Imprimir
Inicio »Opinión, Política  »

Tenía apenas 42 años

| 16

Pintura de Raúl Martínez

Cuando cayó en Dos Ríos había cumplido obra de gigante. Poeta visionario, se echó sobre los hombros del cuerpo frágil la tarea de hacer patria. Desde el dolor compartido aprendió a conocer con profundidad las contradicciones de los seres humanos concretos.

Descubrió lágrimas en los ojos de Don Mariano, su padre, el soldado, ante el cuerpo del hijo desgarrado por los grillos en el trabajo de las canteras y la brutal violencia ejercida por el poder de sus coterráneos. Separados por la política, nacería entre ambos una complicidad secreta y la comprensión silenciosa del padre ante la entrega del hijo a una causa que, a pesar de todo, no era la suya.

Antes, en los días del Hanábana, José Martí había contemplado con espanto el castigo impuesto al negro esclavo. Desterrado en España, prosiguió el aprendizaje de la historia. Comprendió los rejuegos políticos de liberales y conservadores que en nada se diferenciaban respecto a la necesidad de preservar su dominio sobre la Isla.

Descubrió también la naturaleza del país profundo, por lo cual llegada la independencia, los cubanos no guardarían rencor a los peninsulares que optaran por permanecer en Cuba, modestos trabajadores muchos de ellos. Examinó al detalle la historia viviente de las repúblicas latinoamericanas recién liberadas, para detectar las causas que obstaculizaron la plena realización del proyecto emancipatorio.

Al instalarse en Estados Unidos valoró los avances de la nación en desarrollo en relación con Europa, donde prevalecían regímenes autocráticos, pero descubrió muy pronto el peligro latente en el país que emergía para el futuro de la América Latina. Su saber enciclopédico e integrador y su preclara visión de la naturaleza de los fenómenos financieros le permitieron detectar los peligros que se cernían con la Conferencia Monetaria Panamericana. Su pensamiento de entonces conserva plena vigencia.

En ese contexto, José Martí tenía pendiente la asignatura Cuba. Había que despejar a fondo las razones del fracaso de la Guerra Grande. No se conocía entonces el patético diario de Francisco Vicente Aguilera, uno de los más poderosos terratenientes de la zona oriental del país. Entregó la fortuna toda a la causa mayor. Por sus contradicciones insalvables con Céspedes y Quesada, fue enviado a representar los intereses de Cuba en el exterior. De una honestidad impoluta, llevaba al detalle las cuentas de los gastos incurridos. Nada guardaba para sí. Se privaba de las atenciones médicas elementales.

A pesar de los bienes heredados, Vicente Aguilera no había completado su aprendizaje en otros países. Desconocía los rejuegos de la alta política. Se vio atrapado en las maniobras de los Aldama, que mucho ofrecían y nada entregaban. Invirtió esfuerzos inútiles con políticos norteamericanos sin desentrañar los intereses reales de los vecinos del norte, nunca dispuestos a reconocer la República en Armas en espera de que la fruta madura cayera en sus manos. Enviado luego a Europa, desconocedor de sus lenguas y culturas, menos pudo hacer. Murió solo, en atroz agonía, devorado por el cáncer.

Martí se dio a la tarea de juntar voluntades, de devolver la fe a quienes la habían perdido. Para ganar la confianza de los veteranos sabía que habría de vencer obstáculos de toda índole. Para los antiguos combatientes era un intelectual inexperto, un improvisado sin experiencia alguna en las armas.

Se dedicó a una incansable labor persuasiva. Inmerso en el dominio de la realidad concreta, en Nueva York, en Cayo Hueso, en Tampa, se volvió hacia los de abajo. Contó con la generosidad extrema de quienes entregaban, sin pedir nada a cambio, los escasos ahorros y ofrecían alojamiento y comida al peregrino de la levita raída.

Centavo a centavo, obtuvo los recursos necesarios. Evitó contraer compromisos que lastraran el futuro de la nación. Trabajaba con sigilo, porque se sabía sometido a una vigilancia permanente. La traición de La Fernandina corroboró sus sospechas. Pero la suerte estaba echada. Había que iniciar la lucha con las manos vacías.

Para hacer patria era indispensable ganar la guerra con esfuerzo propio, libre de intromisiones y compromisos. Parejamente, era impostergable construir conciencia y nutrir el imaginario de la nación. Su palabra fue incansable, para liberarnos del lastre perverso del racismo. Teníamos que librarnos. No hay razas. El combate y la lucha  por la supervivencia en la manigua sería un crisol. La frontera del color era un instrumento del dominio hegemónico que horadaba desde la conciencia prejuiciada la unidad de la nación.

