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Cumbres poco fértiles para el conocimiento

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Laboratorios del CIGB Foto: Dunia Álvarez Palacios/ Granma.

La necesidad imprescindible de los seres humanos de supervivir y mejorar ha sido una de las fuerzas que nos han movido a que la ciencia, que es el conocimiento de las verdades irrefutables acerca del universo que nos rodea, sea cada vez más ubicua en nuestra vida moderna. Por ello siempre se espera de los que designamos para representarnos en los gobiernos pongan el saber y su interminable desarrollo como una prioridad en cualquier negociación. La prosperidad educacional y científica solo debería ser de superior o equivalente en importancia a la paz, la salud y las condiciones ambientales para la supervivencia de la especie.

Los documentos recientemente aprobados por las reuniones del Partido Comunista de Cuba y refrendados por nuestra Asamblea Nacional son pródigos en la necesidad de promover la ciencia, la tecnología y la innovación en todas las facetas de la vida de los cubanos, como debe ser.

Sin embargo, cuando repasamos los tópicos de las alianzas multilaterales existentes en nuestro mundo y buscamos en ella la palabra “ciencia” e “innovación” la hallaremos sin falta en algunas como las políticas de la Unión Europea. Da allí lugar a poderosas organizaciones de promoción y financiación de la ciencia en lo global y lo local de los países de la unión.
Pero si nos vamos a nuestra región el término no es frecuente, ni siquiera en aquéllas alianzas en las que participamos. Los tratados de la CELAC, la organización de Nuestra América, abordan el asunto cuando se reúnen con los europeos o con China, pero poco cuando nos reunimos nosotros mismos. Ni hablar de la tan mencionada en estos días “Cumbre de las Américas”. Ni un solo tema de sus llamadas “coaliciones” hace evidente que se trate en ellas algo relacionado con la ciencia y la innovación, ni siquiera para combatir científicamente su “leitmotiv” de la corrupción.

Los países y las alianzas del mundo que progresan de forma sólida hacen explícitos robustos programas multilaterales para el apoyo y desarrollo de la ciencia y la innovación. Los llamados “países del sur” solo toman ese camino cuando sus políticas locales las consideran y promueven verdaderamente. Nuestras alianzas internacionales deberían tomar el tema como prioritario y crear instituciones que sirvan efectivamente, más allá de las palabras y las declaraciones de principios, para promover estas actividades. Esto se logra con esfuerzos conjuntos para financiar la investigación, a fondo perdido, y subvencionar el riesgo de la innovación en las empresas. También estableciendo alianzas de intercambio universitario, creando parques tecnológicos internacionales, educando en tecnologías productivas a los empresarios, fomentando empresas de alta tecnología, de muchas formas.

Un empuje de cooperación en las cumbres del ALBA-TCP y la CELAC para apoyar efectivamente de forma multilateral, con cooperación e intercambio, en todos los aspectos del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la promoción de la innovación sería algo que agradecer. Las haría más fértiles y a largo plazo. También sería una efectiva legitimización de las mismas más allá de las imprescindibles proclamas políticas y por encima de otras cumbres estériles, como las que presenciamos en estos días.

Se han publicado 11 comentarios



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  • Pioneer dijo:

