTE POR OMNÍBUS DE SERVICIO PUBLICO En especial la ruta 418 Habana -Pinar,que en dicha terminal provincial en una tablilla dice las salidas y el precio de 10 pesos en moneda nacional y en la vía autopista se cobra 30 pesos a la habana y esta tarifa se mantiene hasta casi llegando a la ciudad,en los tramos intermedio hasta de 5 km cobran 5 pesos ,10,20 pesos que contradice lo expuesto en la terminal.Se dice por la calle y por sus conductores que ellos abonan 1800 pesos antes de salir y que es de sus bolsillos y si no cumplen lo pierden,esta meta es muy alta para la tarifa de 10 pesos y si es real obliga al empleado buscar que le sobre para apropiarse de el dinero.Analicen bien esto porque el pueblo trabajador es el que pierde y mas que esa ruta era de 5 pesos a en el camello a la Habana,ademas el Yuton especial ,con aire acondicionadoy sentados en buen asiento cobra 33 pesos.Saquen sus propias conclusiones directivos de esa entidad.
    Tambien revicenTransporte Escolar sobre todo los Yutones que andan sueltos en la autopista y recogen solo cuando se muestren billetes y hasta 30 y 40 pesos a la habana,sin embargo el objeto social no es puramente servici publico,y si uste va y regresa cobrando asi ,no esta de flete y no esta alquilado,ni esta de retorno ,esta explotando y violando la tarifa establecida para ese servicio,y a veces los centros de estudios y universidades tienen que modificar los recorrido por deficit y roturas del parque ,que asi lo informa su empresa y en la via los ve que parecen volidos compitiendo con los particulares,PONGA FUNCIONARIOS,POLICIAS,ISPECTORES,EL PARTIDO EL GOBIERNO Y CHEQUEN ESTO EN LA VIA,OJALA QUE YO ESTE EQUIVOCADO,PERO AFECTADO SI ESTADO POR ELLOS .GRACIAS Y HAGAN CASO YNO SE ARREPENTIRAN SUS DIRECTIVOS DE LA ALERTA

  • FEU dijo:

    Y.C.C si eres estudiante me gustaria decirte que espacios tienes para poder decir todo eso, y atención se le hubiera dado, si no lo sabes la FEU de la UPR se encarga de velar por todos los incumplimientos que afectan a los estudiantes y concideramos que las actitudes de un ciudadano cubano que la revolución le ha dado todo lo que tiene porque quiciera recordarte que todo cubano debe de sentirse ogullo por tener lo que tiene porque cuando mira en su pasado se da cuenta de cuanto la revolución invierte en cada ciudadano de esta isla en materia de salud, educación y deporte. Ahora si me gustaria saber algo y me salta a la duda ¿Que hizo usted para enfrentar eso? simplemente vienes a un red social a decirlo no amigo es mejor decir las cosas de una vez y ponerse colorado que decirla por ahi y de poco en poco y ponerte rosadito. La univeridad pinareña no será la que mejor come, la que mejor beca tiene pero si te aseguro algo, personas con valentia como para decir eso que dijistes tu las hay y de sobras y cuando hablan todos trabajamos para lograr que se resuelvan las cosas bajo las condiciones que tiene el País al que de seguro tu no aportas nada...

  • raiko dijo:

    La alimentacion del pueblo es un asunto de seguridad nacional. Con estos truenos de corrupcion, desastre, relajo e impunidad esperen la tormenta. Aun esta tormenta se está formando y cuando diga a llover será demasiado tarde para la evacuacion. A buen entendedor pocas palabras

Se han publicado 101 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Alex Sánchez

Periodista del semanario Escambray.

Vea también