Martí fue reseñando las obras de nuestros escritores y artistas, aunque lo fundamental se revela en su creación personal, en su poesía y en su prosa, desbordante como los grandes ríos del continente, siempre seductora, aunque con frecuencia utilitaria. En sus últimos diarios accede a lo más alto de las letras hispanas. El recorrido de Playita a Dos Ríos, trazado con prisa en los momentos robados al descanso, encuentro tangible con el suelo añorado, con la naturaleza y el escalar montañas que hermana hombres, expresa la plenitud del ser en la fusión del sueño y la realidad.

En lo más profundo del desamparo de la República neocolonial, los intelectuales de la vanguardia iniciaron el rescate de su inmensa obra dispersa. Con el triunfo de la Revolución el trabajo se sistematizó; fueron saliendo sus Obras Completas. Es un capital que no podemos desperdiciar en la reiteración de las mismas citas reducidas a axiomas descontextualizados. Como hiciera en vida, tiene que seguir enseñándonos a pensar, con la pasión que animó su existencia gigante.

Sobrecoge contemplar cómo pudo hacer tanto en vida tan breve. Ante la áspera orilla de Playita de Cajobabo, me sobrevino la imagen del cuerpo endeble, remero inexperto, con las manos ampolladas, que se mantenía impulsando la embarcación al ritmo de sus compañeros de viaje. La férrea voluntad se sobreponía al dolor. Debió sentir una felicidad suprema. En la oscuridad de la noche, percibía la patria cercana.

(Tomado de Juventud Rebelde)

Se han publicado 16 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • CESAR dijo:

    GRACIAS DRA GRACIELA POGOLOTTI, CADA DIA ES OTRA, OTRA Y OTRA CLASE MAGISTRAL (ME RECUERDA SIEMPRE A LA GRAN PROFESORA ROSARIO NOVOAS Y A EDUARDO DIMAS DOS IMPRESINDIBLES) GRACIAS POR TANTO AMOR Y EMPEÑO, POR SER HISTORIA, SACRIFICIO, TRANSPARENCIA, HUMILDAD, AUTOCRITICA. POR SER REVOLUCION, POR SER CUBA……

  • Eunice dijo:

    Un hombre sin limites por su Patria, nuestro querido, imborrable y eterno Martí. Una mezcla de pasión, sabiduría, valentia y visión a largo plazo. Ejemplo de los que pocos quedan hoy por acá.

  • matico dijo:

    lindo .cuan grande martí,ejemplo supremo de esfuerzo ,dedicación y sobre todo amor a la patria.....

  • Eduardo Ortega dijo:

    En estos días que se conmemora un aniversario de la caída en combate del Apóstol es oportuno tenerlo como incentivo para leer la obra de Martí.
    Hay un ensayo que he comentado antes y que sugiero leer completo. Es breve, claro, preciso, lleno de poesía y grandes verdades… Se trata de “Los maestros ambulantes”.
    Es la obra en la que Martí nos dice que:
    “Ser bueno es el único modo de ser dichoso.”
    “Ser culto es el único modo de ser libre.”
    “Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno.”
    Creo que estas ideas deben analizarse en su conjunto: "Es un capital que no podemos desperdiciar en la reiteración de las mismas citas reducidas a axiomas descontextualizados". Es fundamental la imagen de la necesidad de ser próspero para ser bueno. Tenemos que trabajar por la prosperidad.
    En el ensayo además expone grandes ideas como:
    “El campesino no puede dejar su trabajo para ir a sendas millas a ver figuras geométricas incomprensibles, y aprender los cabos y los ríos de las penínsulas del África, y proveerse de vacíos términos didácticos. Los hijos de los campesinos no pueden apartarse leguas enteras día tras día de la estancia paterna para ir a aprender declinaciones latinas y divisiones abreviadas. Y los campesinos, sin embargo, son la mejor masa nacional, y la más sana y jugosa, porque recibe de cerca y de lleno los efluvios y la amable correspondencia de la tierra, en cuyo trato viven. Las ciudades son la mente de las naciones; pero su corazón, donde se agolpa y de donde se reparte la sangre, está en los campos. Los hombres son todavía máquinas de comer, y relicarios de preocupaciones. Es necesario hacer de cada hombre una antorcha.”
    “La escuela ambulante es la única que puede remediar la ignorancia campesina.
    Y en campos como en ciudades, urge sustituir al conocimiento indirecto y estéril de los libros, el conocimiento directo y fecundo de la naturaleza.”
    “Urge abrir escuelas normales de maestros prácticos, para regarlos luego por valles, montes y rincones...”
    “Se pierde el tiempo en la enseñanza elemental literaria, y se crean pueblos de aspiradores perniciosos y vacíos. El sol no es más necesario que el establecimiento de la enseñanza elemental científica.”