    Viendo y analizando algunos trabajos en cubadebate y en la prensa nacional tanto del profesor Montero Cabrera como de Néstor y otros autores sobre la necesidad de la ciencia como resorte o solución de los problemas acuciantes de nuestra economía y en nuestra sociedad, incluso en comentarios en estos artículos he coincidido en esta necesidad, pero retomando el tema me preguntaba ¿Será solución para un país subdesarrollado la I+D?, y empecé a cuestionar el asunto, hay países desarrollados que lo que hacen es asimilar innovación y no invertir en ella, no existen ejemplos de países que hayan logrado salir del subdesarrollo por la I+D , fíjense no estoy diciendo que no, de plano , pero si cuestiono, ¿ Será la ciencia lo que nos saque del problema? , esta demostrado que los países desarrollados hacen asociaciones para la investigación y que estamos a años luz de poder competir en esa rama, apostar a este rublo seria como en cualquier otro, solo que aquí ya sabemos que la competencia será atroz y que tendremos mucho donde perder, ¿Será producente que el lánguido recurso estatal se invierta en ciencia cuando esta es casi imposible que de resultados en el corto plazo?, me pregunto y creo que araríamos en el mar si en vez de buscar fórmulas rápidas de obtener dividendos con lo que ya son rubros que conocemos y manejamos invirtiéramos en proyectos que si pudieran dar dividendos seria a costos altos y en el largo plazo, la ciencia para nosotros infelizmente es como invertir en bolsa, nuestra infraestructura esta dañada, los mejores cerebros migran y no hay recursos para el estimulo a la investigación ni es política compartir dividendos con los encartados cosa que si hace y tiene la competencia , mi opinión creo que no es la I+D nuestra solución a priori y eso hay que tomarlo con calma.

  • Ynocente Betancourt dijo:

    Como nos tiene acostumbrado el Profesor Montero en sus valoraciones sobre la necesidad de convertir la ciencia en fuerza productiva el presente articulo toca un tema que no por repetitivo deja de tener gran significado. Considero que lo mas importante es analizar mas que la problematica en otras regiones y paises, que ha estado fallando en Cuba

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    El tema que nos propone el profesor es de una enorme actualidad, sin ciencia no habrá avances ni desarrollo para los países que participan en esas cumbres. La realidad es sencilla, no existe para ello voluntad política por parte de los más poderosos y desarrollados, la ciencia para ellos es una mercancía, la de mayor valor agregado, por lo tanto es difícil suponer que compartan esos potenciales ingresos en función de los más subdesarrollados, es por eso que en este punto, me concentro, dándole más importancia a la ciencia en el papel que juegan las herramientas que usamos en esos eventos en búsqueda de objetivos concretos, mucho más que esperar algo de la ciencia como objeto discutido en estos eventos. Veo con mucha urgencia la necesidad de soluciones prácticas, y efectivas, aplicando mucha ciencia a esas herramientas que usamos en la arena internacional, pero validas también para domestico del pais, la heterogeneidad y complejidad de los intereses de los participantes en estos eventos internacionales, unido a la ética y moral de muchos de ellos hacen ver lejano ese sueño.
    Con sentido del momento, abordo este tema desde la perspectiva nuestra, con urgencia, debemos empodéranos con mucha ciencia pero en nuestras herramientas paras influir, y en ocasiones determinar en el papel que el resto asuma en estos encuentros con objetivos concretos afines a nuestros intereses y objetivos de desarrollo, de ahí la importancia que le doy a una de las herramientas que exige el máximo de rigor científico a ese nivel, y del cual depende en buena parte el desarrollo de nuestro pais, que como nunca debemos aprender a usar con rapidez y con el máximo de ciencia, LA NEGOCIACION. La negociación política, social y empresarial es una de las herramientas que más se utilizan para lograr consenso, sin rigor científico en esa herramienta es imposible en este mundo moderno, globalizado lograr objetivos de desarrollo, obtener financiamientos, construir puentes de unidad, despertar interés sobre nuestras potencialidades y mucho más, es crear una nueva cultura para la negociación sin ceder jamás en principios, pero usando para ello la ciencia, que genera ese nuevo ambiente de confianza necesario en un proceso de desarrollo, y asegure los financiamientos imprescindibles del actual desarrollo, para salvar así las conquistas logradas. Sobre esto comentare algunas ideas para fundamentar la necesidad de la ciencia.
    Necesitamos crear una cultura de la negociación. La negociación eficaz protege y consolida las relaciones de las personas involucradas, debemos crear esa cultura en nuestros directivos sobre la capacidad de negociación, no de uno o dos personas, de todos, la negociación no debe pensarse como una confrontación directa de los actores, pero en la práctica la sumimos así, las personas no se enfrentan, más bien enfrentamos los problemas, la negociación debe potenciar una de las fortalezas del socialismo, el sinergismo lógico que origina ser en la mayoría de las empresas y entidades propiedad de un solo dueño, el pueblo . En esa cultura de la negociación que hoy necesitamos, tanto en la arena internacional para buscar financiamientos, como en lo interno para logra consensos en el campo empresarial, entre diferentes forma de organización, y colectivos, hay que desterrar la creencia de que las concesiones son sinónimo de debilidad, porque realmente es todo lo contrario, son sinónimo de viabilidad del dialogo, es algo importante dentro de esa cultura, que compromete a la otra parte, pero no es un compromiso. Para ganar algo que nos importa a veces hay que perder otra cosa que aunque nos importa, no es lo principal sobre la mesa, no es precisamente por lo que fuimos a esa negociación, es algo accesorio. De lo que se trata es de siempre avanzar.
    Es clave no suponer tanto en una negociación, ese es el error más común, por lo general eso conduce a no hacerla, pues en ese ejercicio hacemos y dejamos de hacer cosas basándonos en lo que pensamos que la otra parte piensa o quiere, lo importante, lo esencial, está en no dejar de tener un cara a cara, bien con una persona, o un colectivo, haciendo eso ganamos más que lo que perdemos, la negociación es un verbo, una acción, muchos empresarios y asesores se concentran en estudios teóricos y pierden lo más importante de la negociación, el frente a frente. Los empresarios, trabajadores, campesinos, los políticos todos son personas, por lo tanto la parte emocional es natural y podemos desencadenarlas, con conciencia para no volvernos presa fácil, simplemente gestionarlas bien y aprender a vivir con ellas, ahí hay una potencialidad extraordinaria si la sabemos emplear.. Como todos sabemos la clave de la negociación y la comunicación en general, es escuchar, ese es el elemento más importante de la negociación, por ahí frente a un colectivo con el que queremos negociar ya ponemos una diferencia.
    La ciencia debe jugar un papel más protagónico en el asesoramiento y uso de esta herramienta en las condiciones del socialismo, los empresarios y ministros que representaran a los dueños de los medios de producción en cualquier negociación deben estar altamente preparados.

