Cubadebate

Una película que dio un nuevo aire al cine musical: Chicago. Estrenada en 2002, la época dorada del cine musical quedó atrás, no se producían más películas de este género, que dicho sea de paso, eran películas con una cierta ingenuidad en mostrarnos la sociedad norteamericana como trasfondo.

Chicago trae también una temática nueva: el mundo de 1927 en esta emblemática ciudad, convertida en una nueva Babel con sus mafias gánster y su modo de vida completamente alocado.

Lo importante era la fama, y para eso existían dos medios de comunicación: la prensa escrita, con sus grandes titulares y sus deseos de escándalos para atraer la atención del público. Esta prensa es uno de los protagonistas de la película. El otro gran protagonista es la radiodifusión.

En 1927 estaba muy lejos de aparecer la televisión, tampoco existían los noticieros cinematográficos. Los flashes de última hora constituían la esencia de la cultura de masas. Los reporteros se agrupaban en los juzgados, en las cárceles, convocaban a conferencias de prensa con la policía, en medio de un amplio clima marginal. Es en este entorno que se desarrolla este filme sorprendente que ganó el Oscar a la mejor película en ese año.

El que conduce la acción es un abogado criminalista sin escrúpulos y con una gran habilidad y cinismo. Este personaje lo interpreta Richard Gere, quien estaba entonces en la cima como actor. Era conocido por sus roles que lo acercaban a una especie de galán. Aquí muestra su encanto con la ironía y la decadencia.

La trama se desencadena con una escena en que una muchacha descubre que ha sido engañada por su amante. Él se hacía pasar por un personaje de Hollywood que la llevaría a la fama, y ella descubre que es pobre un vendedor de muebles con una numerosa familia. La muchacha desencantada toma un revolver y lo mata. Esta joven está interpretada por Renée Zellweger, una rubia prodigiosa con una cierta belleza de aire infantil.

Roxie es detenida y llevada a la cárcel de mujeres, aquí la ubican en el callejón de las asesinas. Allí escucha hablar de un abogado que nunca pierde un caso (Richard Gere). Conoce en ese medio también conoce a la Matrona "mama" Morton, (Queen Latifah), quien maneja el pabellón de las asesinas. En el propio pabellón está Velma Kelly, (que interpreta Catherine Zeta-Jones) que espera escapar de la muerte defendida por el abogado Flyn, interpretado por Richard Gere.

El abogado se interesa en el caso de Roxie, y prepara un argumento legal para demostrar que la joven actuó en defensa propia. En una conferencia de prensa, este abogado da un nuevo viraje a la situación buscando un nuevo perfil para su defendida. La muestra como un modelo de mujer casada, y ¡Sorpresa, está embarazada!.

Los reporteros corren a los teléfonos para dar el notición. La radio transmite continuamente la novedad. La ciudad entera sigue el caso de esta indefensa muchacha que va a ser madre y que quieren ajusticiar.

En medio de estos acontecimientos aparece el abogado quien baila un tap en un escenario vacío mostrando una sonrisa irónica. La inserción de esta escena, un poco repentina tiene el sentido de que todo es buscar la fama.
En una comparecencia ante el jurado, la joven Roxie sube y baja el dobladillo del vestido constantemente, ante la mirada de los miembros del jurado. Es la estrella del momento. En medio de las sesiones con el jurado, se produce una de las mejores secuencias. La defendida se desmaya, rumores en el público, la prensa reporta que se ven los signos del embarazo.

Por otro lado, en el pabellón de las asesinas, Velma Kelly comenta con Morton que esta muchacha le está quitando protagonismo y fama. Morton le recomienda que se una a ella.

Hacemos una elipsis cinematográfica y vamos a la escena en que le público se aglomera para ver a Roxie que logra se absolución. De pronto se escuchan unos disparos, la prensa y el público se mueven hacia el lugar de los sucesos. Una nueva y más impactante noticia que las anteriores: una mujer acusada mata a su abogado a tiros.

Nueva Elipsis: vemos a las dos jóvenes (Roxie y Velma) en el escenario de un teatro vestidas de mafiosas y portando sendas ametralladoras, es un número musical. Con mucho glamour y faldas muy cortas cantan y bailan. La cámara descubre entre el público al abogado que sonríe de buena gana. Al final del espectáculo, las dos actrices disparan sus ametralladoras a un telón. Gran entusiasmo en el público: el abogado se levanta con la satisfacción de ver a sus clientes triunfadoras y se aleja.

Este filme no es propiamente una película musical en el sentido tradicional, su retrato cínico e irónico de la sociedad tiene aires de melodrama, aunque la música tiene sus momentos estelares, es sin dudas, una película muy importante por recoger lo mejor del musical y del melodrama.

Para concluir, este filme es de alguna manera una propuesta imaginativa que nos retrotrae al musical.