Cubadebate

Mientras el imperio se revolcaba en sus propias heces, haciendo falsos pucheros de asco frente a las fotos y videos de crímenes sembrados en su tradición desde la guerra contra Viet-Nam, el más entrenado de sus adversarios le cantaba las verdades apoyado por un millón y medio de voces y seis horas y cuarto de marcha indignada frente a la oficina de encristalados intereses USA, desde la que siempre se ha mirado y aun no se ha podido entender la dimensión exacta de la dignidad humana.

Eso fue lo que ocurrió el viernes histórico en que La Habana toda amaneció desbordando su malecón, para escuchar en el silencio más impresionante que haya practicado una multitud, la proclama de su líder, Fidel Castro,  al inmoral George W. Bush, presidente por fraude de los Estados Unidos.

Fin de semana por medio, todavía el lunes no se habla de otra cosa entre los cubanos de uno y otro lado del mar. Aunque en Miami, los diarios y las emisoras se empeñaran en achicar la marcha record y el record de verdades dichas, las voces corrieron con la fuerza de los vínculos que Bush se han empeñado en romper sin más suerte que la de confirmar su escasa visión de lo que para un latino es la familia.

El pequeño administrador del imperio gritó su odio contra la Revolución, insistiendo, por indicaciones de sus asesores de estirpe mafiosa y fascista, que todo era "contra Castro y su régimen", pero la verdad salió del propio edicto de  las criminales  medidas. Ya todos saben, o van sabiendo, que lo que se quiere es devolver a toda Cuba al redil, someter a su pueblo y regalarle la misma receta con que se cocina a los iraquíes hace un año, cuando también se dijo que era contra un hombre y contra un régimen la guerra que convertiría en cenizas siglos de historia humana a orillas del Éufrates.

"Esta gran Humanidad ha dicho basta y ha echado a andar", parece responder el Che, desde la tribuna de la ONU que los yanquis secuestraron y han puesto a su servicio. La advertencia del guerrillero de todas las rebeldías, resuena en la resistencia iraquí, en las sublevaciones bolivianas, en la declaración de otra Revolución antimperialista en América...en lo que ha llegado y lo que viene subiendo como lava insurrecta contra todos los crímenes y las mentiras con que se ha levantado el imperio.

Peor para los que ignoren aquel legado y peor aun para los que se niegan a escuchar a los gladiadores que siempre han combatido a la cabeza de sus pueblos. "La suerte está echada", efectivamente, pero esta vez tendrá que ser de los que luchan hasta la victoria siempre.