Cubadebate

Querido Gerardo:

Mi sentimiento está contigo en estos momentos tan difíciles, cuando desde tierra extraña, en injusto encarcelamiento, has tenido que enfrentar una noticia tan dolorosa.

He leído las emotivas palabras de Arleen, al despedir a Carmen. He sentido esa emoción y energía, cual si estuviera presente. Desde Borinquen, me uno al abrazo que el pueblo cubano te envía a ti, a Adriana, a toda la familia, a Tony, René, Fernando y Ramón, y a todos los familiares.

La hermosa narración de Arleen sobre el Cardenal, ese mensajero de la libertad, me hizo recordar esta canción preferida de Filiberto, interpretada por Inti-Illimani: En libertad. Te la hago llegar, con la esperanza de que tú y los compañeros puedan conocerla. Es de gran significación para mí, pues cada vez que Filiberto la escuchaba, se sentía en profunda compenetración con la canción, y su mirada adquiría un matiz, con destellos de una luz, que solo puedo describir, como de libertad plena.

Para ti, esta canción, que espero pueda servir de bálsamo en estos momentos, con nuestra afirmación de que nos mantendremos en Vigilia Permanente, por ustedes cinco y por los tres de nuestra patria chica, demandando su libertad.

El pasado mes de septiembre visité Cuba, participando de la Jornada de solidaridad del pueblo cubano con la lucha del pueblo puertorriqueño. En esa visita, pude palpar, con mayor cercanía, el sentimiento del pueblo cubano con la causa de los Cinco. En Matanzas, en la Escuela del ALBA Facultad de Medicina Pedro Albizu Campos, antes de dar comienzo a las actividades, los estudiantes nos llevaron a la Mesa en honor a los Cinco, donde ondeaba una pequeña bandera puertorriqueña. En el Instituto Pedagógico Juan Marinello, a pasos de la Plaza Estudiantil Latinoamericana José Rafael Varona, se encuentra una plaza donde hay un arte conmemorativo de los Cinco héroes cubanos, en unos mosaicos preciosos, donde cada uno de los cinco héroes tiene una tarja con su imagen y una cita de sus palabras; también hay cinco palmas sembradas en recordación a los Cinco. De la Escuela Puerto Rico Libre, en Trinidad, conservo esta memoria:

En el patio de la escuela vimos una estrella de cinco puntas, configurada con piedras, y en cada una de las puntas, un pequeño letrero con el nombre de cada uno de los Cinco héroes. Al pie de la estrella, y rodeada por playeras rosadas (en Cuba, estas plantas se conocen como vicarias) yace una piedra blanca, que tiene una inscripción: Martí alumbra el alma Nos conmovimos ante esa expresión y el recuerdo de los Cinco compañeros cubanos. Les contamos a los estudiantes, y a los profesores que nos acompañaban, sobre nuestros tres hermanos puertorriqueños, también encarcelados por el gobierno de Estados Unidos y nuestro compromiso por liberarlos, a los puertorriqueños y a los cubanos.

Reafirmo mis palabras en la Vigilia por los Cinco, el 11 de septiembre de 2009, en La Habana:

Somos árboles en el bosque martiano. Habremos de permanecer de pie, alineados en fila, unidos, cubanos y puertorriqueños, demandando y exigiendo libertad para nuestros hermanos Antonio, Gerardo, René, Fernando y Ramón. Y para Oscar, Carlos Alberto y Avelino.

Un abrazo y un beso desde esta patria, que forma parte de nuestro Archipiélago Antillano,

Elma Beatriz Rosado

En libertad

(José Manuel Moya - Manuel Garrido)

Quisiera tener alas para volar,
para volar,
quisiera tener alas para volar,
quisiera tener alas para volar.
Para volar
cruzar por el espacio en libertad
cruzar por el espacio en libertad.
En libertad, como los pajarillos
en libertad
que nadie me pregunte: ¿a dónde vas?

Camino sin fronteras quisiera ser,
quisiera ser,
camino sin fronteras quisiera ser,
camino sin fronteras quisiera ser.
Quisiera ser,
sin prisa ni motivo para volver
sin prisa ni motivo para volver.
En libertad, como los pajarillos,
en libertad,
que nadie me pregunte: ¿a dónde vas?

Quisiera ser espuma y ola en el mar,
ola en el mar,
quisiera ser espuma y ola en el mar,
quisiera ser espuma y ola en el mar.
Ola en el mar
que llega hasta la orilla y vuelve atrás
que llega hasta la orilla y vuelve atrás.
En libertad, como los pajarillos,
en libertad.
Que nadie me pregunte: ¿a dónde vas?

Un beso cada día al despertar,
al despertar,
un beso cada día al despertar,
un beso cada día al despertar.
al despertar,
de labios que te dejen en libertad
de labios que te dejen en libertad.
En libertad, como los pajarillos,
en libertad.
Que nadie me pregunte: ¿a dónde vas?

Tras estos Cinco luchadores cubanos hay todo un pueblo pidiendo para ellos la libertad. Pero, no solamente el pueblo de Cuba; el pueblo puertorriqueño y todos los pueblos del mundo: la Humanidad.