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François Houtart, un militante internacionalista y un amigo

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François Houtart. Foto tomada de CADTM.

François Houtart. Foto tomada de CADTM.

François Houtart falleció en su cama, el 6 de junio de 2017, a la edad de 92 años. Y en la misma habitación que, desde hacía casi 8 años, ocupaba en la Fundación Pueblo Indio en Quito.

François era muy conocido por los movimientos sociales, por los partidos y por las organizaciones revolucionarias de todo el mundo. En toda América Latina, en la India, en Sri Lanka, en Vietnam, en varios países de África y en Europa, encontrarán militantes que conocieron y apreciaron a François Houtart.

Lo conocí en los años ochenta, en Managua, Nicaragua. François había decidido establecerse allí varios meses por año con su compañera Geneviève Lemercinier, con el fin de aportar su apoyo a la revolución que había triunfado en ese país en julio de 1979. Por mi parte, había ido a Nicaragua, cinco o seis veces, especialmente para contribuir a la organización de las brigadas de trabajo voluntario que nosotros promovíamos, en el marco de los FGTBistes |1| para Nicaragua, como militantes sindicales y políticos solidarios con el pueblo nicaragüense.

François tenía unos sesenta años, mientras yo tenía unos treinta. Había una generación de diferencia. François estaba cerca de algunos dirigentes sandinistas, en particular de los Núñez (Carlos y René). Trataba permanentemente de saber qué pensaba y sentía la población nicaragüense realizando sin parar encuestas de opinión junto a Geneviève. Cuando volvíamos de las campañas nicaragüenses donde habíamos trabajado como brigadistas, regularmente le hacía una visita a François para conocer su punto de vista sobre la situación del país. Con el tiempo, comencé a escribir artículos cada vez más críticos con la orientación de la dirección sandinista. Antes de publicarlos, se los enviaba a François. Los leía atentamente, hacia comentarios y luego eran publicados ya sea en el periódico La Gauche y/ o en la revista Inprecor.

Internet todavía no existía. Recuerdo la atención que ponía François en la lectura de los artículos. Sus críticas y sus estímulos me ayudaron a perseverar en la redacción. Estoy seguro que muchas otras personas que sometieron sus artículos a François pueden decir lo mismo. Sabía que mi punto de vista era diferente al suyo. Pero yo siempre estaba impaciente por someterle un artículo, ya que siempre sus comentarios ayudaban a mejorarlo.

Tras varios años de proceso revolucionario en Nicaragua, François se abrió ampliamente a la crítica de la orientación política de la dirección sandinista, a pesar de ser cercano a la misma. Recuerdo una larga conversación a propósito de las causas de la derrota electoral de los sandinistas en 1990. François había realizado encuestas con Geneviève |2| y antes de las elecciones, ya se había dado cuenta de que la población estaba muy decepcionada por la orientación moderada de la dirección sandinista.

François me explicó que ésta, hasta la proclamación de los resultados, había creído en una victoria triunfal. Yo no estaba sorprendido puesto que había constatado la distancia que existía entre el discurso y la práctica. Recuerdo también una tarde de julio de 1990, cuando ya caía la noche, que yendo a pie con mi amigo Paul a la casa de François, que vivía a tres o cuatro Km. de donde estábamos, casi fuimos agredidos por un grupo de contras que estaban desmontando una barricada sandinista erigida durante el día.

En julio de 1990, cinco meses después de la derrota electoral sandinista, Managua se había cubierto de barricadas sandinistas para oponerse a las contrarreformas que el gobierno de derechas estaba por aplicar. Managua, de nuevo, era una verdadera olla a presión 11 años después del triunfo de la insurrección popular de julio de 1979. Esa noche las cosas podrían haber acabado mal para Paul y para mí, pero el hecho de encontrarnos una hora más tarde discutiendo tranquilamente con François Houtart, nos hizo mucho bien.

A comienzos de los años 1990, cuando el CADTM (Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas) fue fundado en Bélgica y comenzamos a organizar la gran conferencia anual en la que participaban de 700 a mil personas, invitamos sistemáticamente a François Houtart para que presentara la síntesis de la jornada de trabajo. François tenía el arte de restituir, de inmediato, la quintaesencia de las discusiones y los intercambios. Una rara cualidad que es necesario señalar.