  • Jose R Oro dijo:

    Muy interesante artículo del gran científico cubano Dr. Luis A. Montero Cabrera, artículos los suyos que extrañaba mucho. Creo que hay que hacer algo en ese sentido de una manera ágil e inteligente y refrendarlo en los acuerdos, documentos, programas, etc. Como usted dice "la ciencia, que es el conocimiento de las verdades irrefutables (o hasta ahora irrefutables añadiría yo) acerca del universo que nos rodea, sea cada vez más ubicua en nuestra vida moderna" No hay para mi duda alguna. Una pregunta al autor y a los Cubadebatientes que lo conozcan. ¿Cuantos científicos profesionales, que no sean de Ciencias Políticas, Historia o Humanidades y de otras importantísimas ramas del pensamiento, pero de Ciencias de la Tierra y el Espacio, Exactas, Biotecnología/Farmacología, Tecnología, muchas otras, que puedan generar un valor científico/material tangible para la sociedad cubana y su desarrollo económico, son diputados a la ANPP o miembros del Consejo de Estado? Las palabras que creo mas importantes en mi pregunta creo que son “científicos profesionales” o en activo. Hago la pregunta porque sinceramente no lo sé. Si existiera una representación sustancial y con autoridad de la Ciencia en los órganos de poder estatal probablemente en todos esos acuerdos estatales bilaterales y multilaterales la Ciencia estaría más ampliamente representada e implementada. Esto no se limita solamente al desarrollo técnico – material. Los científicos cubanos han jugado un papel muy importante en refutar la peligrosísima patraña de los “ataques sónicos”, por poner un ejemplo.
    Coincido plenamente con usted cuando afirma que: “Nuestras alianzas internacionales deberían tomar el tema como prioritario y crear instituciones que sirvan efectivamente, más allá de las palabras y las declaraciones de principios, para promover estas actividades” Facta non verba.

