¿Para qué sirve la poesía?
Imagen ilustrativa.
A veces me pregunto: ¿para qué sirve la poesía? Se han preguntado, se preguntan, se preguntarán en todos los tiempos.
Y la poesía sigue, acompaña y alumbra, incluso a aquellos que no la conocen, creen, necesitan, sufren, hacen, sin saberlo.
Quien no sabe leer, ¿necesita la poesía? Quien hunde sus manos en la tierra y pone la semilla y ruega por agua, ¿necesita la poesía? Quien abre el pecho a una bala, el grito a una violación, la respiración al fuego, ¿necesita la poesía? Y quien cierra el cerebro y el corazón a los ojos cegados y segados, a la mirada honda de un niño que mira la guerra... quien se vuelve punzón de hielo ante la empatía, la solidaridad, el respeto, las culturas diversas, para no verlas, para que el país de su mente siga teniendo el tamaño de una marca, de su egoísmo, de su metro circular: ese, esos ¿necesitan la poesía?
La palabra es también nuestro túnel y nuestro puente; el poema está más allá del poema.
Sí, necesitamos la poesía: está en la gente y la semilla; acompaña la muerte para que sea menos muerte. Acompaña la vida para que sea más vida.
Y en todo lo vivido y lo por vivir, el poeta multiplica y dice: Veo una voz y estoy en ella.
Me sumo: ¡Hasta la poesía siempre!, hermanos.
¡Viva Cuba!
(Tomado del perfil de Teresa Melo en Facebook)
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Hermoso. Me encantó
Que sensibilidad más profunda y que verbo para describirla...
Gracias Teresa!
Bello y profundo.
Hace mucho tiempo LOS PROFESIONALES DE LA PALABRA están usando la palabra poeta para las mujeres, cuando es para los hombres.
Para las mujeres es POETISA.
Teresa se considera una POETA.Vea el programa Con dos que se quieran,de Amaury,donde ella lo dice.
No he leido mucha poesia,.......pero sin embargo la he escrito mucho,.......casi toda dedicada a mujeres y amores,.........realmente resulta un reconstituyente espiritual.
Sin poesía no hay amor.
Completamente de acuerdo, me sumo también, la poesía está en todos y en todo, bien lo resumiste: " Sí, necesitamos la poesía: está en la gente y la semilla; acompaña la muerte para que sea menos muerte. Acompaña la vida para que sea más vida". Me encanta la poesía, escribo y escribo,... yo, me siento poetisa.
Me encantó su definición sobre la poesía, para qué sirve, si la necesitamos... Es cierto, necesitamos la poesía, no puede haber una vida sin poesía. Escribo poesías desde joven, para mí, y me siento una poetisa, entonces digo Poesía nuestra que estás donde quieras, sanando con tu nombre, así en la tierra como en el mar, enséñanos a perdonar, y líbranos de la ignorancia. !Hasta la poesía siempre!
La poesía existe, pero también se hace. No he viajado por el mundo y por tanto no puedo aseverar que en otros lares no exista poesía como la nuestra. Pero deténgase a observar el 1er día de curso a todos esos niños que se afanan desde casa porque su uniforme sea el más limpio, el que menos pliegues tiene(aunque esté esmeradamente planchado), o ese otro que en su cotidianeidad lleva una flor para su maestra, o para el Martí que está en el patio de la escuela, o escuche esa música del trinar colorido que solo tiene el trópico, ya sean las aves, las plantas, el mismo hablar del cubano, el colorido de la ropa, o de las fachadas de tantos hogares. O si en verdad quiere pensar en grande y atreverse a crear en su mente un simple octosílabo, entonces busque esos parques sin bullicio de cualquier ciudad nuestra y siéntese a contemplar a derecha e izquierda todo el paisaje que se le brinda, que si usted en esos momentos no piensa, no se inspira, no crea aunque sea una sencilla oración, entonces compadre o comadre usted está definitivamente muerto a la poesía.
Subterfugios para hacer poesía
Caminos que andan por dentro de los párpados, golpes de insomnios,
remontar las nubes al salto misterioso de las piernas,
y caminar buscando la piedra imposible
con que armarle el cuerpo, a la mujer majestuosa que te embriaga,
que te cubre la sombra bajo la lluvia;
y evadir al enemigo que intenta saciar el hambre
de tenderte su emboscada inevitable;
yo he sido quien ha muerto, como objeto de metáforas en su abrazo,
tan sólo por el gusto de morir, en el delirio inexacto de sus aguas,
como irresoluto demente sin remedio, conociendo que morir en su regazo,
fuese vivir como diosecillo recién nacido.
Tú eres el café que trepa la madrugada,
el loco caballo trotando por entre el escape de la noche,
el teléfono que no se agota de percutir en los oídos;
porque espero, eternamente espero,
por la lumbre, que amanece siempre en tus cigotos sensuales…