François, en esa época, consiguió lanzar contra viento y marea la revista Alternatives Sud. Recuerdo muy bien la energía que puso en ese empeño, del que hablamos mucho.

François era también muy activo en la solidaridad con el pueblo cubano (como lo había sido con el pueblo vietnamita y otros pueblos de Indochina en los años 1960 y 1970). Participaba regularmente en la coordinación para el levantamiento del bloqueo contra Cuba, a la que yo contribuía a activar junto a Pierre Galand, secretario general de Oxfam Bélgica, así como con los Amigos de Cuba y muchos otros.

François Houtart participó muy activamente en el lanzamiento del movimiento altermundista, formando parte e incluso iniciando, en particular, la oposición a la cumbre de Davos, donde cada año se reúnen, en enero, los representantes de las grandes empresas y de los gobiernos en esta estación 5 estrellas de los Alpes suizos. Su iniciativa iba a contribuir, junto a otras, al lanzamiento del Foro Social Mundial en enero de 2001 en Porto Alegre. François y yo nos hemos reencontrado en el Consejo Internacional del FSM, cuya primera reunión tuvo lugar en San Paulo en junio de 2001. François había presentado un informe sobre la situación mundial. A partir de ese momento, y durante nueve años, me encontraba varias veces por año con François y discutíamos de todo lo que estaba relacionado con las luchas de los pueblos por su emancipación en todos los rincones del planeta.

Intimamos durante esos años 2000. A menudo, teníamos opiniones diferentes pero en el fondo sabíamos que actuábamos en la misma dirección. Sabíamos que podíamos compartir nuestras dudas, verificar nuestras hipótesis. Seguramente, François era más diplomático que yo.

Durante nuestras conversaciones privadas, me había enterado de que François formaba parte de la nobleza belga ¡Era dos veces barón! Había tratado de renunciar a esos títulos pero la orden de la nobleza se lo había rechazado. De todas maneras, casi nadie sabía que era noble y de eso no hacía ninguna publicidad. François vivía muy modestamente ya sea en Lovaina La Nueva, sede de la oficina principal del Centro Tricontinental (CETRI) que había creado, donde para limitar el espacio que ocupaba en el centro, tenía una cama plegable en su despacho. Ya sea en Quito, cuando decidió residir en esa ciudad a partir del año 2010, en donde vivía en una habitación de la Fundación Pueblo Indio, que constituía también su escritorio, su biblioteca y su dormitorio. Varias veces, ocupé la habitación del costado. No había nada superfluo, ningún lujo. La habitación se parecía más a una celda monástica que a un estudio un poco confortable.

François pertenecía a una familia numerosa. Si no me equivoco eran 12 hermanos. Hace unos diez años, todos juntos habían festejado en Bruselas su milenario. No es una broma: la suma de sus edades alcanzaba los mil años.

A lo largo de nuestras conversaciones, François me había contado que era secretario del obispo de La Habana cuando, en 1958 secuestraron a Fangio, campeón del mundo de automovilismo. Muchos años después, François tuvo la ocasión de contárselo a Fidel, mientras lo aconsejaba sobre el inminente recibimiento del papa en Cuba. Con la desaparición de François desaparece un testigo excepcional de las luchas por la emancipación de los últimos 60 años.

La mayor parte del tiempo me encontraba con François fuera de Bélgica, con más frecuencia en América Latina (Cuba, Brasil, Ecuador, Venezuela, etc.), algunas veces en África (en Argelia cuando fuimos convidados en 2005 por el primer presidente de la república Ben Bella, en Bamako durante el Foro Social Africano, en Dakar y en Túnez para el FSM, y en otros lugares), en la India (Mumbai), en Tailandia…

Durante los últimos años, había abandonado su vertiente diplomática, y comenzó a expresar sus críticas sobre las experiencias de los gobiernos progresistas, ya sea en Ecuador, en Bolivia o en Venezuela. Intervino varias veces ante Rafael Correa en defensa de la CONAIE y de Acción Ecológica, organizaciones a las que se intimidaba. Había también criticado claramente el mantenimiento del modelo extractivista agro-exportador adoptado por el gobierno ecuatoriano. François se tomaba mucho tiempo en informarse sobre lo que pasaba verdaderamente en el pueblo, cuáles eran sus condiciones de vida reales, qué opiniones tenía y qué críticas emitía. Eso llevó a que François escribiera artículos cada vez más críticos sobre la política del gobierno del presidente Rafael Correa y sobre la situación en Venezuela.