    • Yorkis dijo:

      Si, ha habido y hay destacados científicos en el Consejo de Estado.....Para no ir muy lejos, de la anterior legislatura el Dr. Sergio Rodríguez, Director del INIVIT (Instituto Nacional de Investigación de Viandas Tropicales) y en la recién estrenada el Dr. Jorge Berlanga Acosta, creador del Heberprot-P. Como verá, ambos científicos activos, como ud los llama, y además con amplio reconocimiento nacional e internacional.
      https://www.ecured.cu/Sergio_Juan_Rodr%C3%ADguez_Morales
      https://www.ecured.cu/Jorge_Berlanga_Acosta

      • Jose R Oro dijo:

        Estimado Yorkis muchísimas gracias por su valiosa información, algo que no conocía y que me confirma en cierta medida en mi preocupación. ¿Un científico o dos o tres entre 605 diputados? ¿Representa ese número el nivel de prioridad de la Ciencia y la Tecnología en la sociedad cubana?
        Un fuerte abrazo cubano para usted

  • Ynocente Betancourt dijo:

    El presente artículo del Profesor Montero está en correspondencia con artículos anteriores relacionados con la problemática de convertir la ciencia en fuerza productiva. Por su experiencia de treinta y ocho años después que defendió el Doctorado en la antigua RDA, ha desarrollado importantes y decisivas acciones, ha escrito profundizando en la complejidad del tema, y lo más importante es que pese a no haber encontrado los necesarios oídos receptivos en el ámbito nacional, mantiene su ímpetu, convencido de que hoy constituye una de las principales vías, para que Cuba pueda lograr avances sostenidos en su desarrollo económico. Todo lo que expresa sobre la falta de integración en instituciones de otras regiones y el poco apoyo brindado por organismos internacionales es muy cierto. A otro lado Cuba ha sido reconocida por su alta relación de profesionales en relación a la población. El número de egresados en Maestrías y Doctorados tanto en instituciones nacionales como extranjeras la ubica a la par de países desarrollados, sin embargo, la mayor parte de dichos resultados científicos han permanecido engavetados y muchos de ellos han perdido ya su vigencia. Los académicos y científicos cubanos han obtenido significativos resultados en otros países trabajando como colaboradores, y con mucho pesar apreciamos que les ha sido imposible lograr lo mismo en su país. En mi opinión el problema es medular y mientras no se entienda y expediten las vías para ello, no se alcanzaran las grandes soluciones que el país necesita. El Ministerio de Ciencia y Tecnología no puede seguir siendo Juez y Parte pues un monto significativo de los recursos financieros que el país recibe de organizaciones internacionales se queda en sus instituciones de investigación. Los ministerios del sector productivo deben tener mayor prioridad para acceder a fondos nacionales e internacionales con la autonomía necesaria para concretar y decidir cuáles son sus áreas de resultados de mayor impacto para el país. Es necesario eliminar todo rasgo de burocratismo y complejidad para aprobar proyectos de innovación.
    Los investigadores cubanos independientemente de las instituciones de donde procedan necesitan una mayor atención y reconocimiento a sus resultados manifestado en primer lugar en los salarios que devengan, de lo contrario continuara con mucho pesar el éxodo para sectores más atractivos en el plano nacional y para el extranjero.

  • Rodney dijo:

    Uno de los problemas en Cuba es el exodo del personal cientifico, desmotivado por politicas salariales erroneas, una politica de ciencia obsoleta que data de los años 80, y la falta de liderazgo para resolver los problemas. Sobre la colaboración internacional tambien ha fallado, por esas propias politicas obsoletas. Por ejemplo, en muchos proyectos de colaboracion se contemplan los ¨topping ups¨ de salario para insentivar a los investigadores. Sin embargo... es esta otra de las prohibiciones que aun quedan por resolver. Entonces: ¿Es el problema económico o político?

  • jpuentes dijo:

    La ciencia se hace gestionando conocimiento, pero, qué entendemos por gestión del Conocimiento?. La ciencia también se hace con dinero. Hacer ciencia lleva eso.... y mas también.

