Cubadebate

  Max Lesnick, periodista cubano radicado en MIami  

De nuevo el Sub Secretario de Estado norteamericano para asuntos relacionados con el control de armas, John Bolton, ha declarado la semana pasada ante una comisión congresional que Cuba posee armas biológicas que pueden ser una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. La acusación es grave. Con algo parecido fue que se montó la campaña publicitaria que culminó con la invasión de Irak.

 No es la primera vez que el señor Bolton hace tales alegaciones. En un discurso pronunciado en mayo del año 2002 el propio Sub-Secretario afirmó que el gobierno cubano tenía en funciones un plan de doble propósito, que lo mismo realizaba investigaciones encaminadas a la manufactura de productos médicos que por otra parte se elaboraban gérmenes mortíferos con fines terroristas. La respuesta cubana no se hizo esperar. !Que presenten las pruebas!

Y como si fuera por obra del destino, coincidió que  se encontraba en La Habana el ex presidente norteamericano Jimmy Carter a quien se le invitó a inspeccionar  personalmente de manera exhaustiva  todas las instalaciones cubanas del llamado "Polo Científico".. La acusación del señor Bolton se disolvió entonces como una pompa de jabón.

  A partir de ahí, la falsa acusación urdida contra el gobierno cubano según la cual Cuba representaba un peligro para Estados Unidos, cayó en el olvido. Entonces vino lo de Irak. Y surgió la campaña contra Irak del mismo corte y estilo. Que Saddam Hussein tenía en su poder un basto arsenal de armas de destrucción masivas que amenazaban la seguridad de sus países vecinos y que era deber de Estados Unidos ir en busca de tales armas para salvar al mundo de una agresión  bacteriológica por parte del dictador iraquí.

Del dicho al hecho. Convencida la opinión publica norteamericana de que Irak era una amenaza  para el mundo por las supuestas armas de destrucción  masivas  que tenía en su poder Saddam Hussein, se llevó a cabo la guerra contra Irak. Las "pruebas" que decía tener el gobierno del Presidente Bush sobre las armas químicas y bacteroelógicas ocultas en los arsenales militares secretos de Irak estaban basadas en  los informes fabricados por exilados iraquíes reclutados, manipulados y pagados  por agencias del propio gobierno de Estados Unidos. !Tremendo auto engaño!

 Primero vinieron los bombardeos que provocaron  miles de muertes en Bagdad y otras ciudades de Irak. Y le siguió entonces la invasión. Para nada se contó con las Naciones Unidas. Se seguía afirmando que en Irak estaban las armas de destrucción masivas. Y  se ocupó el país, y se capturó a Saddam Hussein. Pero las armas biológicas no han aparecido por ninguna parte como tampoco se ha podido probar la supuesta vinculación de Saddam Hussein con Osama Bin Ladeen y su grupo terrorista de Al Qaeda. Hoy las cosas se van complicando en Irak para el Presidente Bush. Es que la mentira no paga.

 Y ahora de nuevo Cuba con las acusaciones del señor Bolton sobre la supuesta amenaza bacteriológica a 90 millas del territorio norteamericano. ¿ Que se persigue con tales acusaciones?¿ Buscar la simpatía de la derecha cubana recalcitrante de Miami con fines electorales? !Ojalá sea solo eso! ¿O acaso es un balón de ensayo para montar toda una campaña publicitaria para crear las condiciones para una acción militar contra Cuba? ! Sería una locura! Pero también fue una locura la aventura de la guerra en Irak basada en la falsa acusación de que en ese país había oculto un arsenal de armas de destrucción masivas que amenaza ban la seguridad del mundo.

 Si el señor Bolton tiene evidencias de lo que afirma sobre Cuba, que presente las pruebas. Cuba no es Irak y bombardear a Cuba montados en una mentira  moralmente nadie lo puede aceptar. Ni los doce millones de cubanos de la isla lo acepta  ni tampoco  los cubanos cubanos que vivimos en este país. Y por supuesto, tampoco los norteamericanos lo aceptarían  porque ya saben lo que cuesta una aventura guerra basada en una mentira. !Nunca segundas partes fueron buenas!