Del 24 al 27 de abril, en Bogotá, participó activamente en la reunión interna del CADTM América Latina y Caribe durante la cual presentó un análisis crítico de la experiencia ecuatoriana en curso. Estaba muy interesado por la profunda discusión que tuvimos sobre Venezuela. Participaron tres ex ministros de Chávez así como tres militantes muy activos del lado del chavismo crítico. El artículo que François dedicó, una semana antes de morir, a la situación en Venezuela indica claramente que había tenido en cuenta lo que el CADTM había señalado como problemas ligados a la deuda venezolana. Se había tomado el trabajo de ir a verificar en Venezuela lo que se había dicho en la reunión.

François Houtart era muy conocido en Colombia ya que había dado clases, en los años sesenta, en la Universidad Católica de Lovaina a Camilo Torres, fundador de la guerrilla guevarista colombiana. Durante una conversación privada que tuvimos en Bogotá el 25 de abril con un comandante de las FARC, que habían firmado en 2016 el acuerdo de paz con el gobierno colombiano, François le preguntó sin miramientos: ¿Os transformaréis en un partido socialdemócrata? ¿Cómo haréis para evitarlo? No hay que equivocarse sobre el sentido de la pregunta, François estaba por un acuerdo de paz pero temía que, como en muchas experiencias precedentes, la guerrilla se transformara en una simple fuerza de gestión del sistema capitalista, a imagen de la socialdemocracia.

Dos días antes de su fallecimiento, François me había escrito diciéndome que contaba participar en la próxima universidad de verano del CADTM Europa, que se celebrará en Namur del 30 de junio al 2 de julio. Reproduzco su mensaje:

El 2 de junio de 2017, a las 2:46 horas François Houtart escribió:

Cher Éric,

J’y pense réellement venir, avec grand plaisir, mais ne puis encore donner un accord définitif. Je rentre le 27 juin et le 28 j’ai une consultation médicale pour savoir si et quand je pourrais subir une opération bénigne au cœur, pour améliorer un souffle qui me rend la vie un peu difficile en altitude. Tout dépend donc de cette décision. Je te préviendrai immédiatement.

François

Querido Éric,

Realmente, pienso que puedo ir, y para mi es un gran placer, pero todavía no te puedo dar una respuesta definitiva. Vuelvo el 27 y el 28 de junio tengo una consulta médica para saber si podrían operarme del corazón y cuándo sería esa operación, por cierto benigna, que mejoraría un soplo que me hace la vida un poco difícil a ciertas altitudes. Todo depende, por lo tanto, de esa decisión. Te lo diré de inmediato.

François

El 6 de junio, François falleció a causa de un ataque cardíaco. Nunca lo olvidaremos. Esperemos que los escritos de François, sobre los diferentes procesos políticos de liberación

Notas

|1| La FGBT, Federación General del Trabajo de Bélgica, es uno de los principales sindicatos belgas, y cuneta con más de un millón de afiliados.

|2| Véase, una encuesta que hicieron en otro contexto, en una aldea vietnamita: Houtart (François) y Lemercinier (Geneviève), Sociologie d’une comunne vietnamienne. Participation sociale, modèles culturels, famille, religion, dans la commune de Hai Van - Persée

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Francois Houtart: Una vida dedicada a la lucha por la liberación de los pueblos

(Tomado de CADTM)

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Eric Toussaint

Eric Toussaint

Historiador y politólogo belga. Es presidente del CADTM-Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo). Su último libro publicado es "Banque mondiale: le coup d’État permanent".

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