  • Andrés dijo:

    Tiene mucha razón en lo de la necesidad de esfuerzos comunes a nivel regional en ciencia e innovación Dr. Sin embargo creo que eso requiere un mínimo de consenso político. En la Unión Europea, aunque dista mucho de ser excelente, existe un robusto sistema institucional para estos asuntos que beneficia a muchos investigadores. Por otro lado, no es muy inclusivo, y es bastante precario en términos de las mayorías, pero hay consenso en torno a la necesidad de su existencia, más allá de las veleidades políticas de sus miembros. Por ejemplo, uno de los asuntos que más se discute en la negociación del Brexit es la financiación de los proyectos de investigación en universidades británicas, pues se sabe que esto es vital.

    Nada de lo anterior es el caso de nuestra región. Viene uno y construye un edificio para que la gente pueda tener hogar, y viene otro detrás a demoler el edificio, sin más justificación que la de pertenecer a un partido distinto. No nos respetamos. Miremos lo que ha sucedido recientemente con Unasur o con la cumbre de las Américas. Nuestra región necesita primero voluntad de integración y respeto. Creo que, salvando las distancias, la iniciativa del ALBA-TCP podría ser la plataforma más madura con que contamos en la región para crear políticas comunes de ciencia e innovación. La pregunta es si los integrantes están conscientes de lo apremiante de estas iniciativas.

    En nuestro país Fidel Castro creó una excelente tradición en el tema, y nuestro nuevo presidente parece estar dispuesto a enriquecer esta tradición. Hizo un excelente trabajo en el particular siendo primer secretario en Villa Clara. Pero los retos internos a los que se enfrenta no son simples. En la práctica se han entronizado en Cuba el cortoplacismo y la mentalidad del comprador. Gran parte de nuestro sistema institucional continúa ignorando olímpicamente estos temas. Estamos en medio de una batalla de ideas. Yo tengo fe en que el nuevo presidente atienda este asunto, en lo interno y en lo externo. Pero en lo externo, que es el tema que nos ocupa, también tiene que contar con la voluntad de las otras naciones. Hay que ver como se desenvuelve todo.

    Pero lo cierto es que en nuestra región aún no se han impuesto las ideas modernas sobre ciencia, innovación y desarrollo económico. Existe una fuerte pugna entre los representantes de estas ideas y los representantes de ideas retrógradas. En cierta medida, un país comienza a mirar hacia adelante cuando estas ideas avanzadas terminan por imponerse en toda la sociedad. En los Estados Unidos, por ejemplo, triunfó el norte industrial sobre el sur esclavista durante la guerra civil, y esto, entre otras cosas, significó la imposición de un proyecto de desarrollo más avanzado. No sin puntos oscuros pero definitivamente un proyecto más progresista, en términos de ciencia y tecnología, que el que se le oponía ¿Como serían los Estados Un idos hoy si hubiera triunfado el sur? En nuestros países es como si el sur hubiera sido el triunfador. Los que controlan prefieren explotar los recursos naturales y venderlos al mejor postor. No tienen proyecto civilizatorio. Los Estados Unidos, tan pícaros como siempre, saben esto y tratan de beneficiarse de este vacío. Y es con esos bueyes que andamos arando.

    Hay potencial en nuestra región pero, para que algo sea posible, tienen que imponerse las mejores ideas. Y parece ser que, al menos en nuestra región, este proceso va a necesitar más que debate.