    Para nuestro desarrollo, debemos poner en práctica muchas de las brillantes ideas del Apóstol, que aún esperan por ser implementadas.

    SALUDOS!

    • Un literato cubano dijo:

      Para Eduardo Ortega:
      Excelentes observaciones las hechas por usted al referirse a la obra del que muchas veces se dice que es “el más universal de los cubanos” sin conocer realmente la verdadera e inmensa dimensión de esa sentencia...
      Aunque comparto con Ud. el criterio de que es en el contexto donde realmente adquieren las palabras y los aforismos su verdadero significado, la repetición aislada de los pensamientos de Martí solo demuestran la tan alta genialidad de su quehacer estético-literario...
      Importante: si cumplimos con al menos un tercio de todo lo que planteó el Apóstol realmente tendremos la confirmación absoluta(y aunque en la actualidad la batalla entre lo absoluto y lo relativo fue ganada por este último guerrero) me atrevo a decir “la confirmación absoluta” de que un proceso como el nuestro es realmente irreversible...
      Gracias a todos los que no permiten que caiga en las dolorosas tierras del olvido quién debe estar siempre en nuestras memorias...

  • Un literato cubano dijo:

    Si de humildad se trata hay que mencionar a Martí; si de patriotismo, también; sí de buena literatura hay que contar con quien fue una de las fuentes más frescas que sació la sed de Darío; si de humanidad no podemos olvidarlo; si de paternidad solo preguntémosle con vivos ojos a su Ismaelillo; si de estrategia solo busquemos en la historia de nuestro país; si se menciona-en fin- a Cuba hay que contar con su Héroe...
    Martí, eres de la belleza el precursor, de la modestia el hijo, del amor el compañero, de la bondad el hermano, de la enseñanza el Maestro...
    Gracias por tanto y por todo, grande entre los grandes!!!

  • DECUBA CON ♥ dijo:

    Sin palabras por el árticulo y por los cometarios al más universal y desconocido de los cubanos.

  • eva dijo:

    Gracias Doctora por tan bello articulo, donde resume esos 42 años de vida tan intensa, nos asombra como en tan corto tiempo pudo crear una obra tan inmensa.
    Fidel lo comprendió muy bien y por eso fue al Moncada en el año de su centenario: Martí es el mas universal de todos los cubanos

  • fidelds dijo:

    Martí resumió todo el pensamiento cubano y latinoamericano decimonónico, pero fue más que eso es el resumen de lo que algunos han llamado " alma cubana", fue un hombre de su tiempo, que supo ir a las raíces de su tiempo, estudiarlo en sus esencias y por tanto proyectarse al futuro como un hombre de todos los tiempos, no fue un visionario, sino un estudioso minucioso y sagaz que supo ir, como ya dije, a lo esencial y por tanto descubrir tendencias y reunió, en su raro talento elementos muchas veces difíciles de encontrar juntos: el poeta y artista fino, de extraordinaria sensibilidad, el político genial y el científico brillante que estudió con ojo certero a su época. es una dichas, un honor y un compromiso saber que ese hombre fue , por encima de todo, un cubano. Gracias profesora Graciela,

  • Néstor Miguel Álvarez dijo:

    Gracias Dra. Pogolottti por su eterna sensibilidad, Martí como bien usted lo dice es eterno en nuestro andar por la vida de cubanos de todos los tiempos, gracias por existir.

  • jpuentes dijo:

    Es que sólo pensar en eso de "aunar voluntades", nos dá la imagen de una persona, no sólo de un alto intelecto, sino de una capacidad de persuación y de comunicación muy grandes. Todo es mas fácil hoy. En la epoca de Martí, una carta demoraba meses en llegar a su destino. La Guerra de los Diez años, la partida de Gómez, el Pacto del Zanjón, los problemas que causó Vicente García, las traiciones, la inteligencia del enemigo, en la persona del General Martinez Campos, las ideas de Maceo con relación al gobierno civil y el militar, la cuestión de las razas, los dineros, las contradicciones del Gobierno de la Republica en Armas, el regionalismo... y muy a pesar de todo ello: Martí. En eso radica el genio de Martí; en "aunar voluntades" en un contexto muy complejo donde.... una carta demoraba meses....

