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El juez compara al socio de Frank Calzón con estafador Maldoff

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Treinta meses, 10 000 dólares de multa y tres años de libertad condicional: tal es la sentencia que un juez de Washington dictaminó contra Felipe E. Sixto, el administrador del Center for a Free Cuba (CLC) quién paso luego a ser asesor de Bush, por robarse cerca de 600.000 dólares de esta oficina CIA financiada por la USAID para promover la subversión en Cuba y fabricar a "disidentes".
Mantener a empleados así en la Casa Blanca hace que la gente cuestiona la honestidad y la integridad del conjunto de los funcionarios, comentó el juez de distrito Reggie Walton al comparar a Sixto a Bernie Madoff, el financiero multimillonario quién defraudó a miles de pequeños inversores.
"La mentalidad que lo llevo ante este tribunal es la misma", dijo Walton quién criticó por buscarse un puesto en la Casa Blanca sabiendo perfectamente lo que había pasado en el "Center".
La Casa Blanca de George W. Bush fue repleta de funcionarios, tales como Otto Reich y Roger Noriega, reclutados en Miami en las filas de la conexión terrorista cubanoamericana.
Sixto fue "jefe del personal" del reducido "staff" del agente CIA Frank Calzón, verdadero dueño de este elemento del enorme mecanismo subversivo que mantiene Washington tanto en Estados Unidos como en Europa contra la Revolución cubana.
Al descubrirse la estafa, el funcionario mafioso fue desplazado por sus amistades hacia la Casa Blanca - con salario de 90 000 dólares - donde ocupó a partir de julio de 2007, un puesto de asesor de George W. Bush en la Oficina de Asuntos Gubernamentales de la Casa Blanca.
Tenía como definición de trabajo atender a los funcionarios hispanos, grupos indígenas y legisladores estatales en los temas de Cuba, Puerto Rico, la sanidad, cuestiones laborales o el medioambiente. Un extraño coctel que le permitía desarrollar sus tareas de enlace con la fauna anticubana afiliada a los Bush. 
El Departamento de Justicia afirma que el ex jefe de personal del CFC, obtuvo 579.274 dólares al cobrar a la institución en exceso por radio de ondas cortas y laptops que pretendió distribuir en Cuba a agentes.
Este robo de Sixto representa la cuarta parte del subsidio total otorgado en 2008 al CFC de Frank Calzón por su amigo, el cubanoamericano Adolfo Franco, ex director para América Latina de la USAID.
Protegidos por los Bush, Franco, que encubrió el desfalco y el agente de la CIA que protegió y relocalizó al ladrón, no han enfrentado hasta ahora acusación alguna.
Increíblemente, la USAID continua con sus pagos al Center for a Free Cuba, congelados en julio por el Congreso.
El CFC, bajo la cobertura de dedicarse a la promoción de los derechos humanos y a la "transición a la democracia" en Cuba, además de engrasar a media docena de funcionarios participa en operaciones montadas por la CIA para el reclutamiento y el financiamiento de supuestos "disidentes". De los 45 millones derrochados en el 2008 en sus guerras sicológicas contra Cuba por la USAID - la agencia para la desestabilización internacional- una dependencia del Departamento de Estado, la mayoría fue a parar a las manos de representantes de la mafia local.
 

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Jean-Guy Allard

Jean-Guy Allard

Periodista canadiense radicado en Cuba. Es autor del libro "Auge y caída de Reporteros Sin Fronteras".