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    La ciencia es nuestra punta de lanza, creo que unido al reclamo que bien merece el sistema de la ciencia con toda justeza en más atención por parte de la dirección del pais, debe ella como sistema, primero intentar revolucionar y movilizar a todos sus activos, volcándolos a colaborar y estudiar de forma diferente todo que venimos haciendo en el pais, en particular en el proceso de dirección, de forma profunda investigando, aunque nos apartemos por un rato de los temas en plan, que muchos de ellos dependen del financiamiento que no tenemos , para llevar a la práctica la idea de Fidel de cambiar lo que necesariamente debe ser cambiado, eso lo veo una responsabilidad del sistema de la ciencia en el actual momento que vive el pais, lo que vienen haciendo los profesores Montero y Néstor en este sitio, es vital para construir una percepción diferente de ese problema general, paso imprescindible para poder abordar con éxito los retos que tenemos por delante, es un buen momento para una radiografía o diagnóstico de todo nuestro sistema de gestión profesional.
    Sobre esto y a tono con el artículo abundo.. La expresión cultural más desarrollada y generalizada después del triunfo de la revolución, fue el discurso, esa expresión cultural y su generalización, han estado sin dudas, bajo la influencia que todos hemos tenido del liderazgo de Fidel, pero su liderazgo, su ejemplo han sido el verdadero artífice de ese milagro que construyo Fidel en nosotros como nación y como individuos, pero a todos se nos hizo muy familiar la vía utilizada por el en esa comunicación social, el discurso, ejercicio sin precedentes donde maximizó esa comunicación con el pueblo como nadie. Esa influencia de esa expresión cultural en el proceso de dirección del pais penetró muy profundo en el sistema de dirección y gestión profesional, su generalización se confundió como una herramienta más de dirección, algo incorrecto, que unido a la necesidad obligatoria por esencia del socialismo de buscar siempre consensos, nos llevó a recurrir a vías rápidas como el discurso para muchos de un solo, usando como herramienta los grandes eventos y reuniones, esa cultura hoy nos gobierna, se sembró inconscientemente en nosotros, la consideramos una herramienta única y fundamental para encontrar o construir consensos por medio de los eventos, congresos y grandes reuniones con un gran número de actores incluso de una heterogénea composición e intereses. Eso hoy caracteriza la gestión del sistema de dirección y también el sistema de la ciencia. Aspiramos a que en una reunión se resuelvan problemas para introducir un logro científico, sin antes negociar con los interesados, como no dominamos esas herramientas por lo general, y el sistema no lo prevé así, por lo tanto no lo aplicamos, tanto en lo interno, como i en la arena internacional, sobre eso Raúl últimamente nos ha insistido, sobre la necesidad de saber buscar financiamientos, nos ha pedido más agresividad. Esa cultura generalizada, inconsciente que tenemos hoy, y que anteponemos a otras herramientas a la hora de abordar las soluciones de estos problemas, nos alejado del camino real y efectivo de las soluciones, queremos llegar a soluciones definitivas por un salto, que supere todo un entramado de problemas que existe, donde lo correcto es enfrentarlos uno a uno, tomando en tiempo, el camino más largo en las soluciones de problemas, los caminos cortos no conducen a soluciones efectivas para resolver un problema por lo general, tratar de llegar por esa vía a un consenso corre el mismo peligro, se trata de abordar el asunto como una sumatoria de soluciones particulares, que en un estadio determinado, propiciara un salto cualitativo y masivo. Esa perspectiva de abordar las soluciones de problemas, fundamentalmente aquellos que son de sistema, por medio de grandes reuniones, eventos y discursos, están fuera de moda en al actual modernidad, por lo general en la actualidad, esa práctica satisface más las propias emociones con discursos como monólogos de aquellos que lo promueven. El momento actual de nuestra revolución requiere de nuevas herramientas en la gestión profesional, una de ellas, la negociación. Para construir consensos debemos aprender a negociar, bien con una empresa para introducir una innovación, o bien con el pueblo, o colectivos obreros y científicos. Lázaro Peña el capitán de la clase obrera, decía si no quieres enterarte de los problemas reales de una empresa que afectan al colectivo obrero, planifica una reunión en un teatro con todos. La solución efectiva para conocer los problemas, decía, es hablar directamente con un obrero de forma individual. Esa es dialécticamente la mejor manera de hacer un diagnóstico, para después emplear nuevas herramientas, y hacer una revolucionaria negociación en la búsqueda de nuevas soluciones implicando al colectivo, necesitamos esa una nueva cultura y un sistema de dirección que potencie cada eslabón del entramado.

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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