  • Enrique dijo:

    A nuestros jóvenes les convendría leer artículos como este. Lamentablemente no pocos direccionan su capacidad de conexión en las redes para lo simple, superficial y vano. Todavía podemos aprender mucho del Maestro.Excelente artículo, gracias Graziella

  • Enrique dijo:

    A nuestros jóvenes les convendría leer artículos como este. Lamentablemente no pocos direccionan su capacidad de conexión en las redes, hacia lo simple, superficial y vano. Todavía podemos aprender mucho del Maestro.Excelente artículo, gracias Graziella

  • omar estevez morales dijo:

    Gracias a este cubana de corazón, a la cual admiro mucho y en cada artículo de ella siempre obtengo una nueva enseñanza.

  • Katrina dijo:

    Doctora Grazziela Pogolotti, es usted una de esas personas que tiene el gran don y la sabiduría de escribir verdaderos artículos que llegan a lo mas profundo de quien los lee y en cada uno de ellos nos deja una gran ensenanza. Con este artículo sobre nuestro Apóstol José Martí llega a las fibras de los sentimientos mas puros de este hombre que con sus escasos 42 anos y sin recursos luchó incansablemente por la unidad del pueblo cubano tanto en Cuba como fuera de ella. Donde quiera que se hizo presente levantó su voz y aunó fuerzas a favor de los humildes y de la independencia, todos sus sacrificios no significaban nada para él ante la tarea inmensa que perseguía y que era su objetivo supremo. De su obra patriótica, clara y precisa se nutrieron muchos hombres a lo largo de toda nuestra historia, de entre ellos, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien lo denominó como el Autor Intelectual del Asalto al Cuartel Moncada, siempre será ejemplo imperecedero que sirve de guía al pueblo cubano en su lucha por salir siempre adelante. Los que creemos en las purezas de sus ideas y de todos aquellos que a traves de la historia han ofrecido hasta su propia vida por la independencia de Cuba continuaremos siempre adelante defendiendo hasta las últimas consecuencias el derecho a nuestra soberanía.

  • Dispuesto dijo:

    Martí Faro y Guía de Revoluciones
    No obstante a su Meritos, no todos coincidían con él y en su carta a su amigo Manuel Mercado, deja evidencias de este injusto proceder de quienes le rodeaban, lo que a mi modo de ver lo enaltece y exalta su tremenda capacidad para poner por encima de sí mismo el deber primero, la causa ya no solo de Cuba, además de América toda.
    Seguimos camino al centro de la Isla, a deponer yo, ante la revolución que he hecho alzar, la autoridad que la emigración me dio, y se acató dentro Pero en cuanto a formas, caben muchas ideas: y las cosas de hombres, hombres son quienes las hacen. Me conoce. En mí, solo defenderé lo que tengo yo por garantía o servicio de la revolución. Sé desaparecer. Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agriaría mi oscuridad.- Y en cuanto tengamos forma, obraremos, cúmplame esto a mí, o a otros.

    (…) ¡Morir! morir cuando la Nubia lucha;
    Cuando la noble sangre se derrama
    De mis hermanos, madre; ¡cuando espera
    De nuestras fuerzas libertad la patria!
    ¡Oh, madre, no lloréis! Volad cual vuelan
    Nobles matronas del valor en alas
    A gritar en el campo a los guerreros:
    «¡Luchad! ¡Luchad, oh nubios! ¡Esperanza!»

    Y Fidel tomo de su sabia y se renovó sus ideales, cumpliéndole a él como bien dijera Martí obrar cuando existiese forma. Nació así esta Revolución , Martiana y Fidelista.
    Que buscas musa, con encumbrar sus versos,
    Es el atuendo que le sigue al hombre cauto.
    Cuando denuncia en prosas las barbaries que ha vivido.
    De niño se bendijo culto al encontrar su maestro predilecto.
    Mostro sus dones cuando fustigo a quien pisoteo su tierra
    Y escribió .Abdala “El amor madre a la patria”.
    Y meditó entre canteras y yerro, sobre el abuso e injusticia barbará.
    Él no está detenido en el tiempo pues quien lo encuentra
    Como lo hiciste tú. Lo multiplica. En tu pasión.
    Al adentrarte en sus caminos de palabras.
    Unas veces amorosas, otras veces sagaces,
    Para vindicar el amor o Atacar el opresor.
    Martí es nuestra mejor opción para establecer pauta,
    En la formación de los pinos nuevos,

    Nos mantenemos en Contacto.

Se han publicado 16 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Graziella Pogolotti

Graziella Pogolotti

Crítica de arte, ensayista e intelectual cubana. Premio Nacional de Literatura (2005). Presidenta del Consejo Asesor del Ministro de Cultura, vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, miembro de la Academia Cubana de la Lengua y presidenta de la Fundación Alejo Carpentier.

Vea también